Yamen Abu Suleiman, director de Defensa Civil en Khan Younis, dijo a CNN que algunos cadáveres tenían las manos y los pies atados, “y había señales de ejecuciones sumarias. No sabemos si fueron enterrados vivos o si fueron ejecutados”. Otros "estaban sin ropa, lo que sin duda indica que fueron detenidos y torturados antes de que los mataran", agregó. También había cadáveres con uniforme del personal de salud o vendados, lo que hace presumir que ejecutaron a médicos y pacientes.
Las tropas de ocupación sionistas asaltaron en la noche del 14 al 15 de febrero las instalaciones del hospital Nasser, el mayor complejo hospitalario del sur de la Franja, y tomaron el control durante semanas A pesar de los pedidos de clemencia de Médicos Sin Fronteras, ordenaron la evacuación de miles personas desplazadas que se refugiaban en el hospital. Se retiraron el 7 de abril, dejando la ciudad en ruinas.
Aparentemente, el ejercito sionista “también desenterró cadáveres para buscar rehenes de Israel, hicieron pruebas de ADN y después mezclaron todos los cadáveres”, explicaron algunos pobladores que buscan los restos de sus familiares. Israel negó haber hecho fosas comunes pero admitió que sacó docenas de cuerpos para realizar pruebas de ADN, “antes de devolver los restos en contenedores” (CNN 22/4).
Estas no son las primeras fosas comunes que hace el ejército sionista para ocultar asesinatos masivos de civiles. La semana pasada se encontró una nueva fosa común en el hospital Al Shifa, el complejo sanitario más grande de Palestina que fue reducido a escombros. Israel ha convertido los hospitales de Gaza en campos de exterminio.
Mientras muchas personas esperaban en el patio del hospital Nasser reconocer los restos de sus familiares para volver a enterrarlos, el lunes los tanques sionistas volvieron a ingresar a Khan Younis. También prosiguen los ataques aéreos en la ciudad de Rafah, donde las incursiones nocturnas mataron el domingo a 22 personas, entre ellas 18 niños.
Los principales medios de comunicación estadounidenses han ocultado la existencia de fosas comunes. Por ejemplo, los tres principales periódicos estadounidenses, el New York Times, el Washington Post y el Wall Street Journal (WSWS 23/4). Los crímenes de guerra debilitarían la furiosa campaña del gobierno y todo el establishment contra los estudiantes y docentes propalestinos.
Sin embargo, el descrédito del Estado sionista es ilevantable. Volker Türk, alto comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, se ha mostrado “horrorizado” y exigió una investigación “creíble e independiente” sobre “el hallazgo de fosas comunes frente a varios hospitales con centenares de cadáveres”.
Por otra parte, una investigación independiente encargada por el secretario general de la ONU, António Guterres, ha concluido que “Israel no aportó pruebas que demuestren que personal de la UNRWA, la agencia de la ONU para los refugiados palestinos, esté vinculado a organizaciones islamistas como Hamás”.
No solo eso: la UNRWA citó el testimonio de trabajadores de la agencia que estuvieron presos por el ejército y fueron obligados a confesar falsamente que habían participado en el ataque del 7 de octubre. Para “convencerlos” los sometieron a “golpizas por parte de interrogadores y médicos que trabajaban con el ejército, así como ataques de perros y amenazas de violación y asesinato".
Las falsas acusaciones israelíes fueron la excusa para que 16 países cortaran las contribuciones a la UNRWA, que es el principal canal de ayuda humanitaria no solo para los palestinos de Gaza, sino para las comunidades de refugiados palestinos de toda la región.
Aunque el cínico del secretario de Estado Anthony Blinken afirmó que Estados Unidos “está preocupado” por supuestas violaciones a los derechos humanos en Gaza, las investigaciones que confirman torturas, falsificación de información, ejecuciones sumarias masivas y fosas comunes, se producen en un momento en que Estados Unidos aprobó 13.000 millones de dólares en ayuda militar, dando luz verde a Israel para que continúe el genocidio. La Cámara de Representantes de Estados Unidos votó otros $26 mil millones en nueva ayuda militar.
La masacre anunciada
Un comunicado de la Casa Blanca, este lunes, confirmó el aval de Biden a la avanzada sionista sobre Rafah, más allá de sus mentirosos rezongos. En reuniones de alto nivel, Estados Unidos e Israel “acordaron el objetivo compartido de ver a Hamás derrotado en Rafah", dijeron. El Wall Street Journal informó cómo piensan llevar a cabo la masacre.
Israel comenzará inmediatamente a desplazar a la población de Rafah -por lo menos 1,5 millón de refugiados- para preparar un asalto definitivo. Se supone que los ubicará en tiendas de campaña en Khan Younis y otras ciudades.
La operación, dice el Wall Street Journal, “duraría dos o tres semanas y se realizaría en coordinación con Estados Unidos, Egipto y otros países árabes como los Emiratos Árabes Unidos". Después se tomarían otras seis semanas para reducirla a polvo mientras buscan rehenes y comandos de Hamás.
El informe llegó mientras el portavoz del Departamento de Estado de EE. UU. Matthew Miller, dijo: "No queremos ver a los palestinos evacuados de Rafah a menos que sea para regresar a sus hogares" (Times Of Israel 23/4).
La rebelión de los estudiantes y docentes norteamericanos contra su gobierno, los bloqueos a las fábricas de armas es el camino para frenar el genocidio palestino y para derrotar a sus cómplices.
Olga Cristóbal
23/04/2024
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