miércoles, 29 de octubre de 2025

La guerra del narcotráfico contra el gobierno de Lula.


El bolsonarismo irrumpe en las favelas de Río de Janeiro con los métodos de la guerra civil 

 Un megaoperativo de 2.500 efectivos de la policía civil y militar, ordenado por el gobernador de Río de Janeiro, Claudio Castro, irrumpió en los complejos de favelas Penha y Alemão, en la zona norte de Río. El saldo oficial ascendía por estas horas a 120 muertos -entre ellos cuatro policías- y más de 80 detenidos, entre ellos, Thiago do Nascimento Mendes (“Belão do Quitungo”) y el operador financiero de Edgard Alves de Andrade (“Doca”), identificados como líderes del Comando Vermelho, una de las más antiguas y poderosas organizaciones narco de Brasil, sumada a una red extraordinaria de asistencia a los favelados. La intención declarada del operativo “Contención” era ejecutar 100 órdenes de detención. Fue realizado mientras Lula, presidente de Brasil, se encontraba en una cumbre en Malasia y mantenía reuniones con su homólogo Donald Trump. 
 La operación, que recibió el inmediato apoyo de los sectores políticos ligados a Jair Bolsonaro, estuvo precedida por diversas declaraciones del senador Flavio Bolsonaro, su hijo. En su cuenta de X había reposteado un vídeo de las lanchas bombardeadas por Estados Unidos en el Pacífico, “invitando” al gobierno estadounidense a realizar esas mismas operaciones frente a las costas brasileñas. Castro, aliado de Bolsonaro, había asegurado que este operativo era necesario ante los rechazos que imputa al Ejecutivo a enviar a las Fuerzas Armadas y dotarlas de vehículos blindados. “Río estaba sola”, se auto justificó Castro. Calificó el operativo como “una defensa del Estado” ante el “narcoterrorismo”. A diferencia de lo que ocurre en Estados Unidos, donde el Ejecutivo de Trump propina golpes de estado contra los estados que protegen a los inmigrantes, en Brasil varios estados urden golpes contra el gobierno nacional.
 El operativo político del bolsonarismo ha sido acompañado por la presentación de un proyecto de Ley impulsado por Unión Brasil, para declarar a ciertas bandas criminales como “terroristas”. Este punto de vista es acompañado por otros bolsonaristas declarados, como Tarcisio da Freitas, gobernador de San Pablo, y Romeu Zema de Minas Gerais. Eduardo Paes, quién ganó la alcaldía de la ciudad (no el estado) de Río con el apoyo explícito del PT y Lula en persona, acompañó el operativo con un video y con el compromiso de que no va a permitir “que la población sea rehén de bandas criminales”. La ultraderecha brasileña, que busca instaurar un estado de excepción para avanzar con medidas extraconstitucionales e imponer un estado policial, ha contado con un guiño de Páez. 
 Las imágenes y videos que se han viralizado muestran un escenario de guerra con todas las letras. La policía cercó los barrios del operativo y acompañó sus actividades terrestres con helicópteros – algo que la Corte Suprema prohibió en 2020, para luego rehabilitar en 2024. Barricadas improvisadas, escuelas cerradas y gente encerrada en sus casas esperando que el sonido de las balas cesara para volver a salir. La brutalidad policial recordó a los operativos de 2010, ejecutados también contra bandas de narcotraficantes con un saldo de más de 30 muertos. En los principales diarios de Brasil, el horror de los entrevistados grafica una jornada de barbarie completa, en una ciudad acostumbrada a redadas policiales y asesinatos cotidianos. 
 La mañana del miércoles ha dejado observar en su totalidad el espectáculo dantesco. Cadáveres trasladados a la plaza del barrio de Penha, luego de que las mujeres del barrio decidieron salir a buscar en los morros cercanos a sus esposos, hijos y familiares desaparecidos. La escena del horror es acompañada por el llanto y los lamentos de las familias que reconocen -sin intervención de autoridad alguna- los cuerpos uno a uno, mientras los cubren con plástico y telas. Hay denuncias de que al menos uno de los hombres se había entregado a la Policía y aun así fue asesinado. Los muertos encontrados esta madrugada no fueron informados por la policía, lo que ha despertado sospechas sobre ejecuciones extrajudiciales.
 El Comando Vermelho compite en diversos barrios de la ciudad por el control territorial. Desde el ascenso de Bolsonaro al gobierno, diversas bandas ligadas políticamente a la ultraderecha fueron al choque de estos grupos, conquistando territorios y monopolizando el control del tráfico de drogas y armas para usufructo personal. "Son todos carteles bolsonaristas que llegaron, inicialmente, para expulsar a los narcos tradicionales y lo hicieron, pero se afincaron y ahora son ellos los que trafican. Río vive una situación de violencia rutinaria", explicó Darío Pignotti, colaborador de Página 12 que reside en Brasil (Página12, 28/10). 
 Los medios definen el operativo como un “cortocircuito” entre Río y la presidencia de Brasil, que según denuncia el gobernador Castro, rechazó en tres oportunidades brindar la ayuda de las Fuerzas Armadas. Ahora, el reclamo es la declaración de Garantía de Orden Público (GLO), que garantiza el despliegue de las FFAA en el territorio. Al ser una competencia del Presidente, se descarta que pueda suceder a la brevedad. En una reunión de emergencia con el gabinete, Lula ha definido enviar una comitiva para reunirse con Castro y ofrecer plazas en cárceles federales para los más de 80 detenidos. La aberración de las acciones policiales ha generado un malestar entre las propias filas del gobierno petista. El presidente del Partido de los Trabajadores, Edinho Silva, calificó a la operación como desastrosa, destaca Página12. 
 El comité de Derechos Humanos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) asegura que este operativo viola el derecho internacional más elemental por su brutalidad. Las acciones del bolsonarismo, en su propio territorio, coinciden con el escalamiento de la intervención de Trump sobre el Mar Caribe y el Pacifico en su “acción contra el narcoterrorismo”, que es la pantalla para un cambio de régimen de Venezuela y Colombia. La presión sobre Brasil, desatada por la condena contra Bolsonaro, había disparado sanciones económicas contra las exportaciones brasileñas a Estados Unidos. 
 El bolsonarismo se vale del apoyo trumpista para desarrollar un método de guerra civil, lejos de un “operativo electoral” sobre la seguridad urbana -como han denunciado diversos referentes políticos brasileños- estamos ante un operativo de amedrentamiento contra los trabajadores y las libertades democráticas más elementales. En un plano más general, es la declaración de América Latina como territorio en disputa para alinearlo de manera irremediable en la conflagración mundial del imperialismo norteamericano. 

 Joaquín Antúnez
 29/10/2025

martes, 28 de octubre de 2025

Pretenden convertir a Gaza en una “zona de reconstrucción”, controlada por un Protectorado internacional y el estado sionista


El objetivo siguiente es el cambio de régimen en Irán. 

