sábado, 11 de mayo de 2019
La Revolución que acabó con un gran mito
Fidel junto al doctor Osvaldo Dorticos, ministro Encargado de la Ponencia y Estudio de las Leyes Revolucionarias, firma la Ley de Reforma Agraria.
El proyecto de Ley de Reforma Agraria fue ratificado por el Congreso en la sesión del día 5 de mayo. El Primer Ministro dejó convocada la próxima sesión para el 17 de mayo, en la Comandancia General del Ejército Rebelde ubicada en La Plata, Sierra Maestra, para considerar de nuevo ese proyecto, a los efectos de su tercera ratificación. La fecha había sido escogida porque se conmemoraba la muerte del luchador campesino Niceto Pérez.
El sábado 9 de mayo, Fidel recibió de manos de Kid Chocolate la faja de campeón mundial junior lightweight, título que ostentó el púgil cubano y que había conservado durante 25 años. La faja fue donada en pro de la Reforma Agraria.
El domingo 10, el Comandante en Jefe compareció en el programa de televisión Telemundo Pregunta, donde respondió las inquietudes de varios periodistas y explicó importantes temáticas relacionadas con su viaje por varios países, y sobre cuestiones nacionales. En sus palabras estuvo presente el apoyo que recibió de los pueblos que visitó, la situación de América Latina, la libertad de prensa en Cuba, las nuevas leyes revolucionarias y otros asuntos.
La Universidad de La Habana, el 11 de mayo de 1959, reiniciaba sus clases después de que las actividades docentes estuvieron suspendidas por dos años y cuatro meses, como firme demostración de repulsa a los atropellos del tiránico régimen de Fulgencio Batista.
Sobre las once y media de la mañana, Fidel Castro, a pie, hace su entrada acompañado de una pequeña escolta. Inmediatamente se aglomeran alrededor del líder centenares de jóvenes ansiosos de saludarlo.
Varios oradores hacen uso de la palabra. En su intervención, Fidel recordó sus días de estudiante en ese alto centro de estudios y abordó otros asuntos de interés, entre ellos, la valoración del papel de la Universidad en la formación política de muchos dirigentes de la Revolución, que los humanizó en medio de un ambiente donde los privilegiados dominaban toda la vida pública del país. Concluyó con una evocación de los mártires universitarios y reveló el papel que le correspondía desempeñar al estudiante universitario en la Revolución.
Ese mismo día, a las once de la noche, en Rancho Boyeros, el líder cubano participó en la inauguración de la Primera Feria Ganadera de la Libertad, en la que convocó a los ganaderos a producir en las mejores condiciones técnicas.
El 12 de mayo presidió una sesión extraordinaria del Consejo de Ministros. Era la primera reunión del Consejo que tenía lugar después de su regreso a Cuba. Luis Buch rememoró que en su intervención, el Primer Ministro cubano expresó que había ido al extranjero para explicar a los distintos países de América las razones de los cubanos para hacer la Revolución y que había tenido que salir a defenderla de la confusión y la calumnia.
El Consejo procedió a considerar –por segunda vez– el proyecto de Ley de Reforma Agraria, que fue ratificado en la sesión del día 5 de mayo. El Primer Ministro dejó convocada la próxima sesión para el 17 de mayo, en la Comandancia General del Ejército Rebelde ubicada en La Plata, Sierra Maestra, para considerar de nuevo ese proyecto, a los efectos de su tercera ratificación. La fecha había sido escogida porque se conmemoraba la muerte del luchador campesino Niceto Pérez.
Luis Corvalán, secretario general del Partido Comunista Chileno, dijo que Mao Tse Tung recientemente le había dicho que la Revolución Cubana había desbaratado el mito de que «los yanquis son invencibles».
En horas de la madrugada del 13 de mayo, Fidel acudió a la Plaza de la Catedral donde se realizaba la filmación de varias escenas de la película Our man in Havana. Durante su visita sostiene un encuentro con los actores Maureen O’Hara y Alex Guinnes y con el director de la cinta, el realizador inglés, Carol Reed.
En La Habana, el 14 de mayo, brindó un almuerzo en el restaurante El Mandarín a los periodistas que lo acompañaron en su reciente viaje. Allí los invitó a recorrer la Sierra Maestra, el próximo 17 de mayo.
Mientras departe con los periodistas, le comunican que el automóvil donde viajaba su hijo Fidelito había tenido un accidente y que el niño estaba gravemente herido en el Hospital de Emergencias. Cuando llega Fidel, alguien sugiere el traslado de su hijo a una clínica: «De ninguna manera, rehusó, aquí estará atendido como en la mejor clínica».
Esa noche estaba prevista una conferencia de prensa, que Fidel no suspendió. Poco antes de las 11 de la noche llegó a los estudios de la CMQ televisión y comenzaron las preguntas. Casi se había cumplido el tiempo pero un periodista no había preguntado, y todos pedían terminar la conferencia.
Hubo una pausa y se insertó una voz femenina. Era una mujer joven que se hallaba en la primera fila de auditorio;
–Doctor Castro, ¿usted es demócrata? –interrogó.
La interrupción provocó sorpresa. El Primer Ministro la observó con una expresión perpleja.
–¿Cómo?
–Le pregunto que si usted no es demócrata.
–Por supuesto, claro que sí...
–Entonces, usted obedece los deseos del pueblo. ¿No es así?
–Eso es lo que estamos haciendo, señorita...
–Pues los deseos del pueblo son que en este momento usted deje esta transmisión y vaya al lado de su hijo... Se lo ordenamos.
En ese mismo instante se cerró el programa. Fidel se dirigió enseguida al hospital de Emergencia.
En las primeras horas de la madrugada del viernes 15 de mayo, mientras Fidel espera en la segunda planta del hospital de Emergencias, en el quirófano se practica una difícil intervención quirúrgica. Cuando la operación concluye, el médico informa los resultados al padre del paciente.
En las primeras horas del día 16 de mayo, los dirigentes de la Revolución se trasladaron hacia la provincia de Oriente. Fidel hace el viaje en la madrugada del siguiente día.
Eugenio Suárez Pérez | internet@granma.cu
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