miércoles, 31 de enero de 2018
El Banco Mundial y las nuevas lecciones de democracia para Cuba desde Chile
Basado en un texto de Iroel Sánchez - Al Mayadeen / “La pupila insomne”.- La novela de Bertolt Brecht “Los negocios del señor Julio César” ya nos contaba cómo en la Roma preimperial la economía, a través del abastecimiento y precio del trigo, era utilizada como arma política.
Edición: Ana Gil.
El lavadero de Miami
Miami es considerada una ciudad global, uno de los centros financieros y de comercio más importantes de Estados Unidos y el principal punto de conexión con América Latina y el Caribe. Sirve como sede de las operaciones latinoamericanas para más de 1.400 multinacionales y las aduanas de la ciudad procesan el 40% de las exportaciones del país hacia la región.
Alberga oficinas centrales y sedes de las empresas más influyentes del mundo; el centro de la ciudad tiene la mayor concentración de bancos internacionales del país (más de 100), y es precisamente donde, una y otra vez, se estremece a Estados Unidos por escándalos de lavado de activos.
El concepto de lavado de dinero se refiere a la actividad que se desarrolla para encubrir el origen de fondos que fueron obtenidos mediante actividades ilegales. El objetivo del también conocido como blanqueo de capitales es que ese dinero obtenido ilícitamente aparezca como el fruto de una actividad económica o financiera legal.
Por lo general se pretende legitimar fondos procedentes del narcotráfico, la corrupción, el fraude fiscal, el contrabando, la venta de armas o los secuestros, entre otros, para que dicho dinero pueda ingresar en el sistema financiero.
Uno de los últimos, que se afirma es el caso de lavado de dinero más grande de la historia en el sur de la Florida, tiene que ver con la comercialización de oro extraído ilegalmente en minas de Colombia y Perú por corredores asentados en la Ciudad de Miami, Florida, de la empresa NTR Metals, quienes forman parte de una confabulación para lavar alrededor de 3 600 millones de dólares.
Un juez cercano al proceso afirmó que el caso iba mucho más allá del lavado de dinero pues implica deforestación en las selvas amazónicas, el envenenamiento de trabajadores y otros males sociales provocados por la extracción ilegal de oro de Colombia y Perú, devastación ambiental y humana que recientemente ha sido denunciada por el Papa Francisco, en ocasión de su visita por Sudamérica.
El Pontífice se hizo portavoz de “la opresión” que viven los indígenas de la Amazonia por los intereses económicos y la corrupción que están destrozando su territorio durante el encuentro con los pueblos originarios y dijo que Perú debe luchar contra la corrupción.
“Cuánto mal les hace a nuestros pueblos latinoamericanos y a las democracias ese ‘virus’ social, un fenómeno que lo infecta todo (la corrupción)”, dijo el Papa.
Mencionó la fuerte presión de los intereses económicos “que dirigen su avidez sobre petróleo, gas, madera, oro, monocultivos agroindustriales”, citó todas las amenazas que están aniquilando el Amazonas y a los indígenas, en especial “la contaminación propiciada por la minería ilegal”.
Uno de los procesados legalmente era el jefe de operaciones de la citada firma y junto a otros implicados compró a narcotraficantes y grupos delictivos oro extraído ilegalmente; sobornó a funcionarios de gobierno, y falsificó documentos para la importación a Miami del metal precioso. Se señala que no se trata de un hecho aislado, sino parte de una serie de escándalos asociados a una gran operación de contrabando de oro y lavado de dinero entre América Latina y el sur de la Florida, calificado por el fiscal federal adjunto como “un problema muy extendido y de gran importancia”.
Contrabandistas peruanos, narcotraficantes colombianos, el mexicano Cartel de Sinaloa, conforman una mezcla letal que ha confluido en Miami para lavar dinero de la cocaína, del oro y de la muerte.
Según la prensa local, “el caso ha arrojado luz sobre el papel de Miami como punto de comercio internacional de oro”,
pues la mayor parte entra a EE.UU. por el Aeropuerto Internacional de Miami para ser refinado por NTR Metals y otras empresas del sur de la Florida.
Quizás no sea toda la luz necesaria ni la verdad imprescindible sobre esos hechos, pero sí se confirma que aunque el lavado de dinero no es nuevo en el Sur de la Florida, y se dice que las drogas no ingresan en Estados Unidos por esta parte del país en el volumen que lo hacían en la década de 1980, Miami se mantiene como el centro principal de lavado de beneficios ilícitos de la nación. Así lo reconocen entidades norteamericanas citadas por los medios de prensa y las historias que salen a la luz.
En el año 2015, varios centenares de empresas que exportaban artículos electrónicos desde Miami estaban bajo la lupa de las autoridades, que investigaron si organizaciones criminales realizaban transacciones comerciales allí para lavar su dinero.
La policía de Inmigración y Aduanas controlaba 7.000 negocios que deberían notificar a las autoridades a través de documentos escritos cada vez que realicen una transacción de 3,000 dólares o más.
En 2016, se conoció el resultado de la “Operación Neymar”, denominada así porque un sospechoso usaba como seudónimo el nombre del astro brasileño del fútbol, la cual recaudó más de un millón de dólares en efectivo en dinero confiscado de las drogas.
La amplia investigación confirmó que aún prospera en Miami un gran negocio de lavado de dinero de las drogas. El llamado “mercado negro del cambio del peso” –que involucró la supervisión de negocios en 17 países– fue la primera de su tipo que se presentó en la corte estatal de Miami-Dade y ofrece la ventana más reciente al sistema subterráneo de préstamos alimentado por las drogas, que las autoridades de aplicación y cumplimiento de la ley creen apoyaba a cientos de negocios en el sur de la Florida.
Son solo algunos ejemplos recientes de que no es algo nuevo, pues desde la segunda mitad del pasado siglo Miami ha sido testigo de lavado de miles de millones de dólares provenientes de los más disímiles negocios ilícitos y macabros resultantes de la políticas de Washington hacia el continente y el mundo. Ha servido de refugio para connotados malversadores y corruptos de ayer y de hoy, de distintas partes de mundo, que viven allí con total impunidad, incluso protegidos.
Aviones y yates repletos de dinero robado a las arcas de la nación llegaron a Miami procedentes de Cuba desde la madrugada del 1ro de enero de 1959 en manos de politiqueros y esbirros de la tiranía; le había precedido la entrada de drogas en aviones militares y civiles cubanos que despegaban del aeropuerto de Columbia en La Habana con droga o dinero del narcotráfico propiedad de pandillas cercanas al dictador Fulgencio Batista y las mafias norteamericanas y europeas que operaban libremente bajo su protección y complicidad.
Después se ha lavado dinero del bandidismo, de la invasión, del sabotaje, del terrorismo, de la guerra biológica, del mercenarismo, del flotipandillismo (provocaciones desde el mar), del tráfico de personas, del robo de cerebros y talentos, en fin del negocio de la guerra contra Cuba, del intento de genocidio de su pueblo por estrangulación económica; de las sangrientas dictaduras latinoamericanas hijas de la Operación Cóndor; de los denominados conflictos de baja intensidad, de las intervenciones preventivas; de los golpes de Estado; de la encrucijada no convencional contra la Revolución Bolivariana y las amenazas bélicas.
Mucho se habla de los “paraísos fiscales” en el mundo, que entre otras cosas se emplean para lavar dinero de ilícitos. EE.UU., que ha sido el destino principal de todas las rutas, por lo general no se menciona, pero en esa nación hay unos 17 estados, en cuyos bancos operan tales paraísos. En Florida, Miami es quizás el mejor ejemplo.
Desde los años 80 le dio la vuelta al mundo la serie televisiva “Corrupción en Miami”, que luego se llevó al cine, y en agosto pasado comenzó a filtrarse la realización de una nueva temporada para el 2018-2019. Los hechos reales que estallan en la ciudad superan los de ficción para alimentar guiones y Hollywood -como la prensa- vuelve su mirada al sur de la Florida.
Francisco Arias Fernández
sábado, 27 de enero de 2018
Rebajar el crecimiento espectacular de visitantes a Cuba: ¿misión imposible de la Casa Blanca?
Cubainformación TV – Basado en un texto de Norelys Morales Aguilera – Blog “Isla mía”.
Según el Centro Brady para la Prevención de la Violencia, en EEUU fallecen cada año casi 34 mil personas por arma de fuego. Cada día, 309 personas reciben disparos, 93 de las cuales mueren.
Edición: Ana Gil.
viernes, 26 de enero de 2018
No encuentro razón alguna para que los Cinco no sean diputados
Queridos amigos
Desde su regreso, en cuanto salgo de mi casa o de otro lugar con mi esposo, soy testigo de las múltiples y continuas muestras de cariño, afecto, admiración y también agradecimiento que pone de manifiesto todo el que se siente patriota y se cruza con Rene. Siempre me da la impresión, por la forma tan cercana en que se dirigen a él, de que es como cuando te encuentras a tu amigo de la infancia o a tu hermano de pronto en la calle, que sabes que no lo ves hace tiempo pero nunca lo dejaste de tener presente. Unos le dicen hermano, otras lindo, otros cuídate, te amamos, te queremos, tu eres nosotros, que Dios te bendiga, ustedes hacen falta a Cuba, pa’qué decirles, hasta uno quiso que la esposa lo besara y de las fotos ni hablar…
Digo todo esto porque estoy segurísima que el pueblo se ve representado en ellos y así se los manifiesta. Desde hace varios días muchas personas en la calle y otros en los medios nos vienen preguntando unos y dando por seguro otros, que los cinco saldrían candidatos a diputados en estas elecciones. Quiero aclarar que digo NOS porque a mí también me preguntan a diario, supongo que esto también le sucede al resto de los familiares de los cinco.
Al salir el listado de los candidatos, ha sido como una explosión de opiniones que nos llegan y les aseguro que no tengo respuesta para muchas de las interrogantes. He decidido entonces responder a las que puedo y decirles lo único que sé en cuanto a René González Sehwerert y las elecciones. Quisiera aclararles a algunos amigos que tratando de dar explicación a la no inclusión de tres de ellos realmente cometen errores.
René González regresó a Cuba en 1961 y desde entonces para los efectos de nuestras leyes es cubano porque así lo decidieron primero sus padres y luego él. Como tal pasó por tres años el servicio militar y luego voluntariamente estuvo 2 años en Angola como soldado de esta patria. Como cubano se le llamó a cumplir su misión en Estados Unidos aunque allí permaneció con sus derechos de nacimiento. Todos recordamos que renunció a la ciudadanía norteamericana para poder regresar a su pueblo y con su familia 23 años después. Aclarado esto no hay por qué pensar que René no es cubano.
Otros han tenido dudas respecto a que no tengan disposición de ser diputados y representar a su pueblo ante la Asamblea. Duele en el alma nada mas de pensar que alguien se le haya ocurrido tal idea. Jamás dudó René un segundo en dar su disposición ante la tarea de representar a su pueblo en las entrañas de la mafia de Miami, a riesgo de su vida y dejando en pleno año 1990 a su esposa y su hija de seis añitos, pasando ellas por la vergüenza de ser familia de un desertor. El resto de la historia la mayoría la saben.
A la oficina de René un día llegó un representante del sindicato de Cultura, al cual él pertenece por ser vicepresidente de la Sociedad Cultural José Martí. Le dejaron una planilla a llenar con sus datos personales alegando que había sido propuesto por este sindicato a candidato a diputado. El la llenó y la entregó. Al resto de los cinco les sucedió de igual manera propuestos por diferentes lugares. Hasta ahí lo que sabemos, nunca más fue consultado, ni llamado, ni nadie se le acercó para pedirle ni opinión ni otra disposición.
