sábado, 5 de agosto de 2017

Dos presos a rescatar por la América: Leonard Peltier y Ana Belén Montes

Quizás llegará un día cuando se sienta con más fuerza en Latino-América la voz del movimiento indígena a favor de su hermano de sangre prisionero en Estados Unidos: Leonard Peltier. Por el momento, no se siente esa cólera.
Sí, ha habido un noble respaldo por nuestra Rigoberta Menchú y otros. Pero el ensañamiento de los “cara-pálidas” contra ese descendiente espiritual de Caballo Loco y Gerónimo, aún espera la respuesta unificada y rebelde de la prole de Cuauhtémoc y Túpac Amaru.
A veces se olvida que el concepto independentista de lo “hispanoamericano” es relativamente reciente y novedoso. Pero ancestralmente, desde Canadá hasta Chile nuestra América era una única hermandad; milenaria y coherente… hasta que nos invadieron los europeos y se bifurcó nuestra historia.
Pero esa dicotomía basada en las lenguas (inglés y español) no es sino un accidente. Las esencias perduran. Una sola es la índole de los diversos invasores, donde los españoles son hermanos carnales y espirituales de los anglos; e igual valor tienen los aceros toledanos trucidando a los taínos en Caonao, que los cañones del 7th Cavalry Regiment despedazando a los Lakota en Wounded Knee.
Otra, y homogénea, es la naturaleza de América, una y única en su stock de los pueblos originarios, ésos, nuestros inmemoriales descubridores y colonizadores, llegados cuando aún ni soñaban los recontra-tatarabuelos del Rey Fernando y el King Jacobo con agredirnos.
Puesto que el Aimara y el Mapuche del Sur son consanguíneos y correligionarios esenciales del Cherokee y el Apache del Norte, Leonard Peltier le pertenece por igual a los aborígenes de la América Hispana y a los de la Inglesa. Pero también es propiedad y deber común de todos los que, nacidos de cepa colonialista, desafiaron sus orígenes para abrazar la causa del desvalido: los John Brown, los Miguel Hidalgo, los Henry Reeve, los Carlos Manuel de Céspedes... Americanos todos. ¡Y buenos!
Hay que liberar, pues, a Peltier, en nombre de nuestra innata unidad continental. Ésa que no pueden destruir las barreras artificiales diseñadas por el odio y la explotación. Vale ahora el combatir todos juntos por nuestro amigo entre rejas, cual ejército unificado de guerreros Caribes y Sioux.
Si lo logramos, ¿de quién será la victoria? Pues sólo de esa América Una, más que Latina y más que Anglo-sajona. Noble altar, donde reposan entremezcladas las cenizas de Toro Sentado y Caupolicán, de George Washington y Simón Bolívar; hermanados en uno solo.
Americanos.
¡Salvemos a Peltier, en el nombre de nuestras raíces!
Ahora bien, en el caso de Ana Belén Montes, la motivación de América debe ser nuestra deuda de paz.
En su carta a favor de la Montes, una famosa galardonada con el Nobel de la Paz, Mairead Maguire afirma: Ana creyó en que lo que ella hizo era necesario para evitar una intervención militar de los EUA contra Cuba basada en mentiras (…) Muchas vidas de estadounidenses y cubanos no fueron expuestas a los riesgos de una guerra innecesaria como resultado de las acciones de Ana.
Esta aserción no carece de relevancia.
Si en 1983 un exiguo millar de cubanos y granadinos causó 19 muertos al Ejército yanqui, ¿cuántas bajas tendría éste último durante una guerra en la propia Isla? Enfrentándose a tres millones de oponentes con armamento regular, más el incontable avispero de las Milicias de Tropas Territoriales, movilizadas en la Guerra de Todo el Pueblo, quizás habrían caído 10.000 norteamericanos, sin contar los heridos y mutilados. En cuanto a Cuba, desaparecería tal cantidad de pobladores que su supervivencia futura como nación peligraría. Máxime que el concepto defensivo cubano implicaba una llamada a las armas para toda la ciudadanía, donde discapacitados, enfermos, ancianos y mujeres terminarían combatiendo, lo cual conllevaría a una masacre igual o peor a la sufrida por las Volkssturm alemanas en 1945.
Por suerte, no ocurrió ese terrible drama. Para conjurarlo, una mujer se ofrendó en holocausto de sí misma: Ana Belén Montes.
Todos los americanos por igual, al norte y al sur, deberíamos reconocer que estamos en algún grado de deuda con esa presa, quien contribuyó abnegada y decisivamente a evitar la que pudo ser la peor guerra moderna en nuestro continente. Eso es suficiente para estarle agradecidos, más allá de cualquier rechazo político-ideológico. Ana fue una espía que actuó como el polaco R. J. Kuklinski: traicionando, sí, pero con efectos colaterales positivos sobre la paz.
Ella aún hoy paga las consecuencias de sus actos, pero, ¿hasta cuándo? Los tiempos han cambiado en la región, donde hoy la “Guerra Fría” fenece, y Cuba ya no se halla detrás de cada movimiento guerrillero, sino que alienta y promueve los diálogos de paz.
Llegada es la hora de apoyar la liberación de la ex espía encarcelada, ahora una simple anciana enferma de cáncer, la cual lleva demasiado tiempo entre rejas al lado de presas comunes y con trastornos psiquiátricos, sin ser Ana misma ni demente ni matona.
Por último: nótese que para defender la liberación de Peltier y Belén Montes no hay que ser ni socialista ni comunista, sino simplemente humanista. Por ejemplo: Ana es obviamente de izquierdas o progresista, pero en su juicio no cita nunca al marxismo. Incluso, afirma sobre Cuba que, una vez en buenas relaciones con EEEUU, podrá “experimentar libremente con los cambios”. Que un incremento de la interacción entre Washington y La Habana permita a esta última aprovechar la coyuntura del relajamiento en las sanciones para “cambiar” (¿cómo…?), no parece un alegato estalinista.
Tampoco al defender a Ana se promueve al Estado y sistema cubanos. En lo más mínimo, pues para la Cuba oficial, Ana Belén no existe (y es muy bueno que sea así, ya que una declaración oficial a favor de la ex espía puede llevar a muy trágicas consecuencias; y fue precisamente para evitarlas que la dama boricua sacrificó su libertad). En todo caso, apoyar esa excarcelación será promulgar sentimientos tales como el pacifismo, la convivencia armónica, el humanismo y la nobleza de espíritu. Y a nuestro entender, el americanismo más puro.
Sí: ¡ésta es una tarea para… americanos!
Quien así también lo entienda, ayude a exhortar a que todo el continente, sin distinciones ideológicas, reclame fraternal y firmemente a esos dos prisioneros hoy tan necesitados de nuestro ánimo.
Y que por fin sean libres Leonard Peltier y Ana Belén Montes, para que ambos, redimidos, caminen del brazo de los inmortales Lincoln y Betances, mientras les recibe una jubilosa comitiva de Navajos abrazados a guaraníes, los cuales bailan unánimes la “Danza de los Espíritus”, entretanto revolotea por los aires el Quetzal, silueteando mil corazones sangrantes, al son del banjo y la quena.

