El 7 de febrero, acuérdense de esa fecha. Ese día se reúne, para cuando salga esta nota es posible se haya reunido, el grupo mercenario denominado “Fuerza de Tarea” dedicado a invadir Cuba mediante los canales de internet. Trump ha puesto su cara retostada con infrarrojos en ello. Para llevar a cabo el ataque desestabilizador el régimen paga a “organizaciones gubernamentales y No gubernamentales (ONGs)”, fuerzas regulares y no regulares. En un artículo anterior exponía datos sobre estas organizaciones y los términos que emplean para nombrarse: “Hace tan sólo unos días se ha podido saber con cuántos millones de dólares alimenta (el régimen estadounidense) a la contrarevolución, la enmascarada en ongs y otros tipos de asociaciones, que se encuentran en el interior de la isla, son entorno a 30, que reciben del presupuesto estatal de su gobierno imperial cantidades que llegan a alcanzar los 650.000 dólares. ¿En cuántas partes del mundo el imperio arma, entrena, financia, compra a mercenarios y los emplea en la destrucción de un país y otro?. Es fácil imaginar lo que esos mercenarios de esas 30 organizaciones tienen como objetivo para el pueblo de Cuba, y lo deben odiar mucho porque no pueden con él”.
Sus nombres comienzan con indicadores como Directorio, Diario, Asociación, Centro de Investigación, Grupo Internacional, Acercamiento, Observatorio, Apoyo, Fundación, Instituto…, para continuar con términos ambíguos..., lobos con piel de cordero.
El local de reunión de tales grupos de ultraderecha regulares y no regulares, es el Departamento de Estado de EEUU, dedicado a la política exterior. Este Departamento de Estado lo dirige hoy el ultraderechista Rex Tillerson, antes director ejecutivo de la petrolera Exxon Movile. En el imperio del robo petrolero ocupaba el puesto de presidente, luego podemos imaginar lo que elabora en su cabeza y la fuerza que le pone, y sabemos, todo el mundo sabe, de las guerras que el régimen de EEUU ha desatado por el llamado oro negro.
Rex Tillerson alardea, como Trump, de preparar la comisión de semejante crimen, también ha hecho pública su intención de matar de hambre a Venezuela con un bloqueo como el que desde el comienzo de la decada de 1960 realizan contra Cuba. En el caso de Venezuela se dispone a dar las órdenes pertinentes a sus gobiernos, los suyos, en América Latina. Después de ver la imposibilidad de hacerse con el gobierno dentro desede la legalidad, de acabar con el proceso electoral que pone en evidencia su incapacidad para convencer a nadie, quiere emprender una guerra sin cuartel, introducir de nuevo la violencia en las calles, desarrollar los enfrentamientos en las fronteras, mantener y aumentar los robos financieros, que no lleguen alimentos ni medicinas, acosar a la clase obrera a la espera de un momento que le permita un asalto definitivo. Rex Tillerson, Trump y Pompeo, director de la CIA y dueño de otra petrolera, son la cara visible del mundo financiero del crimen imperial. Es su derecho dictatorial o el derecho del pueblo a los beneficios sociales.
Los que se postulan como asesinos no han tenido reparo en declarar a sus medios informativos de propaganda lo que van a hacer, y hasta preparan el asalto hablando en la ONU de “canales humanitarios e intervenciones humanitarias”. En la ONU se sabe que ese lenguaje ha sido siempre la antesala de la invasión militar. ¿No debería la ONU llamar a organizar la resistencia a los países que incumplen la legalidad internacional saltándose el derecho reconocido de cada pueblo al respeto de su gobierno elegido? ¿No debería la ONU articular un grupo de oposición al bloqueo ilegal estadounidense y a su injerencia en los asuntos internos de Cuba y Venezuela? ¿No es hora de que la ONU grite, escandalice, se ponga en pie contra los tiranos que someten una y otra vez a los pueblos?. Pues no, porque la ONU no tiene esas atribuciones, el imperio dispone de sus gobiernos, los suyos, para que no salga de ahí una Organización de Naciones que aplique sanciones, bloquee o impida al imperio seguir con arruinando países económica, financiera y militarmente.
Enfrentados a una tercera gran guerra los pueblos del mundo deberán ser capaces de romper las bases del capitalismo global.
Rex Tillerson y su Exxon Movil quieren volver a disponer de Cuba, primer territorio libre de América, y llevarse gratis el petróleo venezolano. El caso del petróleo de Venezuela es más reciente: el presidente Chávez impidió al emporio petrolero de Rex Tillerson, la Exxon Movile, su robo al nacionalizar la Faja del Orinoco y aprobar que el 60% fuese para Venezuela. Rex Tillerson entonces boicoteo el beneficio para el pueblo venezolano y cerró la puerta en Venezuela para acudir a un Tribunal, el Centro Internacional de Arreglo de Diferencias Relativas a Inversiones (CIADI) que le rebajó su exigencia de 20.000 millones de indemnización a 1600. Claramente res de res, nada de nada, en catalán.
Pero el imperio se dará por vencido cuando se le mueva la silla. Mientras tanto acelera la busqueda del camino que le permita desarticular la resistencia de Cuba y conseguir la partición de Venezuela. El vicesecratrio de Estado a la promesa del bloqueo ha anadido la de no reconocer al gobierno democrático, y ha dado órdenes a la oposición mercenaria para que no firme acuerdo alguno y tampoco se presente a las elecciones presidenciales. Como sabe que la conciencia del pueblo ha crecido y ha crecido la cultura ciudadana de la unidad popular y antiimperialista, no esta dispuesto a dejar que transcurra la nueva convocatoria a las urnas.
En el intento de crear el escenario repetido en Oriente que sirviese de pie de playa para justificar el envío de fuerzas militares, el régimen de EEUU irá viendo el desgaste que produce en el país bolivariano. Tras el petróleo se encuentran los recursos naturales como gas, agua, oro, uranio, minerales raros… en los que Venezuela es también una potencia mundial. Con lo poco que ha podido disponer el gobierno revolucionario ha terminado con el analfabetismo, con la falta de vivienda, sanidad, ha reducido la miseria la pobreza extrema a niveles no conocidos antes… y el gran capitalismo, con el fascista Rex Tillerson de jefe, se moviliza para echar la nueva construcción social abajo.
¿Recuerdan a Chávez en la ONU diciendo desde la tribuna que allí olía a azufre porque se había hecho presente el demonio Bush?: Rex-Trump huele a azufre.
En igual medida éste demonio de dos cabezas se ha planteado aplastar a Cuba, para lo que ya ha presentado a sus otros dos cabecillas en semejante tarea intervencionista, ilegal a más no poder como la intervención contra Venezuela: los que van a dirigir la invasión de internet son los senadores fascistas Bob Menéndez y Marco Rubio. Con éstos, Rex Tillerson, dice asegurar la presión sobre Cuba.
Para la guerra mediante las ondas de transmisión y del hambre por bloqueo y robo de toda mercancia que pueda llegar a los dos países, el famoso propuesto así mismo como genocida maneja cantidades multimillonarias de dinero: el presupuesto de su Ministerio para hacer trabajar a los gobiernos prostitutos, según cifras que el mismo órgano publica, es de 57.533 millones de dólares.
Detengámonos un poco más en el Departamento de Estado o Ministerio de Exteriores: el nombre del edificio donde se reunirán los mercenarios para preparar el ataque a Cuba por las redes sociales es Harry S. Truman. ¿Esa es su bandera?
Harry S. Truman fue el creador del Consejo Nacional de Seguridad desde el que coordinan y dirigen la política exterior del imperio, y fue creador de la CIA, bien conocida por su actividad en golpes de Estado, desestabilizaciones y asesinatos en los cinco continentes. Ustedes recordarán en Cuba atentados, invasiones e intentos de asesinar a Fidel más de 650 veces. Harry S. Truman se otorgó poderes especiales en política exterior y su acción más conocida fue tirar las bombas atómicas sobre Hiroshima y Nagasaki. Su mandato duró de 1948 a 1953 y en 1950 metió a EEUU en la guerra de Corea, su resultado fue negativo, quizás la primera que perdió el imperialismo resultante de la Segunda Guerra Mundial. Truman llegó a tener previsto volver a tirar más y más bombas atómicas sobre los coreanos, pues resultaban y resultaron invencibles. Aun hoy el régimen dictatorial estadounidense, con otro bloqueo ilegal y brutal, no puede vencer al pueblo coreano, que no amenaza a nadie y hace saber su derecho a defenderse.
Bajo el mandato del genocida Harry S. Truman la ultraderecha emprendió, con McCartur en cabeza, la persecución política conocida como “caza de brujas”, persecución contra gentes de izquierda, comunistas. Además de las detenciones, encarcelamientos, expulsiones del trabajo y aislamiento social de gente conocida como intelectuales, artistas y cineastas, otros muchos sufrieron castigos que acabarían con su vida. Entre éstas últimas personas debe recordarse a Ethel y Julius Rosemberg, acusados de pasar a la Unión Soviética informes sobre la fabricación de la bomba atómica, acusación falsa, y fueron condenados a morir en la silla eléctrica y asesinados en ella.
Si a la cacería emprendida por Truman-McCarthur se la llamó “caza de brujas”, ¿cómo llamaríamos ahora a la persecución que Rex Tillerson y Trump llevan a cabo contra todo pueblo y gobierno que no se inclina ante ellos, que no les obedece y no se rinde a sus intereses?. Habrá que inventar un nombre al crimen que vienen cometiendo contra Cuba desde hace 14 ó 15 presidentes de EEUU.
Así es que el lugar donde se van a reunir los grupos fascistas que preparan la agresión contra Cuba se llama Harry S. Truman, para que no se dude del carácter de los allí reunidos y de su propósito criminal.