René siguió trabajando como siempre lo ha hecho y lo he visto hacer desde hace 35 años en cada tarea que se le ha asignado, entregado en cuerpo y alma, con tremenda alegría y optimismo que todo el que lo conoce bien sabe que siempre lo acompañan, con su tremenda transparencia y acometida contra lo mal hecho. Todo a pesar de que esta tarea no tiene nada que ver con su vocación, y de que ni siquiera puede ejercer la profesión que ama. Hasta ahí lo que sé, ayer de pronto el listado de los candidatos y la avalancha de preguntas.
Mi respuesta: Pregúntenle por favor a la comisión, yo no encuentro razón alguna para que los cinco no sean diputados. Se lo merecen en primer lugar, están más probados que el chocolate, Cuba los necesita también a ellos. Es muy de mal gusto tratar de establecer diferencias entre los cinco, cuando el imperio lo intentó con todo su poderío se cogió el c… con la puerta. Siempre serán hermanos y revolucionarios probados.
Una amiga en facebook manifiesta: “Dudo que alguna comisión de candidatura los haya excluido porque sí, esas comisiones están integradas por gente de bien. Dudo que alguien pueda obviar a los Cinco, porque son el corazón mismo de esta Isla. Alguna otra razón debe haber, supongo…”
Compañera, siento decirle que no hay error alguno. Tres de los cinco fueron obviados por la comisión, lo que representa, en mi opinión, una nueva y gran injusticia contra los cinco héroes de la República de Cuba.
Revolucionariamente siempre.
Olga Salanueva
Progreso Semanal
Olga Salanueva Arango es esposa de René González Sehwerert.
Desde su regreso, en cuanto salgo de mi casa o de otro lugar con mi esposo, soy testigo de las múltiples y continuas muestras de cariño, afecto, admiración y también agradecimiento que pone de manifiesto todo el que se siente patriota y se cruza con Rene. Siempre me da la impresión, por la forma tan cercana en que se dirigen a él, de que es como cuando te encuentras a tu amigo de la infancia o a tu hermano de pronto en la calle, que sabes que no lo ves hace tiempo pero nunca lo dejaste de tener presente. Unos le dicen hermano, otras lindo, otros cuídate, te amamos, te queremos, tu eres nosotros, que Dios te bendiga, ustedes hacen falta a Cuba, pa’qué decirles, hasta uno quiso que la esposa lo besara y de las fotos ni hablar…
Digo todo esto porque estoy segurísima que el pueblo se ve representado en ellos y así se los manifiesta. Desde hace varios días muchas personas en la calle y otros en los medios nos vienen preguntando unos y dando por seguro otros, que los cinco saldrían candidatos a diputados en estas elecciones. Quiero aclarar que digo NOS porque a mí también me preguntan a diario, supongo que esto también le sucede al resto de los familiares de los cinco.
Al salir el listado de los candidatos, ha sido como una explosión de opiniones que nos llegan y les aseguro que no tengo respuesta para muchas de las interrogantes. He decidido entonces responder a las que puedo y decirles lo único que sé en cuanto a René González Sehwerert y las elecciones. Quisiera aclararles a algunos amigos que tratando de dar explicación a la no inclusión de tres de ellos realmente cometen errores.
René González regresó a Cuba en 1961 y desde entonces para los efectos de nuestras leyes es cubano porque así lo decidieron primero sus padres y luego él. Como tal pasó por tres años el servicio militar y luego voluntariamente estuvo 2 años en Angola como soldado de esta patria. Como cubano se le llamó a cumplir su misión en Estados Unidos aunque allí permaneció con sus derechos de nacimiento. Todos recordamos que renunció a la ciudadanía norteamericana para poder regresar a su pueblo y con su familia 23 años después. Aclarado esto no hay por qué pensar que René no es cubano.
Otros han tenido dudas respecto a que no tengan disposición de ser diputados y representar a su pueblo ante la Asamblea. Duele en el alma nada mas de pensar que alguien se le haya ocurrido tal idea. Jamás dudó René un segundo en dar su disposición ante la tarea de representar a su pueblo en las entrañas de la mafia de Miami, a riesgo de su vida y dejando en pleno año 1990 a su esposa y su hija de seis añitos, pasando ellas por la vergüenza de ser familia de un desertor. El resto de la historia la mayoría la saben.
A la oficina de René un día llegó un representante del sindicato de Cultura, al cual él pertenece por ser vicepresidente de la Sociedad Cultural José Martí. Le dejaron una planilla a llenar con sus datos personales alegando que había sido propuesto por este sindicato a candidato a diputado. El la llenó y la entregó. Al resto de los cinco les sucedió de igual manera propuestos por diferentes lugares. Hasta ahí lo que sabemos, nunca más fue consultado, ni llamado, ni nadie se le acercó para pedirle ni opinión ni otra disposición.
René siguió trabajando como siempre lo ha hecho y lo he visto hacer desde hace 35 años en cada tarea que se le ha asignado, entregado en cuerpo y alma, con tremenda alegría y optimismo que todo el que lo conoce bien sabe que siempre lo acompañan, con su tremenda transparencia y acometida contra lo mal hecho. Todo a pesar de que esta tarea no tiene nada que ver con su vocación, y de que ni siquiera puede ejercer la profesión que ama. Hasta ahí lo que sé, ayer de pronto el listado de los candidatos y la avalancha de preguntas.
Mi respuesta: Pregúntenle por favor a la comisión, yo no encuentro razón alguna para que los cinco no sean diputados. Se lo merecen en primer lugar, están más probados que el chocolate, Cuba los necesita también a ellos. Es muy de mal gusto tratar de establecer diferencias entre los cinco, cuando el imperio lo intentó con todo su poderío se cogió el c… con la puerta. Siempre serán hermanos y revolucionarios probados.
Una amiga en facebook manifiesta: “Dudo que alguna comisión de candidatura los haya excluido porque sí, esas comisiones están integradas por gente de bien. Dudo que alguien pueda obviar a los Cinco, porque son el corazón mismo de esta Isla. Alguna otra razón debe haber, supongo…”
Compañera, siento decirle que no hay error alguno. Tres de los cinco fueron obviados por la comisión, lo que representa, en mi opinión, una nueva y gran injusticia contra los cinco héroes de la República de Cuba.
Revolucionariamente siempre.
Olga Salanueva
Progreso Semanal
Olga Salanueva Arango es esposa de René González Sehwerert.
jueves, 25 de enero de 2018
Bacardí: mafia, publicidad engañosa y boicot internacional
La raíz cubana de un ron que Bacardí comercializa de manera fraudulenta -solo en EEUU- con la marca robada `Havana Club´ -y fabricado en Puerto Rico- es nula. Pero para arreglarlo está… la publicidad. Una gran campaña, creada por la agencia BBDO de Nueva York y protagonizada por un conocido actor de cine, trata de convencer al público estadounidense de una enorme mentira.
martes, 23 de enero de 2018
lunes, 22 de enero de 2018
El orgullo de ser hija de Jesús Menéndez
“Lo que siempre me ha llegado en relación con papá es muy loable”, afirma Teresita de Jesús Menéndez Cervera, hija menor del General de las Cañas.
Teresita de Jesús Menéndez Cervera solo tenía cuatro meses de nacida cuando el inolvidable líder azucarero Jesús Menéndez Larrondo, fue asesinado, el 22 de enero de 1948, en Manzanillo. Le antecedían sus hermanos Carlos de Jesús, de 5 años; Nardo de Jesús, de cuatro, y Zoila Adela de Jesús, de uno y medio.
Al preguntarle qué significó para ellos el asesinato de su padre y la muerte de la madre, meses después, explica:
“Como es natural, esos sucesos fueron muy dolorosos, porque mi mamá se afectó de tal manera que un miembro de la familia tuvo que hacerle frente a la situación. Al morir papá se hizo una colecta nacional muy grande para nuestra educación y manutención, y nos construyeron una casa, la cual en la actualidad es sede de un museo a él dedicado.
“Éramos muy pequeños, pero un hogar destruido siempre deja secuelas en los niños. A mis hermanos, los más afectados, les duele recordar la situación vivida entonces; no puedo ponerme en el lugar de ellos porque era muy pequeña y solo he tenido referencias de sus compañeros. Lo que siempre me ha llegado en relación con papá es muy loable. En especial por parte de los azucareros, fundamentalmente de los cincuentenarios que lo conocieron; lloraban de emoción ante su tumba. Todo eso es muy significativo.
“El Partido Socialista Popular (PSP) nos puso un tutor que también velara por nosotros. El primero fue Lázaro Peña, a quien sustituyó Salvador García Agüero cuando el régimen impuesto por Fulgencio Batista, con el golpe de Estado de 1952, impidió el regreso de aquel al país. Más tarde fue Arnaldo Escalona, pero al recrudecerse la tiranía no podía estar pendiente porque corría el riesgo de que lo apresaran cuando fuera al banco a autorizar nuestras mensualidades, razón por la cual un primo nuestro asumió la tutela.
“Lo que quiero dejar bien claro es que el PSP siempre estuvo pendiente de nosotros. Además, mi familia paterna, con la cual fundamentalmente nos criamos, era comunista, de manera que tuvimos una formación bastante acorde con la que nuestros padres hubieran deseado”.
¿Qué historias le llegaron a usted alrededor del asesinato de su papá?
“Desde que tengo uso de razón hemos participado en las peregrinaciones al cementerio, y estado en contacto con compañeros allegados que nos contaban acerca de sus relaciones con él. Yo soy la menos afectada, porque no conocí a nuestros padres, pero no sucedía lo mismo con mi hermano mayor, y el segundo, porque aunque eran pequeños tuvieron un hogar, los conocieron, y no es lo mismo”.
En el artículo titulado La muerte de Jesús Menéndez: una historia mal contada, publicado por la revista Espacio Laical (número 2 del 2016), por Newton Briones Montoto, este presenta la versión de que quien mató a su papá lo hizo en defensa propia. ¿Qué opinión le merece a usted lo planteado por él?
“En cuanto a la versión ofrecida por Newton Briones Montoto, coincido plenamente con la valoración hecha por la doctora Angelina Rojas Blaquier, publicada en Trabajadores en las ediciones correspondientes a los días 13 y 20 del pasado febrero.
Existen dos versiones: una real, la de que fue atacado por la espalda, tal como arrojó la autopsia practicada por el doctor Genaro Ortiz; y la otra, ofrecida por el Gobierno vendido a los intereses de Estados Unidos, en la que se planteaba que él había disparado contra el capitán Joaquín Casillas Lumpuy. Mi papá comenzó a correr peligro desde el momento en que no aceptó el dinero que las grandes transnacionales del azúcar le ofrecieron para que abandonara la causa. Por eso lo mataron.
Newton Briones escribió su artículo a partir de un informe del ejército, que lógicamente contradice al del doctor Ortiz, al cual no acude. De esa forma tergiversa lo ocurrido a una figura tan querida y respetada de nuestra historia.
Evidentemente su enfoque se corresponde con el diversionismo ideológico, y su trabajo se enmarca precisamente dentro de esta corriente, cuyo objetivo es tergiversar la realidad para devaluar imágenes, confundir al pueblo, y destruir los valores y símbolos de nuestro sistema social.
Me referiré a algo que viene muy a colación con el problema creado por Newton Briones Montoto con su artículo:
Después del triunfo de la Revolución nos llegó una carta de un desconocido. Se trataba de un trabajador azucarero, viejo militante del PSP, nombrado Juan Abreu, quien nos decía que tenía enterrado el corazón de nuestro padre y nos invitaba a ir a Manzanillo a conocer el lugar. Ese año el sindicato azucarero conmemoró la muerte de papá en esa ciudad, y participamos en la inauguración de un pequeño monumento levantado en el cementerio, en el sitio donde estaban enterrados sus restos.
Juan Abreu fue de los compañeros que entraron a la casa de socorros de Manzanillo, donde habían emitido una autopsia falseada. Secuestraron el cadáver y lo llevaron al local del Sindicato de la Fraternidad del Puerto; allí, sobre una mesa, con la cabeza apoyada en una piedra, el doctor Genaro Ortiz realizó la autopsia y lo prepararon para el recorrido hacia La Habana. Obraron de ese modo porque sabían que en el otro lugar harían cuanto fuera posible por proteger al asesino.
Abreu recogió las vísceras e inicialmente las enterró en un cantero de la casa del sindicato; posteriormente compró un terrenito en el cementerio y las sepultó a escondidas, debido al recrudecimiento de la represión contra los sindicalistas y comunistas”.
¿Qué representa para usted ser hija de Jesús Menéndez?
“Un orgullo muy grande, un gran honor y un gran compromiso con la causa que mi padre abrazó, a la que dedicó su vida”.
Independientemente de ser su hija, ¿qué significa Jesús Menéndez para usted?
“Considero que fue muy honesto, sencillo, un comunista; que se superó y llegó a tener una inteligencia muy valorada, a pesar de solo haber cursado hasta el cuarto grado de escolaridad. Esto fue posible porque contó con un partido que lo ayudó tanto a superarse como al buen desenvolvimiento de su trabajo. En síntesis, creo que trascendió a su tiempo, porque a casi 70 años de su asesinato todavía el pueblo lo recuerda, lo admira y lo respeta. Para mí esa es la mayor prueba de que fue un hombre muy grande y un líder muy querido”.
Inolvidable encuentro con el Che
“En los primeros meses de 1959, la Unidad Femenina Revolucionaria efectuó una conferencia nacional a la cual asistió como invitado el comandante Ernesto Guevara. Mi hermana y yo asistimos, y una dirigente de esa organización en el barrio nos llevó a conocerlo. Cuando le fuimos presentadas, nos puso los brazos sobre los hombros y nos dijo: “Ustedes deben sentirse orgullosas, pero eso entraña también una gran responsabilidad”. Con el tiempo interioricé esas palabras y me apropié de estas”.
Felipa de las Mercedes Suárez Ramos
Palestinos
Es bien conocido el axioma de De Quincey: “Si uno empieza por permitirse un asesinato, pronto no le da importancia a robar, del robo pasa a la bebida y a la inobservancia del día del Señor, y se acaba por faltar a la buena educación y por dejar las cosas para el día siguiente. Una vez que empieza uno a deslizarse cuesta abajo ya no sabe dónde podrá detenerse”.
Por alguna extraña conjunción de azares, la frase volvió a mi mente durante la final de la pelota cubana. En medio de la fiesta, de la innegable pasión que levantó la serie, se irguió —confundido con el furor del clásico nacional— un Mister Hyde que se impuso por la fuerza y el volumen de su grito. Ya sabemos que el deporte —ese celebrado espacio de la amistad y el encuentro— es también la estilización de una pugna, la continuación de la guerra por otros medios. Hemos sido testigos (los seguidores del fútbol europeo lo saben mejor que nadie) de que a pesar de la sofisticación del enfrentamiento, con frecuencia el deporte pierde su carácter metafórico y los estadios y sus alrededores se convierten en verdaderos campos de batalla. En medio de ese panorama, nuestra Serie Nacional hizo un modesto aporte como espacio de confrontación.
No voy a lamentar aquí una derrota lingüística refrendada por miles de acaloradas voces en todo el país: la desaparición de una vieja e ingeniosa imagen que había resistido durante décadas el uso por parte de indignados espectadores (¡ampaya, cuchillero!), avasallada por la poco sutil, nada imaginativa y ya gastada de ¡hijoeputa! No, no voy a referirme a la dolorosa extinción de una palabra apuñalada por la más previsible de todas, sino a la abrumadora expansión de otra.
Es imposible saber a ciencia cierta cómo y en qué momento entró en el vocabulario nacional el término palestino para designar, despectivamente, a los inmigrantes de la zona oriental del país llegados a La Habana. Era un término poco feliz porque utilizaba en tono de burla o de desprecio el nombre de un pueblo sufrido, heroico y admirable como pocos. Pero lo cierto es que tuvo fortuna y se incorporó sin grandes tropiezos al habla cotidiana. Su apoteosis, sin embargo, llegó durante los juegos finales de la serie entre Industriales y Santiago, cuando decenas de miles de voces se elevaron en el Latino y se dejaron escuchar por radio y televisión, como forma de insultar (y linchar moralmente) al adversario. Allí se mezclaban la pasión del juego con una suerte de histerismo colectivo concentrado en el grito de palestinos, acompañado de una amplia gama de epítetos y recomendaciones fáciles de imaginar. Nadie me lo contó. Yo estuve en las congestionadas gradas del right field en uno de esos juegos.
Como habanero nacido en Bayamo —que por esa y otras razones se considera de ambos sitios aunque apoye sin complejo de culpa a los Industriales—, la situación me parecía especialmente vergonzosa. Las fotografías de carteles callejeros o algunos mensajes que han circulado después por vía electrónica revelan más, incluso, de lo mucho que dicen.
No voy a cometer la ridiculez de hacer una lista de lo que la historia y la cultura de Cuba deben a los orientales. Primero porque sería interminable, y segundo, porque en el fondo ese desprecio no responde a una fatalidad geográfica; no es el oriental lo que irrita, sino (como suele ocurrir) un determinado tipo de ellos. A nadie parecen molestar las invisibles y constantes llegadas de profesionales, pero a muchos sí, en cambio, el arribo de una colorida y bien visible oleada de gente humilde. Nadie ha lamentado, hasta donde sé, la fuga de cerebros hacia La Habana, la persistente expoliación que ella ha ejercido sobre el resto del país incluidas, naturalmente, las provincias orientales. Esa visión aristocratizante y selectiva es especialmente patética si se tiene en cuenta que la reproducen incluso personas de los sectores menos favorecidos de La Habana (no había más que estar en las gradas del right field para saberlo), quienes parecen proyectar sobre el otro sus propias frustraciones.
Aunque tengo la sensación de que nuestro imaginario cultural ha contribuido a dar una visión simplificada de las cosas —recordemos, por ejemplo, el contraste entre las imágenes de barbudos y campesinos entrando en La Habana, por un lado, y la de alfabetizadores y equipos de Cine-móvil saliendo para el oriente, por otro; es decir, ellos nos mandaban la barbarie y nosotros les devolvíamos la civilización—, creo que fue la llegada de los años 90 con sus crisis, más que cualquiera de aquellas imágenes, lo que ahondó las diferencias sociales y los prejuicios.
De pronto afloraron entre nosotros males que nos parecen escandalosos cuando ocurren en otros sitios. Y tras la sacudida de los 90, la división del trabajo no se hizo esperar; la llamada “Capital de todos los cubanos” supo destinar a los inmigrantes espontáneos o dirigidos, ciertas labores que sus propios habitantes ya no estaban dispuestos (ni necesitaban) hacer. En dos de ellas ha sido especialmente notoria esa presencia que ha generado un copioso material humorístico y una curiosa paradoja: mientras en la realidad es llamativo el desempeño de los inmigrantes en la policía y la construcción, en la subjetividad capitalina se les asocia con la delincuencia y se les considera la fuente principal de destrucción de la urbe. Ironía si las hay, puesto que cualquier recién llegado a su Terminal de trenes no tiene más que caminar 200 metros para darse cuenta de que a La Habana hay que salvarla, en primerísimo lugar, de los habaneros. Por otra parte, aunque desconozco las estadísticas, no tengo la menor duda de que entre los inmigrantes orientales debe producirse un número desproporcionadamente alto de delitos, equivalente al grado de exclusión, pobreza y humillación que padecen muchos de ellos. En cualquier caso, su presencia en la capital es imprescindible. Hace unos años un cineasta imaginó cómo sería la ciudad de Los Ángeles en Un día sin mexicanos. Inútil decir que tampoco La Habana podría funcionar, no ya sin inmigrantes —que son un por ciento enorme de su población—, sino incluso sin ese grupo menos próspero que encaja en la designación de palestino.
Lo sabemos perfectamente: ni una canción de los Van Van (quienes musicalizaron la idea de que La Habana no aguantaba más), ni un muro legal, ni el grito de casi todos los industrialistas reunidos en el Latino, van a detener el flujo de inmigrantes que creen percibir en la capital su tierra de promisión. Volcar sobre ellos nuestros prejuicios no hace más que alimentar el encono social. Sin mencionar que ese desprecio disfrazado de fervor deportivo, que el estentóreo grito de palestinos, es una humillación para el que lo recibe y una vergüenza para quien lo profiere. La dignidad no es un valor subjetivo; aun si quienes forman parte de este círculo no sienten —en dependencia del lugar que ocupen— que están vejando a alguien o que están siendo injuriados, igual es un atropello a la dignidad de todos.
¿Dónde nos detendremos? ¿Qué viene después de los chistes, los gritos, los carteles, las amenazas? Recordemos la asombrosa lógica de De Quincey: empieza uno por permitirse un asesinato y acaba por dejar las cosas para el día siguiente.
Jorge Fornet
La Gaceta de Cuba
Por alguna extraña conjunción de azares, la frase volvió a mi mente durante la final de la pelota cubana. En medio de la fiesta, de la innegable pasión que levantó la serie, se irguió —confundido con el furor del clásico nacional— un Mister Hyde que se impuso por la fuerza y el volumen de su grito. Ya sabemos que el deporte —ese celebrado espacio de la amistad y el encuentro— es también la estilización de una pugna, la continuación de la guerra por otros medios. Hemos sido testigos (los seguidores del fútbol europeo lo saben mejor que nadie) de que a pesar de la sofisticación del enfrentamiento, con frecuencia el deporte pierde su carácter metafórico y los estadios y sus alrededores se convierten en verdaderos campos de batalla. En medio de ese panorama, nuestra Serie Nacional hizo un modesto aporte como espacio de confrontación.
No voy a lamentar aquí una derrota lingüística refrendada por miles de acaloradas voces en todo el país: la desaparición de una vieja e ingeniosa imagen que había resistido durante décadas el uso por parte de indignados espectadores (¡ampaya, cuchillero!), avasallada por la poco sutil, nada imaginativa y ya gastada de ¡hijoeputa! No, no voy a referirme a la dolorosa extinción de una palabra apuñalada por la más previsible de todas, sino a la abrumadora expansión de otra.
Es imposible saber a ciencia cierta cómo y en qué momento entró en el vocabulario nacional el término palestino para designar, despectivamente, a los inmigrantes de la zona oriental del país llegados a La Habana. Era un término poco feliz porque utilizaba en tono de burla o de desprecio el nombre de un pueblo sufrido, heroico y admirable como pocos. Pero lo cierto es que tuvo fortuna y se incorporó sin grandes tropiezos al habla cotidiana. Su apoteosis, sin embargo, llegó durante los juegos finales de la serie entre Industriales y Santiago, cuando decenas de miles de voces se elevaron en el Latino y se dejaron escuchar por radio y televisión, como forma de insultar (y linchar moralmente) al adversario. Allí se mezclaban la pasión del juego con una suerte de histerismo colectivo concentrado en el grito de palestinos, acompañado de una amplia gama de epítetos y recomendaciones fáciles de imaginar. Nadie me lo contó. Yo estuve en las congestionadas gradas del right field en uno de esos juegos.
Como habanero nacido en Bayamo —que por esa y otras razones se considera de ambos sitios aunque apoye sin complejo de culpa a los Industriales—, la situación me parecía especialmente vergonzosa. Las fotografías de carteles callejeros o algunos mensajes que han circulado después por vía electrónica revelan más, incluso, de lo mucho que dicen.