 En una sola semana se han amontonado en Tel Aviv el vicepresidente estadounidense, JD Vance; los responsables de la política de la Casa Blanca en Oriente Próximo, Steve Witkoff y Jared Kushner, y el secretario de Estado Marcos Rubio. Kushner es yerno de Trump y el autor del ultimátum de 20 puntos presentado por Trump. Es también el responsable del proyecto de convertir a Gaza en la Riviera oriental del Mediterráneo y del establecimiento de un Protectorado encabezado por el masacrados de Irak, Tony Blair.
 Rubio a la vez que explicó su viaje como un intento de reforzar el alto el fuego dijo que ‘los norteamericanos’ no eran quienes para impedir que Israel bombardeara Gaza como bombardea El Líbano (donde también hay un alto el fuego). En línea con la posición del carnicero de Tel Aviv, Rubio calificó a la UNRWA, el organismo de la ONU encargado del socorro a los refugiados, como “una filial de Hamas”. El aviso de que “no jugará ningún papel en Gaza” constituye una violación al acuerdo de cese del fuego. Conclusión: la hambruna y el genocidio continúan 
 Vance y Kushner, en cambio, anunciaron que Estados Unidos e Israel pretenden mantener dividida Gaza en dos zonas, la que está ocupada por el ejército sionista -y abarca el 58 % del territorio- y el resto. “La reconstrucción solo se llevaría a cabo en el lado israelí hasta que Hamas pueda ser desarmado y destituido del poder”, adelantó el Wall Street Journal (22/10). La operación de limpieza militar fuera de la zona ocupada consiste en destruir la totalidad de los túneles construidos por Hamas y la resistencia islámica. Netanyahu ha asegurado que ninguna formación militar extranjera podría llevar a cabo esa tarea -sólo el ejército sionista-. La masacre continúa 
 Los palestinos son empujados por el ejército hacia una supuesta “zona segura”, que es un territorio árido, sin agua potable, imposible para cualquier actividad productiva. Esta situación deja a los palestinos a expensas de la ayuda humanitaria, que Israel deja entrar con cuentagotas.
 (La infame “Línea Amarilla” definida por Trump, no es ninguna línea: abarca más de la mitad del territorio gazatí y está ocupada por el ejército sionista. Se extiende hasta las fronteras con Israel y rodea por el Norte y el Sur a los palestinos.) 
 Philippe Lazzarini, el jefe de la UNRWA, advirtió que la situación sigue siendo dramática. Aunque en la frontera tienen comida para tres meses, dijo, Israel no la deja entrar. Las tiendas de campaña y los sistemas de desalinización de agua también siguen en Egipto o en Jordania. “Hasta ahora no se nos ha permitido llevar un solo convoy, como a muchas otras ONG internacionales”, agrega. 
 Limpiar de escombros y bombas a Gaza tomará hasta 30 años, según un funcionario del grupo de ayuda Humanity & Inclusion, que describe el enclave como un "terrible campo minado sin cartografiar". El asedio israelí -lo pregona Netanyahu- impedirá que entre la maquinaria indispensable para remover los escombros, construir viviendas, hospitales, cañerías o plantas potabilizadoras de agua. 
 Ese es el carácter de la paz de Trump. Esperan que este cerco mortífero precipite el éxodo de los habitantes a los “paraísos” que le tienen preparado Trump y Netanyahu (Somalía, Sudán del sur, etc.) 
 El vicepresidente JD Vance y Jared Kushner (que es también titular del fondo fiduciario para la “reconstrucción” de Gaza) insistieron en que hasta que no se “destituya” a Hamas no se destinarán fondos por fuera de la Línea Amarilla. La confesión de que avanzarán en el genocidio es también la admisión del fracaso de dos años de sus intentos de aniquilar a la resistencia palestina. Hamas ha dicho que no dejará las armas 
 Kushner acaba de recibir miles de millones de dólares de fondos soberanos (estatales) extranjeros, y ahora está negociando “acuerdos de paz” que faciliten sus planes inmobiliarios en nombre de Estados Unidos. Su flamante empresa, Affinity Partners, ha recaudado más de 4.800 millones de dólares, principalmente de fuentes de Oriente Medio
 Sólo el Fondo de Inversión Pública (PIF) de Arabia Saudita invirtió 2.000 millones de dólares en Affinity Partners. También aportaron Qatar y Emiratos Árabes Unidos. Los gobiernos árabes han invertido sumas siderales en el “fondo de reconstrucción” -los planes inmobiliarios- de Kushner-. La solución de los “dos estados” quedaría, improbablemente, reducida a una fracción de la actual Cisjordania, y al Protectorado de Gaza.
 Affinity Partners obtiene más de 80 millones de dólares anuales en comisiones y aspira a alcanzar un fondo de 25.000 millones de dólares, utilizando el 80 % de su financiación mediante deuda.
 La "nueva Gaza", recordó Vance, sería “protegida por una fuerza internacional que estabilice la región”, de la que participarían, entre otros, Egipto, Qatar, los emiratos y Turquía. Esta opción fue repudiada de plano por el gabinete confesional de Netanhayu, que no quiere resignar la exclusividad del control militar en la región. 
 “(U)na Gaza dividida aborda las dificultades aún sin resolver de desarmar a Hamas y establecer un gobierno alternativo que cree un entorno seguro para los miles de millones de dólares de inversión necesarios para la reconstrucción”, opina WSJ, el diario de Rudolf Murdoch, un fascista que apoya a Trump. 
 "A veces resulta muy difícil para los israelíes admitir que Hamas aún existe y es el actor dominante en Gaza", explica Michael Milshtein, exjefe del Departamento de Asuntos Palestinos de la Inteligencia Militar Israelí. “Confiar en actores sospechosos -clanes, milicias, bandas, muchos de ellos criminales, muchos de ellos afiliados a ISIS (el grupo Estado Islámico), muchos de ellos implicados en atentados terroristas contra Israel- y considerarlos una alternativa a Hamas es una ilusión" (BBC 23/10). Trump ha dejado abierta una rendija para permitir que Hamas ejerza una función policial de orden, junto al Protectorado internacional, en una transición que será acompañada por las oligarquías árabes. 
 Milshtein alude a las bandas de delincuentes cooptadas por Israel para robar alimentos, disparar a las filas de hambrientos y generar caos. Algunos de sus cabecillas fueron fusilados por Hamas en estos días. 
 El domingo pasado, en una abierta ruptura del alto el fuego, el gobierno israelí descargó 153 toneladas de bombas sobre Gaza, según dijo el propio Netanhayu en el Parlamento. Los ataques duraron 9 horas y sembraron el terror, dejando 50 muertos y 150 heridos. 
 Los sionistas justificaron la ofensiva porque Hamas habría violado la tregua (sic) en tres incidentes consecutivos y disparado contra sus tropas en Rafah, que está prácticamente despoblada y bajo control israelí. 
 Hamas desmintió el enfrentamiento y el periodista palestino Younis Tirawi reveló que el primer incidente se produjo porque una de las excavadoras contratadas por Israel para demoler hasta la última vivienda de Rafah atropelló un artefacto explosivo. 
 Los otros dos aluden a un enfrentamiento entre distintas facciones de la banda Abu Shabab. Los sionistas quedaron entre dos fuegos cuando quisieron proteger a su esbirro Yasser Abu Shabab, un delincuente de larga data vinculado al narcotráfico. Cooptado por Israel, asaltó camiones de ayuda para revender los alimentos y más tarde se sumó a la Fundación cuya distribución de comida terminó en el asesinato de varios miles de palestinos que pugnaban por una caja de comida. En noviembre de 2024, la tribu Tarabin de la que es originario lo repudió públicamente.
 La paz y la estabilidad en Medio Oriente no están más que en las rimbombantes declaraciones de Trump mientras prepara un rediseño de la región que colabore con su avance imperialista en el escenario mundial. El objetivo siguiente es el “cambio de régimen en Irán”. 

 Olga Cristóbal 
 24/10/2025

lunes, 27 de octubre de 2025

Scott Bessent gana las elecciones de medio término en Argentina



El montaje de un Protectorado financiero. 

 Los períodos de crisis agudas de régimen político se caracterizan por los virajes y desplazamientos políticos igualmente bruscos. En medio de una crisis industrial manifiesta, de una fuga de capitales y una cesación de pagos en puertas; en medio de las fracturas de la camarilla libertaria y las denuncias de corrupción, el Gobierno cosechó el 41 % de los votos y la mitad de las bancas en juego. Ningún pronóstico advirtió estos resultados; los más optimistas -para el Gobierno- ofrecían el pronóstico de una derrota moderada. Hace sólo 45 días, el Gobierno había perdido por 14 puntos en la provincia de Buenos Aires, y muchos más en la tercera sección electoral. Ayer ganó por medio punto en el territorio bonaerense, o sea que descontó 16 puntos a su favor frente al segundo, Fuerza Patria, y obtuvo un cuasiempate en la tercera. En el interior, el Gobierno derrotó al oficialismo provincial en Córdoba, Santa Fe, Salta y varios otros distritos donde había perdido, incluso en forma holgada, como en Santa Fe. Para citar un caso ilustrativo, FP perdió 26 puntos en Berazategui; los intendentes se ‘desentendieron’ de las elecciones, con plena conciencia de que favorecían a la lista liberticida, probablemente con la intención de decapitar a Cristina Kirchner de la presidencia del Partido Justicialista. 
 Para seguir la pista de este giro, LLA se apropió del grueso de la diferencia en la participación electoral, con respecto a las elecciones desdobladas, que pasó del 58-61 % al 68,3 por ciento; entre siete y diez puntos electorales. Una parte importante del ausentismo salió a votar, fundamentalmente el conservador, por temor a una derrota del oficialismo nacional. En las escuelas de la zona norte del conurbano, típica de clase media alta, ayer hubo largas colas, en tanto en septiembre estaban semivacías. Otro aspecto fue el ‘castigo’ a los contubernios armados por el kirchnerismo en varias provincias, como en Salta o Santa Fe, en Catamarca y Tucumán –con Urtubey, en la primera, y el ‘perotismo’ en la segunda-, para calificar como fuerza nacional. Urtubey, gobernador durante tres períodos, se hundió al 13 % de los votos. La peronista Natalia de la Sota, en Córdoba, y Caren Tepp, nacional y popular, en Santa Fe, no satisficieron las expectativas de los sondeos previos. 
 Más allá de los vericuetos de los votos, el resultado electoral del domingo 26 es una victoria del operativo financiero internacional montado por Scott Bessent, el secretario del Tesoro de Estados Unidos, y Donald Trump para detener, al menos por el momento, un default de Argentina. Bessent quebró financieramente a los bancos y fondos nacionales que apostaron por una devaluación, mediante diversos procedimientos. La prensa internacional coincide en comparar este operativo con el que quebró a la libra esterlina, en 1992, en una pugna con el Banco de Inglaterra, con la participación del mismo Bessent. Quienes, en Argentina, apostaron 7 millones de dólares en los mercados de futuros han recibido una paliza, porque ahora, cuando venzan esos contratos entre el martes y el viernes próximos, deberán devolver los préstamos, a altas tasas de interés, que recibieron para hacer esa apuesta. Lo mismo ocurre con aquellos que pasaron depósitos de pesos a dólares o que suscribieron bonos ‘linked’ al dólar, en lugar de hacerlo por bonos en pesos a tasas del 70 al 100 % anual. Bessent paró una megadevaluación vendiendo dólares y poniendo los pesos a tasas de interés locales. Apoyó esta operación con un acuerdo de canje por 20 000 millones de dólares, entre el Fondo de Estabilización de Cambios de EE. UU. y el Banco Central de Argentina. El freno a la devaluación facilitó la salida al exterior de los Fondos de Cobertura de Estados Unidos invertidos en Argentina. Una operación similar, aunque de menor envergadura, impidió la quiebra de la convertibilidad, en 1994, y sirvió para la reelección de Menem. Como escribe La Nación: “De hecho, la estrategia de Bessent estuvo a contramano de la conducta de la mayoría de los argentinos que, en los primeros ocho meses del año, último dato disponible, desarmaron posiciones en pesos superior a los 17.400 millones de dólares, según el Informe de Evolución del Mercado de Cambios del Banco Central”. A todo esto, hay que agregar la llegada a Argentina del presidente del banco JP Morgan, el número uno de Estados Unidos, para organizar un fondo de otros 20 000 millones de dólares, para asegurar el pago de los vencimientos de deuda externa en 2026. Para una parte de la población, esa intervención norteamericana fue un éxito internacional de Milei y Caputo (ex JP Morgan), porque evitó un colapso económico inmediato, si se producía una derrota electoral de magnitud. La crisis, sin embargo, prosigue abierta porque el dólar sigue barato y se abaratará en los próximos días y porque la inversión industrial sigue súperplanchada. Caputo ha anunciado una cadena de privatizaciones. 
 Pero los límites de la victoria electoral son acotados; la maniobra financiera es cada vez más atacada en Estados Unidos, donde ese mismo Tesoro está cerrado por falta de acuerdo legislativo para el Presupuesto 2026. En los finales de mes subsiguientes, hay contratos de futuro a vencer, con la posibilidad de reanudar la presión contra el peso. La especulación continúa, mientras la depresión industrial se acentúa. La elección no ha removido la crisis: bajó la temperatura, no se resolvió la enfermedad. Argentina tiene pago de deudas por casi 20 000 millones de dólares en 2026. Dos días antes de las elecciones, decíamos en estas páginas: “Las camarillas financieras de Milei y Trump apuestan a una prosecución de la política de deflación monetaria, sin que importe la depresión industrial y comercial que ha provocado. El Banco Central seguirá ajustando la moneda con tasas de interés altas. Será el continuismo del 'carry trade': atraer dólares mediante altas tasas de interés. Sería probar suerte con el abismo, con la expectativa de que no flaquee el apoyo de los bancos. Estos procedimientos no rescatan a Argentina, sino a los fondos internacionales que han invertido en Argentina. Temen que lo contrario -una devaluación, un alza de la inflación y una ola de reclamos salariales- simplemente derriben al gobierno” (“Virajes de último momento”, 24/10). 
 Las elecciones han dado un aval (por ahora, claro está) al Protectorado financiero y político del dúo Bessent-Trump sobre Argentina. Pero, sobre todo, ponen en evidencia una crisis en el interior de la burguesía misma, porque el movimiento devaluatorio y en buena parte proteccionista de una parte del capital local no ha encontrado una expresión política adecuada a sus propósitos. “Poner freno” a Milei no constituye un programa alternativo. El kirchnerismo fue el primero, mucho antes de Milei, en señalar que el futuro de la economía local se encontraba en Vaca Muerta y la minería; el primer RIGI, en 2014, fue el acuerdo YPF-Chevron. Frente al poder establecido, con fuerte apoyo del imperialismo norteamericano, el engendro improvisado como Fuerza Patria no planteó un “orden” alternativo. El agravamiento de la guerra comercial ha acentuado esta encerrona, porque Milei no puede romper la dependencia de Argentina con China sin provocar grandes perjuicios y choques intercapitalistas, ni el kirchnerismo romper amarras con el imperialismo yanqui; de hecho, no se ha pronunciado sobre la instalación de un protectorado financiero. El electorado fue obligado a optar entre dos expresiones en decadencia. El impasse se ve con claridad en el fiasco de Provincias Unidas. La clase obrera, sin embargo, no ha captado esta situación de impasse o encerrona, aunque la intuya. Lo hará, sin duda, con el agravamiento de la crisis social que anuncian las nuevas medidas del Gobierno.
 Milei confunde la victoria de la operación de rescate político que montaron Bessent y Trump, con una ratificación del mandato político al gobierno. En poco tiempo se comprobará que ambas cosas están en colisión. El acuerdo comercial que Trump ha ofrecido a Argentina excluye a sus dos productos de exportación al mercado estadounidense: el aluminio y el acero, incluso en sus derivados. 
 La realización periódica de elecciones no significa que el régimen constitucional se haya robustecido. Ocurre, incluso, todo lo contrario. El aparato estatal es un chaleco de fuerza. Hay un gobierno por decreto, que veta leyes y que incumple las que se ve obligado a promulgar. La Corte Suprema y el Poder Judicial en general están completamente sesgados. El pacto de Lago Escondido, entre medios, jueces y fiscales, se cumple a rajatablas. El Poder Ejecutivo está surcado por negociados y narconegocios. La aspirina electoral no puede superar una situación que requiere el bisturí, instrumentado por una clase obrera despierta, no anestesiada. 