También Obama, reconociendo el fracaso de la guerra contra Cuba, nunca suspendió el bloqueo como tal, puso por delante las cañoneras de internet y más propaganda, entre la que ha destacado la publicidad diplomática, con esas nuevas formas el imperio esperaba debilitar la Revolución cubana. Obama dio cauce a la mayor inversión hasta entonces en medios digitales a emplear contra Cuba, y supimos del programa que se conoció como Zunzuneo, otro fue el Piramideo, y para terminar el llamado Commotion. Sus mercenarios hicieron cursos mediante invitaciones viajeras para los jóvenes cubanos en los que disponía todos los medios materiales con los que sembrar en ellos la desconfianza a la revolución, la admiración por el consumo y el desprecio por los valores de la independencia, la soberanía nacional y la mayor igualdad y derechos sociales. Los señuelos imperiales ofrecían becas y premiaban con dinero en metálico a quien en las redes se prestase a tirar contra los revolucionarios. Mientras tanto el aparato de propaganda difundía la imagen de Obama como la de un dialogante, con esa pantalla táctica se ocultaba la intención estratégica.
Si aquello no dio el resultado deseado, el régimen estadounidense se ha dispuesto a trabajar más la agresión descarada e ilegal, y para llevarla adelante va a reunir a sus servidores en el espíritu de Harry S. Truman. Mediante ese campo de guerra que es internet van a introducir la mayor cantidad producida hasta ahora de visiones infectadas y enfermizas, virus que debiliten la fortaleza de unidad ante el imperio a partir de cualquier acontecimiento sea pequeño o minúsculo; van a bombardear con publicidad de Hollywood invenciones, falsedades y retorcimientos para agrandar la mirada que lleve a la desconfianza hacia el entorno y los logros colectivos. Esas manos que trabajan para las agencias propagandísticas del capitalismo pagan al ejército regular y al no regular para que asalten la vida diaria del pueblo cubano. En su caso la bandera o el símbolo que han escogido de Harry S. Truman tiene detrás al dictador Batista. ¿Qué se puede esperar de semejantes invasores internautas?
En Davos, el multimillonario Soros competente de Trump dijo de Facebook y Google: “son monopolios cada vez más poderosos, defienden regímenes autoritarios y pretender crear una red totalitaria”.
Sobre el ejército de periodistas propagandistas estadounidenses pesa lo dicho por su colega Jhon Swinton, redactor jefe del Nueva York Times, en el homenaje que le brindaban por su jubilación en 1880: “No existe lo que se llama prensa independiente, a menos que se trate de un periódico de una pequeña villa rural.Vosotros lo sabéis y yo lo sé. No hay ni uno solo entre vosotros que ose expresar por escrito su honrada opinión, pero si lo hiciera, sabéis perfectamente que vuestro escrito no sería nunca publicado. Me pagan 150 dólares semanales para que no publique mi honrada opinión en el periódico en el cual he trabajado tantos años. Muchos, entre vosotros, reciben salarios parecidos por un trabajo similar… y si uno cualquiera de vosotros estuviera lo suficientemente chiflado para escribir su honrada opinión se encontraría en medio de la calle buscando un empleo cualquiera, exceptuando el de periodista. El trabajo de periodista de Nueva York consiste en destruir la verdad, mentir claramente, pervertir, envilecer, arrojarse a los pies de Mammón, vender su propia raza y su patria para asegurarse el pan cotidiano. Vosotros lo sabéis, y yo lo sé; así pues ¿a qué viene esa locura de brindar a la salud de una prensa independiente? Somos las herramientas y los lacayos de unos hombres extraordinariamente ricos que permanecen entre bastidores. Somos marionetas, somos sus títeres; ellos tiran de los hilos y nosotros bailamos al son que ellos quieren. Nuestros talentos, nuestras posibilidades y nuestras vidas, son propiedad de otros hombres. Somos prostitutas intelectuales”.
Desde la declaración de Jhon Swinton a la de Soros hay la distancia de la tecnología. El imperio miente más y con más medios. No hay que dejarse llevar por la fuerza de la corriente. La mejor respuesta, decía Chávez, es un ataque. En este caso los disparos contra el enemigo imperial se hacen con la verdad objetiva. Recuerden la fecha el 7 de febrero se reúnen, se habrán reunido los mercenarios con sus pagadores para hacer planes de guerra contra Cuba, tienen como bandera a Harry S. Truman.
Ramón Pedregal Casanova
Ramón Pedregal Casanova es autor de los libros: “Gaza 51 días”, “Palestina. Crónicas de vida y Resistencia”, “Dietario de Crisis”, “Belver Yin en la perspectiva de género y Jesús Ferrero”, y “Siete Novelas de la Memoria Histórica. Posfacios”. Presidente de la Asociación Europea de Cooperación Internacional y Estudios Sociales AMANE. Miembro de la Comisión Europea de Apoyo a los Prisioneros Palestinos.
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