No voy a cometer la ridiculez de hacer una lista de lo que la historia y la cultura de Cuba deben a los orientales. Primero porque sería interminable, y segundo, porque en el fondo ese desprecio no responde a una fatalidad geográfica; no es el oriental lo que irrita, sino (como suele ocurrir) un determinado tipo de ellos. A nadie parecen molestar las invisibles y constantes llegadas de profesionales, pero a muchos sí, en cambio, el arribo de una colorida y bien visible oleada de gente humilde. Nadie ha lamentado, hasta donde sé, la fuga de cerebros hacia La Habana, la persistente expoliación que ella ha ejercido sobre el resto del país incluidas, naturalmente, las provincias orientales. Esa visión aristocratizante y selectiva es especialmente patética si se tiene en cuenta que la reproducen incluso personas de los sectores menos favorecidos de La Habana (no había más que estar en las gradas del right field para saberlo), quienes parecen proyectar sobre el otro sus propias frustraciones.
Aunque tengo la sensación de que nuestro imaginario cultural ha contribuido a dar una visión simplificada de las cosas —recordemos, por ejemplo, el contraste entre las imágenes de barbudos y campesinos entrando en La Habana, por un lado, y la de alfabetizadores y equipos de Cine-móvil saliendo para el oriente, por otro; es decir, ellos nos mandaban la barbarie y nosotros les devolvíamos la civilización—, creo que fue la llegada de los años 90 con sus crisis, más que cualquiera de aquellas imágenes, lo que ahondó las diferencias sociales y los prejuicios.
De pronto afloraron entre nosotros males que nos parecen escandalosos cuando ocurren en otros sitios. Y tras la sacudida de los 90, la división del trabajo no se hizo esperar; la llamada “Capital de todos los cubanos” supo destinar a los inmigrantes espontáneos o dirigidos, ciertas labores que sus propios habitantes ya no estaban dispuestos (ni necesitaban) hacer. En dos de ellas ha sido especialmente notoria esa presencia que ha generado un copioso material humorístico y una curiosa paradoja: mientras en la realidad es llamativo el desempeño de los inmigrantes en la policía y la construcción, en la subjetividad capitalina se les asocia con la delincuencia y se les considera la fuente principal de destrucción de la urbe. Ironía si las hay, puesto que cualquier recién llegado a su Terminal de trenes no tiene más que caminar 200 metros para darse cuenta de que a La Habana hay que salvarla, en primerísimo lugar, de los habaneros. Por otra parte, aunque desconozco las estadísticas, no tengo la menor duda de que entre los inmigrantes orientales debe producirse un número desproporcionadamente alto de delitos, equivalente al grado de exclusión, pobreza y humillación que padecen muchos de ellos. En cualquier caso, su presencia en la capital es imprescindible. Hace unos años un cineasta imaginó cómo sería la ciudad de Los Ángeles en Un día sin mexicanos. Inútil decir que tampoco La Habana podría funcionar, no ya sin inmigrantes —que son un por ciento enorme de su población—, sino incluso sin ese grupo menos próspero que encaja en la designación de palestino.
Lo sabemos perfectamente: ni una canción de los Van Van (quienes musicalizaron la idea de que La Habana no aguantaba más), ni un muro legal, ni el grito de casi todos los industrialistas reunidos en el Latino, van a detener el flujo de inmigrantes que creen percibir en la capital su tierra de promisión. Volcar sobre ellos nuestros prejuicios no hace más que alimentar el encono social. Sin mencionar que ese desprecio disfrazado de fervor deportivo, que el estentóreo grito de palestinos, es una humillación para el que lo recibe y una vergüenza para quien lo profiere. La dignidad no es un valor subjetivo; aun si quienes forman parte de este círculo no sienten —en dependencia del lugar que ocupen— que están vejando a alguien o que están siendo injuriados, igual es un atropello a la dignidad de todos.
¿Dónde nos detendremos? ¿Qué viene después de los chistes, los gritos, los carteles, las amenazas? Recordemos la asombrosa lógica de De Quincey: empieza uno por permitirse un asesinato y acaba por dejar las cosas para el día siguiente.
Jorge Fornet
La Gaceta de Cuba
domingo, 21 de enero de 2018
Skid Row, Los Ángeles: ¿aquí también `fracasó´ el socialismo?
Basado en un texto de Iroel Sánchez – Blog “La pupila insomne”.
Los medios retratan una y otra vez los edificios desconchados de Centro Habana. Es la muestra –afirman o insinúan- del fracaso de la economía socialista en Cuba.
Edición: Ana Gil
Fernando Birri o el cine latinoamericano como arma de liberación
Se ha tenido que morir Fernando Birri (Santa Fe, 1925-Roma, 2017) para ser noticia, cuando raramente hemos podido disfrutar de sus películas más allá del ámbito de las filmotecas o de algún pase ocasional a altas horas de la noche en TV y en otros tiempos. Inicialmente en el teatro desde sus años de formación en la Universidad Nacional del Litoral de Santa Fe, su carácter le llevó a estudiar cine en el combativo Centro Sperimentale di Cinematografía de Roma entre 1950 y 1953 donde recibió la influencia del cine italiano del momento, especialmente de Vittorio De Sica y Roberto Rossellini a los que citaba tantas veces Con tan sólo el bagaje de algunos cortometrajes de documentales realizados durante su estancia en Italia, Birri fundó en 1956 el Instituto de Cinematografía de la Universidad del Litoral, lo que le convierte así en el animador de la llamada escuela de Santa Fe, efímera experiencia que dejaría no obstante profundas huellas en el cine argentino de la época.
Su obra más famosa es Tire dié, un cortometraje (disponible en youtube) sobre los niños mendigos de una barriada pobre de Santa Fe. Fue realizada en colaboración con los alumnos de la escuela de cine de dicha ciudad, un detalle que revela su vocación de autor colectivo, o sea, de cineasta que trabaja con un equipo técnico amplio constituido en una democracia en la que todas las aportaciones eran consideradas. Esta línea de abierta crítica social se revalidaría en la que será su obra más conocida y asequible Los inundados, ganadora del Festival de Venecia en 1961 como mejor opera prima. “Y ahora… quién sabe cuándo vendrá inundación”, se lamentaba el protagonista de la película, Gorosito Gaitán, en la escena final. Lo que iba a llegar era un cambio de rumbo del cine de América Latina, al que con los años se sumaron directores brasileños (Glauber Rocha, Carlos Dieguez), cubanos (Tomás Gutiérrez Alea, Manuel Octavio Gómez), chilenos (Miguel Littin, Raúl Ruiz), Bolivia (Jorge Sanjinés), argentinos (Fernando Solanas, Torre-Nilsson), mexicanos (Paul Leduc, Arturo Ripstein) entre otros.
Un cine que se hacía por vocación y por necesidad contra el Imperio, sobre el que resulta revelador una anécdota contada por Sergio Cabrera que tuvo al actualmente celebérrimo –por otros motivos- productor Harvey Weinstein como protagonista, quien en el curso de un festival de cine sudamericano en el que estaba, declaró a los presentes en medio de bromas e ironías que lo del cine era cosa de los del norte que eran los que de verdad sabían hacerlo. Cierto que si había alguno bueno en el sur, ya lo ficharían como hicieron siempre aunque no con Fernando Birri que trabajó siempre en sentido contrario.
Deudora del de Sica de Milagro en Milán, Los inundados era una estremecedora crónica de la marginalidad de la población de un suburbio que es víctima por partida doble de una inundación, primero, y del peso de la burocracia, después. Cine popular entroncado con la tradición picaresca argentina, una obra que de alguna maneracompleta el díptico que valdría a su autor un amplio reconocimiento internacional en la década de los sesenta. En 1963, tras la caída de Frondizi, Birri tuvo que exiliarse a Brasil, lo que le permite ofrecer clases en la Universidad de Sao Paulo por un breve período. Nuevamente, otro golpe militar, el de 1964, le obliga a abandonar el país y afincarse por unos años nuevamente en Italia. De esta época data un cortometraje y un larguísimo y enigmático film experimental producido e interpretado por Terence Hill (Mario Girotti, hijo del longevo galán Massimo Girotti) y basado libremente en un cuento tradicional de la India, Org, Un film comenzado en 1967, pero no terminado hasta 1978, pero que constituyen el único saldo de aquel período.
En 1979, Birri regresa a Latinoamérica, enseñando en distintos países, hasta que finalmente recala en Cuba para dirigir la interesante experiencia de la Escuela de Cine y Televisión de San Antonio de los Baños, destinada a la formación de cineastas latinoamericanos, africanos y asiáticos (cargo que dejó recientemente, al parecer sin explicación oficial, para marcharse a Berlín). Durante esta etapa cubana realiza varios documentales y un ambicioso film de ficción: Un señor muy viejo con unas alas enormes: Diario de Macondo (1990). Un viejo proyecto de colaboración con Gabriel García Márquez que siempre lo apoyó, quien escribe el guion adaptando uno de sus relatos. Aunque el film aspiraba a erigirse en la mejor recreación cinematográfica del mundo mágico y barroco del escritor colombiano, pero constituye una enorme decepción. Tan confuso como pretencioso, Un señor muy viejo con unas alas enormes ha puesto por el momento fin a la carrera de Birri (Diario de Macando no es sino un documental sobre el rodaje de aquella película). Definida y defendida por Birri como “una fábula grotesco-barroca, un film naif y bárbaro, una respuesta sudamericana a E.T.”, la última obra del realizador argentino permite albergar algunas dudas acerca de la continuidad de su carrera luego de tres décadas de contribuciones menores o abiertamente discutibles.
La capacidad de provocación y el culto de la propia imagen permitirían a Birri, el utópico andante, seguir ocupando un puesto en la vanguardia del cine latinoamericano a pesar de la pertinaz sequía creativa patente en su filmografía atravesada por el compromiso social a través de una gran variedad estética y estilística que incluye documentales biográficos, como un Rafael Alberti, un retrato del poeta (1983) rodado en Roma; Mi hijo el Che – Un retrato de familia de don Ernesto Guevara (1985), una obra singularmente valiosa que nos descubre a un anciano “guevarista” sin saberlo que evoca un ámbito familiar que hace perfectamente comprensible al hijo, y del que queda una pésima copia de su emisión en TV2 en youtube cuando tendría que resultar totalmente asequible. A este film le siguió Che: ¿muerte de la utopía?..
.
A lo largo de su vida no paró de viajar y durante años alternó su residencia entre Cuba e Italia. “La utopía está en el horizonte. Camino dos pasos, ella se aleja dos pasos y el horizonte se corre diez pasos más allá. ¿Entonces para qué sirve la utopía? Para eso, sirve para caminar”, respondió Birri cuando al término de una charla, en Cartagena de Indias, un estudiante le preguntó para qué servía la utopía. Una frase que ha dado la vuelta al mundo aunque atribuida a Eduardo Galeano con el que realizó El siglo del viento, un apasionante y apasionado repaso a la historia del siglo narrada por el propio Eduardo Galeano, autor del libro homónimo en que está inspirada. Narrada con títeres, vídeos, fotografías y dibujos, la película realiza un recorrido por todo el continente americano a lo largo del Siglo XX, mostrando imágenes de los hechos más relevantes ocurridos en una América, la del norte, ostentosa y superficial; y la del centro y sur empobrecida, violentada y expoliada. Entre otros, son retratados por el autor personajes como Emiliano Zapata, Pancho Villa, Buster Keaton, Lenin, Gabriel García Márquez, Tina Modotti, Borges, Carlos Gardel, Cantinflas, Trostky, Bertoltd Brecht, Pelé y Garrincha, Alejo Carpentier, Rita Hayworth, Marilyn Monroe, Luis Buñuel, Eva Perón, Ronald Reagan, el senador McCarthy, Fidel, Camilo Cienfuegos, Kennedy, Ché Guevara, Salvador Allende, Pablo Neruda, las Madres de la Plaza de Mayo, Elvis Presley, Ernesto Cardenal, Julio Cortázar. Este documental está basado en el libro de Eduardo Galeano, El Siglo del Viento, tercer volumen de la trilogía Memoria del Fuego en la que el autor escribe la historia del continente americano.