 Marcelo Ramal y Jorge Altamira 
 27/10/2025

Canciller Bruno Rodríguez Parrilla: denuncia campaña de desinformación y presiones


domingo, 26 de octubre de 2025

Inteligencia Artificial: ¿una nueva burbuja financiera?


En los últimos días, la BBC informó que el Banco de Inglaterra, el Fondo Monetario Internacional y el director de JP Morgan, Jamie Dimon, han advertido sobre una burbuja de IA, señalando que "el nivel de incertidumbre debería ser mayor en la mente de la mayoría de la gente." En la misma línea Jerry Kaplan, uno de los pioneros en IA, en una conferencia realizada en Museo de Historia de la Computación de Silicon Valley, declaró que "cuando [la burbuja] estalle, será muy malo, y no solo para quienes trabajan en IA” y que “va a arrastrar al resto de la economía". Estas afirmaciones se fundamentan en que las empresas de IA han representado el 80% de las impresionantes ganancias del mercado de valores estadounidense este año, y la consultora Gartner estima que el gasto global en IA probablemente alcanzará unos US$1,5 billones antes de que finalice 2025 (BBC, 16/10). 
 Los centros de datos de IA alrededor del mundo consumen cuantiosas sumas de capital que van en aumento de manera exponencial. Según la BBC, del presente al 2029 se volcarán al sector unos 3 billones de dólares destinados a mantener los datacenter. El banco de inversiones Morgan Stanley realizó la estimación de que la mitad de esta suma se destinaran al costo de construcción y la otra mitad costearán los costosos hardware que sostienen la operatividad de la IA (BBC, 22/9) . Zahl Limbuwala, especialista en datacenter, señala que "la IA tendrá más impacto que las tecnologías anteriores, incluido Internet. Así que es factible que necesitemos todos esos gigavatios" y agrega que los centros de datos "son el espacio real del mundo de la tecnología", pero que los cuantiosos gastos que se necesitan para su mantenimiento no pueden durar para siempre. A diferencia de la burbuja especulativa tecnológica que se desarrolló en la década del 90 con las puntocom -que no necesitaban de una base material tan grande para funcionar- los centros de IA son inmensos conglomerados de servidores, donde el requerimiento de energía asciende a decenas de megavatios, antes de que los gigavatios, mil veces más grandes que los megavatios, entren en escena, con su consecuente impacto en el medio ambiente, sobre todo en el considerable suministro de agua, usada como enfriador de los procesadores. 
 En Virginia, Estados Unidos, que alberga a Amazon y Google, se está considerando un proyecto de ley que limite el asentamiento de nuevos datacenter por el cuantioso uso de agua. Por su parte, en Lincolnshire en el Reino Unido, la puesta en pie de un datacenter está siendo objetada por la empresa de agua Anglian Water, argumentando que no está obligada a suministrar agua para uso no doméstico. Recientemente Google canceló un centro de datos en Indiana después de que los residentes protestaran porque el centro de datos "aumentaría los precios de la electricidad" y "absorbería incontables galones de agua en un área ya plagada de sequía". 
 El economista marxista Michael Roberts reprodujo en su blog las palabras de Ruchir Sharma, presidente del Rockefeller International, en relación a las expectativas depositadas en la IA por los “señores tecnofeudales”: "A pesar de las crecientes amenazas a la economía estadounidense, desde los altos aranceles hasta el colapso de la inmigración, la erosión de las instituciones, el aumento de la deuda y la inflación persistente, las grandes empresas y los inversores parecen imperturbables. Están cada vez más seguros de que la inteligencia artificial es una fuerza tan grande que puede contrarrestar todos los desafíos" (Michael Roberts Blog, La burbuja de la IA y la economía estadounidense). Coincidiendo con lo informado por la BBC, los datos recabados por Roberts, en 2025 las empresas desarrolladoras de IA han representado el 80% de las ganancias de las acciones estadunidenses, sosteniendo a la economía yanqui por medio de la absorción de capitales de empresas de todo el mundo. En este frenesí que despierta la IA “los extranjeros invirtieron un récord de 290.000 millones de dólares en acciones estadounidenses en el segundo trimestre de 2025 y ahora poseen alrededor del 30% del mercado, la participación más alta en la historia posterior a la Segunda Guerra Mundial” (ídem). 
 Según Roberts la “burbuja” generada por la IA, es 17 veces mayor que las puntocom y cuatro veces a la burbuja de las hipotecas de alto riesgo del 2007. Como comenta Sharma, Estados Unidos se ha convertido en "una gran apuesta por la IA", que vertiginosamente se esparce como una mancha de aceite en el agua por la economía yanqui y mundial. Matt Eagan, gerente de cartera de Loomis Sayles, dijo que los precios altísimos de los activos de las IA sugerían que los inversores estaban apostando por "ganancias de productividad del tipo que nunca antes habíamos visto”, y, según Eagan "es lo primero que podría salir mal".
 Sin las cuantiosas sumas de capital volcados por las tecnológicas, la economía norteamericana habría entrado en recesión durante el 2025. Paradójicamente las grandes inversiones de capital destinado a la construcción y mantenimiento de los datacenter están frenando la economía de EE. UU. Según Roberts, “el 40% del crecimiento del PBI real de EE.UU. el trimestre pasado fue impulsado por el gasto de capital tecnológico y la mayor parte de ese gasto de capital fue en inversiones relacionadas con la IA” (idem). Desde 2022 a la actualidad la infraestructura que sostiene a las IA fue de 400 mil millones de dólares, que se han destinado en gran parte a equipos de procesamiento de información. El economista de Harvard Jason Furman ha señalado “que la inversión en equipos y software de procesamiento de información equivale a solo el 4% del PBI de EE.UU., pero fue responsable del 92% del crecimiento del PBI en la primera mitad de 2025. Si se excluyen estas categorías, la economía estadounidense creció a una tasa anual de solo 0,1% en el primer semestre” (idem). 
 En contrapartida al sector tecnológico, el resto de la economía norteamericana se encuentra estancada. La recesión ha golpeado por segundo año consecutivo a la industria manufacturera. Situación similar se da en el sector de servicios, lo que redunda en el mercado laboral, que en la primera parte del año creció apenas un 0,5%. La franja más golpeada por la recesión económica es la de la juventud, que ve como la desocupación en este sector “ha aumento del 6,6% al 10,5% desde abril de 2023” (idem). Esto no se revierte entre los trabajadores ligados a ocupaciones en las IA, donde se registra una caída relativa en el empleo del 13%. A este cuadro se le adosa la inflación del 3% anual, un punto por encima de lo proyectado por la Reserva Federal, con el consecuente impacto en el poder adquisitivo de los salarios. Los rubros que más han aumentado son los de alimentos y energía. Esta última cuesta un 40% más que cinco años atrás.
 Los aumentos en los precios de la electricidad están apalancados, en una parte importante por el acelerado desarrollo de los datacenter. En el caso de las instalaciones de OpenAI utiliza una cantidad de electricidad comparable al suministro para las ciudades de New York y San Diego juntas. 
 Mientras la política económica del trumpismo, con los aranceles como bandera, hunde a la producción yanqui, “los ingresos operativos de las empresas (excluyendo a las financieras) del Standard & Poor’s 500 (índice bursátil que agrupa a las 500 empresas más grandes de Estados Unidos que cotizan en Bolsa) crecieron un 9% en el trimestre más reciente, en comparación con el año anterior. Los ingresos aumentaron un 7% (antes de la inflación). Pero eso es solo para las principales empresas lideradas por los Siete Magníficos (Nvidia, Microsoft, Apple, Alphabet, Amazon, Meta Platforms y Tesla). En general, el sector corporativo no financiero de EE.UU. está comenzando a ver desaparecer el crecimiento de las ganancias” (idem) y todo comienza a depender de que los rendimientos de las inversiones en IA no se derrumben. Pero las alarmas comienzan a encenderse ya que las IA están “recurriendo cada vez más a la emisión de capital y deuda”, por el agotamiento de las reservas en efectivo de las empresas del sector. 
 Ante esta situación Roberts augura un fracaso financiero y señala que cuando “estallan las burbujas de inversión financiera, la nueva tecnología no desaparece”, pero se convertirán en capital sobrante que podrán ser “adquiridos a precios bajos.” A su vez este proceso se ve torpedeado desde China con DeepSeek, que ha desarrollado su tecnología sin utilizar los últimos y mejores chips y sofward de Nvidia, y, por ende, no necesitó desembolsar las sumas de capital de las gigantes estadunidenses para desarrollar su modelo de IA. Otra de las ventajas de la tecnología DeepSeek es su carácter de “código abierto”, a diferencia de OpenAI o Gemini de Google, que mantienen bajo siete llaves los códigos con el objetivo de maximizar ganancias.
 Los “señores tecnofeudales” miran de reojo las sanciones impuestas por Trump en su guerra comercial con China, ya que estas no han impedido que avance rápidamente en la carrera tecnológica y de chips. A pesar de los controles de exportación, que vienen de la administración Biden, y que tienen como objetivo que China no acceda a chips más poderosos y a las herramientas para fabricarlos, DeepSeek y otras tecnológicas asiáticas han introducido una cuña en el mercado de la IA, liderado, por ahora, por “las siete magnificas” 
 Las IA en manos de los “señores tecnofeudales” nos presentan una herramienta que sólo busca maximizar ganancias a costa de la fuerza de trabajo y la depredación ambiental. Las IA bajo una propiedad de carácter colectiva y una planificación bajo control de los trabajadores, podría en principio, reducir las horas de trabajo sin afectar el salario, dando paso a un trabajo transformador de las condiciones materiales de vida de todos los oprimidos por el capital, que solo el humano a través de su inteligencia puede alcanzar. 

