Maniobra tras maniobra, subterfugio tras subterfugio se han ido sucediendo durante su mandato para ahogar a la Isla, algo que pudiera ser, y de hecho es, un genocidio. Pero la nación antillana sigue en su diario batallar enfrentando los desmanes del magnate-presidente. Qué se puede esperar de un hombre como él, que no muestra el menor signo de sensibilidad con el resto de la humanidad. Un ser seco, frío, xenófobo, racista y mentiroso.
El 24 de septiembre se presentó en un rimbombante acto en la Florida, donde agradeció el respaldo a su reelección, el 3 de noviembre, a los directivos de la brigada mercenaria derrotada hace 50 años en las arenas de playa Girón. En el convite anunció una nueva medida, la prohibición de que los estadounidenses que visiten a Cuba puedan importar ron o tabaco, además del hospedaje en hoteles o propiedades regentadas por el Gobierno, por funcionarios estatales o del Partido Comunista, y sus familiares cercanos. El Departamento del Tesoro también eliminó una política de autorización general para la participación u organización de conferencias, seminarios, exhibiciones y eventos deportivos en Cuba.
Más sanciones
Más recientemente, el secretario de Estado, Mike Pompeo, comunicó la sanción a una empresa, American International Services (AIS), involucrada en el envío de remesas al país caribeño. La pueril justificación de la decisión es que la entidad está vinculada con la Financiera Cimex, S.A. (Fincimex), “bajo control” de las Fuerzas Armadas.
Al decir de Carlos Fernández de Cossío, director general de la Cancillería para Estados Unidos, los resultados de las acciones agresivas de Donald Trump contra Cuba en el escenario electoral aún están por verse. No hay garantía de que sus decisiones le otorguen votos. Queda confirmado que la Casa Blanca busca hacer lo más dura posible la vida del pueblo cubano.
Contrasta, y bastante, que mientras el mandatario yanqui se esfuerza en el cerco, en su 75 sesión plenaria, la Asamblea General de Naciones Unidas se pronunció una vez más por el fin de ese asedio económico, comercial y financiero. Las sanciones y medidas coercitivas unilaterales, como el bloqueo de Estados Unidos, solo entorpecen el normal desarrollo de los pueblos e impiden la recuperación de la pandemia, destacaron en la ONU.
El aislamiento, expresaron diversos estadistas, desconoce los derechos humanos y el espíritu de cooperación propugnado en la agenda 2030 para el desarrollo sostenible.
Pese a los impactos de ese negativo mecanismo, la mayor de las Antillas ha sido, es, campeona en todas las luchas mundiales por la salud, especialmente durante esta pandemia de COVID-19. Siempre permanece en la primera línea para ayudar al mundo, aseguró otro de los oradores. Ya lo decía el presidente Díaz-Canel: La “cruel y criminal política será derrotada por nuestro pueblo, que no renunciará nunca a su soberanía”.
Marta Sojo
Bohemia
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