sábado, 12 de septiembre de 2015

Cuba-EEUU: ¿Qué se entiende por normalizar?




En los últimos meses, sin duda alguna, una de las palabras que más se ha escuchado ha sido normalizar.
Cuando utilizamos los diccionarios para buscar el verdadero significado de esta palabra, encontramos que la misma significa “Someter a norma. Poner en buen orden.” (Diccionario Manual Ilustrado VOX de la Lengua Española); “Regularizar o poner en buen orden lo que no estaba. Hacer que una cosa sea normal.” (Diccionario Océano Práctico de la Lengua Española).
Normalizar puede tener un efecto beneficioso o perjudicial, según la norma a que se someta el hecho.
Lo normal es que la madre sienta cariño por sus hijos. Que el maestro se preocupe por la instrucción y educación de sus alumnos.
Que una mujer en estado pueda tener un parto feliz. Que un estudiante aplicado pueda terminar su carrera universitaria.
También es normal que si usted prende un fosforo cerca de la gasolina, esta entre en combustión o explote. Si usted utiliza un auto y no se preocupa por asegurarse de que cuente con el aceite y el agua necesario, lo normal es que el motor se destruya. Si a un enfermo usted no le suministra la medicina y los cuidados necesarios, lo normal es que muera.
Considero que estos ejemplos son suficientes para establecer que la normalización de una situación puede estar determinada por la relación existente entre dos países o personas.
Lo normal es que un amigo ayude al otro. También puede considerarse normal que un enemigo trate de destruir al que considera su enemigo. En ambos casos se actúa de forma normal. Esto puede influir en el concepto de lo que uno u otro considera normal.
Estoy plenamente convencido, que la acción realizada por la USAID el día 9 de septiembre, dos días antes de que comenzaran en la Habana las reuniones de las comisiones en pro de la normalización de relaciones, ellos consideran que están dentro de la mayor normalidad.
El 9 de septiembre, la USAID anunció que está buscando administradores para sus programas contra Cuba. El salario que ofrecen está entre los 90, 823 a los 139,523 dólares anuales .
Las personas que están tratando de contratar deben tener experiencia en promoción de la democracia, derechos humanos, desarrollo de la sociedad civil, desarrollo comunitario y formación de grupos juveniles. Como es lógico pensar, estos son los programas de subversión político ideológica que piensan desarrollar en los sectores mencionados, por eso requieren los llamados “administradores.”
En el anuncio de la USAID se plantea que “Successful candidates must obtain a “secret” security clearance within nine months of accepting the position. Information deemed “secret” is defined as that which would “cause serious damage to national security” if disclosed.
Así que estos “administradores” deberán pasar el chequeo de seguridad y obtener el famoso “clearance” pues lo que realicen o conozcan, si es divulgado, puede causar serios daños a la seguridad nacional. ¿Pueden ustedes imaginarse que tenebrosas actividades desarrollará la USAID contra Cuba, que de divulgarse causaría serios daños a la Seguridad Nacional de Estados Unidos?
Entre otras cosas, en el anuncio de la USAID se plantea que Cuba es un país “sin presencia física” lo cual significa que la USAID no cuenta con una oficina en el mismo por lo que la actividad se dirigirá desde Washington, lo que nos hace pensar que estos tenebrosos planes se ejecutarán por los “diplomáticos” estadounidenses asignados a la Embajada en la Habana y el envío periódico de personas con el manto de profesores universitarios, periodistas, académicos, miembros de organizaciones juveniles y otros.
Para terminar la oferta de trabajo se plantea que las solicitudes a estos cargos deben presentarse antes del día 8 de octubre a las 9:00 am., aunque de acuerdo a los listados de la USAID estos puestos de trabajo se había informado comenzarían en septiembre del 2015.
Todo de lo más normal. La USAID haciendo su trabajo para tratar de destruir al enemigo que se ha apoderado de Cuba.
Mientras tanto, las conversaciones siguen adelante.

Néstor García Iturbe

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