 Lucas Giannetti 
 23/10/2025

sábado, 25 de octubre de 2025

Desde Cuba: El bloqueo, una tortura contra el pueblo de Cuba


Argentina: Una prueba de fuerzas en medio de la crisis del pacto colonial Trump-Milei


El rescate es para los fondos de inversión; el pueblo paga la cuenta. 

Las elecciones de este próximo domingo serán una prueba de fuerzas en el marco de una enorme crisis política y, particularmente, de la crisis de los sucesivos rescates que el gobierno viene llevando adelante para contener la explosión de un esquema económico agotado. El salvataje de 20.000 millones de dólares anunciado por Trump luego de la derrota del gobierno el 7 de septiembre no ha logrado, hasta el momento, contener la suba del dólar. Milei no va solamente a elecciones con un dólar en ascenso; va con Espert en la boleta, quien tiene denuncias por narcofinanciamiento en un caso que salpica a la ministra Bullrich, y con la candidata narco en Río Negro a quien agarraron con un kilo de cocaína en Estados Unidos. Va con las renuncias a cuestas de Cúneo Libarona y de Gerardo Werthein en la semana, con una crisis interna, y con el enigma sin resolver de si, como quiere el imperialismo, va a ser capaz de montar una coalición viable para gobernar después de octubre. 
 Por eso Milei bajó las expectativas, sosteniendo que una buena elección para el gobierno sería sostener un tercio para voltear leyes. Es una confesión de la naturaleza de un gobierno minoritario, que conspira contra una población cuyo apoyo es incapaz de ganarse. No hay nada más contrario a la democracia que apoyarse en un blindaje de un tercio de las cámaras para rematar el país contra las reivindicaciones de las mayorías.
 La oposición patronal llega a este octubre pisando el freno. Los gobernadores modificaron el proyecto de reforma de la ley de DNU para impedir su aprobación. La CGT está paralizada, mientras el gobierno “reglamenta” las leyes del Garrahan y de la universidad afirmando que no va a cumplirlas. Los candidatos del PJ desfilan por el salón Felipe Vallese elogiando esta postración mientras atacan a la izquierda, cuyos votos tildan de “inútiles”. ¡Cuando son las luchas que protagonizó e impulsó la izquierda las que fueron acorralando y golpeando al gobierno de Milei! Los gobernadores, incluyendo los peronistas, están a la expectativa de un eventual reseteo del gobierno que les permita volver a pactar y salvar algo para las arcas provinciales. El resultado del domingo va a ser un replanteo para una nueva negociación en busca de “gobernabilidad”, o sea, para un nuevo rescate del régimen de Milei. 
 Por eso el voto a la izquierda tiene un valor enorme: porque es un voto para convocar al pueblo a movilizarse en las calles y terminar con esta experiencia pavorosa que representa el mileísmo para la Argentina. 

 Crisis a dos bandas 

La crisis nacional tiene su contrapartida en la crisis política que abrió el llamado “rescate” en los propios Estados Unidos. La política de Trump acumula críticas y denuncias; sus opositores (como el premio Nobel de economía, Paul Krugman) advierten que se trata de una maniobra de bajo vuelo orquestada por el secretario del Tesoro, Scott Bessent, para sostener el valor de los activos de los fondos de inversión que se metieron a especular con las tasas impagables de la bicicleta armada por Caputo. Especialmente del fondo Discovery de Rob Citrone, que invirtió fuerte en bonos y acciones argentinas desde la llegada al poder de Milei. El dueño de dicho fondo viene de trabajar con George Soros junto al mismo Bessent. 
 La oposición demócrata señala lo obvio: que el rescate no apunta a salvar a la Argentina, sino a vehiculizar la fuga de capitales para salvarle el pellejo a los fondos de inversión. La cuenta, al final, la pagará el pueblo argentino, que deberá cargar con una nueva mochila de deuda puesta al servicio de rescatar al capital financiero internacional. Es un episodio agravado de la saga de Caputo, que incluyó a Macri pidiendo deuda al Fondo para garantizar la fuga de capitales invertidos en el país para ganar con las altas tasas de interés. “Hagan carry”, decía el ministro hace unos meses; total, las tasas astronómicas se abonan con créditos que terminan pagando los trabajadores a través de sus impuestos y del brutal ajuste contra educación y salud. 
 Que el rescate no va a salvar al gobierno lo muestra la experiencia reciente: Milei viene de agotar los ingresos del blanqueo, de los Repo bancarios, del préstamo del Fondo y de la liquidación con retenciones cero de los sojeros. Todo en el altar de sostener el tipo de cambio para beneficiar a los fondos de inversión que vienen lucrando con la deuda y para sostener el esquema “antiinflacionario” que tampoco terminó con la inflación. 
 Con solo enumerar esto queda claro que, de no mediar un cambio en el esquema económico, la cuenta creciente de salida de capitales se va a morfar el préstamo de Trump. Por eso la contrapartida del paquete es una devaluación de la moneda, para la cual los norteamericanos se estarían cubriendo con compras de dólares a futuro mientras venden al día en el mercado local. Lo dicho: el rescate solo viene a rescatar a los fondos de inversión; el pueblo paga la cuenta. 
 Hay que decir que en la lista de los promotores de la devaluación monetaria se anota como número 1 el peronismo, para beneficiar al llamado “sector productivo” a costa de salarios y jubilaciones sobre los cuales pesa un cepo. Para el pueblo argentino es vital saber cómo se ubica cada una de las fuerzas que concurrirán a estas elecciones en relación con este paquete de rescate. El Frente de Izquierda plantea su no pago e investigación, así como el del total de la deuda externa usuraria y fraudulenta. El peronismo, en cambio, partirá del reconocimiento integral de esta deuda fraudulenta, como lo hizo con la deuda de Macri-Caputo y en todos los casos anteriores. Una fuerza de la burguesía nacional es incapaz de romper con las cadenas de sometimiento al capital financiero y el imperialismo.

 El alineamiento y la guerra comercial 

La contrapartida obvia de este “rescate” es el pedido de alineamiento “anti China”. Esto vale para la obra pública, las inversiones militares, las redes de 5G, el transporte y todas las áreas que Estados Unidos considera estratégicas. Quienes critican la política trumpista sostienen que, de retirarse el swap chino, los préstamos terminarían cubriendo los fondos que China recuperaría. Y que, de todas formas, los dólares del swap norteamericano van a ir a financiar las importaciones de Argentina desde China. En un cuadro de guerra comercial, el objetivo de alinear a la Argentina con Estados Unidos y desacoplarla de China tiene enormes contradicciones.
 Pero este alineamiento choca con una enorme penetración de China en el país, tanto a través del manejo de gran parte del comercio exterior argentino como de los compromisos y el financiamiento de obra pública, e incluso mediante la base en Neuquén. Desandar este camino en relación con China solo puede hacerse a costa de crisis y de relegar sectores del capital local que actúan fuertemente como socios chinos. Todo augura futuras crisis políticas y realineamientos al interior de la burguesía. 
 Y los choques con China son solamente parte del problema, porque la injerencia del capital norteamericano en la Argentina también produce choques con sectores nacionales. Un ejemplo es la industria de los medicamentos, que se vería afectada por las regulaciones para el pago de patentes que impulsa el imperialismo norteamericano. Algunos comentaristas le atribuyen a Werthein la defensa de estos intereses y a todo este choque un rol importante en la salida del canciller. Como se ve, la viabilidad de este paquete está cuestionada “por arriba”. 
 El peronismo se apoya en estas contradicciones para plantear una política exterior de equilibrio en el marco de la guerra comercial. Pero esta proclama de una política exterior “autónoma” no tiene en cuenta que, tanto para China como para Estados Unidos, la Argentina no es más que un reservorio de soja y de minerales a futuro. El equilibrio entre el imperialismo norteamericano y una China en ascenso, ambos en busca de relaciones de corte extractivista, no tiene nada que ver con un desarrollo nacional autónomo. Es, en parte, lo que hizo el kirchnerismo sin sacar nunca a la Argentina del atraso, ni proponerse una industrialización que debería comenzar por romper con el corsé de la deuda y nacionalizar la banca y el comercio exterior para volcar los ahorros del país a un desarrollo nacional. 

