La elección se vivió como un referéndum sobre el mandato de casi seis años del actual presidente Andrés Manuel López Obrador (conocido como AMLO por sus iniciales), que impulsó la candidatura de Sheinbaum al estar impedido constitucionalmente para presentarse a una reelección. Los medios destacan que, durante su mandato, millones de personas salieron de la pobreza, el salario mínimo se duplicó y se extendieron las pensiones, lo cual habría sido la base de su apoyo popular. El diario británico The Economist destaca el papel jugado por esa “maravilla de la comunicación populista” llamada “Las mañaneras de Andrés López Obrador”, conferencias diarias que el presidente mexicano ofrece los siete días de la semana desde la casa de gobierno y que, transmitidas además por las redes sociales, alcanza una audiencia media de 10 millones de personas. El diario británico, no sin cierta suspicacia, asegura que sólo “los populistas que se respetan a sí mismos hablan directamente con la gente” y que “pocos han dominado el arte como Andrés Manuel López Obrador”.
Las especulaciones opositoras que daban por perdida la elección presidencial, pero apostaban a ganar en las locales, se vieron enormemente frustradas. El partido de gobierno ganó las elecciones para alcalde de Ciudad de México y siete de las nueve gobernaciones estatales en el país. También obtuvo “supermayorías” en al menos 22 de las 32 legislaturas estatales.
Sectores feministas destacaron la importancia de que Sheinbaum sea la primera mujer presidenta del subcontinente norteamericano y salieron a las calles luciendo réplicas de fajas presidenciales con el lema "las mujeres llegamos juntas". Esto, aunque la oposición de derecha también era encabezada por otra mujer, “de raíces indígenas”, que devino en empresaria. Uno de los lemas de campaña de Sheinbaum fue “llegó la hora de las mujeres”. Pero la futura presidenta mexicana enfrentó, como alcaldesa de Ciudad de México, las grandes manifestaciones de 2019 contra la violencia hacia las mujeres. AMLO, por su parte, acusó a las movilizaciones de mujeres de estar infiltradas por sectores de la oposición derechista y generó rechazo al defender la candidatura del gobernador del estado de Guerrero, Félix Salgado Macedonio, después de que se lo acusara de ser un agresor sexual de mujeres.
El aplastante triunfo oficialista ha dejado en primer plano la cuestión de la reforma constitucional. El gobierno entró varias veces en conflicto con el poder judicial, al que acusó de estar plagado de corrupción, y que frenó algunas de las iniciativas oficiales más importantes, como un plan para aumentar el papel del Estado en el sector de la energía eléctrica. A principios de este año, AMLO presentó propuestas de enmienda constitucional para deshacer la apertura del sector energético a la inversión privada de su predecesor, reemplazar la agencia electoral, eliminar los reguladores autónomos y reformar el poder judicial. Este último implicaba la elección directa de los jueces. La derecha ha salido a criticar esta iniciativa, aduciendo que la elección de jueces podría someterlos a presiones políticas y que podría afectar la capacidad de las empresas para obtener una audiencia “justa” sobre disputas judiciales. Ante los recientes resultados, la oposición advierte contra una transición hacia un régimen de partido único. “El PRI ha vuelto”, dijo un ex embajador de México en Estados Unidos al Financial Times (3/6)0, en referencia al partido que gobernó el país durante 71 años seguidos.
Los mercados, además, recibieron el resultado electoral con una caída de las bolsas y una depreciación del peso mexicano del 3%; una caída inusual, destacan los medios financieros, para una moneda que recientemente se ha mantenido fuerte frente al dólar. Este “nerviosismo de los mercados”, como fue definido, refleja una inquietud más amplia sobre las futuras medidas del gobierno. Sheinbaum, sin embargo, salió a dar señales al sector privado, diciendo en un discurso ante sus partidarios el lunes por la mañana que “respetaremos la libertad empresarial y promoveremos y facilitaremos honestamente la inversión privada nacional y extranjera". Además, publicó un video agradeciendo al ministro de Finanzas, Rogelio Ramírez de la O, un economista educado en Cambridge, por aceptar permanecer en su gabinete, como gesto hacia los mercados.
