A diez días de las elecciones.
El crimen del candidato presidencial Fernando Villavicencio, del Movimiento Construye, a diez días de las elecciones adelantadas en Ecuador, ha puesto de relieve el enorme desarrollo alcanzado en el país por las bandas del narcotráfico.
Días antes de que un sicario disparara 40 balazos y le quitara la vida, Villavicencio había denunciado amenazas de un grupo delictivo conocido como Los Choneros, presuntamente vinculado al cartel mexicano de Sinaloa.
La banda que se atribuyó el hecho, sin embargo, es un desprendimiento y rival de aquélla: Los Lobos, que difundió un video en que se ve a varios hombres armados y encapuchados, amenazando con nuevos ataques. A esta banda se la asocia con otro grupo mexicano, el Cartel Jalisco Nueva Generación. Se estima que cuenta con 8 mil integrantes y se dedica al tráfico de cocaína, el sicariato y la minería ilegal.
El desarrollo de estos grupos criminales, concentrado en las zonas costeras, ha ido de la mano de un incremento de la tasa de muertes violentas, que alcanzó el récord de 25,32 personas por cada 100 mil habitantes en 2022.
El accionar de estos grupos es inexplicable sin la complicidad y el entrelazamiento con el aparato estatal. Operan directamente desde los penales, donde se han encontrado inclusive armas de grueso calibre. Los sangrientos motines penitenciarios de 2021, en los que el hacinamiento inhumano se combinó con las internas entre bandas, propiciaron un cóctel devastador que dejó más de 300 muertos.
Villavicencio no es el primer candidato asesinado en el curso de la campaña. Ya había sido abatido el alcalde de Manta, Agustín Intriago, una ciudad portuaria clave para el narcotráfico. También fue asesinado un candidato a asambleísta en la provincia de Esmeraldas.
El gobierno de Guillermo Lasso decidió, ante el crimen de Villavicencio, dictar el estado de excepción por 60 días. Esto implica la movilización de la Policía y las Fuerzas Armadas, y la restricción de derechos como la libertad de reunión. Estas medidas apuntalan la represión contra las masas, mientras las bandas criminales continúan operando con total impunidad.
Ecuador se está hundiendo en una situación social calamitosa, como fruto del crecimiento del narcotráfico y de la pobreza, que se expande debido a la aplicación de las recetas del FMI por parte de los gobiernos capitalistas.
Es necesaria una salida política de los trabajadores.
Gustavo Montenegro
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