 El peronismo, rumbo a la “memoria completa” con Victoria Villarruel

 Pero si algo muestra de cuerpo entero la posición del peronismo frente a la situación política es el acto de Kicillof con la CGT reivindicando a Rucci. Hace dos semanas tuvimos el acto de Victoria Villarruel con Gildo Insfrán reivindicando la represión del Ejército contra Montoneros en el Regimiento de Infantería de Montaña de Formosa en el año ‘75, cuando ya el Ejército ejecutaba el Operativo Independencia de represión con campos de concentración en Tucumán, capitaneado por Videla, y cuando la Triple A asesinaba activistas en todo el país. Ahora, nada menos que Kicillof participó de un homenaje a Rucci con la CGT. Rucci fue el máximo responsable de la matanza de Ezeiza, de la burocracia sindical contra la juventud peronista en ocasión del retorno de Perón el 20 de junio del ‘73. La hija y activista en reivindicación de su padre, Claudia Rucci, trabajó hasta enero con Villarruel en el Senado con la perspectiva de incluir los llamados “crímenes de la guerrilla” entre los atentados a los derechos humanos. El peronismo gira a la posición de Agustín Laje. 
 El gesto de Kicillof, en el marco de una enorme crisis nacional, tiene un contenido muy profundo: avala los pactos de la CGT con el gobierno, reclama sus propios pactos y busca inocular al peronismo frente a cualquier perspectiva de radicalización. De paso, es un guiño a la propia Villarruel, que prepara un recambio político para el caso de que se agudice el fracaso del gobierno de Milei y se plantee un escenario de retiro anticipado. De esta entente conservadora y pro Triple A, no puede salir nunca un planteo progresivo para la clase trabajadora.
 Lo demuestra que ante el coro patronal que salió a recolocar el eje de la reforma laboral el peronismo salió a explicitar que apoya el reemplazo de los convenios y las negociaciones colectivas por acuerdos por empresa: en palabras de Itai Hagman, los derechos laborales son una nostalgia del pasado. Que no son meras declaraciones preelectorales quedó confirmado con el paso por el Congreso del secretario de Trabajo, Julio Cordero, quien al presentar el contenido de la reforma antiobrera destacó especialmente la colaboración de la burocracia sindical peronista. 

 El final abierto y la lucha de clases 

Este cuadro de crisis del gobierno, signado por contradicciones y choques, solamente puede ser resuelto favorablemente para los intereses populares si se redobla una intervención de lucha que permita doblegar al gobierno y plantear una alternativa. El peronismo no se anota en esa; celebra a la CGT. Nosotros, en cambio, nos preparamos: están en agenda nuevas y masivas marchas contra el genocidio en Palestina. La universidad, el Garrahan y discapacidad pelean por la aplicación de las leyes que lograron arrancar. En el movimiento obrero fabril, el Sutna vuelve a parar por 24 horas por su paritaria. Y el movimiento piquetero marcha a un plenario el 8 de diciembre de cara al 20, retomando la iniciativa contra el gobierno del hambre y la miseria. 
 Impulsemos el voto al Frente de Izquierda y preparemos las luchas para terminar con el gobierno de Milei. Por la ruptura con el Fondo Monetario y el imperialismo, por la unidad socialista de América Latina, por un gobierno de los trabajadores. 

 Juan García

jueves, 23 de octubre de 2025

Absuelven a Uribe, a pedido de Trump


El Tribunal Superior de Bogotá resolvió, por dos votas contra uno, absolver al expresidente de Colombia, Álvaro Uribe, condenado hace apenas unas semanas a 12 años de prisión por soborno y fraude procesal. El tribunal consideró “insuficientes” las pruebas en su contra, entre ellas, cámaras ocultas y registros de llamadas que vinculaban directamente a Uribe con presiones sobre exparamilitares para que declararan a su favor. El intermediario era el abogado de Uribe, Diego Cadena, condenado a 7 años de cárcel por el cargo de soborno por estas ´gestiones´. Sin embargo, las consideraron que no se encontraba acreditado que Cadena actuara en nombre de Uribe. 
 La noticia sacude a Colombia, en medio de las instigaciones golpistas de Trump, respaldadas por sus agravios contra el actual presidente, el centroizquierdista Gustavo Petro. El secretario de Estado, Marco Rubio y otros influyentes dirigentes republicanos -y no pocos demócratas-, habían denostado el proceso contra Uribe y exigido su liberación. Uribe, de 73 años, aunque su influencia se encuentra menguada, es todavía un referente de la derecha colombiana. Fue dos veces presidente del país y un abanderado de la ´guerra contra el narcotráfico´ en colaboración con el imperialismo norteamericano, que le proveyó financiamiento y apoyo militar para combatir a las FARC. Fueron años de brutales masacres campesinas. Loa presencia norteamericana no tenía otro propósito que monopolizar especialmente el tráfico de cocaína, que en el pasado había sido la base de sustenciación de verdaderos imperios, como el famoso cartel encabezado por Pablo Escobar Gaviría. 
 Tras bambalinas, Uribe actuaba como el verdadero jefe de los grupos paramilitares, autodenominados “fuerzas de autodefensa”. Su propia familia paterna estuvo involucrada en los orígenes de estos grupos mercenarios financiados por los hacendados colombianos contra los campesinos pobres.
 Trump ha recrudecido sus ataques contra Petro en vísperas de este fallo. La masiva presencia militar norteamericana en el Caribe no sólo tiene en la mira al gobierno de Maduro. 

 Jacyn 
 23/10/2025

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miércoles, 22 de octubre de 2025

Masivas manifestaciones anti-Trump


...y un llamado a la huelga general del Alcalde de Chicago. 

 El sábado 18 de octubre se desarrolló una manifestación histórica contra el gobierno de Trump, nuevamente bajo la consigna de “No Kings” (“ningún rey”) como ya había sucedido en junio. La movilización alcanzó esta vez a unas 2.700 ciudades y pueblos de todo el país, y según sus organizadores reunió a más de 7 millones de personas (dos millones más que en la anterior). Las manifestaciones fueron especialmente masivas en ciudades como Chicago (250.000 personas), Washington DC (200.000), Los Ángeles, Nueva York, Boston. 
 Las gigantescas marchas revelan la conciencia creciente sobre la orientación a una guerra civil contra la clase obrera y la izquierda que impulsa el trumpismo, y que conduce a la instalación abierta de un régimen fascista. La oposición a las deportaciones masivas del ICE (inmigración) estuvo en el centro de las manifestaciones, así como a la militarización de la represión. El despliegue de tropas militares en Los Ángeles, Washington DC, Memphis, Portland y Chicago (algunas de ellas aún en medio de suspensiones y disputas judiciales) forma parte de una política sistemática destinada a perseguir a los activistas de izquierda y atacar los derechos de la clase obrera. Trump y el “secretario de Guerra” Hegseth han realizado una agitación sistemática sobre los mandos y las tropas del ejército para llevar adelante esta política contra las protestas de la población civil. Sin embargo, las calles han sido tomadas por los opositores a esta escalada reaccionaria. El trumpismo no ha apelado hasta ahora a la movilización de su base, y se apoya sobre todo en el aparato del Estado y particularmente en las FF.AA. La movilización del sábado 18 muestra que esta política no ha logrado paralizar a la población mediante el temor. Incluso en la zona de Miami donde está la residencia del presidente se produjeron algunas demostraciones, aunque minoritarias. Pese al miedo por las redadas y por las acciones brutales de los aparatos represivos, cientos de miles salieron a las calles en las grandes ciudades y también se produjeron acciones en pequeños poblados. 
 La convocatoria había sido hostilizada por parte del gobierno y los Republicanos. El trumpista Mike Johnson (presidente de la Cámara de Representates) había declarado a Fox News: “Estoy harto de esta gente”, dijo. “Tienen una manifestación de odio hacia Estados Unidos programada para el 18 de octubre”, “Es toda el ala pro-Hamás y la gente ´antifa´”. El gobierno ha acusado de terroristas a los grupos y militantes “antifa” (anti-fascistas), impulsando una caza de brujas de carácter fascista. 
 La movilización se produce también en el marco del “cierre del gobierno”, ante la imposibilidad de hacer pasar una ley de presupuesto en el Congreso. Donald Trump utiliza el cierre parcial como una excusa para impulsar recortes masivos en el gasto, incluyendo despidos en masa en oficinas federales y suspensión de distintos programas ya aprobados. Para resolver la cuestión presupuestal, el gobierno necesita 60 votos en el Senado, para lo cual depende de los votos Demócratas, que reclaman la extensión de planes de salud que benefician a unos 24 millones de personas que carecen de seguro social. En este cuadro, dos millones de trabajadores federales no han cobrado el sueldo y unos 750.000 fueron enviados a “permiso sin sueldo”. La “motosierra” trumpista es otro factor que impulsa las protestas. 
 En el acto de la ciudad de Chicago, una de las que está en el centro de la ofensiva trumpista, donde marcharon 250.000 personas, el alcalde Brandon Johnson llamó a “la mayor huelga general de la historia del país” para enfrentar la “tiranía”, y a llevar las luchas “a las cortes judiciales y a las calles”. El discurso fue ampliamente difundido en las redes sociales. La dirigencia Demócrata se ha limitado a ir a los tribunales y a emitir quejas sin una agitación ni movilización de la población contra la política fascista del gobierno. Las movilizaciones masivas se han mantenido por la creciente actividad de las bases, frente a la parálisis de los “representantes” de la oposición, que llaman desesperadamente a los senadores Republicanos a un acuerdo para lograr el financiamiento (y la reapertura) del gobierno. El llamado del alcalde de Chicago es un reflejo del ambiente político que crece a nivel de las masas y del activismo, aunque es un fenómeno aislado respecto al establishment demócrata y las burocracias sindicales. De todas formas, la cuestión de la huelga general ha quedado colocada como perspectiva, frente a la guerra contra la clase obrera que impulsa el trumpismo. 
 La respuesta de Trump a la gigantesca movilización ha sido previsiblemente provocadora: publicó en su red social un video creado por inteligencia artificial, en el cual se lo ve con una corona de monarca y piloteando un jet militar, desde el cual “bombardea” a las manifestaciones populares literalmente con materias fecales. Es una representación escatológica de la guerra contra los trabajadores y las libertades democráticas que lleva adelante su gobierno.

 Rafael Fernández - Partido de los Trabajadores (Uruguay) 
 21/10/2025

martes, 21 de octubre de 2025

Armando Hart, pasión por Cuba


“Cambio de régimen”: Trump habilita a la CIA a realizar ´operaciones especiales´ en territorio venezolano


De la excusa narco al golpe de Estado.

