Se trata de un singular proyecto que se materializó tras una campaña de recaudación colectiva de fondos realizada en 2016
A más de dos semanas para su inauguración, la edición 17 de la Muestra Joven Icaic ya está rodeada de debate debido a la cancelación en la cartelera de una película, porque supuestamente irrespeta al Héroe Nacional cubano, José Martí (1853-1895).
Numerosos comentarios en Facebook deploran la decisión de excluir de la sección Apertura Fílmica un primer corte de Quiero hacer una película (QHUP), un largo de ficción del novel cineasta Yimit Ramírez (San Antonio de los Baños, 1983), quien cursa la especialidad de dirección de ficción en la Escuela Internacional de Cine y Televisión de San Antonio de los Baños.
El sui generis audiovisual, que filmó la vida íntima de sus protagonistas sin que estos lo supieran, es resultado de un proyecto de recaudación colectiva de fondos (crowdfunding), realizada en 2016 a través de la plataforma Verkami.
Fue la periodista e integrante del equipo de realización Marta María Ramírez quien confirmó, el 13 de marzo, a través de su cuenta en esa red social, la decisión de no presentar QHUP, “mientras el Icaic mantenga su postura de invalidarnos de sus circuitos oficiales”.
Ramírez se refirió a la invitación de las y los organizadores de la Muestra Joven a presentar un primer corte del trabajo el próximo 3 de abril, en el capitalino cine Charles Chaplin, durante la jornada inaugural del festival que se extenderá hasta el 8 de abril.
“Convenimos que no se trataría de una premier, sino de una presentación de proyecto con debate incluido. Nos retroalimentaríamos y dialogaríamos sobre métodos de trabajo y formas alternativas de financiamiento”, contó Ramírez.
La periodista aseguró que Octavio Fraga, funcionario del estatal Instituto Cubano de Arte e Industria Cinematográficos (Icaic), le exigió una copia de la película para verla con el presidente de la entidad.
Ante reiteradas muestras de temor por la posible filtración del material, Fraga “me respondió con una amenaza obvia: Si no me la copias, no se pone”, continuó.
Indicó que la repuesta del funcionario tres horas más tarde fue que no se pondría porque no le había gustado una frase de la película.
La realizadora transcribió en su post los parlamentos de la escena que generaron el desencuentro, un “diálogo descontextualizado e inconcluso (que) pido esperen a verla para entenderlo en su contexto”, advirtió.
En el fragmento de marras uno de los personajes se declara no martiano y califica al Apóstol de la independencia cubana de “mojón” y “maricón”.
Refiere Ramírez que la respuesta del presidente del Icaic Roberto Smith a los organizadores fue que “Martí es sagrado” y, si la Muestra Joven deseaba, podría exhibir QHUP en la recién inaugurada sala Terence Piard (1973–2004), con capacidad para 24 personas.
Además de reiterar su negativa a la exhibición de la QHUP bajo esas condiciones, Ramírez aseguró que el equipo realizador seguirá “el circuito propuesto por la productora, que seguramente incluirá cuanto festival en Cuba nos atraiga o invite o acepte”.
“Y luego podremos regalarla a todxs ustedes, que colaboraron de diversas maneras para que esta experiencia independiente exista”, concluyó.
El crítico de cine Dean Luis Reyes se solidarizó con el equipo de QHUP y respecto a la decisión de las autoridades consideró que “proceder así es lo menos martiano que se puede ser”.
La cibernauta Miryorly García valoró que existe un público “que puede entender ese personaje, ese parlamento, reflexionar sobre eso y seguir siendo martiano”.
Jennifer Rodríguez lamentó que “no puedan entender que todo diálogo es válido, que los personajes tienen que decir cosas que los enfrenten. Lamentablemente en la televisión y el cine de Cuba lo primero es que sea didáctico, por eso casi nunca es real”.
Juan Carbonell balanceó que “las provocaciones surreales acerca de una figura como Martí es algo a lo que ni los mayameros se han atrevido”, pero a pesar de eso defendió la existencia del cine independiente “mientras su mensaje sea diferente (y a poder ser contrario) al del dependiente”.
Polémicas, tensiones y actos de censura acompañan a la Muestra Joven desde su nacimiento, que una vez al año junta a realizadores emergentes y autónomos para brindarles oportunidades y visibilizar nuevas firmas en el audiovisual cubano.
En 2012, el director y Premio Nacional de Cine, Fernando Pérez, renunció a la dirección de la muestra por discrepancias con la dirección del Icaic respecto a la exclusión de un documental de la XI edición.
La falta de una ley de cine mantiene igualmente irresueltas las relaciones entre la pujante producción cinematográfica de los nuevos realizadores y las tradicionales políticas y modos de producción del organismo estatal, según especialistas.
IPS
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