Douglas Calvo Gaínza. Escritor cubano residente en La Habana.

viernes, 4 de agosto de 2017

Internet en Cuba, una herramienta para el desarrollo




Las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (TIC) pueden contribuir a brindar soluciones a los problemas del desarrollo, promoviendo no solo el crecimiento económico y la competitividad, sino también el acceso a la información. De igual manera, las TIC pueden perfilarse como estandartes de los conocimientos, la erradicación de la pobreza y la inclusión social.
En los últimos años, la evolución de las tecnologías se ha convertido en eje fundamental para la seguridad de los Estados; por lo que es imprescindible que su empleo esté en función del progreso humano, político, económico, social y cultural de nuestras naciones.
Sin embargo, progresivamente este territorio de intercambio de información y conocimientos va perdiendo su valor de acceso universal, para convertirse, rápidamente, en un espacio restringido y controlado por la proyección neoliberal de las grandes transnacionales que pretenden colonizar Internet. Temáticas abordadas durante la Conferencia Internacional “Nuevos Escenarios de la Comunicación Política en el Ámbito Digital”, realizada en La Habana este verano, confirman esta idea.
De acuerdo con la periodista Rosa Miriam Elizalde, quien fuera durante muchos años editora del portal Cubadebate –uno de los medios más relevantes de la web cubana-, la gobernanza o administración de los medios y las infraestructuras digitales es un asunto sobremanera importante en la región latinoamericana.
“Cuando todos los productos ‘inteligentes’ son de importación, es difícil saber si puede ser utilizado por otros, particularmente en América Latina con las redes de telecomunicaciones más dependientes del mundo. Más del 90% del tráfico de la región pasa por servidos norteamericanos, el 85% de los contenidos digitales de Latinoamérica, están alojados en servidores estadounidenses, según datos de la Unión Internacional de Telecomunicaciones”, refiere Elizalde.
Una de las preocupaciones centrales en la época actual, está relacionada con la manera como se maneja y controla Internet. Los partidarios del neoliberalismo están logrando imponer en el ciberespacio su visión de un mundo donde imperen los mercados sin ninguna restricción y donde los Estados y las instituciones intergubernamentales dejen de cumplir sus roles de garantes del interés público.
La red cada vez se distancia más de sus orígenes en cuanto a la democratización del acceso a la información, factor que sin dudas constituía una amenaza a los poderes hegemónicos. Por ello, los defensores del status quo se propusieron no sólo privatizar y comercializar a Internet, sino también banalizar sus aplicaciones y contenidos, como una forma de impedir el dominio de las mayorías.
Abel Prieto, asesor del Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros, en una intervención realizada durante una Conferencia Internacional sobre Comunicación Política en Internet realizada en La Habana hace apenas dos años, refería que el mundo virtual de las TIC refleja hoy los principales problemas y contradicciones del mundo real del presente como la concentración de poder en manos de transnacionales; la desigualdad creciente y abismal entre pobres y ricos; la privatización del conocimiento y la cultura; la visión imperial y belicista que concibe la Web como un espacio militarizado; la injerencia, la violación de la soberanía de las naciones y de la privacidad más elemental de los individuos; la reducción del ciudadano al estatus de consumidor potencial y el manejo inescrupuloso de sus inclinaciones más íntimas para crearle falsas necesidades.
Es así que en la actualidad, universalizar el acceso y uso de la red se torna una cuestión de cultura necesaria, y de apropiación crítica de la realidad, por tanto, su gobernanza debería constituir un elemento esencial del orden del día en la Sociedad de la Información, para contribuir a la consecución de los objetivos de desarrollo y al ejercicio de los derechos humanos.
La gestión internacional de la tecnología debería ser multilateral, transparente y democrática, y hacerse con la plena participación de los Gobiernos, el sector privado, la sociedad civil y las organizaciones internacionales.
La importancia de desarrollar y dominar nuestras infraestructuras comunicacionales, contribuirá también a reafirmar un pensamiento descolonizador, generando una producción cultural propia en la red. En tanto, se deberá apostar por un uso que promueva la solidaridad social, así como los valores asociados a la sostenibilidad económica, cultural y política de nuestras naciones.
En Cuba, se considera de alta prioridad promover el uso pacífico y legítimo de las tecnologías de la información y las comunicaciones, así como las múltiples oportunidades que ofrece el ciberespacio para el desarrollo y bienestar de la humanidad. Igualmente, el gobierno se propone lograr que las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones se conviertan en un sector de desarrollo estratégico para la Nación.
Es por ello, que el país trabaja para integrar educación y capacitación, en aras de proyectar entre los usuarios una nueva cultura de participación en las redes, que tome en cuenta los riesgos reales que existen en el ciberespacio.
En la medida en que exista una gobernanza más democrática de la Internet, los usos sociales de las redes evidenciarán una recontextualización en cuanto a la comunicación política, fundamentalmente en el ámbito digital. Para ello, paralelamente deberá implementarse una cultura de ciberseguridad sólida, para que los usuarios concienticen la importancia de la protección de la información como un bien social, aspectos a los que el gobierno cubano presta especial atención, en su fuerte voluntad política para favorecer el acceso seguro a las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones.
En palabras de Abelardo Moreno, viceministro de Relaciones Exteriores de Cuba, en cuestiones de informatización de la sociedad, nuestra Nación no llega a deshora a la nueva época. “Aún bloqueados, no quedamos nunca al margen de la evolución de las tecnologías y las comunicaciones, ni de los cambios culturales que ellas entrañan para la Sociedad de la Información. Se trabaja al mismo tiempo para que la sociedad cubana continúe siendo una de las más tranquilas y seguras para sus ciudadanos, también en el ciberespacio (…) Constituye un desafío transitar por la au­topista de la información y el conocimiento de manera seria y ética. Debemos propiciar y defender una relación cada vez más responsable entre el ciudadano y el ciberespacio; un ciudadano más competente, pero también más responsable”.
El uso de las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (TIC) como herramientas para el desarrollo del conocimiento, la economía y la actividad político-ideológica, constituye una premisa ineludible en el proceso de informatización seguro y ordenado de la sociedad cubana, que actualmente potencia el Gobierno Revolucionario.
El país continuará trabajando por alcanzar una cultura digital característica del hombre nuevo, que aproveche el ciberespacio como un lugar de aprendizaje y desarrollo inclusivo, en aras de garantizar la defensa de nuestra cultura y el socialismo sostenible que construye nuestro pueblo, y con ello, la invulnerabilidad de la revolución.

Aymara Vigil
Razones de Cuba

En defensa de la cultura y contra el fascismo

¿Alguien sabe como se llaman o clasifican estas corrientes tan parecidas en sus propósitos y resultados a las fascistas y nazistas? ¿Por qué un juicio al estilo del de Nuremberg no ha funcionado para que la justicia condene a tantos genocidas posteriores y actuales?
La memoria histórica no se puede perder puesto que persiste una voluntad de los pueblos y de los individuos de retener todos los fragmentos de la vida o de las épocas de la historia para salvarlos del olvido, y, con ello, sentar los cimientos para edificar el futuro.
En julio se celebró en Cuba y en otros países el 80º Aniversario del II Congreso Internacional de Escritores para la Defensa de la Cultura que tuvo lugar en 1937 en Valencia y con reuniones en Madrid, entre el 4 y 11 de julio. Allí se dio cita la intelectualidad militante contra el fascismo que ya mostraba sus garras en tierra española. Participaron en el cónclave cinco escritores cubanos, junto a escritores españoles, franceses, estadounidenses, latinoamericanos y de otros países. En una hora heroica y a la vez aciaga no podían faltar las palabras solidarias de aquellos intelectuales mientras millones de españoles y miles de milicianos arribados de todas partes del mundo se enfrentaban a la barbarie del fascismo liderado por el General Franco y la parte del ejército que traicionó a la República Española.
El II Congreso era continuación de la organización fundada por intelectuales antifascistas, en cuyo documento inicial se expresaba: “Se ha producido en toda España una explosión de barbarie... Este levantamiento criminal de militarismo, clericalismo y aristocratismo de casta contra la República democrática, contra el pueblo, representado por su Gobierno del Frente Popular, ha encontrado en los procedimientos fascistas la novedad de fortalecer todos aquellos elementos mortales de nuestra historia... Contra este monstruoso estallido del fascismo... nosotros, escritores, artistas, investigadores científicos, hombres de actividad intelectual... declaramos nuestra identificación plena y activa con el pueblo, que ahora lucha gloriosamente al lado del Gobierno del Frente Popular...”
Allí llegó, como lo había expresado: “me voy a España”, el periodista y escritor cubano Pablo de la Torriente Brau, uno de los jóvenes más preclaros de aquella hornada revolucionaria de la Cuba de entonces, que fue miliciano y comisario de las Brigadas Internacionales, y caído el 19 de diciembre de 1936 en Majadahonda, España.
En abril de 1937 uno de los escritores más descollantes de España se refirió a los acontecimientos que estaban presentes en aquella asonada y guerra fratricida desatada por los fascistas durante la guerra española. La República española combatía con sus fuerzas populares y los miles de milicianos que arribaron de todas partes para reforzar a la parte leal del ejército.
Expresaba Machado:
Pienso en España, vendida toda, de río a río, de monte a monte, de mar a mar.
Toda vendida a la codicia extranjera: el suelo y el cielo y el subsuelo. Vendida toda por lo que pudiéramos llamar –perdonadme lo paradójico de la expresión – la trágica frivolidad de nuestros reaccionarios. Y es que, en verdad, el precio de las grandes traiciones suele ser insignificante en proporción a cuanto se arriesga para realizarlas, y a los terribles males que se siguen de ellas, y sus motivos no son menos insignificantes y mezquinos, aunque siempre turbios e inconfesables. Si os preguntáis, ¿aparte de los treinta dineros, por qué vendió Judas a Cristo?, os veríais en grave aprieto para responderos. Yo no he encontrado la respuesta en los cuatro evangelios canónicos. Pero la hipótesis más plausible sería ésta: entre los doce apóstoles que acompañaban a Jesús, era Judas el único mentecato. En el análisis psicológico de las grandes traiciones, encontraréis siempre la trágica mentecatez del Iscariote. Si preguntáis ahora, ¿por qué esos militares rebeldes volvieron contra el pueblo las mismas armas que el pueblo había puesto en sus manos para la defensa de la nación? ¿Por qué, no contentos con esto, abrieron las fronteras y los puertos de España a los anhelos imperialistas de las potencias extranjeras? Yo os contestaría: en primer lugar, por los treinta dineros de Judas, quiero decir por las míseras ventajas que obtendrían ellos, los pobres traidores de España, en el caso de una plena victoria de las armas de Italia y Alemania en nuestro suelo. En segundo lugar, por la rencorosa frivolidad, no menos judaica, que no mide las consecuencias de sus actos. Ellos se rebelaron contra el gobierno de los hombres honrados, atentos a las aspiraciones más justas del pueblo, cuya voluntad legítimamente representaban. ¿Cuál era el gran delito de este gobierno lleno de respeto, de mesura y de tolerancia? Gobernar en un sentido del porvenir, que es el sentido esencial de la historia. Para derribar a este Gobierno, que ni había atropellado ningún derecho ni olvidado ninguno de sus deberes, decidieron vender a España entera a la reacción europea. Por fortuna, la venta se ha realizado en falso, como siempre que el vendedor no dispone de la mercadería que ofrece. Porque España, hoy como ayer, la defiende el pueblo, es el pueblo mismo algo muy difícil de enajenar. Porque por encima y por debajo y a través de la truhanería inagotable de la política internacional burguesa, vigila la conciencia universal de los trabajadores.”
Hermosas palabras que desnudan los móviles de los reaccionarios y traidores que estuvieron dispuestos a asesinar a miles y miles de españoles para alimentar las ideas y actos fascistas y entronizar un poder que se mantuvo por décadas y que aún hoy impregna el régimen político vigente en España, después de la restauración del Reinado y la prevalencia del legado que dejó el fascismo y el franquismo.
En el II Congreso Antonio Machado disertó sobre la defensa y difusión de la cultura, con unas palabras tituladas El Poeta y el pueblo , que siempre tendrán un valor patrimonial como ideas fundamentales y consecuentes de un verdadero intelectual de todos los tiempos. Vale la pena reproducir algunos fragmentos, porque también son válidas para hoy en que en muchas partes muestran sus orejas y sus barbaries los fascistas de nuevo cuño.
“Cuando alguien me preguntó, hace ya muchos años, ¿piensa usted que el poeta debe escribir para el pueblo, o permanecer encerrado en su torre de marfil –era el tópico al uso de aquellos días– consagrado a una actividad aristocrática en esferas de la cultura sólo accesibles a una minoría selecta?, yo contesté con estas palabras, que a muchos parecieron un tanto ingenuas: «Escribir para el pueblo –decía un maestro – ¡qué más quisiera yo! Deseoso de escribir para el pueblo, aprendí de él cuanto pude, mucho menos –claro está – de lo que él sabe. Escribir para el pueblo es, por de pronto, escribir para el hombre de nuestra raza, de nuestra tierra, de nuestra habla, tres cosas de inagotable contenido que no acabamos nunca de conocer. Y es mucho más, porque escribir para el pueblo nos obliga a rebasar las fronteras de nuestra patria, escribir para los hombres de otras razas, de otras tierras y de otras lenguas. Escribir para el pueblo es llamarse Cervantes, en España; Shakespeare, en Inglaterra; Tolstoi, en Rusia. Es el milagro de los genios de la palabra. Tal vez alguno de ellos lo realizó sin saberlo, sin haberlo deseado siquiera. Día llegará en que sea la suprema aspiración del poeta. En cuanto a mí, mero aprendiz de gay-saber, no creo haber pasado de folklorista, aprendiz, a mi modo, de saber popular.
Mi respuesta era la de un español consciente de su hispanidad, que sabe, que necesita saber cómo en España casi todo lo grande es obra del pueblo o para el pueblo, cómo en España lo esencialmente aristocrático, en cierto modo, es lo popular. En los primeros meses de la guerra que hoy ensangrienta a España, cuando la contienda no había aún perdido su aspecto de mera guerra civil, yo escribí estas palabras que pretenden justificar mi fe democrática, mi creencia en la superioridad del pueblo sobre las clases privilegiadas.”
Muchos escritores e intelectuales de todas partes, a veces equivocadamente infatuados y egocéntricos, debieran hacer suyas estas ideas para que se rediman de tantas torpes ínfulas. Y recordar las palabras, a veces reiteradas, del desaparecido presidente, –en ese cargo desde el 17 de julio de 1959 hasta el 3 de diciembre de 1976–, de la Cuba revolucionaria Osvaldo Dorticós Torrado, quien en su mensaje a los intelectuales de la época decía que “al pueblo no se baja” a la hora de concebir obras trascendentes para el pueblo; sino que, por el contrario, al pueblo “hay que subir”, al “pueblo se sube”, porque es el depositario y poseedor de toda la cultura acumulada en cada época y durante toda la historia de su existencia y la de su país..
Más de 80 años nos separan de la guerra fratricida desatada por el fascismo en España, que alcanzó posteriormente a sumir en la barbarie y la destrucción a toda Europa, con el saldo de más de 20 millones de habitantes. La humanidad derramó mares de sangre durante la segunda guerra mundial para después de varios años derrotar el fascismo.
La fundación de las Naciones Unidas, inspirada en ideales e ideas nobles para cambiar el curso violento de la historia, si bien fue un aporte al humanismo y al establecimiento de instrumentos y la aprobación de principios para las relaciones internacionales que protegieran al mundo de una conflagración en el futuro, no pudo frenar nuevas y variadas guerras. Desde entonces hasta ahora han vuelto a surgir nuevas fuerzas tan retrógradas y bárbaras como las fascistas, que han provocado millones de muertes. ¿Alguien sabe como se llaman o clasifican estas corrientes tan parecidas en sus propósitos y resultados con las fascistas y nazistas? ¿Por qué un juicio al estilo del de Nuremberg no ha funcionado hasta ahora para que la justicia condene a tantos genocidas?