 El bloqueo militar, con un despliegue nunca visto en el mar Caribe, por parte de la Armada estadounidense y el Comando Sur se ha reforzado mediante la habilitación a la CIA, a mediados de esta semana, para la realización de “operaciones especiales” en territorio venezolano. La prensa acreditada en la Casa Blanca le consultó al presidente Donald Trump si esto incluía acciones contra la persona de Nicolás Maduro. La respuesta fue contundente: “Sería muy estúpido de mi parte responder eso”. 
 Al justificar esta decisión, Trump hizo alusión al control total que se mantiene en las costas venezolanas. Ha instaurado un bloqueo de hecho. En las últimas horas, un improvisado submarino fue alcanzado por las fuerzas norteamericanas, dejando como saldo dos muertos. El Comando Sur resolvió identificar a los dos sobrevivientes del ataque y deportarlos a sus respectivos países, Colombia y Ecuador. Este ataque es el sexto en menos de un mes. El saldo total de asesinados por la flota norteamericana asciende a 31 personas. Al mismo tiempo que el imperialismo ha reforzado su presencia militar en el Caribe, aumenta las presiones sobre Maduro para que entregue el poder “o pague las consecuencias”. 
 La presión militar, incluida la amenaza de intervención sobre el territorio, ha puesto de manifiesto una línea de abandono completo de toda negociación con el régimen, luego de varios pactos sotto voce alcanzados en el pasado reciente. El propio magnate estadounidense dejó caer que “Maduro nos ha ofrecido de todo porque no quiere joder con Estados Unidos”. Según pública el Financial Times, en su edición del sábado 18 de octubre, el imperialismo ha rechazado la alternativa de un “madurismo sin Maduro” y reclama su extirpación completa.
 De todos modos, la cuestión de Venezuela ha creado fuertes tensiones internas en Whashington, tanto en el gabinete como en las Fuerzas Armadas. Alvin Holsey, almirante y máxima autoridad del Comando Sur, abandonó su cargo apenas a nueve meses de haber asumido. Holsey ha manifestado su disconformidad con la táctica seguida en el mar Caribe, a pesar de los elogios que le prodigó el secretario de Guerra Pete Hegseth. Su salida, de todos modos, ha servido para despejar el camino al curso de acción adoptado por Trump. Otro de los desplazados ha sido un hombre de íntima confianza de Trump, Richard Grenell, quien había tomado a su cargo las relaciones directas con Maduro, que incluyó una visita al palacio de Miraflores a comienzos de este año. El quiebre de las relaciones diplomáticas fue confirmado por el propio Trump. 
 El imperialismo estadounidense ha decidido jugarse entero a un cambio de régimen en Venezuela. Los gobiernos latinoamericanos, que tienden sus propias negociaciones con Trump, se han apartado de cualquier apoyo a Maduro. 
 Hace tan sólo algunos días atrás, tres bombarderos B-52 fueron vistos sobrevolando las costas venezolanas con sus balizas de reconocimiento activas. También se observaron helicópteros Black Hawk equipados con armamento de punta. 
 El gobierno venezolano sabe que no podría responder a una acción militar, lo que ocasionaría su derrumbe político. La movilización de milicianos es menos que escasa y los ejercicios militares no han hecho otra cosa que poner de manifiesto la falta de materiales militares, su inutilidad u obsolescencia. El stock de repuestos con el que cuentan las fuerzas armadas venezolanas es casi nulo. El embargo económico ha golpeado fuertemente a todo el entramado y el tejido social y económico, incluidos los militares. 
 Otras posturas alientan un menor despliegue y proponen un ataque focalizado a los principales jerarcas militares y políticos de Venezuela, vinculados, según Trump y sin ofrecer pruebas, al narcotráfico y el terrorismo. 
 De todos modos, no es el aspecto militar el más debatido, sino cómo lograr una transición que otorgue gobernabilidad y evite los fallidos ocurridos en Irak o Libia, donde se desataron guerras civiles sangrientas. La oposición venezolana, encabezada por María Corina Machado -galardonada con el Nobel de la Paz- exige ser ungida presidenta mediante un golpe militar. Sus convocatorias a las fuerzas armadas, sistemáticas, incluyen promesas de indultos a mandos intermedios y superiores que avalen el cambio de gobierno.
 Venezuela se ha convertido en la puerta de entrada de la guerra imperialista en toda su magnitud al territorio latinoamericano. En la mira del imperialismo también están Nicaragua y, naturalmente, Cuba. La confrontación con China y, en menor medida, Rusia, por los recursos naturales y estratégicos del continente unifica el escenario bélico mundial y convierte a América Latina en el cuarto frente de la guerra imperialista. 
 Los "planes de paz" que Trump proclama son la marca del bonapartismo, con la novedad histórica de su pretensión de alcance mundial. La agresión contra Venezuela es una agresión a la clase obrera y los explotados de todo el mundo. 
 La lucha contra el imperialismo yanqui ha vuelto a ser la gran consigna de toda América Latina. 

 Joaquín Antúnez 
 20/10/2025

lunes, 20 de octubre de 2025

Un rescate financiero en Argentina asociado a la recolonización económica y a la guerra internacional


La complicidad del pejotakirchnerismo y de las “provincias unidas”. 

 El anuncio que el inefable Scott Bessent realizó días atrás, acerca de un crédito adicional de 20.000 millones de dólares para Argentina de parte de fondos privados, ya sufrió varias idas y venidas.
 Inicialmente, la ausencia de información acerca de cuáles bancos americanos intervendrían en el préstamo fue cubierta con el boato de que “fondos de Qatar y Arabia Saudita” vendrían en rescate de la atribulada Argentina. Pero en las últimas horas, un informe de la publicación estadounidense Semafore devuelve la supuesta asistencia a bancos de Wall Street, y les pone nombre y apellido: J.P.Morgan, Bank of America, Goldman Sachs y Citi Group. El informe reconoce que las tratativas no son más que ello –aproximaciones y estudios-. Pero sus articuladores son “funcionarios de la administración norteamericana”. Según Semafore, la iniciativa monitoreada por Bessent y Trump incluiría “un plan de emergencia sustentado en activos del país sudamericano”. Ese respaldo consistiría en “títulos o bienes del Estado argentino”. La discusión en curso podría incluir un canje de los inminentes vencimientos de deuda pública de 2026 por otra deuda, aunque respaldada por activos que no se han precisado hasta ahora. En la nota de Infobae que recoge los señalamientos de Semafore, se citan las declaraciones del presidente de Goldman Sachs, Joe Waltron, sobre la “asistencia”: “Hacemos lo que nos corresponde para ayudar en situaciones así, proveemos capital si al gobierno de Estados Unidos le resulta conveniente”. Lo que se pone de manifiesto es un entramado de intereses capitalistas que opera bajo la batuta de Bessent-Trump, en función de los propósitos de la guerra internacional en desarrollo. 
 Esto mismo lo puso de manifiesto con mayor claridad el J.P Morgan, otro de los bancos involucrados. Según informa el periodista Jairo Stracchia en El Cronista, su presidente Jamie Dimon acaba de aterrizar en la Argentina. La nota del Cronista confirma que el paquete de “ayuda” podría consistir en la recompra de títulos públicos, es decir, en un plan de “deuda por deuda”. Casi anecdóticamente, la nota del Cronista destaca que Dimon, en sus discursos, “casi siempre termina hablando de geopolítica”. “Geopolítica” es el eufemismo que se utiliza en estos días para referirse a los preparativos políticos, financieros o comerciales relacionados con la guerra internacional. En esta misma semana, y antes de los anuncios sobre Argentina, el Morgan difundió un “plan” de 1,5 trillones de dólares “para facilitar, financiar e invertir en industrias cruciales para la seguridad y la resiliencia económica nacional”. En relación al informe, el presidente del J.P.Morgan señaló que “ha quedado dolorosamente claro que Estados Unidos se ha vuelto demasiado dependiente de fuentes poco fiables de minerales, productos y manufacturas esenciales para nuestra seguridad”. El plan apunta a la “integración de las cadenas de suministro” con foco en los “minerales críticos, los precursores farmacéuticos y la robótica, hasta la defensa y la tecnología aeroespacial”. Para que no queden dudas, el banco anuncia la futura creación de un “centro de geopolítica” propio, para la asistencia a los inversores. En el reportaje que dio a la LN+ en la noche del jueves, Milei recitó como un loro este mismo libreto: un “relanzamiento” de inversiones en la Argentina, como proveedor de minerales cruciales, en el marco de un “alineamiento incondicional” con los Estados Unidos. 

 Pies de barro 

Por ahora, los brulotes del tipo de Semafore -al igual que los tuits de Bessent- apuntan a sofocar la corrida cambiaria argentina, que continúa su curso rueda tras rueda. Los planes de Bessent, de todos modos, no aportan un dólar al régimen quebrado de Milei y Caputo. Su sobrevivencia, como ya se lo dijeron los emisarios de Trump, queda lilbrada a la propia “acumulación de reservas” -una devaluación- y al armado de un gabinete de coalición para después de las elecciones. El periodismo informa de reuniones reservadas con gobernadores y personeros de la oposición incluso “impensados” (Clarin, 17/10), en referencia clara al kirchnerismo. 
 Pero un rescate de Argentina en manos de la oligarquía financiera asociada a Trump y a sus dispositivos de guerra pone de manifiesto una completa fragilidad de perspectivas para Milei y sus socios políticos. Para Trump, la guerra es la fuga hacia delante de una crisis brutal del Estado y la burguesía yanqui, que se expresa en la debilidad del dólar, en una crisis de deuda y en un estado de soliviantamiento popular en numerosos estados. ¡Ese es el “rescatista de Milei”! En el plano local, el “socorro” de Trump y Bessent acentúa la fractura al interior de la burguesía argentina, que no puede prescindir del comercio y los vínculos con China, y que se encuentra dividida ante las perspectivas de una inminente devaluación.
 En cualquier caso, la tentativa de privatización masiva de recursos que esboza el J.P.Morgan arroja otra luz sobre las exigencias yanquis respecto de una coalición política con los gobernadores. Una recolonización masiva de los recursos del subsuelo exige un acuerdo estratégico con los Sáenz y los Jalil, entre otros. Nunca hay que olvidar que el régimen de jubileo sobre la cuestión minera fue instaurado y defendido con uñas y dientes por los Kirchner durante quince años. Fue la matriz sobre la cual se armó posteriormente el régimen de libre remisión de utilidades para Vaca Muerta y, más adelante, el RIGI. De todos modos, la minería del litio atraviesa por una sobreproducción evidente, que se manifiesta en Argentina donde ningún RIGI consiguió remontar la paralización de proyectos mineros. La “acumulación de reservas” para pagar la deuda es contradictoria con el “RIGI” universal que exigirán los J.P.Morgan y otros.
 Las quimeras reaccionarias de Bessent, Trump y Milei no pueden remontar los limites impuestos por la crisis mundial y por la desintegración política de los liberticidas argentinos. Pero ayudan para sacar a la luz la unidad de intereses entre Milei y una oposición patronal que carece de un programa alternativo al de remontar la quiebra nacional de la mano de una recolonización asociada a la reacción internacional y a la guerra.

 Marcelo Ramal
 17/10/2025

viernes, 17 de octubre de 2025

Milei el felpudo de Trump: más que salvataje, una amenaza


El presidente norteamericano condicionó la supuesta ayuda a que el pueblo argentino vote a Milei. 

