lunes, 16 de octubre de 2023

Gaza: el estado sionista prepara una masacre


“El fantasma de la muerte planea sobre Gaza. Sin agua, ni electricidad, ni alimentos, ni medicinas, miles morirán. Así de claro”. Lo dice el secretario general adjunto de Asuntos Humanitarios y coordinador del Socorro de Emergencia de la ONU, Martin Griffiths. Esto ocurre el mismo día en el que Israel declaró que la principal carretera que permitiría la evacuación “era un corredor seguro solo durante tres horas”. Este plazo y el inicio de la evacuación oficial de la ciudad israelí de Sderot, a apenas un kilómetro de Gaza, “apuntan a la inminencia de la invasión” (El País, 16/10). 
 El ministro de Defensa, Yoav Gallant, dijo en una conferencia de prensa en la frontera de Gaza que "esta será una guerra feroz, una guerra mortal, una guerra precisa, y será una guerra que cambiará la situación para siempre”. Agregó que Israel "no tiene interés en librar una guerra en su frente norte”, es decir en la frontera con El Líbano. Sin embargo, el portavoz del ejército israelí, Daniel Hagari, ha amenazado este lunes con una "respuesta mortal" al grupo libanés chií Hezbollah, si este sigue atacando con cohetes y misiles desde la frontera. "Si Hezbollah se atreve a ponernos a prueba, la reacción será mortal. EE. UU. nos está dando todo su respaldo.”
 En tanto, hay un millón de palestinos desplazados y toneladas de ayuda apiladas en el Sinaí egipcio a la espera de un acuerdo que permita entregarlos a la población que los necesita desesperadamente. Más de la mitad de la población del norte de Gaza -600.000 personas de 1,1 millones- ha huido hacia el sur ante el temor a una invasión del ejército israelí, según cifras de la ONU. 
 La guerra de Israel contra el pueblo de Gaza entró a su décimo día y, si se toma como fuente la información de Médicos Sin Fronteras en Gaza, en los hospitales ya no quedan ni analgésicos y el ejército sionista ataca a las ambulancias impidiendo el traslado de los heridos, del mismo modo que inutilizó el cuartel de bomberos, pulverizando los únicos equipos para rescatar a las personas que quedan bajo los escombros de sus viviendas (vale recordar que el bloqueo terrestre y marítimo contra Gaza desde 2007 impide ingresar hasta escaleras). También bombardearon los almacenes de la oficina de refugiados de Naciones Unidas. Las presiones internacionales habrían logrado que se reanude la provisión de agua. 
 Egipto afirmó que Israel había aceptado un alto el fuego temporal para el ingreso de agua y medicamentos, pero Israel lo desmintió. Curiosamente, Israel -el país más tecnologizado y controlado de la región- necesitó 10 días para informar que el ataque de Hamás dejó más de 1.300 israelíes muertos y al menos 3.968 heridos. Y que tiene en su poder 199 rehenes entre israelíes y extranjeros 
 Mientras los gobiernos -incluido el propio Joe Biden- y los medios de comunicación occidentales propagan información falsa de las usinas sionistas -por ejemplo, respecto de bebés decapitados y violaciones a mujeres que nunca se comprobaron-, hacen un silencio de radio sobre el bombardeo a la población, la exigencia de evacuación masiva o el asesinato de unas 4.000 personas, incluidos 724 nenes y nenas esta semana (cifra de Unicef). Los heridos son más de 10.000. Todos crímenes de guerra hasta para los cánones imperialistas. Por el contrario, la UE pidió a Hamás que libere inmediatamente a los rehenes sin condiciones previas.
 En el frente norte, “las tensiones han aumentado vertiginosamente” dice Haaretz, con disparos a ambos lados de la frontera durante todo el domingo. Israel creó una “zona de amortiguación” de 4 km en la frontera con El Líbano que incluye la orden de evacuar 28 poblaciones israelíes.
 Se espera que el parlamento israelí -la Knesset- vote una ley que permite aumentar la ya escandalosa superpoblación de las celdas para los prisioneros de seguridad palestinos. 