Birri nunca abandonó sus inclinaciones por la escritura y la pintura, lo que llevó al cineasta boliviano Humberto Ríos a declarar a raíz de su documental El utópico andante: “Es un artista del Renacimiento en el siglo XXI”. Alejado de la dirección, dos años después aceptó protagonizar Paisajes devorados, la última película del malogrado Eliseo Subiela. Recopilador siempre abierto, Birri donó en el 2008 toda su obra, incluidas películas y escritos a un fondo con su nombre en la Biblioteca de la Universidad de Brown, asociada con la Rhode Island School of Design de Estados Unidos. En 2011 firmó su último largometraje, Fausto criollo, y anunció que saldaba así la vieja deuda de dirigir una película de temática histórica.
Conocido entre nosotros “de oídas”, habrá que abogar para que llegue el momento en el que algunos colectivos se empeñen a trabajar por su recuperación, quizás organizando jornadas en la que el buen cine y el debate estén garantizados.
Pepe Gutiérrez-Álvarez
sábado, 20 de enero de 2018
La “cosa” internet en Cuba
Nunca voy a olvidar a mi amigo F. tratando de persuadirme acerca de que comprara un mejor teléfono para tener correo nauta. “No seas bruta, muchacha, eso es una inversión, ahora es solo el correo, pero nadie sabe lo que viene”, me dijo. Así que me hice mi cuentecita @nauta.cu. Como a mí, a un montón de cubanos debe haberle cambiado un poco la vida esto de las bondades de las telecomunicaciones, no por gusto Internet es considerado un parámetro para la calidad de vida, y cuenta en la evaluación del bienestar social.
Hace unos años esta era una realidad muy ajena a Cuba. Solo empresas y centros de investigación y educación tenían tal acceso, y por allí llegaban los primeros correos electrónicos que un buen vecino hacía el favor de imprimirle a la madre de fulano para que supiera de él, que estaba de misión internacionalista en cualquiera de sus variantes y sobre todo la asumida personalmente en la decisión de emigrar. También se daban aquellos casos de los chats por intranet, y luego vinieron Badoo y otros sitios de citas para encontrar pareja. Al respecto hasta la literatura tuvo que hacerse eco, y no puedo dejar de mencionar un cuento fabuloso que publicó El cuentero por el 2006: “Llévame a navegar”.
Ahora estamos ya amarrados a nuestros propios medios de “navegar”. La UIT (Unión Internacional de Telecomunicaciones) es el organismo especializado de la ONU que se encarga de regular las telecomunicaciones entre las distintas administraciones y empresas operadoras. Por el 2014 la UIT lanzó su programa “Conectar 2020”, que propone la meta de llegar a ese año con un mayor por ciento de acceso libre a la internet en numerosos países con un costo relacionado al salario mensual promedio de cada lugar. Nuestro país es miembro de la UIT, y, según un ingeniero en telecomunicaciones que prefirió el anonimato, a raíz de tal programa comenzó el despliegue de informatización en Cuba como una política nacional.
Pero había que empezar con pasos cortos, y para ello era necesario implementar un modo de conectar a más con el menos que siempre hemos tenido. Parques y zonas públicas con wifi —hoy existen 508 puntos en todo el país— modificaron más evidentemente la vida del cubano, y a pesar de que el resplandor del día no machea con la luz de las pantallas, allí van cientos a arriesgar su sentido de la vista y el de la privacidad.
Ya en 2015 Luis Manuel Alcántara denunciaba el asunto con su performance Unidos por el wifi. El artista concibió un modo muy atemperado de celebrar su aniversario de bodas: con el mayor desenfado escogió la esquina de 23 y L para, desvistiéndose hasta quedarse solo en ropa interior y deslizándose por el tubo del semáforo, hacerle un striptease a su esposa. Ante las miles de preguntas, no dejó de aludir al que se paga las horas para seducir a un extranjero en función de abono económico, o a la madre llorando porque hace tiempo que no ve al hijo, o a la muchacha diciéndole mentiras al novio que se fue.
“Lo más terrible que he tenido que escuchar en la wifi fue a un muchacho rogándole a alguien del otro lado que le dijera la verdad, verdad que gritó luego y muy descompuesto cuando todos nos enteramos de que era gay y acababa de ser citado para hacerse el análisis del VIH”, me cuenta Ámbar, que ha tenido que hacer del parque del Mónaco su oficina. Y Yaque, que tiene marido e hijo en Miami, me cuenta del día que se escondió todo lo que pudo debajo del Habana Libre para enseñarle a la pantalla, con más terror que lascivia, sus senos. “Aquello fue patético”.
Y patético es también ver a la gente aglomerada porque ya no hay donde sentarse, y que haya quien “alquile” unos banquitos extras en el parque de San Rafael, y entre patético y gracioso se manifiesta quien no tiene cámara frontal y, mientras gira el teléfono, pone un espejito del otro lado para alcanzar a ver a aquel que le queda lejos pero sale en su pantalla, ese al que extraña, a quien necesita pedirle un dinerito porque a la niña ya se la rompieron los zapatos, o porque “la vieja está muy malita, mi hermano, y tú no sabes aquí la malanga a cómo está”.
A la wifi va el cubano porque la mitad de Cuba no está en Cuba, y es la posibilidad que tiene de comunicarse, de “ver” al otro, de hablarle, aunque la imagen se congele y le llegue dos minutos después. También es ya un modo de ocio, incluso una cuestión de demostrar cierto estatus como lo es tener un súper celular. Los menos, aunque también, lo usan para trabajar, aunque quizá por las propias condiciones y que es bastante caro, no llegan a explotar todas las posibilidades que se podrían aprovechar.
Y entonces llega Nauta Hogar, con esas tarifas exorbitantes que siguen cobrando tiempo en lugar de peso, en megabytes o gigas. No es igual comprar 30 horas de internet que 30 gigas: con 5 gigas se puede pasar hasta dos meses hablando por IMO, mientras que, si lo que quiere es bajarse una película, se gastan en un santiamén. Al ser la wifi una vía de poco alcance (200 o 300 metros), no le llega al tobillo a lo que se necesita para el desarrollo de la informatización. Tampoco alcanzan salas de navegación ni entidades estatales, y con Nauta Hogar no creo que lleguemos a esas cifras que el “Conectar 2020” se propone.
“Te imaginas levantarte, abrir tu correo y ver que tienes una cita para una reunión de trabajo y nada, te peinas y entras en video conferencia, y para almorzar ordenas una pizza y aprovechas y pagas todas las facturas sin salir a coger la guagua, el sol, hacer la cola. That´sCONECTIVIDAD, Yuyu”, me dice un amigo por el chat, y otro me habla de Conmutación de Circuito, que es lo que usa todo el canal y consume tiempo, en este caso la voz; y Conmutación de Paquetes, que es por donde debería cobrarse el internet, por el volumen de datos. Y me pregunto, si esto lo saben nuestros ingenieros —los dos llegaron hace solo unos meses en otros países—, ¿por qué es al revés en nuestro modo?
Ahora ETECSA acaba de asegurar que este 2018 ya habrá internet en los móviles cubanos. Esto será lo que venía, F., amigo mío, y habrás tenido razón, y empezaremos pagando las cuentas de teléfono y electricidad, luego quizá compraremos online medicamentos y víveres, y ropas y utensilios de cocina, y tendremos nuestro propio Amazon, y quién sabe si hasta se genere un sistema para que a través del nauta podamos coger las cosas de la libreta de abastecimiento.
Solo queda esperar a que para 2020 los precios de estas bondades no nos excluyan a los que no recibimos remesas u otros ingresos altos, que hay quien compara el impacto de la red de redes en la especie humana con el del descubrimiento del fuego, y uno tiene que evolucionar.
Yudarkis Veloz Sarduy
Progreso Semanal
Hace unos años esta era una realidad muy ajena a Cuba. Solo empresas y centros de investigación y educación tenían tal acceso, y por allí llegaban los primeros correos electrónicos que un buen vecino hacía el favor de imprimirle a la madre de fulano para que supiera de él, que estaba de misión internacionalista en cualquiera de sus variantes y sobre todo la asumida personalmente en la decisión de emigrar. También se daban aquellos casos de los chats por intranet, y luego vinieron Badoo y otros sitios de citas para encontrar pareja. Al respecto hasta la literatura tuvo que hacerse eco, y no puedo dejar de mencionar un cuento fabuloso que publicó El cuentero por el 2006: “Llévame a navegar”.
Ahora estamos ya amarrados a nuestros propios medios de “navegar”. La UIT (Unión Internacional de Telecomunicaciones) es el organismo especializado de la ONU que se encarga de regular las telecomunicaciones entre las distintas administraciones y empresas operadoras. Por el 2014 la UIT lanzó su programa “Conectar 2020”, que propone la meta de llegar a ese año con un mayor por ciento de acceso libre a la internet en numerosos países con un costo relacionado al salario mensual promedio de cada lugar. Nuestro país es miembro de la UIT, y, según un ingeniero en telecomunicaciones que prefirió el anonimato, a raíz de tal programa comenzó el despliegue de informatización en Cuba como una política nacional.
Pero había que empezar con pasos cortos, y para ello era necesario implementar un modo de conectar a más con el menos que siempre hemos tenido. Parques y zonas públicas con wifi —hoy existen 508 puntos en todo el país— modificaron más evidentemente la vida del cubano, y a pesar de que el resplandor del día no machea con la luz de las pantallas, allí van cientos a arriesgar su sentido de la vista y el de la privacidad.
Ya en 2015 Luis Manuel Alcántara denunciaba el asunto con su performance Unidos por el wifi. El artista concibió un modo muy atemperado de celebrar su aniversario de bodas: con el mayor desenfado escogió la esquina de 23 y L para, desvistiéndose hasta quedarse solo en ropa interior y deslizándose por el tubo del semáforo, hacerle un striptease a su esposa. Ante las miles de preguntas, no dejó de aludir al que se paga las horas para seducir a un extranjero en función de abono económico, o a la madre llorando porque hace tiempo que no ve al hijo, o a la muchacha diciéndole mentiras al novio que se fue.
“Lo más terrible que he tenido que escuchar en la wifi fue a un muchacho rogándole a alguien del otro lado que le dijera la verdad, verdad que gritó luego y muy descompuesto cuando todos nos enteramos de que era gay y acababa de ser citado para hacerse el análisis del VIH”, me cuenta Ámbar, que ha tenido que hacer del parque del Mónaco su oficina. Y Yaque, que tiene marido e hijo en Miami, me cuenta del día que se escondió todo lo que pudo debajo del Habana Libre para enseñarle a la pantalla, con más terror que lascivia, sus senos. “Aquello fue patético”.
Y patético es también ver a la gente aglomerada porque ya no hay donde sentarse, y que haya quien “alquile” unos banquitos extras en el parque de San Rafael, y entre patético y gracioso se manifiesta quien no tiene cámara frontal y, mientras gira el teléfono, pone un espejito del otro lado para alcanzar a ver a aquel que le queda lejos pero sale en su pantalla, ese al que extraña, a quien necesita pedirle un dinerito porque a la niña ya se la rompieron los zapatos, o porque “la vieja está muy malita, mi hermano, y tú no sabes aquí la malanga a cómo está”.
A la wifi va el cubano porque la mitad de Cuba no está en Cuba, y es la posibilidad que tiene de comunicarse, de “ver” al otro, de hablarle, aunque la imagen se congele y le llegue dos minutos después. También es ya un modo de ocio, incluso una cuestión de demostrar cierto estatus como lo es tener un súper celular. Los menos, aunque también, lo usan para trabajar, aunque quizá por las propias condiciones y que es bastante caro, no llegan a explotar todas las posibilidades que se podrían aprovechar.
Y entonces llega Nauta Hogar, con esas tarifas exorbitantes que siguen cobrando tiempo en lugar de peso, en megabytes o gigas. No es igual comprar 30 horas de internet que 30 gigas: con 5 gigas se puede pasar hasta dos meses hablando por IMO, mientras que, si lo que quiere es bajarse una película, se gastan en un santiamén. Al ser la wifi una vía de poco alcance (200 o 300 metros), no le llega al tobillo a lo que se necesita para el desarrollo de la informatización. Tampoco alcanzan salas de navegación ni entidades estatales, y con Nauta Hogar no creo que lleguemos a esas cifras que el “Conectar 2020” se propone.
“Te imaginas levantarte, abrir tu correo y ver que tienes una cita para una reunión de trabajo y nada, te peinas y entras en video conferencia, y para almorzar ordenas una pizza y aprovechas y pagas todas las facturas sin salir a coger la guagua, el sol, hacer la cola. That´sCONECTIVIDAD, Yuyu”, me dice un amigo por el chat, y otro me habla de Conmutación de Circuito, que es lo que usa todo el canal y consume tiempo, en este caso la voz; y Conmutación de Paquetes, que es por donde debería cobrarse el internet, por el volumen de datos. Y me pregunto, si esto lo saben nuestros ingenieros —los dos llegaron hace solo unos meses en otros países—, ¿por qué es al revés en nuestro modo?
Ahora ETECSA acaba de asegurar que este 2018 ya habrá internet en los móviles cubanos. Esto será lo que venía, F., amigo mío, y habrás tenido razón, y empezaremos pagando las cuentas de teléfono y electricidad, luego quizá compraremos online medicamentos y víveres, y ropas y utensilios de cocina, y tendremos nuestro propio Amazon, y quién sabe si hasta se genere un sistema para que a través del nauta podamos coger las cosas de la libreta de abastecimiento.
Solo queda esperar a que para 2020 los precios de estas bondades no nos excluyan a los que no recibimos remesas u otros ingresos altos, que hay quien compara el impacto de la red de redes en la especie humana con el del descubrimiento del fuego, y uno tiene que evolucionar.
Yudarkis Veloz Sarduy
Progreso Semanal
jueves, 18 de enero de 2018
La economía cubana en 2018: otro camino empedrado
Cuba está abocada a muchos retos para superar su crisis económica
Desde modificar trabas institucionales, hasta profundizar en factores internos que no potencian el crecimiento y eliminar la dualidad monetaria y cambiaria, una de las medidas más necesarias y complejas de resolver.
La cubana es una economía pequeña, subdesarrollada y con fuertes desequilibrios internos y externos, por lo cual sufre una crisis estructural profunda; y los contextos internacionales no la favorecen en ningún sentido: sean altos o bajos los precios del petróleo, sean altos o bajos los precios de los productos primarios. Estos, si son bajos, la pueden beneficiar en las importaciones de productos agrícolas, pero la afectan en las ventas de otros renglones, como el azúcar.
En fin, la estructura importadora y exportadora cubana no favorece una tendencia al alza o la baja, como ayuda o afecta a otras economías.
Por lo tanto, para superar su crisis económica, Cuba tiene que asumir muchos retos no encarados hasta el momento y que pasan por cambios institucionales profundos.
El promedio de crecimiento económico del PIB a precios constantes entre 2008 y 2017 fue de dos por ciento, con un resultado económico positivo en 2017, al crecer la economía 1,6 por ciento, después de un decrecimiento de 0,9 por ciento en 2016.
Entre los principales factores que incidieron negativamente en 2017 destacan el ya habitual incumplimiento del plan de exportaciones de bienes, a lo cual se suman las disminuciones de los cobros por servicios exportados. Al igual que en 2016, la inestable disponibilidad de combustibles ha sido un factor estresante, tanto por la baja en la producción de los pozos nacionales como por la llegada tardía de importaciones de combustibles de Venezuela por dos años consecutivos. Otros factores recurrentes son los asociados a los problemas climáticos, incluidos los daños que provocó el huracán Irma.
Entre las actividades que contribuyeron al crecimiento de 2017 está, en primer lugar, el turismo, con un incremento del número de visitantes de 11,9 por ciento. Lo que habría que analizar es la eficiencia de esa industria turística, ya que Cuba, en el Caribe, no es el país que más recursos recibe por habitación hotelera existente. La dinámica de las comunicaciones y el transporte tuvo un incremento de tres por ciento; así igualmente la agricultura, pese a que la gente aún no siente la mejoría del crecimiento de algunas producciones agrícolas, ya que los precios de venta son muy elevados para una gran parte de la población.
Es incomprensible que, habiendo aún tierras ociosas, incluidas tierras entregadas en usufructo para la producción, en 2017 el país haya importado en alimentos unos 1.672 millones de dólares.
En las tiendas minoristas en divisas y en la economía en general se ha observado escasez de determinados productos de consumo importados o producidos en el país. Las importaciones menguaron por el incumplimiento de los pagos a proveedores, pese al largo período que se establece para ejecutarlos, que en algunos casos sobrepasa los dos años.
En la historia reciente de la economía cubana, el plan de inversiones que se planifica siempre se ha incumplido. En 2017 se logró 90 por ciento del plan previsto, lo cual atrasa la producción de determinados renglones necesarios para el país e inmoviliza recursos financieros por un periodo más largo del que se aprobó, entre otros elementos
Sí es justo reconocer que el país ha logrado ejecutar los acuerdos del proceso de reordenamiento de las deudas gubernamentales y realizó un esfuerzo para cumplir con los plazos de pago a proveedores, aunque ha habido atrasos con los antes mencionados.
Desde hace tres años el gobierno ha insistido en la necesidad de prestarle mayor atención a la inversión extranjera, contemplada entre sus prioridades; sin embargo, dadas las potencialidades que tiene Cuba para que exista una mayor presencia de capitales externos en la economía, esta no avanzó al ritmo que se necesita. No obstante, se aceleró el ritmo en 2017, con 2000 millones de dólares comprometidos; por ende, no es una inversión real en el año.
¿A dónde va la economía cubana o a dónde se pretende llegar en 2018?
Tras un análisis somero de los informes dados a conocer en la última Asamblea Nacional del Poder Popular, en diciembre de 2017, puede inferirse que estos están muy cargados de orientaciones, aspiraciones y cifras a alcanzar, pero no queda claro qué reglas será necesario cambiar para que se cumplan. Se deberían modificar las trabas institucionales que no hacen despegar a los actores nacionales, sean estatales o no; es decir, hace falta profundizar en los factores internos que no potencian el crecimiento económico del país, especialmente el exceso de control y la centralidad de las decisiones económicas.
El plan de 2018 prevé crecer en 2018 en dos por ciento, cifra baja para la ruta hacia el desarrollo a que se aspira. En ello le tocará jugar un rol importante a la construcción, el turismo y el comercio; sin embargo, no queda evidenciada la recuperación de la industria cubana ni de la agricultura. Está el ejemplo de la zafra azucarera, que no logra superar la barrera de los dos millones de toneladas de azúcar, que es más o menos el 50 por ciento del potencial existente, y se plantea para 2018 cifras de producción por debajo de 2017; es decir, 133 .00 toneladas menos.
Igual sucede con la agricultura, que no logra que la importación de alimentos disminuya. Por el contrario, en 2018 se importará más alimentos que en 2017, proyectándose cifras de unos 1.738 millones de dólares.
En el actual año se aspira a que la inversión con capitales extranjeros llegue a unos 600 millones de dólares. No obstante, el país debe de incrementar su formación bruta de capitales en al menos 25 por ciento en relación con el PIB y, para esto, sumado a la inversión nacional, tendrá que atraer una inversión extranjera superior a 2000 millones de dólares, anualmente, cifra que no ha de quedar comprometida, sino materializada. Las causas se repiten, unos años tras otros: burocracia excesiva, proyectos con deficiencias en los estudios de factibilidad, dificultades de infraestructura, etc.
El presupuesto cubano continuará en 2018 con elevado déficit fiscal, al plantearse 57.200 millones de pesos de ingresos, a la vez que ha establecido compromisos de gastos superiores a los 68.625 millones de pesos. Por lo cual, el Estado deberá gestionar la emisión de Bonos Soberanos en cifras superiores a los 15.749 millones de pesos, dado que hay que agregar la amortización de la deuda pública de años anteriores. De ahí que sea necesario ampliar los ingresos al presupuesto, para lo cual una reserva significativa puede estar en sobrepasar el 14,8 por ciento de los ingresos que aportan las fuentes no estatales, especialmente los trabajadores privados.
Ahí aparecen entonces los escollos políticos, al intentar organizar a los privados, estudiarles sus éxitos, entre otros elementos, a la vez que se paralizan las licencias nuevas, en vez de hacerlo en paralelo: potenciar y ampliar las actividades no estatales e ir creando mecanismos institucionales de control indirecto, como puede ser la utilización de los mismos instrumentos y mecanismos que en las empresas estatales.
Las menos de 300 cooperativas existentes ya aportan al presupuesto nacional 2,9 por ciento respecto al total de ingresos tributarios. Existen muchas potencialidades en esta forma de organización; sin embargo, están paralizadas las nuevas cooperativas.
Es comprensible que el Estado cubano intente apuntalar una vez más la empresa estatal cubana como la forma fundamental de propiedad de su proyecto socialista, pero hay que tener cuidado, a la vez, con la existencia de los monopolios, que conspiran contra la innovación y el aumento de la calidad a los clientes, entre otros aspectos. La competencia es necesaria y útil para tener productos novedosos, para la reducción de precios y para afianzar clientes.
En la Asamblea Nacional se volvió a retomar el tema de la dualidad monetaria y cambiaria y se insistió en que es necesaria su solución, ya que es una de las primeras prioridades de la Comisión de Implementación de los Lineamientos Económicos. Esto ya se ha planteado durante algunos años, constantemente, y ahora se ha expuesto un nuevo cronograma fijado para discutirse en un Pleno del Comité Central del Partido Comunista de Cuba (PCC), en el primer trimestre de 2018. Hay que tener conciencia de que esa es una de las medidas más complejas a realizar y se han explicado las consecuencias que podrá traer su implementación; sin embargo, es un asunto que no puede postergarse más.
Para la toma de cualquier decisión hay que tener en cuenta que los orígenes de la dualidad monetaria en la economía cubana se sitúan a inicios de la década del noventa del siglo pasado; es decir, a comienzos del Periodo Especial, cuando el poder adquisitivo del peso cubano experimentó un notable deterioro, derivado de la drástica caída de las importaciones provenientes del bloque socialista, que provocó una abrupta caída de los niveles de actividad económica, junto a una política social activa para amortiguar los efectos de la crisis sobre la población.
Todos estos factores generaron un exceso de liquidez e importantes desequilibrios macroeconómicos, ya que se mantuvieron los pagos de salarios, aunque las instituciones, especialmente la empresa cubana, estuvieran sin actividad económica.
A la vez, se estaba produciendo un incremento del flujo de dólares (turismo, remesas y empresas extranjeras), lo cual forzó un proceso de dolarización parcial de la economía, que finalmente se institucionalizó mediante el esquema monetario dual. Es decir, comenzó una doble circulación de monedas que permitió solucionar problemas a corto plazo, pues contribuyó a un crecimiento no inflacionario en la economía y otras medidas positivas. Desde el origen se pensó en medidas de corto plazo, no que duraran más de 25 años.
La complejidad vino dada no por la existencia de dos monedas (primero CUP y USD y posteriormente se cambió el USD por CUC), sino por las múltiples tasas de cambio. Las más reconocidas son la tasa de CADECA, donde 24 CUP = 1 CUC para las transacciones de la población, y la denominada tasa de cambio oficial, donde 1 CUP = 1 CUC para las personas jurídicas.
Como consecuencia de esa distorsión cambiaria, se desconectaron los flujos financieros en pesos cubanos y pesos convertibles, tanto para el sector empresarial y el financiero, como las finanzas públicas, y se han comprometido seriamente los indicadores para analizar la situación económico-financiera.
Queda claro que la eliminación de la circulación de los CUC –oficialmente se ha expresado que la moneda que quedará será el CUP– se acompañaría de la devaluación del tipo de cambio oficial, ya que es imposible pensar que un CUP sea igual a un USD o esté más fuerte que otras monedas extranjeras.
En particular, la devaluación tendrá efectos similares a los esperados en cualquier economía: debilitamiento de la situación económica-financiera en aquellas empresas con marcados descalces cambiarios (ingresos en CUP y gastos en CUC); incremento de la competitividad del sector exportador y encarecimiento de las importaciones; incremento de precios –al encarecerse el componente importado o en CUC de numerosos productos–, que pudiera llegar a traspasarse a los consumidores y deteriorar, por tanto, el salario real, si la medida no se acompaña de una reforma salarial; entre otros [1].
Lo complejo viene dado, además, porque hay tensiones acumuladas, a partir de las expectativas que se han generado en la población acerca de una mejora inmediata versus los efectos reales de la unificación. El bajo poder adquisitivo del peso cubano descansa en la baja capacidad productiva de una parte significativa del sistema empresarial estatal. Hasta tanto no se consiga un despegue de esas fuerzas productivas, no se podrá recuperar el salario real. Es difícil alcanzar las expectativas de la población con la alta centralidad existente, la caída de las importaciones y planes rigurosos para las empresas, el sector privado en ramas preferentes de servicios, entre otros elementos.
Y aunque es necesario alcanzar la unificación monetaria y tasas cambiarias justas, una buena parte de los efectos negativos de la unificación (devaluación, en particular) se expresarán muy rápidamente en el corto plazo, en tanto los efectos positivos se trasladarán hacia el mediano y largo plazos. O sea, la población está ansiosa por resultados más inmediatos, pero estos se dilatan en el tiempo y no se sabe cuándo ocurrirán.
Cualquiera sea el rumbo que se siga, debe considerarse que el punto crítico de dicha ruta será, necesariamente, la eliminación de las causas que dieron origen a la dualidad. Hasta tanto no se restaure el poder adquisitivo del peso cubano y este vuelva a cumplir las funciones de unidad de cuenta, medio de cambio y reserva de valor, no se podrá concluir la reforma monetaria [2].
El plan económico hasta 2030 define claramente las líneas estratégicas a seguir y es un documento serio y bien elaborado, por lo que necesita de indicadores de estricto cumplimiento y análisis sobre si realmente estamos avanzando al desarrollo.
A lo largo del amplio periodo después del primer Congreso del PCC han sido numerosos los documentos, plataformas programáticas y planes elaborados; aun así el país sufre de distorsiones estructurales muy fuertes, muy conocidas y que fueron críticamente analizadas desde esa cita efectuada en 1975.
No podemos olvidar que el bloqueo persiste y que, con la presente administración estadounidense, se arreciará aún más. Ese componente estará presente un tiempo más, por lo que el país tiene que utilizar al máximo sus potencialidades internas y aún está distante de hacerlo.
Por último, se avizoran cambios políticos a partir de constituirse un nuevo Parlamento cubano, en abril de 2018. Este elegirá por primera vez un presidente que siga las riendas del camino escogido, sin ser una de las figuras históricas, con el reto de mantener lo alcanzado en lo social y definir un rumbo económico que conlleve crecimiento y desarrollo, así como mayor bienestar individual de la población cubana.
Omar Everleny Pérez Villanueva
IPS
Notas:
[1] Jessica Leon Mundul: “El largo camino hacia la unificación monetaria y cambiaria: ¿Avanzamos? Artículo en proceso de publicación por el Centro de Estudios de la Economía Cubana.
[2] Idem.
Omar Everleny Pérez Villanueva, economista e investigador cubano
Desde modificar trabas institucionales, hasta profundizar en factores internos que no potencian el crecimiento y eliminar la dualidad monetaria y cambiaria, una de las medidas más necesarias y complejas de resolver.
La cubana es una economía pequeña, subdesarrollada y con fuertes desequilibrios internos y externos, por lo cual sufre una crisis estructural profunda; y los contextos internacionales no la favorecen en ningún sentido: sean altos o bajos los precios del petróleo, sean altos o bajos los precios de los productos primarios. Estos, si son bajos, la pueden beneficiar en las importaciones de productos agrícolas, pero la afectan en las ventas de otros renglones, como el azúcar.
En fin, la estructura importadora y exportadora cubana no favorece una tendencia al alza o la baja, como ayuda o afecta a otras economías.
Por lo tanto, para superar su crisis económica, Cuba tiene que asumir muchos retos no encarados hasta el momento y que pasan por cambios institucionales profundos.
El promedio de crecimiento económico del PIB a precios constantes entre 2008 y 2017 fue de dos por ciento, con un resultado económico positivo en 2017, al crecer la economía 1,6 por ciento, después de un decrecimiento de 0,9 por ciento en 2016.
Entre los principales factores que incidieron negativamente en 2017 destacan el ya habitual incumplimiento del plan de exportaciones de bienes, a lo cual se suman las disminuciones de los cobros por servicios exportados. Al igual que en 2016, la inestable disponibilidad de combustibles ha sido un factor estresante, tanto por la baja en la producción de los pozos nacionales como por la llegada tardía de importaciones de combustibles de Venezuela por dos años consecutivos. Otros factores recurrentes son los asociados a los problemas climáticos, incluidos los daños que provocó el huracán Irma.
Entre las actividades que contribuyeron al crecimiento de 2017 está, en primer lugar, el turismo, con un incremento del número de visitantes de 11,9 por ciento. Lo que habría que analizar es la eficiencia de esa industria turística, ya que Cuba, en el Caribe, no es el país que más recursos recibe por habitación hotelera existente. La dinámica de las comunicaciones y el transporte tuvo un incremento de tres por ciento; así igualmente la agricultura, pese a que la gente aún no siente la mejoría del crecimiento de algunas producciones agrícolas, ya que los precios de venta son muy elevados para una gran parte de la población.
Es incomprensible que, habiendo aún tierras ociosas, incluidas tierras entregadas en usufructo para la producción, en 2017 el país haya importado en alimentos unos 1.672 millones de dólares.
En las tiendas minoristas en divisas y en la economía en general se ha observado escasez de determinados productos de consumo importados o producidos en el país. Las importaciones menguaron por el incumplimiento de los pagos a proveedores, pese al largo período que se establece para ejecutarlos, que en algunos casos sobrepasa los dos años.
En la historia reciente de la economía cubana, el plan de inversiones que se planifica siempre se ha incumplido. En 2017 se logró 90 por ciento del plan previsto, lo cual atrasa la producción de determinados renglones necesarios para el país e inmoviliza recursos financieros por un periodo más largo del que se aprobó, entre otros elementos
Sí es justo reconocer que el país ha logrado ejecutar los acuerdos del proceso de reordenamiento de las deudas gubernamentales y realizó un esfuerzo para cumplir con los plazos de pago a proveedores, aunque ha habido atrasos con los antes mencionados.
Desde hace tres años el gobierno ha insistido en la necesidad de prestarle mayor atención a la inversión extranjera, contemplada entre sus prioridades; sin embargo, dadas las potencialidades que tiene Cuba para que exista una mayor presencia de capitales externos en la economía, esta no avanzó al ritmo que se necesita. No obstante, se aceleró el ritmo en 2017, con 2000 millones de dólares comprometidos; por ende, no es una inversión real en el año.
¿A dónde va la economía cubana o a dónde se pretende llegar en 2018?
Tras un análisis somero de los informes dados a conocer en la última Asamblea Nacional del Poder Popular, en diciembre de 2017, puede inferirse que estos están muy cargados de orientaciones, aspiraciones y cifras a alcanzar, pero no queda claro qué reglas será necesario cambiar para que se cumplan. Se deberían modificar las trabas institucionales que no hacen despegar a los actores nacionales, sean estatales o no; es decir, hace falta profundizar en los factores internos que no potencian el crecimiento económico del país, especialmente el exceso de control y la centralidad de las decisiones económicas.
El plan de 2018 prevé crecer en 2018 en dos por ciento, cifra baja para la ruta hacia el desarrollo a que se aspira. En ello le tocará jugar un rol importante a la construcción, el turismo y el comercio; sin embargo, no queda evidenciada la recuperación de la industria cubana ni de la agricultura. Está el ejemplo de la zafra azucarera, que no logra superar la barrera de los dos millones de toneladas de azúcar, que es más o menos el 50 por ciento del potencial existente, y se plantea para 2018 cifras de producción por debajo de 2017; es decir, 133 .00 toneladas menos.
Igual sucede con la agricultura, que no logra que la importación de alimentos disminuya. Por el contrario, en 2018 se importará más alimentos que en 2017, proyectándose cifras de unos 1.738 millones de dólares.
En el actual año se aspira a que la inversión con capitales extranjeros llegue a unos 600 millones de dólares. No obstante, el país debe de incrementar su formación bruta de capitales en al menos 25 por ciento en relación con el PIB y, para esto, sumado a la inversión nacional, tendrá que atraer una inversión extranjera superior a 2000 millones de dólares, anualmente, cifra que no ha de quedar comprometida, sino materializada. Las causas se repiten, unos años tras otros: burocracia excesiva, proyectos con deficiencias en los estudios de factibilidad, dificultades de infraestructura, etc.
El presupuesto cubano continuará en 2018 con elevado déficit fiscal, al plantearse 57.200 millones de pesos de ingresos, a la vez que ha establecido compromisos de gastos superiores a los 68.625 millones de pesos. Por lo cual, el Estado deberá gestionar la emisión de Bonos Soberanos en cifras superiores a los 15.749 millones de pesos, dado que hay que agregar la amortización de la deuda pública de años anteriores. De ahí que sea necesario ampliar los ingresos al presupuesto, para lo cual una reserva significativa puede estar en sobrepasar el 14,8 por ciento de los ingresos que aportan las fuentes no estatales, especialmente los trabajadores privados.
Ahí aparecen entonces los escollos políticos, al intentar organizar a los privados, estudiarles sus éxitos, entre otros elementos, a la vez que se paralizan las licencias nuevas, en vez de hacerlo en paralelo: potenciar y ampliar las actividades no estatales e ir creando mecanismos institucionales de control indirecto, como puede ser la utilización de los mismos instrumentos y mecanismos que en las empresas estatales.
Las menos de 300 cooperativas existentes ya aportan al presupuesto nacional 2,9 por ciento respecto al total de ingresos tributarios. Existen muchas potencialidades en esta forma de organización; sin embargo, están paralizadas las nuevas cooperativas.
Es comprensible que el Estado cubano intente apuntalar una vez más la empresa estatal cubana como la forma fundamental de propiedad de su proyecto socialista, pero hay que tener cuidado, a la vez, con la existencia de los monopolios, que conspiran contra la innovación y el aumento de la calidad a los clientes, entre otros aspectos. La competencia es necesaria y útil para tener productos novedosos, para la reducción de precios y para afianzar clientes.
En la Asamblea Nacional se volvió a retomar el tema de la dualidad monetaria y cambiaria y se insistió en que es necesaria su solución, ya que es una de las primeras prioridades de la Comisión de Implementación de los Lineamientos Económicos. Esto ya se ha planteado durante algunos años, constantemente, y ahora se ha expuesto un nuevo cronograma fijado para discutirse en un Pleno del Comité Central del Partido Comunista de Cuba (PCC), en el primer trimestre de 2018. Hay que tener conciencia de que esa es una de las medidas más complejas a realizar y se han explicado las consecuencias que podrá traer su implementación; sin embargo, es un asunto que no puede postergarse más.