Wilkie Delgado Correa

¿Es viable la supresión de “la libreta” de abastecimiento en Cuba?

Punto de partida

La eliminación de la libreta de abastecimiento parece haber sido un tema discutido durante un reciente evento dedicado a la economía cubana. No se trata de un tema nuevo. Vale recordar que la posible supresión de “la libreta” fue el asunto que provocó la mayor cantidad de intervenciones de los participantes en el debate de los Lineamientos de la Política Económica y Social del Partido y la Revolución, en 2010 y 2011. (Ver “Raúl Castro: Libreta de abastecimiento no se quitará de golpe”, Juventud Rebelde, 16 de abril de 2011, http://www.juventudrebelde.cu/cuba/2011-04-16/raul-castro-libreta-de-abastecimiento-no-se-quitara-de-golpe/).
La información detallada sobre lo debatido en la edición 27 de la Reunión Anual de la Asociación de Estudios de la Economía Cubana (Association for the Study of the Cuban Economy, ASCE), efectuada en Miami entre el 27 y el 29 de julio, todavía no está disponible, pero la prensa ha reportado las opiniones expresadas por varios especialistas. (Ver “Economistas aseguran que libreta cubana de abastecimiento ‘es un fósil’”, 29 de julio de 2017 http://cuba.eurodermspa.info/latest-news/economistas-aseguran-que-libreta-cubana-de-abastecimiento-es-un-fosil/).
Los criterios se resumieron en tres puntos: “la libreta” es un mecanismo “obsoleto”, es un subsidio resultante de la existencia de salarios estatales inadecuados, y no será suprimida en el corto plazo, principalmente porque sería una acción impopular.
La discusión no se limita al plano económico ni se restringe a los foros académicos. Es un problema político relevante. Fue un tema abordado en el VI Congreso del Partido Comunista de Cuba (abril de 2011), donde se caracterizó como “una de las principales medidas que se aplicarán con el objetivo de erradicar las profundas distorsiones existentes en el funcionamiento de la economía y la sociedad en su conjunto”, aclarándose que una medida de ese tipo no puede hacerse de golpe, sin crearse previamente una serie de condiciones. (Ver “Raúl Castro: Libreta de abastecimiento no se quitará de golpe”, Juventud Rebelde, 16 de abril de 2011, http://www.juventudrebelde.cu/cuba/2011-04-16/raul-castro-libreta-de-abastecimiento-no-se-quitara-de-golpe/).
Seis años después, “la libreta” sigue vigente, ofreciendo una canasta familiar normada que beneficia a la totalidad de los hogares cubanos mediante el aseguramiento de un conjunto de alimentos básicos a precios altamente subsidiados. A pesar de sus conocidas insuficiencias, “la libreta” continúa siendo un mecanismo crucial para la vida de millones de cubanos y funciona como un factor de estabilidad social y política del país, lo que a su vez le confiere una función positiva en la seguridad nacional.
Sin embargo, dos preguntas son pertinentes:
¿Representa “la libreta” de acceso universal el mecanismo más efectivo para la utilización de los casi 4 mil millones de pesos que el presupuesto nacional destina anualmente al subsidio de los precios de la canasta de alimentos normados?
¿Pudiera mejorarse la alimentación de las familias necesitadas con la misma cantidad de recursos que hoy se destinan a ese subsidio?
Abordar el tema desde una perspectiva económica estrecha pudiera convertir cualquier propuesta de “solución” en una caja de Pandora, con potenciales consecuencias imprevistas y desastrosas. Esto es algo que parece ser ampliamente reconocido. El problema entonces radica en poder avanzar hacia los detalles de propuestas que, abarcando múltiples dimensiones, permitiesen avanzar hacia una posible solución.
No obstante, antes de llegar a esa fase de la discusión es imprescindible tratar de identificar, con la mayor precisión posible, cuál es el punto de partida. A riesgo de omitir involuntariamente algunos aspectos, las principales circunstancias que deberían tomarse en cuenta para comenzar a pensar en una posible transformación pudieran ser las siguientes: los hogares cubanos, la nutrición, y el presupuesto nacional.

Los hogares cubanos

En Cuba existen 3,853,236 hogares que constituyen la unidad alrededor de la cual se estructura el subsidio de precios que reciben los ciudadanos mediante “la libreta”. No existe una coincidencia exacta entre esta cifra de hogares que proviene de un ejercicio censal y la cantidad de “núcleos” que cuentan con una “libreta”, que provienen de un proceso administrativo, pero se asume que la diferencia no es significativa.
Como no se dispone de información precisa acerca de los “núcleos”, se adopta entonces aquí la cifra de hogares. [Ver ONEI, “Proyección de Hogares según edad del jefe y tamaño del hogar. Cuba y provincias, 2015-2030 (ejercicio experimental)” http://www.one.cu/publicaciones/cepde/proyeccion_hogares_cubanos_2015_2030/0_PROYECCION_HOGARES_PUBLICACION.pdf]
Esos hogares reflejan familias cubanas que han experimentado cambios y que los continuarán teniendo. Entre ellos:
El aumento relativo de la llamada “jefatura femenina” en los hogares, con un salto desde el 22,8% registrado en 1981 hasta el 44,9% de 2012.
Apenas en uno de cada tres hogares hay un niño/a menor de 15 años.
En cuatro de cada diez hogares vive un adulto mayor.
El 17,7% de los jefes de hogares tiene un jefe mayor de 70 años de edad. Esa proporción crecerá a un 25,5% para 2030, y los hogares a cargo de personas entre 15 y 54 años disminuirán.
Los hogares son relativamente poco numerosos. El 88,1% de los hogares cubanos tienen entre uno y cuatro miembros.
Para 2030 aumentarán los hogares de uno y de dos miembros, y se reducirán los otros.
(Ver “¿Cuánto ha cambiado la familia cubana?”, Juventud Rebelde, 19 de febrero de 2017, http://www.juventudrebelde.cu/cuba/2017-02-19/cuanto-ha-cambiado-la-familia-cubana/).

La nutrición

El objetivo directo de la “libreta” es contribuir a asegurar un nivel adecuado de nutrición a la población. La “libreta” no garantiza completamente ese nivel nutricional, el cual requiere efectuar gastos adicionales por parte de las familias y de otros mecanismos del Estado (por ejemplo, subsidios adicionales para la alimentación de determinados grupos sociales), pero “la libreta” impide que exista un problema de desnutrición crónica en el país, tal y como ha sido reconocido reiteradamente por organismos como la FAO y la UNICEF.
Los datos más recientes de la FAO ubican la cifra media calórica de Cuba entre las más elevadas de América Latina, próxima a los niveles de naciones como Brasil, Argentina, y México, y con una tendencia creciente. (Ver FAO http://www.fao.org/​fileadmin/​templates/​ess/​documents/​food_security_statistics/​FoodConsumptionNutrients_es.xls).
A diferencia del énfasis en el dato calórico de los análisis utilizados hasta los años noventa, los análisis alimentarios contemporáneos tienen más en cuenta el equilibrio nutricional. Como se conoce, el cierre de comedores obreros y la disminución de los alimentos básicos subsidiados de “la libreta” han reducido la participación del Estado en la cobertura de la ingestión calórica de la población y esto ha afectado a los hogares de bajos ingresos que dependen en mayor medida de los subsidios de precios proporcionados por el Estado. Esta situación se refleja en desigualdades nutricionales.
Sin embargo, existen estudios que –sin ser concluyentes pues se basan en un número pequeño de observaciones- presentan resultados interesantes que deberían ser profundizados mediante análisis suplementarios, y que serían cruciales para poder informar adecuadamente la toma de decisiones en un tema como la posible modificación del sistema de “la libreta”. En ese sentido, los resultados más llamativos son:
A pesar de que se observaron discrepancias notables entre la cifra promedio de ingestión calórica (3 533 kcal en 2014-2016) y las cifras de familias de bajos ingresos (inferiores a 1500 kcal), sin embargo, en lo relativo a las proporciones de los macronutrientes, la composición alimentaria de las familias estudiadas es variada y está bien equilibrada. Esas proporciones se ubican dentro de los parámetros aceptables de macronutrientes recomendados internacionalmente (entre un 10-30% de proteínas, un 45-65% de glúcidos y entre un 20-35% de lípidos).
Se observó que una familia estudiada, con un poder de compra alimentario menor que otra, tenía un consumo energético mayor, y que, a pesar de existir una menor variabilidad de platos cocinados, no se registró un gran desequilibrio en las proporciones de macronutrientes.
Se observó “un aporte de glúcidos elevado, un aporte de lípidos más débil y un aporte proteínico en el nivel inferior de lo aceptable. Entre los glúcidos figura el azúcar, producto muy consumido en una isla productora, y los hidratos de carbono, que dan una mayor sensación de saciedad. Aunque estas cifras de equilibrio son importantes, hay que anotar que dejan una parte de incertidumbre en un equilibrio nutricional real como los que presentamos, ya que pueden diferir en una situación de fuerte déficit calórico, como es el caso de las familias estudiadas”.
Un dato interesante, relacionado con el punto anterior (cambios en la familia) es que la necesidad nutricional de hogares crecientemente expuestos al envejecimiento demográfico tiende a ser diferente al tipo de nutrición que necesita el hogar promedio para el cual fue originalmente diseñada “la libreta”.
(Ver Margalida Mulet Pascual, “Alimentación y análisis nutricional en La Habana bajo el prisma de la etnocontabilidad: el caso comparativo de las familias Vázquez y López”, Cahiers des Amériques latines, No. 84, 2017: Cuba: les temporalités et tensions du changement. https://cal.revues.org/4547#entries).

El presupuesto nacional

El plan del presupuesto nacional para 2017 incluye gastos en subsidios por 3 mil 740 millones de pesos para cubrir la diferencia del precio minorista de los productos de la canasta de alimentos normados. Esto equivale a un promedio de 970,6 pesos anuales por hogar. (Ver, “Servicios sociales concentran mayor parte del Presupuesto del Estado”, Cubadebate, 17 de febrero de 2017 http://mesaredonda.cubadebate.cu/mesa-redonda/2017/02/17/servicios-sociales-concentran-mayor-parte-del-presupuesto-del-estado/).
Está fuera de discusión el hecho de que no todos los hogares cubanos pueden ser catalogados como hogares con familias “necesitadas” (ese es el término formal que se utiliza para caracterizar a las familias que reciben otro tipo de subsidios en Cuba). Es decir, que la posible supresión de “la libreta” para los hogares que no clasificasen como familias “necesitadas” pudiera tener tres efectos posibles:
Reducción de los recursos totales del presupuesto que se dedican al subsidio, con posible destino a otros gastos o para reducir el déficit, a la vez que se pudiera mantener el actual nivel promedio de subsidio de 970,6 pesos anuales para los hogares con familias “necesitadas”.
Multiplicar el efecto social del gasto del subsidio, manteniendo su nivel total en el gasto presupuestario y aumentando la asignación para el subsidio de cada familia “necesitada”. Por ejemplo, si en vez de subsidiar a los más de los 3 millones 853 mil hogares actuales, se pasara a subsidiar 3 millones de hogares, el subsidio para cada hogar pudiera incrementarse en 28,5%. Si se subsidiasen 2,5 millones de hogares, el subsidio para cada hogar se incrementaría en 54%, y si se subsidiasen 2 millones de hogares, el subsidio para cada hogar aumentaría en un 92,6%. Permitiría colocar los recursos escasos con los que cuenta el país en los puntos donde verdaderamente se necesitan y donde el gasto estatal tendría un efecto social más positivo, incluyendo la atenuación de las desigualdades sociales por la vía de una redistribución presupuestaria más sagaz.
Combinación de una reducción del gasto total en subsidios con un incremento del subsidio para cada hogar con familia “necesitada”.
Obviamente, la posibilidad de lo anterior depende de la factibilidad de poder establecer un criterio de elegibilidad bien fundamentado que permita reducir el número de hogares que se beneficiarían de “la libreta”, sin que ello cause un malestar social extendido.
Sobre este punto volveremos en los próximos días.

Pedro Monreal González
El Estado como tal (Blog)

miércoles, 2 de agosto de 2017

#LaPupilaTv ¿Y si Marx tenía razón?




¿Murió el marxismo con la caída del Muro de Berlín? El testimonio de Fidel Castro junto a un profundo análisis de la desigualdad por la economista de OXFAM Rosa Cañete, con la música de Joan Manuel Serrat, Silvio Rodríguez y otros cantautores.

Salvar a Ana Belén

Pronto Ana Belén Montes cumplirá dieciséis años encerrada en una de las peores cárceles de máxima seguridad de Norteamérica. Se la condenó, según el Acta acusatoria formulada contra ella, por haber trasmitido a Cuba informaciones sobre planes agresivos contra la isla urdidos por el Pentágono, agencia donde Ana trabajaba como analista.
No fue acusada de ningún “otro” delito. Tampoco recibió paga o beneficio alguno por hacer lo que hizo. Ante el Tribunal que la condenó, en la única oportunidad que ha tenido para expresarse públicamente, dijo sencilla y serenamente:
“Yo me involucré en la actividad que me ha traído ante Usted porque obedecí mi conciencia más que obedecer la ley. Yo considero que la política de nuestro Gobierno hacia Cuba es cruel e injusta, profundamente inamistosa, me consideré moralmente obligada de ayudar a la isla a defenderse de nuestros esfuerzos de imponer en ella nuestros valores y nuestro sistema político…yo solamente puedo decir que hice lo que consideré más adecuado para contrarrestar una gran injustica”.
Desde entonces, soporta condiciones inhumanas de confinamiento en las que ha debido encarar una grave enfermedad, aislada, lejos de familiares y amigos. Verdadera heroína ha sacrificado su vida por Cuba, por nuestro derecho a vivir en paz. Es grande nuestra deuda para con esta mujer noble y generosa que, en plena juventud, lo entregó todo a cambio de nada.
Hacer todo lo que esté a nuestro alcance para poner fin a su cautiverio es una obligación ineludible a la que nos convoca la gratitud y la solidaridad. Cruzarnos de brazos sería indecente.

Ricardo Alarcón de Quesada

Operación Milagro

Le llaman «la Ceguera». Es un conjunto de cuatro modernos edificios situado al suroeste de La Habana (Cuba), concretamente en el verde y boscoso municipio de Marianao. No lejos de la mundialmente conocida sala de espectáculos Tropicana y del que fuera colegio jesuita de Beléni, donde cursó sus estudios secundarios Fidel Castro. Oficialmente se llama « Instituto Cubano de Oftalmología ‘Ramón Pando Ferrer’ii » y ahíiii es donde se inventó, el 9 de julio de 2004, a iniciativa de Fidel y de Hugo Chávez, la famosa « Operación Milagro » que le ha devuelto la vista a millones de personas ciegas y sin recursos no sólo en Cuba y Venezuela sino en decenas de países de América Latina y del mundo.
El hospital existía, en forma embrionariaiv, antes de la revolución cubana. Se llamaba «La Liga contra la Ceguera» (de ahí el nombre con el que aún se le conoce popularmente) y había sido fundado en 1956 por un grupo de oftalmólogos humanitarios, financiado por un patronato de beneficencia a base de donaciones voluntarias de la población. Pero la mayoría de sus médicos, después de la victoria de la revolución, abandonaron a sus pacientes y se marcharon a Estados Unidos.
Con el personal que no desertó y se mantuvo fiel al proyecto transformador, poco a poco, gracias también a un grupo de jóvenes oftalmólogos, se retomó el proyecto. Así fue consolidándose la idea de impulsar la creación de un Hospital Docente Oftalmológico enteramente financiado por las nuevas autoridades revolucionarias.
En 1988, a iniciativa del presidente Fidel Castro, se creó, en el seno de este hospital, con los más modernos equipos tecnológicos, el Centro de Microcirugía Ocular que pronto iba a situar a Cuba en los primeros puestos, a nivel mundial, en materia de cirugía de cataratas, miopía y glaucoma. De todo el planeta empezaron entonces a acudir pacientes para someterse a delicadas intervenciones. Y la excelente reputación del «Pando Ferrer» se fue extendiendo por el mundo entero.
«¿Cómo surgió la idea de la ‘operación milagro?», le pregunto al doctor Marcelino Ríos, director del Hospital Pando Ferrer. Acompañados por la Dra Eneida Pérez, que dirige el departamento de cataratas, estamos en su modesto despacho en el que destaca una gran foto en blanco y negro, enmarcada –obra de Alberto Korda-, que muestra en primer plano a Fidel Castro encendiendo un cigarro junto a Che Guevara. El Dr Ríos lleva su bata blanca bien abrochada por encima de una camisa azul, está sentado ante una mesa repleta de libros y documentos, y me cuenta: «Todo empezó un 9 de julio del 2004. Se cumplen ahora exactamente trece años. Yo estaba ya de director. Recuerdo que era un viernes, ya de noche, pasadas las siete de la tarde. Una gran parte del personal, como es lógico, ya sa había ido a su casa. Empezaba el fin de semana... Y, de pronto, me anuncian que llega, de improvisto, Fidel. ¡Imagínese!».
El Dr Ríos se echa las manos a la cabeza y hunde los dedos en su espesa cabellera gris mientras, abriendo bien grandes los ojos, trata de reproducir la traumática sorpresa de entonces: «Ignoraba a qué venía el Comandante... Y me puse a reunir a todos los doctores que, a esa hora, podía encontrar disponibles. No eran muchos, cuatro o cinco a lo sumo. Entre ellos estaba la jovencísima Dra Eneida Pérez que no debía tener ni treinta años entonces... Llegó Fidel, con su uniforme verde oliva, sus botas altas, afable como siempre. Venía solo, sin ningún ministro. Nos reunimos en un salita pequeña. Expectantes... Y ahí, sin muchos preambulos, bebiéndose un vaso de agua, Fidel nos pidió, como un favor, si podíamos recibir el día siguiente por la mañana –un sábado...- a un grupo de cincuenta pacientes venezolanos que estarían llegando de Caracas para ser operados de cataratas...».
«¿Ya dominaban ustedes la cirugía de las cataratas?», le pregunto a la Dra Eneida Pérez. Venerada por sus pacientes, amable y bondadosa, considerada como una de las mejores cirujanas oftalmólogas del mundo, la Dra Eneida me explica: «Bueno, quizás no tanto como ahora con trece años más de experiencia... Pero ya realizabamos, en 2004, unas setecientas cirugías por semana... Y ya entonces, varios de nosotros, exactamente siete, dominábamos la más novedosa técnica quirúrjica, la Blumenthalv, para el tratamiento de las cataratas, enfermedad que es responsable, hay que recordarlo, de la mitad de los casos de ceguera en el mundo.»
«Al día siguiente –prosigue el Dr Marcelino Ríos- a las siete de la mañana, llegaban a nuestro hospital los cincuenta venezolanos anunciados por Fidel. Una hora después ya habían sido operados los primeros de ellos. Y el lunes siguiente, nuestros siete cirujanos, trabajando sin descanso, habían operado a todo el grupo. Me llamó Fidel para felicitarnos y preguntarme si podíamos operar a más gente... ¿A cuántos más? le pregunté. Y ahí es cuando me dice que, sin duda, se había expresado mal porque lo que él nos había pedido era de operar a cincuenta venezolanos... por día! Además eso no debía perturbar el servicio a los pacientes cubanos que ya operábamos normalmente...».
«Tuvimos que traer a otros siete oftalmólogos del interior del país porque no dábamos abasto... –me explica la Dra Eneida Pérez- Tuvimos que constituir dos grupos : el primero empezaba a las 7 de la mañana... Terminaba a final del día... Calcule usted, cada intervención en aquella época duraba unos 15 minutos... Y cada cirujano operaba a unos sesenta o setenta pacientes por día... En total, los quatorce cirujanos operábamos a una media de unos 500 pacientes cada día... Fue un reto formidable. Tuvimos que sobrepasarnos. Dos meses después, habíamos operado a unos 14.000 pacientes. Casi todas eran personas sin recursos. Con anécdotas muy conmovedoras: madres o padres que veían a sus hijos por primera vez... Ciegos de nacimiento –porque hay cataratas de nacimiento...- que por fin recobraban la vista y descubrían el mundo... Muchos lloraban de emoción. Humanamente fue una experiencia fabulosa.»
«Fidel –recuerda del Dr Ríos-, un tiempo antes, en una precedente reunión, me había preguntado: ‘¿Cuál es la mejor tecnología para la cirugía oftalmológica, sin contemplar precios pero obviamente que no sea norteamericana?’ Le dije, sin vacilar, que era la alemana o la japonesa. Y el Comandante, a pesar de las reservas expresadas por algún ministro, mandó importar lo mejor. Para dar el mejor tratamiento a nuestro pueblo. Ello permitió a nuestros médicos y a todos nuestros especialistas formarse a las técnicas más actuales, más avanzadas. Sin esos equipos de alta tecnología y sin esos progresos no hubiesemos estado a la altura del desafío que nos planteó aquel 9 de julio de 2004. Fidel lo tenía pensado, no me cabe duda, desde mucho antes. Recordemos que, con Hugo Chávez, ya habían lanzado con enorme éxito, en Venezuela, la ‘Misión Barrio Adentro’, enviando a miles de médicos cubanos a los barrios más pobres para atender a pacientes que, a veces, no habían visto a un doctor o a un dentista en toda su vida. Por eso, los dos Comandantes conciben la idea de lanzar la ‘Operación Milagro’. Pero no divulgan la iniciativa; la mantienen en secreto hasta ver si todo sale bien.»
«Durante más de un año –prosigue la Dra Eneida Pérez- estuvimos operando a miles y miles de pacientes venezolanos. Se estableció un verdadero puente aéreo con Caracas. Cada enfermo venía, por razones obvias, acompañado de un pariente. Y a este pariente, nuestros servicios médicos lo sometían a un examen de salud completo, multidisciplinario. Y a menudo se descubría que padecían diversas afecciones de salud o padecimientos crónicos; y también se les trataban. O sea que paciente y acompañante regresaban a su país totalmente curados.»
«¿Cuándo se anunció publicamente la existencia de la ’Operación Milagro’?», le pregunto al Dr Marcelino Ríos. «Fue -me contesta- en el marco del programa de televisión ‘Aló Presidente’ que se realizó aquí en Cuba, en la provincia de Pinar del Río, en un poblado llamado Sandino, el 21 de agosto de 2005. Ahí es donde los presidentes Hugo Chávez y Fidel Castro anuncian que ya se han operado más de 50.000 pacientes y divulgan la existencia del convenio mediante el cual se crea la ‘Misión Milagro’ que plantea intervenir quirúrgicamente a seis millones de latinoamericanos, aquejados de enfermedades oculares, en un lapso de una década. Se le puso de nombre ‘Milagro’ porque es la expresión popular de centenares de pacientes que, al recobrar la vista, exclaman sorprendidos: ‘¡Es un milagro!’. Muchos de ellos nos contaban sus experiencias de peregrinar por los diferentes servicios de salud de sus respectivos países, sin recibir respuesta. Y ya habían abandonado toda esperanza de recuperar la vista algún día...».
«¿La ‘Operación Milagro’ -le pregunto al Dr Ríos- se ha extendido a otros países además de Venezuela? «El año siguiente al anuncio hecho por los Comandantes Fidel y Chávez, o sea en 2006, abrimos varios de centros oftalmológicos en Venezuela, integrados por profesionales cubanos -un centenar de ellos trabajadores de nuestro hospital Pando Ferrer. Debo precisar que, en la ‘Operación Milagro’, participan unas 165 instituciones cubanas. Y se dispone, además, de una red de cincuenta centros oftalmológicos con 82 posiciones quirúrgicas en 14 países de América Latina y el Caribe. Porque, en efecto, Fidel y Chávez, a partir de la experiencia cubana, decidieron amplíar el servicio a otros países, incluyendo a varios Estados del Caribe, como Haití y San Vicente y las Granadinas. Bolivia fue la siguiente nación. Después se sumaron Guatemala, Honduras, Ecuador, Paraguay, El Salvador, México, Argentina, Uruguay... Hasta alcanzar una veintena, más otras decenas de establecimientos quirúrgicos abiertos por personal cubano en África y Asia.»
En el mundo, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), hay unos 45 millones de ciegos. Y, como nos lo precisaba la Dra Eneida Pérez, la mitad de ellos, o sea unos 25 millones, lo son sencillamente a causa de las cataratas. Lo que significa que, con una simple operación quirúrgica, esos 25 millones de personas podrían recuperar la vista. Dicho de otra manera, esos 25 millones de personas son ciegas porque son pobres. Porque no pueden costearse una intervención quirúrgica de alto coste, o porque no viven en un país con un sistema público de salud que preste esa atención y asuma ese gasto. Esa es la tremenda injusticia que quisieron combatir los líderes de la revoluciones cubana y bolivariana. Igual que ambos combatieron y erradicaron por completo el analfabetismo en sus respectivos países, se propusieron erradicar la ceguera.
Algunos quizás se pregunten si todo esto que estoy diciendo no es más que propaganda. Para verificarlo, como yo era muy miope y con unas cararatas muy complicadas, decidí probar en mi propia persona la ‘Operación Milagro’ y someterme a cirugía en los dos ojos.
Después de los análisis pertinentes, mezclado con las decenas de pacientes que llenan los pasillos del Hospital Pando Ferrer, me sometí a la intervención. Con sus manos de ángel, la Dra Eneida Pérez me operó. Una semana el primer ojo. La semana siguiente el segundo. Seis o siete minutos a cada vez. Cero dolor. Increíble. Totalmente ambulatorio. Apenas operado, te levantas de la mesa del quirófano por tus propios pies y, sin la ayuda de nadie, te marchas a casa. Dos horas después, te retiras tú mismo el esparadrapo que cubre el ojo operado. Milagro. Ya ves bien. Ya puedes hacer vida normal. Puedo dar testimonio de ello. ¿Cómo no pensar en los millones de personas que han vivido esta experiencia? ¿Cómo no estar eternamente agradecidos a los dos Comandantes que impulsaron este grandioso milagro?

Ignacio Ramonet

Notas:

i Su edificio lo ocupa hoy el Instituto Técnico-Militar.
ii Ramón Pando Ferrer (1933-1958) fue un joven estudiante cubano –dirigente estudiantil en la Universidad de Las Villas y militante del Directorio Revolucionario 13 de Marzo- que luchó contra la dictadura de Fulgencio Batista (1952-1959). Arrestado por soldados batistianos, es torturado y asesinado. No se han hallado sus restos mortales.
iii Dirección postal : Instituto de Oftalmología ‘Ramón Pando Ferrer’, calle 76, n° 3104, entre 31 y 41, Marianao, Ciudad de La Habana, Cuba. Tel: +53 72654800. Sito web: www.pando.sld.cu/
iv En 1959, cuando triunfa la revolución, aún no se había terminado de construir el primer edificio de los cuatro que conforman hoy el conjunto hospitalario.
v El profesor Michael Blumenthal, de Israel, es el autor de la técnica de extracción de catarata extracapsular por pequeña incisión realizada manualmente (Manual Small Incisión Cataract Surgery (MSICS). Léase su libro: «Cirugía manual de catarata con incisión pequeña» (Ed. Highlights, 2004).