 Este lunes, “más de 60 intelectuales, activistas por la paz y líderes de pensamiento progresistas radicados en Israel” en una carta abierta expresan su preocupación por la “respuesta inadecuada de ciertos progresistas estadounidenses y europeos” respecto del ataque de Hamás. Hablan de “insensibilidad moral” y “falta de escrúpulos políticos”, una “tendencia inquietante en la cultura política de la izquierda global” y advierten que “legitimar o excusar estas acciones equivale a una traición a los principios fundamentales de la política de izquierda”. El escritor David Grossman está entre los firmantes. “Las palomas de Israel, los defensores de la paz con los palestinos, hablan el mismo lenguaje que los halcones, los que rechazan la solución de los dos Estados”, dice El País.
 Estados Unidos y Alemania ampliaron el envío de armas y recursos, mientras la Unión Europea intenta reprimir e ilegalizar la solidaridad popular con Gaza. En Francia prohibieron las movilizaciones y multan (sic) a quienes ondean banderas palestinas, en Alemania prohibieron el uso de la kufiya -el típico pañuelo palestino en las escuelas; en Estados Unidos, un hombre que alquilaba a una familia palestina asesinó a un niño de 6 años e hirió gravemente a la madre. La Unión Europea advirtió el Elon Mask porque en X circula información que juzgaron “antisemita”. Tic Toc canceló la cuenta Palestina Hoy, una agencia de noticias con miles de seguidores. El primer ministro británico acusó a la BBC de no cuadrarse con la política de su país porque se refiere a Hamas como “militantes” y no como “terroristas”.
 Lo que están tratando de ocultar es una masacre de proporciones inéditas que incluye la evacuación de por lo menos un millón de palestinos y la muerte de decenas de miles. No les va muy bien: el domingo 150.000 personas marcharon en Londres y otros tantos en Madrid, Berlín y en Nueva York y distintas ciudades y campus norteamericanos. En el mundo musulmán, esos números se multiplican. 
 Este lunes, la protesta de un hombre pidiendo por el retorno de los rehenes a las puertas de los cuarteles militares de Tel Aviv terminó con una movilización masiva para que los rehenes sean la cuestión prioritaria y el pedido de la renuncia de Netanhayu. 
 Por otra parte, el imperialismo ha manifestado sus dudas respecto de los planes israelíes y la conveniencia de la reocupación de Gaza por parte del Estado sionista. Biden dijo que sería un gran error por parte de Israel ocupar Gaza, pero que “eliminar a los extremistas” allí “es un requisito necesario”.
 El embajador de Israel ante la ONU respondió diciendo que Israel no tiene intención de ocupar Gaza, pero se ve que Biden tiene sus dudas. La segunda hipótesis, la de “devolver” Gaza a la Autoridad Palestina, es un sinsentido. No solo porque fue expulsada de allí por una rebelión popular, sino porque incluso en Cisjordania el descrédito del régimen de Mahmud Abás es total.
 Tal vez estos cálculos expliquen por qué los más altos funcionarios norteamericanos han comenzado a pedir que Israel “aunque tiene la obligación y el derecho de defenderse” no puede mantener el bombardeo indiscriminado de civiles. Lo dicen cuando nadie duda de que el Ejército sionista entrará a Gaza en las próximas horas.
 Según la prensa, Biden y su par Alemán, Olaf Scholz, evalúan viajar a Israel para reunirse con Netanyahu. Aunque la razón expuesta es expresar su solidaridad, “en lo profundo se busca que se desista de una invasión a la Franja de Gaza que causaría una montaña adicional de muertos, incluidos soldados propios, y sería utilizada por los enemigos de Israel como un pretexto para involucrarse en el conflicto” (Clarín, 16/10).

 Olga Cristóbal 
 16/10/2023

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