El culebrón “made in USA” sobre ruidos y sorderas de diplomáticos de Washington en La Habana no es otra cosa que un pretexto para justificar la vieja y fracasada política hostil reasumida por el régimen del presidente Donald Trump contra Cuba.
La intrigante leyenda, por cierto con un guión poco ingenioso, a tono con el actual inquilino de la Casa Blanca, tiene asimismo el propósito de desviar la atención de la próxima denuncia internacional que hará el Gobierno de la nación caribeña en la Asamblea General de Naciones Unidas sobre el recrudecimiento del bloqueo norteamericano a la mayor de las Antillas.
El nuevo proyecto de Resolución contra el cerco económico, comercial y financiero que Estados Unidos le impone ilegalmente a Cuba desde hace casi 60 años será debatido y votado en Nueva York, sede principal de Naciones Unidas, el venidero 1 de noviembre.
La actual administración norteamericana sabe muy bien que el referido proyecto recibirá el respaldo casi unánime de la comunidad internacional, como ha venido sucediendo cada año desde 1992, y tiene asegurada otra contundente derrota.
El culebrón de Trump tiene ahora su capítulo más reciente, la expulsión de diplomáticos de la embajada cubana en Washington, luego del anuncio hecho hace algunos días por el Departamento de Estado norteamericano que el 60 por ciento de sus funcionarios en la Isla la abandonarían por determinación de su Gobierno.
Y no le extrañe a nadie que tenga otras próximas entregas dirigidas a enrarecer aún más las relaciones entre ambos países y llevarlas a los tiempos de la confrontación, alentada siempre por grupos mafiosos y terroristas anticubanos en la Florida, que sí le han hecho mucho ruido a Trump, al gritarle a sus oídos que rompa los nexos bilaterales con la mayor de las Antillas y mantenga el cruel bloqueo.
Los cuentos acerca de sonidos misteriosos y de espías no son para nada novedosos en este mundo, y en este caso busca que se restablezca la sordera de Estados Unidos con Cuba, y de facto su frustrada conducta agresiva.
Patricio Montesinos
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