A pesar de las denuncias de la oposición, la posible transición a un gobierno “autoritario” podría no preocupar demasiado a los mercados. El director del Instituto de las Américas de Georgetown en Washington, Alejandro Werner, aseguró al Financial Times que “a los inversores no les preocupa mucho el deterioro de las instituciones. Su interpretación será que la gran victoria le da a [Sheinbaum] más instrumentos para gobernar, si la economía se deteriorara, mientras que la contaminación de la economía por el deterioro institucional ocurrirá sólo en el mediano plazo”.
Por otra parte, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, felicitó a Sheinbaum. La relación entre Estados Unidos y México es un elemento clave en materia de comercio, inmigración y seguridad, en un año con elecciones en ambos lados de la frontera. El año pasado, México se convirtió en el principal socio comercial de Estados Unidos. La guerra comercial entre Estados Unidos y China ha hecho de México una fuerza de atracción para la instalación de nuevas fábricas, principalmente del país asiático que busca así sortear los aranceles y sanciones impuestas por EEUU (en una triangulación comercial llamada ‘nearshoring’). La oposición derechista asegura que el crecimiento del PBI de México es mucho menor del que corresponde a la oportunidad histórica del país, debido a que la “retórica antiempresarial” de López Obrador ahuyentaría mayores inversiones. El T-MEC (Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá), que sustenta el comercio y la inversión de América del Norte, deberá ser revisado en 2026. Si Donald Trump gana las elecciones presidenciales de Estados Unidos en noviembre, el acuerdo, aseguran los medios, podría ser objeto de una renegociación total. El expresidente republicano se ha comprometido a aumentar los aranceles y tomar medidas drásticas contra la migración ilegal si gana en noviembre.
México también está bajo una fuerte presión de Estados Unidos para reducir los niveles récord de migración ilegal. López Obrador, entabló una relación de trabajo efectiva con Trump y Biden, y Sheinbaum insiste en que ella puede hacer lo mismo. En 2023, la agencia de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos encontró 2,5 millones de personas cruzando la frontera desde México, frente a 1,7 millones en 2021. En mayo de este año, AMLO se comprometió a mantener los cruces por debajo de 4.000 por día.
Pero la flamante presidenta deberá hacer frente a uno de los mayores problemas que heredará del gobierno actual: el crecimiento del poder de las pandillas y el narcotráfico.
Las pandillas mexicanas han sido uno de los protagonistas de estas elecciones, calificadas como las más sangrientas de la historia, debido a la cantidad de candidatos asesinados, hasta incluso el mismo día de la elección. Los narcos de México son los principales fabricantes de fentanilo que, junto con otros opioides sintéticos, mata a unas 75.000 personas cada año sólo en Estados Unidos. El crecimiento de las bandas narcos se produjo paralelamente a una militarización creciente del país y a un aumento descomunal del poder que AMLO otorgó a las Fuerzas Armadas, que amenaza con desbordar todo tipo de control gubernamental.
El otro gran problema heredado por Sheinbaum será el brutal déficit fiscal, que alcanzará casi el 6% del PBI este año, calificado como el peor déficit presupuestario de México desde la década de 1980. El gobierno, además, sostiene a la energética estatal mexicana Pemex, que es la petrolera más endeudada del mundo, con más de 100 mil millones de dólares de deuda, y que tiene su producción disminuyendo desde hace años. Los sistemas de salud y educación, finalmente, se encuentran al borde del colapso, al igual que la infraestructura necesaria para sostener los grandes conglomerados industriales que se instalaron en el país durante los últimos años. Algunos analistas aseguran que la infraestructura del país se encuentra en el límite de su capacidad. Si bien la Secretaría de Hacienda sostuvo que reducirá el déficit a poco menos de la mitad el próximo año, los economistas aseguran que la economía mexicana ya ha comenzado a desacelerarse y que la reducción del déficit es casi imposible sin darle un tiro de gracia que desate una crisis aún mayor.
El Be
06/06/2024
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