Renovando los espacios de participación, aceptación y responsabilidad ciudadana
La gradual inserción de Cuba en un nuevo marco de relaciones económicas ha dado pie a la emergencia, en todas las zonas del espectro social, de sujetos cada vez con mayor capacidad de autogestión, con todos los riesgos y complejidades que esto trae aparejado. Parte de los retos que acompañan a estas nuevas subjetividades, es la posibilidad de expandir y repensar sus competencias discursivo-informativas dentro de horizontes comunicacionales asociados a una visión menos centralizada de la información.
Se trata, en realidad, de un fenómeno que rebasa el espectro de “lo cubano”: hablamos de la irrupción, a gran escala, de nuevos agentes de la información, quienes circunvalan las limitaciones de un periodismo secuestrado por agendas de variada índole. Gracias a los discursos digitales que ensayan, el mensaje es menos unívoco. En su función de explorar otros enfoques y de develar contenidos obviados, deliberadamente o no, por los medios conectados al mainstream, blogueros y comunicadores digitales negocian espacios para que esto ocurra. Y aunque la capacidad, seriedad y profesionalismo con que comunican puede, en efecto, ser variable, no significa que por ello su función sea menos legítima.
Cuba no está exenta de estas dinámicas. Con similares objetivos, emergen hoy en la Isla, ocupando lugares de enunciación estatales y no estatales, sujetos que se sienten con derecho y capacidad de ser parte del nuevo hacer informacional.
Se trata de un movimiento que no solo implica a los llamados actores “alternativos”. Parte de esto es lo que viene ocurriendo con la prensa en las provincias, que ha estado promoviendo, ya sea en espacios digitales o impresos, un periodismo no tan enfocado en la promoción de agendas, sino volcado en sus funciones informativas, investigativas y críticas. Reportajes sobre temas acuciantes de la realidad nacional, como el recientemente publicado por el periódico villaclareño Vanguardia sobre los derechos laborales en el contexto del cuentapropismo, o por Escambray, sobre temas incómodos como el de los balseros, dan muestra de ello. Igualmente, debe reconocerse el esfuerzo de zonas de la prensa nacional por abarcar, con similar amplitud, temas que antes eran de interés menor.
La institución del periodismo no está ajena a la necesidad de una revitalización. Voces receptivas y sensibles, desde la institucionalidad, claman por ello. Cada vez con más diligencia y lucidez, abogan por la adopción de nuevos tonos, de mayor acceso a las fuentes e incluso, por una Ley de Prensa. Fue en este tenor que se concibieron las Propuestas del II Encuentro de Jóvenes Periodistas celebrado a principios de febrero del presente año en la capital.
Contenidos de similar complejidad y alcance fueron abordados en el encuentro “Hacia una Ley de Comunicación en Cuba”, convocado por el Foro de Estudios Críticos y la revista La letra corta, realizado en la Universidad de La Habana el pasado 14 de marzo.
Las propuestas sintetizadas a raíz de la discusión incluyen: “la institución de mecanismos que potencien y garanticen la protección de todos los sujetos, tanto emisores como receptores públicos y privados”, y de otros que aseguren “la pluralidad y la diversidad, los cuales puedan ser accionados por el Estado y la población alternativamente, evitando ante todo la concentración y monopolización de los medios de comunicación.” Abogan también las propuestas por “crear una instancia administrativa descentralizada, en la gestión del servicio público de difusión y comunicación.” Al respecto, una estudiante de periodismo comentó: “¿Por qué no pueden existir medios que no tengan que subordinarse al Partido? Si la prensa es el cuarto poder, ¿cuál es el poder real que tiene? Espero que si un día se aprueba la Ley de Prensa, los medios tengan realmente el poder que deberían.”
La necesidad de repensar los conceptos de lo estatal, lo no estatal, y lo público en el contexto de los nuevos medios digitales cubanos y de un posible marco de legalidad, otro de los temas abordados en el Foro, ha sido centro de interés recurrente, sobre todo en el marco de las celebraciones del Día de la Prensa en Cuba. Comenta al respecto Raúl Garcés, Decano de la Facultad de Comunicación de la Universidad de La Habana:
“El periodismo está en una encrucijada, la de ganar credibilidad entre sus públicos, la de hacer un periodismo que se parezca a la gente, y que los medios de comunicación tradicionales tengan un papel complementario a los medios sociales, los blogs, los ciudadanos. Si no entendemos que hay un desplazamiento de ese modelo mediocéntrico de los años 80, donde todo dependía del noticiero de televisión, o de un periódico, o de una radio, una prensa estatal, —lo que no quiere decir que renunciemos al concepto de prensa estatal y pública que forma parte del diseño de nuestra sociedad—; lo que quiero decir es que hay que incorporar a nuevos actores en el ejercicio de la comunicación.”
Concuerda con esta perspectiva Francisco Rodríguez Cruz, del periódico Trabajadores, quien incluye la siguiente reflexión en su blog personal:
“El escenario para el desarrollo de la prensa cubana en los próximos años implica que tendremos que aprender a lidiar en el ámbito de la comunicación pública con nuevos actores, mejores o no tan buenos en sus estándares profesionales y éticos, con intenciones más o menos concordantes con los valores socialistas que queremos hacer predominar, y debemos hacerlo a partir de la calidad, oportunidad y diversidad de nuestras propuestas.”
Este dossier, en seguimiento a otro publicado por Cuba Posible en noviembre de 2016 (Para un debate sobre la prensa en Cuba: “La esencia de la prensa libre es la esencia de la libertad, firme de carácter, racional y moral”), continúa explorando estos temas en resonancia con todas las voces que hoy buscan aportar constructivamente al debate sobre un mejor periodismo y, en general, mejores dinámicas informacionales en la Isla.
Los textos que irán apareciendo consecutivamente –una encuesta en la que participan el reconocido periodista Joaquín Borges-Triana, recientemente galardonado con el premio de Periodismo Cultural José Antonio Fernández de Castro, así como Amílcar Pérez Riverol y Enzo Basile, ambos colaboradores de espacios digitales, más una entrevista al periodista uruguayo radicado en Cuba, Fernando Ravsberg- pretenden abordar estos temas con la visión integradora que los mismos ameritan. El presente dossier tendrá continuidad en el futuro.
En el contexto de las recientes celebraciones del día la Prensa en Cuba, Antonio Moltó Martorell, Presidente de la Unión de Periodistas de Cuba (UPEC) expresó: “Tenemos por delante la urgente tarea de cambiar el modelo de prensa para responder a reclamos históricos de los profesionales y de la sociedad y, a la vez, dar respuesta a los profundos cambios culturales y tecnológicos que vive hoy la comunicación en la era de Internet y las plataformas sociales”.
Considérense pues, las reflexiones que siguen, como nuestro pequeño aporte a tan loable proyecto.
María Isabel Alfonso
Cuba Posible
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario