viernes, 4 de septiembre de 2015
Cuba, parole a la defense!
Entrevista a Salim Lamrani sobre su nuevo libro
El académico Salim Lamrani, estudioso de Cuba, publica un nuevo libro titulado Cuba, parole a la defense !, con un prólogo de André Chassaigne, presidente del grupo Francia-Cuba de la Asamblea Nacional y miembro de honor de la asociación Cuba Coopération.
Roger Grévoul: Salim Lamrani, usted acaba de publicar un libro bajo el título Cuba, parole a la defense ! ¿Qué nos puede decir al respecto?
Salim Lamrani: Todo empezó a partir de la siguiente constatación: Cuba es un tema mediático que suscita debates y controversias. Esto es particularmente cierto, sobre todo ahora con el proceso de normalización entre Washington y La Habana desde diciembre de 2014 y la visita histórica del presidente francés François Hollande a la isla en mayo de 2015. No obstante, conviene apuntar que sólo el pensamiento único sobre Cuba es aceptable. La isla se encuentra regularmente en el banquillo de los acusados y regularmente surge la tradicional retórica sobre la democracia, los derechos humanos y la libertad de expresión. Todo el mundo tiene derecho a la palabra, puede expresar su opinión y compartir su punto de vista, desde luego, siempre que señale con el dedo a Cuba y a su sistema y emita críticas negativas. Los cubanos de la isla, particularmente sus dirigentes, nunca tienen derecho a la palabra y, por consiguiente, no puede hacer partícipe de su verdad y responder a los ataques, cuando son los principales actores del destino de Cuba. Por eso decidí dar la palabra a la defensa compuesta de diez personalidades cubanas e internacionales que han podido expresar su punto de vista en estas conversaciones francas.
RG: ¿Quiénes son estas personalidades?
SL: Conversé con siete figuras cubanas y tres personalidades internacionales para que compartieran su visión de Cuba, de su historia y de su futuro. Se trata de Mariela Castro Espín, directora del Centro de Educación Sexual e hija del presidente Raúl Castro; Ricardo Alarcón, presidente del Parlamento cubano de 1993 a 2013; Max Lesnik Menéndez, director de Radio Miami y fundador de la revista La Nueva Réplica; Miguel Barnet Lanza, presidente de la Unión Nacional de Escritores y Artistas de Cuba; Eusebio Leal Spengler, historiador de La Habana; Abel Prieto Jiménez, ministro de Cultura durante cerca de quince años y en la actualidad asesor del presidente de la República; Alfredo Guevara Valdés, padre del cine cubano y del Nuevo Cine Latinoamericano; Wayne S. Smith, último embajador de Estados Unidos en Cuba; Jean-Pierre Bel, Presidente del Senado francés de 2011 a 2014 y actualmente asesor especial del Eliseo para América Latina y Álvaro Colom, presidente de Guatemala de 2008 a 2012.
RG: ¿Cuáles son los temas abordados?
SL: La idea del libro era dar la palabra a los cubanos y a los partidarios de la soberanía de las naciones y de la autodeterminación de los pueblos. No obstante, el principio fundamental era realizar conversaciones no complacientes. Por ello se abordan los temas más polémicos en todas las entrevistas, sea la democracia, los derechos humanos, la libertad de expresión, las figuras de Fidel Castro y Raúl Castro y su presencia en el poder, los episodios oscuros de la Revolución Cubana, las discriminaciones, el espacio reservado al debate plural o la disidencia.
Se abordan también otros temas como las relaciones con Estados Unidos, las sanciones económicas, la actualización del modelo económico, la diversidad sexual, el papel de la comunidad cubana de Estados Unidos, la importancia de la cultura, la preservación del patrimonio arquitectónico de La Habana, el auge del turismo, la solidaridad de Cuba con los desheredados del planeta, el cine en Cuba, el renuevo generacional a la cabeza del país, el futuro de Cuba y la integración latinoamericana.
RG: Subraya en su libro la paradoja de ver a Cuba, víctima de las pretensiones hegemónicas estadounidenses y asediada desde hace más de medio siglo, ubicarse en el banquillo de los acusados.
SL: Efectivamente Cuba vive bajo estado de sitio desde hace más de medio siglo. No se ha librado de nada: unas sanciones económicas anacrónicas, crueles e injustas que afectan todos los sectores de la sociedad y a las categorías más vulnerables de la población desde 1960; una sangrienta invasión militar que orquestó la CIA el 17 de abril de 1961 y que causó cientos de víctimas civiles; una amenaza de desintegración nuclear durante la crisis de los misiles de octubre de 1962; la campaña terrorista más larga de la historia con más de 10.000 atentados planificados desde Estados Unidos que costaron la vida a 3.478 personas e infligieron secuelas permanentes a otras 2.099, así como daños materiales por varios cientos de millones de dólares; sin olvidar una implacable guerra política, diplomática y sobre todo mediática contra su pueblo, sus dirigentes y sobre todo contra su sistema político y social.
Sin embargo la vindicta mediática señala a Cuba como culpable. ¡Qué constatación más extraña!
RG: ¿Cómo explica este ensañamiento contra Cuba?
SL: El crimen imperdonable de Cuba es haber elegido el campo de los desheredados y haber ubicado al ser humano en el centro de su proyecto nacional procediendo a una repartición equitativa de las riquezas. El pueblo cubano propone a la humanidad una alternativa de sociedad eficiente, a pesar de los límites inherentes a todo proyecto edificado por mujeres y hombres, que muestra que los más humildes no están condenados a la indiferencia y a la humillación.
RG: André Chassaigne, presidente del grupo parlamentario Izquierda Republicana y Demócrata y del grupo Francia-Cuba de la Asamblea Nacional, es también miembro de honor de Cuba Cooperación. Redactó un hermoso prólogo a su obra.
SL: André, un gran amigo de la Revolución Cubana, me ha hecho el inmenso honor de asociar su pluma fina e incisiva a mi libro. Es un hombre que tiene la causa de los humildes y de los humillados en el corazón. Es sensible a la necesidad imperiosa de una mejor repartición de las riquezas y de ofrecer a los más vulnerables una vida digna. Como muchos de nosotros, ve en Cuba un símbolo de resistencia y de generosidad.
Roger Grévoul
Cuba Coopération
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