 El presidente estadounidense Donald Trump recibió a su par argentino, Javier Milei, en la Casa Blanca, en donde supeditó todo financiamiento norteamericano a la Argentina al éxito electoral de Milei y La Libertad Avanza, generando un nuevo cimbronazo en las acciones y bonos locales y reconociendo que su apoyo solo aplica a Milei, quien actúa como un mero representante del imperialismo norteamericano en el país y la región. 
 La reunión tuvo lugar el pasado martes 14 y puso en pie la escenografía de una subordinación sin límites de Milei hacia Trump y los Estados Unidos, luego del anuncio del swap de “salvataje” que coloca la política monetaria nacional en manos de los yanquis. 
 Trump se dirigió a la audiencia como si se tratara del verdadero mandante en la Argentina, manifestando: “Como saben, nuestro apoyo está sujeto en cierta medida a quien gane las elecciones (…) Si el presidente (Milei) no gana, sé que su posible rival es de extrema izquierda (...), entonces no vamos a ser generosos con Argentina. Si pierde no vamos a ser generosos con Argentina”. 
 Las declaraciones de Trump generaron un cimbronazo en las acciones argentinas, con fuertes caídas en los Estados Unidos de la cotización de YPF (-5,8%), e impacto en el Grupo Galicia (-6%) y Banco Supervielle (-8,1%), entre otras. Sumado a la caída de los bonos y títulos locales, todo señal de la incertidumbre en los mercados y de la baja expectativa de que la economía argentina pueda solucionarse tras el 26 de octubre. 
 Lo de Trump representa una amenaza directa al pueblo y el electorado argentino: “o votan a Milei o no hay apoyo financiero”. Lo que a su vez implica reconocer que no existe ningún apoyo ni salvataje a la economía argentina, sino que solo se trata de un financiamiento para que gane Milei. 
 Las declaraciones fueron tan escandalosas y su impacto tan negativo, ante lo que todos descuentan sería una derrota segura de Milei, que voceros del entorno de Trump y del gobierno argentino tuvieron que salir a “aclarar” que se trataba de una referencia más general de cara a las elecciones presidenciales del 2027 y no a la suerte que le espera al gobierno en menos de dos semanas. 
 Lo que está claro es que estamos ante un gobierno totalmente entregado y postrado ante el imperialismo norteamericano, que asiste a un evento donde el presidente yanqui actúa y se manifiesta como el dueño de la Argentina y con un presidente que permanece impávido e incluso festeja las amenazas de Trump contra el pueblo argentino. 
 Para terminar con la humillación nacional hay que romper con el imperialismo yanqui, bajo la consigna de Fuera Trump y Fuera Milei, quienes pretenden imponer una relación de vasallaje y sometimiento del pueblo argentino al imperialismo norteamericano. 

 Marcelo Mache

jueves, 16 de octubre de 2025

Un “plan de paz” sobre doscientos mil asesinados


La lucha de clases, no la ‘geopolítica’, logrará la autodeterminación de Palestina. El canje entre los rehenes israelíes en los túneles de Hamas y los rehenes palestinos en las cárceles sionistas hubiera podido producirse en numerosas oportunidades desde el lanzamiento de la guerra genocida contra el pueblo palestino. Netanyahu, sin embargo, saboteó todos los acuerdos de cese del fuego anteriores, que establecían un calendario de retiro de las tropas israelíes de la Franja. El canje de rehenes había sido la reivindicación que justificó Hamas para producir el asalto al sur de Israel el 7 de octubre de 2023. Los miles de palestinos encarcelados en Israel durante varias décadas son, a justo título, rehenes secuestrados por un Estado reconocido internacionalmente, que no han recibido un trato ajustado a derecho. Varias imágenes, en los medios televisivos, así como el testimonio de periodistas, dan cuenta de que el estado físico de los rehenes israelíes es considerablemente mejor que el de los palestinos, que tienen signos de torturas e inanición. Por dura que sea una privación de libertad, es claro que el cuidado brindado por Hamas a los rehenes israelíes ha sido claramente mejor que los vejámenes del sionismo a los palestinos que se pudrían en sus cárceles. Cientos de familiares y allegados recibieron con alegría, pero también con mucho dolor a 88 prisioneros, rapados, con golpes en la cara, esqueléticos, algunos ni siquiera podían caminar. Los liberados no quisieron hablar (a diferencia de anteriores canjes) por las amenazas de los servicios secretos israelíes si lo hacían. Entre los 2.000 rehenes palestinos liberados no están ni el dirigente de la OLP Marwan Bargouthi ni el pediatra Hussam Abu Safiya, postulado al Premio Nobel de la Paz y exdirector del hospital Kamal Adwan. Safiya está secuestrado sin que se le hayan formulado cargos y muy deteriorado por las torturas. Israel dijo que su libertad es impensable.
 Netanyahu y su gabinete de guerra sólo lograron liberar, por medio de las armas, a dos o tres rehenes retenidos por Hamas; las masacres producidas para lograr esa liberación resultaron un rotundo fracaso. Lo que Trump y sus socios no quieren mencionar es lo más evidente: ni el quinto ejército del mundo ni las bombas y drones que les facilitó el imperialismo fueron suficientes para que Israel rescatara a los rehenes por la vía militar. El carnicero de Tel Aviv y su patotero proveedor de Washington tuvieron, para rescatarlos, que negociar con la resistencia palestina que tantas veces anunciaron como aniquilada. El ejército sionista no libró una guerra de cuerpo a cuerpo, sino que se confinó a destruir, por tierra y aire, toda la infraestructura de Gaza. Los saludos a su ‘heroísmo’ son simplemente una estafa. Solamente luego de una gigantesca masacre, que algunos medios muy capacitados elevan a 200 mil gazatíes asesinados (muchos de ellos todavía se encuentran bajo los escombros), han llevado a la aceptación de este nuevo cese del fuego, que no tiene nada de ‘paz’. Trump mismo amenazó con “desatar el infierno” en Gaza si no se firmaba su plan de “20 puntos”. En su discurso ante el parlamento israelí reivindicó la enorme ayuda militar que Estados Unidos ha brindado, y lo sigue haciendo, al Estado sionista; no mencionó, sin embargo, el despliegue de portaviones y destructores en el Mediterráneo. La pelea entre Goliat y David ha quedado, en este caso, empequeñecida. Incluso Donald Trump se ha visto obligado a un cese del fuego con los gobernantes hutíes de Yemen, para preservar a sus naves en el Mediterráneo, dejando en manos de Netanyahu la continuidad de la confrontación militar. 
 Bajo una presión militar inconmensurable, Trump logró armar una coalición de todos los Estados árabes y europeos contra Hamas; incluso con esta obsecuencia, le fue vedado a Netanyahu asistir a la ceremonia de la victoria que tuvo lugar en Egipto. Esa coalición carece de una política común frente a las intenciones de Trump contra Irán o la misma cuestión de un pseudo Estado palestino. El “plan de paz” no ha pacificado nada. En lugar de la ‘paz’ ha establecido un régimen confuso de ocupación militar de la Franja. El ejército sionista controla el territorio desde una llamada “línea amarilla”. De otro lado, continúa la salvajería de los colonos en Cisjordania y la ocupación israelí en el sur de Líbano y Siria. El dispositivo de conjunto está delineado para un “cambio de régimen” en Irán. El “desarme” de Hamas, que establece el calendario de Trump, constituye una coartada perfecta para reanudar las hostilidades por parte de la fuerza sionista de ocupación. El plan de Trump es una salida de emergencia del imperialismo ante el levantamiento internacional de masas, que ha ido creciendo contra el genocidio sionista, y la desintegración que el genocidio estaba provocando en los Estados árabes. 
 Trump plantea crear una fuerza de intervención internacional en Gaza, algo que Israel ha rechazado desde su creación, en el entendimiento que cuestiona su propia capacidad para defender la seguridad nacional. Según adelantó la cadena estadounidense ABC News, 200 soldados estadounidenses comenzaron a llegar a Israel desde EE.UU. y desde otros países de Medio Oriente para establecer un centro de coordinación que supervisará la implementación del alto el fuego en Gaza. La reconstrucción de la Franja, en condiciones ‘geopolíticas’ inciertas, es, sin embargo, vital –por lo pronto para evitar el aumento de muertes, en especial de niños, por congelamiento en el invierno boreal. Trump ya tiene alistada a su tropa de pulpos inmobiliarios para el caso, que debería operar bajo un gobierno, también incierto, con la cara del inglés Tony Blair y la tutela del mismo Trump. A esto habría que añadir una crisis política inevitable en Israel, y no solamente debido a la disidencia de los ministros de la ultraderecha religiosa con diversos aspectos del “plan de paz” o el propósito de construir el Gran Israel mediante la anexión de Gaza y Cisjordania. Trump aconsejó un acuerdo entre Netanhayu y el jefe de la oposición, Yair Lapid, que en el momento actual no representa virtualmente a nadie. El “establishment” político y militar sionista todavía debe responder por su responsabilidad por la aparente desmovilización militar y las muertes ocurridas en ocasión del asalto de Hamas del 7 de octubre. Israel también enfrenta una disputa con sus socios históricos, no solamente por el destino de Gaza sino por las relaciones el conjunto de los países limítrofes a los que ha ocupado parcialmente. En las festividades en Israel por el canje de rehenes, la multitud aplaudía a Trump y abucheaba a Netanyahu; el norteamericano tuvo que pedir la exculpación de Netanyahu por los casos de corrupción –“à la Bolsonaro”.
 La autodeterminación de Palestina está afuera de la agenda del imperialismo y los Estados árabes y musulmanes, en especial Turquía. Es una tarea que compete a las masas de estos países. La guerra mundial (arancelaria, financiera, militar) agrava las pésimas condiciones de los trabajadores de todo el Medio Oriente y plantea, en condiciones más agudas, los objetivos de las revoluciones derrotadas de la “primavera árabe”. El desarrollo de la lucha de clases se confrontará con la agenda ‘geopolítica’ internacional (es decir imperialista). Esta es la base para una lucha revolucionaria por los Estados Socialistas del Medio Oriente. 

 Comité de Redacción Política Obrera
 14/10/2025

miércoles, 15 de octubre de 2025

El Premio Nobel, dice Corina Machado, es “en honor” a Donald Trump


La guerra imperialista en América Latina. 

