sábado, 2 de marzo de 2024

Sam Cooke: Un cambio va a venir


Hay artistas que se destacan en su género y suben en el ranking de las radios o atraen miles de seguidores en las redes. Los hay también que, por más que poseen un repertorio muy prolífico en ventas, popularidad y originalidad, alcanzan hits que se asocian con su nombre, con el paso del tiempo. Otros convocan nuevas audiencias. Sin embargo, no son muchos los artistas que por una canción en particular, logran el estatus emblemático de representar una lucha, trascendiendo a las aspiraciones en el plano humano. Reuniendo todas las características antes mencionadas, ese fue el caso de Sam Cooke y "A Change Is Gonna Come", hace sesenta años. 
 Este cantante afroamericano oriundo de Clarksdale, Mississippi y nacido en 1931, saltó hacia la fama como intérprete y compositor de góspel, rhythm and blues, soul y pop. Entre sus hits más aclamados, se encuentran temas como "You Send Me," "Twistin' The Night Away," "Another Saturday Night," y "Frankie And Johnny", entre otros. 
 Para el surgimiento de "A Change Is Gonna Come", sobre el (trágico) final de su carrera, existieron dos acontecimientos que marcaron a Cooke para su composición. El primero de ellos, más que un acontecimiento, fue para el artista el contexto ineludible de la opresión, la explotación y la historia de segregación que caracterizaba tan fuertemente a los EE.UU. de esa época. 
 La profunda discriminación que se vivía, especialmente en los estados del sur (a donde Cooke no dejaba de volver a tocar, aún siendo ya una estrella), con todo tipo de espacios sociales separados para negros y blancos (como hoteles, restaurantes, entre otros tantos), era una situación totalmente intolerable para el cantante. Fue así que llegó a boicotear shows en los que se segregaba al público, según su ubicación. Eran los años del Ku Klux Klan, de la represión policial y del caso testigo que representó Emmet Till en 1955, un chico negro de 14 años que fue linchado, asesinado brutalmente y tirado a un río, luego de acusaciones falsas con respecto a una mujer blanca.
 El segundo acontecimiento que incidió en el surgimiento del clásico de Sam, fue la publicación en 1963 de "Blowin’ in the wind", la canción de Bob Dylan que empezó a sonar a todas horas en las radios del país. Fue entonces que Cooke la escuchó y quedó impresionado; al parecer, lo que le chocó fue que una canción, interpretada por un blanco, cuya letra abordaba abiertamente el tema de los derechos civiles, pudiese llegar a convertirse en un éxito pop.
 Un día, casi un año después de haber escuchado por vez primera el tema de Dylan, Cooke llamó a su manager de toda la vida, J.W. Alexander, y le pidió que fuera de inmediato a verlo; Cooke deseaba mostrarle una canción que acababa de escribir. Una canción que, en sus propias palabras, le había surgido “como en un sueño”, una canción que era “diferente de las otras”.
 Cooke y Alexander definieron incluirla en el elepé que tenían previsto grabar a finales de año, demorando la decisión de lanzarla o no como single para más adelante.
 A la hora de comenzar a trabajar en "A Change Is Gonna Come", en lugar de intervenir decisivamente como era su costumbre, Cooke lo dejó todo en manos de René Hall, afamado productor neoyorkino especializado en el más refinado sonido pop. 
 El resultado fue una maravilla, los arreglos orquestales se ajustan como un guante al espíritu de la historia que cuenta la canción subrayando en el aire su dignidad, dándole un algo de declaración, de himno, construyendo alrededor de la voz de Cooke un decorado imponente.
 En lo concerniente a la letra, la misma es una síntesis asombrosa de las partes diferentes: la narración de vivencias tempranas del propio Cooke, la exposición de sus dudas en torno a la religión y el sentido de la existencia, la orgullosa denuncia de la injusticia y la consecuente revindicación de respeto para él, para los suyos y, en cierto sentido dedicada a todos los oprimidos. En resumen, hecha en estilo góspel y blues interpretada con el deslumbrante sentimiento que sólo la voz prodigiosa de Cooke era capaz de entonar. 
 Fue así que se publicó el single de anticipo del disco "Ain’t That Good News" (1964), con el tema Shake en la cara A y A change is gonna come en la B. Shake se convirtió de inmediato en un Top Ten Hit, mientras A change is gonna come comenzó, algo más discretamente, su consideración pública. A los pocos meses, aquella canción “diferente de las otras” se había convertido en uno de los himnos por antonomasia de la lucha de los negros (y el conjunto de los oprimidos) por los derechos civiles, siendo entonada por la multitud en cientos de actos y manifestaciones y versionada una y otra vez por los artistas más importantes, entre ellos Aretha Franklin, Al Green, Graham Bonnet, entre otros tantos de una larguísima lista.
 "A Change Is Gonna Come" es una canción que trascendió no sólo por su significado o histórica trascendencia. También por su intrínseca belleza y por su capacidad para emocionar. 
 Entre las muchas páginas que podrían dedicarse a la carrera de Sam Cooke, sobresale la popularidad que obtuvo en sus comienzos con The Soul Stirrers, conjunto de góspel con el que realizó sus primeras grabaciones. Inconforme con el restringido público al que llegaba con aquella música religiosa, se fue en 1957, buscando algo más. 
 Una vez lanzado a su carrera bajo su nombre (artístico), se puso como objetivo cautivar al público negro, tanto como al blanco y lo logró a lo grande, con un estilo versátil, a base de hits y discos vendidos en masa. La invitación al programa de TV de Ed Sullivan y el segundo puesto en ventas, detrás de Elvis, son algunos de los hitos que lo llevaron a la cima. Se había convertido en un héroe para la comunidad negra que se apiñaba en las casas de los pocos que tenían una TV, para presenciar sus presentaciones. En la madurez de su carrera, llegó a entablar un estrecho vínculo con el boxeador Muhammad Ali y con el luchador por el "Black Power", Malcom X. 
 A seis décadas de su asesinato, su voz no logró ser acallada. 

 Sergio Escalas 
 01/02/2024

No hay comentarios: