El programa de renovación de ferrocarriles emprendido por Cuba con participación de varios países promete beneficios directos al transporte de pasajeros en el verano.
Con la importación de 56 vagones de pasajeros, de fabricación china, Cuba da continuidad a un programa de renovación del servicio de ferrocarril que absorbe unos 3.000 millones de dólares. La noticia tuvo gran impacto esta semana porque desde hacía 44 años el país no adquiría coches nuevos de este tipo.
Producidos por la compañía china CMC, en la fábrica CRRC Tangshan, a esta primera importación se le sumarán en breve otros 24 vagones, para completar este año el primer lote de 80, de 240 que Cuba programa comprarle al gigante asiático hasta el año 2021.
Durante el recibimiento de los equipos en el puerto de La Habana, el ministro del Transporte, Eduardo Rodríguez Dávila, anunció que los primeros 80 coches estarán activos a mediados del verano, con el consecuente aumento de viajes en una isla que, por su geografía alargada, ha valorado históricamente la utilidad del transporte ferroviario.
Con la entrada en servicio de los nuevos coches, disminuirá la frecuencia de viajes entre La Habana y las ciudades de Bayamo y Santiago de Cuba, en el oriente cubano, y aumentará a 720 el número de pasajeros en cada viaje, que hoy se realizan con capacidad limitada entre 400 y 500 pasajeros.
Los primeros estimados de la Unión de Ferrocarriles de Cuba (UFC) prevén incrementar este año el servicio en un millón de pasajeros, después de transportar cerca de 6,7 millones de personas en 2018.
El programa de rehabilitación del servicio ferroviario cubano “constituye una de las prioridades gubernamentales porque es un sector transversal a toda la economía nacional y porque además es un transporte más económico”, declaró a la agencia Xinhua el vicepresidente del Consejo de Ministros, Ricardo Cabrisas, en el acto de entrega oficial de los coches importados.
El gobierno cubano emprendió hace varios años un Programa de Recuperación y Desarrollo del Ferrocarril Nacional, que incluye desde la reparación y ampliación de líneas férreas hasta la modernización y compra de nuevos equipos, con participación de varios países e inversión de unos 3.000 millones de dólares, según información del diario Granma.
A inicios del presente año, Cuba importó de Rusia un lote de siete locomotoras, ferrobuses de un modelo experimental y vagones para el transporte de carga y de materiales de la construcción, como 53 silocementos. Cuba ya ha importado 43 de las 75 locomotoras planificadas en el programa de compras ferroviarias a Rusia.
Los coches de pasajeros de fabricación china llamaron la atención en el país, por disponer de diseño y estándares de calidad que se habían perdido en la mayoría de los equipos de transporte ferroviario.
Cuando complete el lote de 80 vagones, la Unión de Ferrocarriles de Cuba prevé crear cuatro formaciones con 12 vagones cada una y un largo de 325 metros, casi el doble de los siete viejos carros que conforman las actuales formaciones. Los nuevos coches tienen capacidad para 72 personas cada uno.
“Son coches con prestaciones a la altura de los estándares internacionales de transportación de pasajeros y además diseñados para Cuba”, valoró el Director General de la UFC, Eduardo Hernández, quien confirmó que se trabaja para que estén prestando servicios en el verano, la época vacacional de crecimiento tradicional en los viajes.
“Sin lugar a dudas va a ser un cambio tecnológico y en la calidad del servicio de los ferrocarriles cubanos”, dijo Hernández.
Mediante este programa de compras a China, Cuba adquirirá 70 coches de primera clase, 130 de segunda, 20 cafeterías y 20 furgones generadores de electricidad para restablecer su flota ferroviaria.
El beneficio del programa puede tener gran impacto social, porque los viajes por ferrocarril es uno de los servicios de transporte que más se ha deteriorado en Cuba.
IPS
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