 El Premio Nobel de la Paz, otorgado por el Comité noruego a la líder opositora de la extrema derecha venezolana, María Corina Machado, está enmarcado en una lucha “por la paz y la democracia en Venezuela”. El “premio” era pretendido por Trump con el apoyo de Netanyahu y otros, como Putin y el presidente de Bielorrusia, Alexandr Lukashenko. Sin embargo, el comité prefirió un espaldarazo al despliegue de buques de guerra norteamericanos en las costas venezolanas que respalda Machado, con el propósito de consumar una invasión a Venezuela como lo ha reclamado en forma reiterada. Machado ha participado desde 2002 en adelante en todas las operaciones de desestabilización, boicot y bloqueo económico contra Venezuela. Fue partícipe directa del golpe contra Chávez y, ahora, celebra cotidianamente todas las sanciones y provocaciones contra su propio país. La flamante Nobel de la Paz apoyó las tentativas golpistas del fracasado Juan Guaidó, apoyadas desde Washington. Trump y el secretario Rubio han abierto un tercer frente de la guerra mundial en la región del Caribe. El Nobel de la Paz es una creación de un poderoso armamentista sueco, para colmo de las ironías. 
 En las últimas semanas, Machado apareció en algunos medios estadounidenses para celebrar la intervención militar en el Mar Caribe asegurando que se trata de un apoyo decidido al pueblo venezolano. Fue su manera de incorporarse a la defensa de los bombardeos y asesinatos extrajudiciales e ilegales que comete Trump contra lanchas que circulan por las costas venezolanas. No ha dicho una palabra sobre una obviedad: cualquier lucha contra el narcotráfico debería intervenir su principal ruta que se encuentra en el Pacifico y el suelo estadounidense, y no en el Mar Caribe. 
 Al mismo tiempo, el galardón busca rescatar la figura de Machado en su peor momento político a nivel interno en Venezuela. Tras el fraude electoral de Maduro, la derecha se ha desvanecido como oposición política. En primer lugar, se encuentra dividida entre intervencionistas, abstencionistas y colaboradores del régimen político. La clandestinidad de Machado, supuestamente dentro de Venezuela, no ha servido para recuperar la iniciativa política que había conquistado en la previa a las elecciones presidenciales de 2024. Maduro ha caído en su propio impasse. Las masas venezolanas atraviesan una prolongada miseria, reforzada por la dolarización, y el movimiento obrero se encuentra intervenido por el Estado. 
 El Pentágono, según se ha dejado trascender, ya ha orquestado un plan de “100 horas” para “estabilizar” el país, luego de un golpe o intervención militar; un pinochetismo 4.0. Trump y Rubio han reorientado la política imperialista para apropiarse de las materias primas vitales para un guerra comercial y armada mundial. Scott Bessent ha justificado el apoyo financiero político a Milei con estas palabras: “(Milei) está comprometido a expulsar a China de la Argentina.” 
 Una llamada de Machado a Trump bastó para unificar a la ´Internacional Negra´ y llegaron los mensajes de apoyo a Machado de todas partes del mundo, incluido Javier Milei. Machado reivindicó el premio “en honor a él”, en referencia a Trump, “que lo merecía más que nadie”. Estas declaraciones fueron hechas públicas por el propio Trump en una conferencia de prensa, en la que anunció que luchará por el premio en el 2026, adjudicándose “un gran corazón humanitario”. 
 El fascismo en América Latina, escribió León Trotsky, no puede ser más que una sumisión completa al imperialismo. 

 Joaquín Antúnez 
 11/10/2025

lunes, 13 de octubre de 2025

Trump amenaza a Rusia y Europa se prepara para la guerra abierta


Trump ha anunciado que entregará misiles Tomahawks a Ucrania, aunque después relativizó esa afirmación. 
Con un alcance de 2.500 kilómetros —casi diez veces superior al de los ATACMS—, los misiles Tomahawk podrían poner en riesgo objetivos militares estratégicos e infraestructuras críticas en toda Rusia, lejos de las fronteras de Ucrania. La adquisición de Tomahawks colocaría a Moscú cómodamente dentro del alcance del arsenal de Kiev. Una opinión extendida descarta esta posibilidad por dos razones. La primera es que Ucrania no tiene la capacidad de lanzar este tipo de misiles. Según detallan los medios especializados, Kiev no dispone de ninguna de estas capacidades y tiene pocas posibilidades de adquirirlas a corto o medio plazo. El segundo inconveniente son sus existencias: “Si bien el Tomahawk es un misil caro, el verdadero problema en cuanto a materiales no es el precio, sino la producción. Estados Unidos produce entre 50 y 70 misiles al año y ha invertido cientos en Oriente Medio.” (The Telegraph 2/10). Son los mismos que Estados Unidos disparó desde submarinos contra las instalaciones nucleares iraníes en julio pasado. 
 Hace un año, cuando se debatía la obtención del permiso de Joe Biden para lanzar misiles estadounidenses de largo alcance ATACMS, Rusia modificó su doctrina nuclear, garantizando el derecho de Moscú a lanzar un ataque nuclear en respuesta a una agresión con armamento de distancia profunda. Consultado por la prensa Trump respondió “¡He decidido proporcionárselos, pero primero quiero saber qué harán con ellos!" Dmitri Medvedev, el ex presidente de Rusia y ahora titular del Consejo de Seguridad, replicó: “Bueno, está claro lo que harán: atacarán París, Berlín y Varsovia. Incluso el presidente de Estados Unidos debería entenderlo…" Esta declaración se interpretó como una amenaza tácita de que Rusia atacaría ciudades europeas si Ucrania recibe los misiles. Keith Kellogg, enviado del presidente estadounidense a Ucrania, despejó dudas: “Creo que leyendo lo que él [Trump] ha dicho, la respuesta es sí. Hay que usar la capacidad de atacar a fondo. No existen los santuarios”, declaró a Fox. 
 En noviembre de 2024, Biden levantó la prohibición del uso de misiles ATACMS contra territorio ruso, tras lo cual se utilizaron para atacar la región de Kursk. Unos días después, Moscú lanzó un misil Oreshnik, hipersónico, contra Ucrania. Poco después de su investidura, Trump bloqueó el uso de misiles de largo alcance contra territorio ruso. La historia no se repite, pero rima. Putin, ha reiterado varias veces que esto destruiría las relaciones entre Estados Unidos y Rusia, llevándolas a un nuevo nivel de escalada: los Tomahawk tienen capacidad nuclear.
 La pertenencia de Ucrania a la OTAN y el despliegue de misiles nucleares estadounidenses a 500 kilómetros de Moscú serían, como definió alguien, ‘un cuchillo en la garganta.’ Para Europa no es menos grave. La política armamentística de la OTAN es un ataque a su propia población. Miles de millones de dólares fluyen a las corporaciones estadounidenses de armas y energía. Estados Unidos ha logrado eliminar a Europa como competidor económico. Con esto, ha logrado un objetivo importante de la guerra en Ucrania.
 Resta definir si el acercamiento consumado en la reunión de Achorage (Alaska) entre Putin y Trump y lo conversado allí está definitivamente muerto o existe alguna otra hoja de ruta. Trump ha puesto la política hacia Rusia bajo su control directo y el de unos pocos asesores leales. Los canales intermilitares permanecen inactivos. Los satélites estadounidenses guían los drones y la artillería ucraniana; los sistemas de comunicaciones estadounidenses unen su estructura de mando. Como ventiló el New York Times a principios de año, las operaciones de combate en la guerra de Ucrania se organizan desde la base militar estadounidense en Wiesbaden (Alemania), incluyendo ataques contra artillería y lanzacohetes. Estados Unidos conduce la guerra manteniendo distancia del teatro de operaciones, lo que los analistas denominan “liderar desde atrás” (Lead From Behind). Estableciendo sistemas de alianzas para proyectar indirectamente su voluntad en regiones clave. “En general, el mensaje ruso es claro: la situación está volviendo a la era Biden.” (Kommersant 7/10)
 En el terreno, Rusia viene atacando en forma sistemática la infraestructura energética de Ucrania, algo que sucede desde 2022 en esta época del año: “Una serie de ataques aéreos masivos rusos durante la última semana han inutilizado casi el 60 por ciento de la producción de gas de Ucrania, lo que aumenta los temores de escasez durante el invierno, según dos funcionarios ucranianos con conocimiento de los daños.” (Financial Times 10/10). Putin había amenazado previamente con tales ataques, afirmando que serían una respuesta a los ataques de Ucrania contra las refinerías rusas.

 Militarización de Europa 

En la guerra entre la OTAN y Rusia no sólo el uso de drones ha implicado un cambio radical en la forma de combate, también el uso generalizado de las comunicaciones por internet, así como de las imágenes satelitales para el reconocimiento. La inteligencia artificial se emplea con fines militares. Esto ha disipado la niebla de guerra: ahora todos los movimientos de tropas y equipos a lo largo de la línea de contacto y los territorios adyacentes (hasta 50 km de profundidad) están bajo el control de los bandos opuestos, lo cual ha transformado significativamente las tácticas de combate. Como enseña la historia, cada guerra es única a su manera. Dicho esto, y más allá de las nuevas tendencias, la victoria en el campo de batalla la consigue el soldado de infantería. Lo cual implica reclutamiento y una movilización amplia de la población. Ucrania adolece de una falta crónica de tropa. Las deserciones y abandonos sin permiso se cuentan por decenas de miles. El cuerpo encargado de “reclutar” en las calles a los civiles es repudiado ampliamente por la población. Los estados mayores de los demás países han tomado nota de este estado de cosas. El conjunto de Europa se está reestructurando para la guerra, como advierten todos los observadores. Alemania y sobre todo Polonia se proyectan como los estados de primera línea en esa confrontación, para lo cual deben militarizarse fronteras adentro, emulando los intentos de Trump con las grandes ciudades norteamericanas. 
 Alemania ha adquirido recientemente 1400 vehículos de transporte de tropas. “El anuncio de la BVM (Ministerio Federal de Defensa) no especifica qué modelos de vehículos se requieren ni para qué fines se necesitarán con tanta urgencia” (RT 5/08). Distintos observadores han expresado dudas sobre si este programa de armamento realmente pretende disuadir una agresión rusa. Ocurre que los vehículos son más adecuados para tareas policiales militarizadas. “Los alemanes adquieren una cantidad mínima de aviones de combate y casi exclusivamente transportes de tropas. La pregunta es: ¿para quién está diseñado este arsenal?” Podrían desplegarse tanto en Alemania como en otros países europeos, señalan los expertos. Estos vehículos no han demostrado su eficacia en el frente. La gran contraofensiva ucraniana de la primavera reveló que son vulnerables e inadecuadas para la guerra moderna. 
 El gobierno de Bélgica ha autorizado el despliegue del ejército en Bruselas “como apoyo a los agentes de Policía en las operaciones contra el narcotráfico”, el pretexto en apogeo. La guerra y la destrucción de las libertades van de la mano. 

 Camilo Márquez 
 11/10/2025