Para la toma de cualquier decisión hay que tener en cuenta que los orígenes de la dualidad monetaria en la economía cubana se sitúan a inicios de la década del noventa del siglo pasado; es decir, a comienzos del Periodo Especial, cuando el poder adquisitivo del peso cubano experimentó un notable deterioro, derivado de la drástica caída de las importaciones provenientes del bloque socialista, que provocó una abrupta caída de los niveles de actividad económica, junto a una política social activa para amortiguar los efectos de la crisis sobre la población.
Todos estos factores generaron un exceso de liquidez e importantes desequilibrios macroeconómicos, ya que se mantuvieron los pagos de salarios, aunque las instituciones, especialmente la empresa cubana, estuvieran sin actividad económica.
A la vez, se estaba produciendo un incremento del flujo de dólares (turismo, remesas y empresas extranjeras), lo cual forzó un proceso de dolarización parcial de la economía, que finalmente se institucionalizó mediante el esquema monetario dual. Es decir, comenzó una doble circulación de monedas que permitió solucionar problemas a corto plazo, pues contribuyó a un crecimiento no inflacionario en la economía y otras medidas positivas. Desde el origen se pensó en medidas de corto plazo, no que duraran más de 25 años.
La complejidad vino dada no por la existencia de dos monedas (primero CUP y USD y posteriormente se cambió el USD por CUC), sino por las múltiples tasas de cambio. Las más reconocidas son la tasa de CADECA, donde 24 CUP = 1 CUC para las transacciones de la población, y la denominada tasa de cambio oficial, donde 1 CUP = 1 CUC para las personas jurídicas.
Como consecuencia de esa distorsión cambiaria, se desconectaron los flujos financieros en pesos cubanos y pesos convertibles, tanto para el sector empresarial y el financiero, como las finanzas públicas, y se han comprometido seriamente los indicadores para analizar la situación económico-financiera.
Queda claro que la eliminación de la circulación de los CUC –oficialmente se ha expresado que la moneda que quedará será el CUP– se acompañaría de la devaluación del tipo de cambio oficial, ya que es imposible pensar que un CUP sea igual a un USD o esté más fuerte que otras monedas extranjeras.
En particular, la devaluación tendrá efectos similares a los esperados en cualquier economía: debilitamiento de la situación económica-financiera en aquellas empresas con marcados descalces cambiarios (ingresos en CUP y gastos en CUC); incremento de la competitividad del sector exportador y encarecimiento de las importaciones; incremento de precios –al encarecerse el componente importado o en CUC de numerosos productos–, que pudiera llegar a traspasarse a los consumidores y deteriorar, por tanto, el salario real, si la medida no se acompaña de una reforma salarial; entre otros [1].
Lo complejo viene dado, además, porque hay tensiones acumuladas, a partir de las expectativas que se han generado en la población acerca de una mejora inmediata versus los efectos reales de la unificación. El bajo poder adquisitivo del peso cubano descansa en la baja capacidad productiva de una parte significativa del sistema empresarial estatal. Hasta tanto no se consiga un despegue de esas fuerzas productivas, no se podrá recuperar el salario real. Es difícil alcanzar las expectativas de la población con la alta centralidad existente, la caída de las importaciones y planes rigurosos para las empresas, el sector privado en ramas preferentes de servicios, entre otros elementos.
Y aunque es necesario alcanzar la unificación monetaria y tasas cambiarias justas, una buena parte de los efectos negativos de la unificación (devaluación, en particular) se expresarán muy rápidamente en el corto plazo, en tanto los efectos positivos se trasladarán hacia el mediano y largo plazos. O sea, la población está ansiosa por resultados más inmediatos, pero estos se dilatan en el tiempo y no se sabe cuándo ocurrirán.
Cualquiera sea el rumbo que se siga, debe considerarse que el punto crítico de dicha ruta será, necesariamente, la eliminación de las causas que dieron origen a la dualidad. Hasta tanto no se restaure el poder adquisitivo del peso cubano y este vuelva a cumplir las funciones de unidad de cuenta, medio de cambio y reserva de valor, no se podrá concluir la reforma monetaria [2].
El plan económico hasta 2030 define claramente las líneas estratégicas a seguir y es un documento serio y bien elaborado, por lo que necesita de indicadores de estricto cumplimiento y análisis sobre si realmente estamos avanzando al desarrollo.
A lo largo del amplio periodo después del primer Congreso del PCC han sido numerosos los documentos, plataformas programáticas y planes elaborados; aun así el país sufre de distorsiones estructurales muy fuertes, muy conocidas y que fueron críticamente analizadas desde esa cita efectuada en 1975.
No podemos olvidar que el bloqueo persiste y que, con la presente administración estadounidense, se arreciará aún más. Ese componente estará presente un tiempo más, por lo que el país tiene que utilizar al máximo sus potencialidades internas y aún está distante de hacerlo.
Por último, se avizoran cambios políticos a partir de constituirse un nuevo Parlamento cubano, en abril de 2018. Este elegirá por primera vez un presidente que siga las riendas del camino escogido, sin ser una de las figuras históricas, con el reto de mantener lo alcanzado en lo social y definir un rumbo económico que conlleve crecimiento y desarrollo, así como mayor bienestar individual de la población cubana.
Omar Everleny Pérez Villanueva
IPS
Notas:
[1] Jessica Leon Mundul: “El largo camino hacia la unificación monetaria y cambiaria: ¿Avanzamos? Artículo en proceso de publicación por el Centro de Estudios de la Economía Cubana.
[2] Idem.
Omar Everleny Pérez Villanueva, economista e investigador cubano
miércoles, 17 de enero de 2018
Palabras para inaugurar el Premio Casa de las Américas 2018.
Jorge Fornet, Roberto Fernández Retamar, Silvio Rodríguez, Abel Prieto, Marcia Leiseca
La Habana, 15 de enero de 2018.
Hermanos que convoca esta Casa:
Si a un siglo de su nacimiento José Martí fue identificado como responsable de los hechos revolucionarios que inauguraron nuestra etapa libertaria de 1953, también pudiera decirse que esta Casa de las Américas fue fundada por nuestro Apóstol, por su compromiso con los próceres que empezaron las guerras de emancipación continental contra el colonialismo. Para colmo, una joven de la generación del centenario del nacimiento de Martí, protagonista de aquella jornada terrible y simbólicamente hermosa fue, a su vez, quien fundó y animó a esta institución, que ha reunido escritores como haciendo un ensayo hogareño de aquel ideal llamado Nuestra América.
Otro imprescindible de esta Casa, mi amigo poeta y pensador Roberto Fernández Retamar, el año pasado me pidió estas palabras de inauguración al Premio número nº 59. Y es que Roberto sabe que, aunque este entrañable evento aún no ha incluido la modalidad de canción, es incuestionable que aquí se ha cantado mucho, tanto con lírica como con guitárrica.
Por ejemplo, el mes que viene hará medio siglo de que varios trovadores de mi generación estuvimos por primera vez en este mismo salón. Aún no se llamaba Che Guevara, aunque ese fue un nombre que nos sobrevoló aquella noche. Lo que era yo, estaba bastante azorado, casi no me lo creía, porque en febrero de 1968 Casa de las Américas era ya un lugar honroso y querido, liderado por una heroína y respaldado por brillantes artistas y escritores.
Faltaban por llegar muchas novelas, narraciones, piezas de teatro; faltaban inolvidables libros de poesía. Y faltaban por ausentarse, o por sernos arrebatados, varios hermanos queridos. Porque esta Casa y este Premio siempre tuvieron la virtud de reunir a mujeres y a hombres más interesados en la suerte de sus pueblos que en la de sus palabras; gente entregada en el ingenio, pero mucho también en carne y hueso. Así que faltaban por ocurrir sorpresas en muchos escenarios, noticias esperadas o inconcebibles, esperanzas y angustias de diversas honduras.
También faltaban iluminaciones, torpezas, aprendizajes; faltaba tiempo, partícula a partícula, haciendo lo que la brisa y el agua cuando corren. Faltaba, después de la espuma, el sedimento revelador que nos hace reconocer y desafiar, entre las miserias del mundo, lo triste de nuestra propia naturaleza.
A algunos incluso nos faltaba más de la mitad de nuestras vidas, aunque no lo sabíamos. Y todos éramos aprendices de todo: de la historia escrita, de la que pensábamos que faltaba por hacer y escribir y, por supuesto, la de la hormiga cotidiana: la historia real que, entre acorralado y desafiante, ha escrito este pequeño país, capaz de proyectar las enormes luces de sus sueños.
Algunos sueños acaso no los llegaremos a tocar, al menos del todo, porque el acoso constante sin dudas nos limita. Estamos donde una larga, compleja y desigual batalla nos permite. Esto nos ha hecho desarrollar un arte de defensa que nos sostiene. Y aunque el que se defiende bien a veces logra sobrevivir, verse obligado a basar la existencia bajo esa premisa no es lo más saludable.
Quienes hemos sido parte de esta Casa de las Américas durante 59 años tenemos pruebas, en primer lugar, de que el bien es posible, y de que el arte y la cultura son parte de su sustancia. También sabemos que algunas inconveniencias pueden durar más de lo proclamado y que el bien es aún perfectible.
Por esas razones aquí estamos, con la voluntad de ser mejores, de avanzar. Por eso aquí seguimos. Por supuesto que no eternamente y mucho menos por costumbre, sino porque aún somos capaces de estremecernos cuando llegamos a un lugar como esta Casa.
Es como si de pronto se fuera abrir una puerta y entrara una señora con una sonrisa entre pícara y materna, con una mirada entre nostálgica y escrutadora, con una voz de flauta y unos brazos menudos que te rodean, te sostienen y hasta te enderezan, y te hacen pensar que estas a salvo, que realmente puedes decir todo lo que te parece —y hasta lo que imaginas—; extraordinario abrazo que te hace sentir que estás creciendo, o que te hace creer que cuando dices es que creces, y que sólo por eso vale la pena estar vivo.
Gracias a esa y a otras nítidas presencias ahora mismo en esta sala, es que logro decir bienvenidos, hermanos, al Premio Casa de las Américas de 2018.
Muchas gracias.
Silvio Rodríguez
Así votan los mercados.
Cuando siendo adolescente leí la novela de Bertolt Brecht Los negocios del señor Julio César, una de las cosas que más llamó mi atención, y recuerdo aún, fue cómo Brecht relata que ya en la Roma preimperial la economía, a través del abastecimiento y precio del trigo, era utilizada como arma política.
Los últimos cien años han sido testigos del empleo numeroso de ese recurso contra gobiernos que no han sido del agrado de los mercaderes de la nueva Roma, pero lo que nadie imaginaría es que incluso en el Chile actual, donde no hay hoy la menor posibilidad de que un proyecto con una agenda antiimperialista gane el poder ejecutivo esa intervención fuera posible.
La información, revelada a nada menos que a ese órgano oficial del capitalismo global que es The Wall Street Journal por el economista jefe del Banco Mundial, Paul Romer, de que se alteraron con fines políticos los indicadores de competitividad que publica esa institución y provocaron que durante el mandato de la Presidenta chilena Michel Bachelet esa “competitividad” se desplomara del lugar 33 en 2015 al 120 en el 2016 sin nada que ver con las medidas adoptadas por el gobierno chileno sino por la manera políticamente motivada de medirla hizo que la inversión extranjera en Chile cayera un 40% durante el 2017, lo que fue una de las principales banderas en la campaña electoral del ahora Presidente electo Sebastián Piñera.
Si eso es contra el Chile de Bachelet, cabe preguntarse cómo habrán operado y operan estos organismos en el caso de la Venezuela de Nicolás Maduro, la Bolivia de Evo, la Argentina de los Kirchner, o peor la “Cuba de los Castro”, y cuánto ha servido ese voto de la “mano invisible del mercado” para que llegue al poder alguien como Maricio Marci, o Enrique Peña Nieto.
Lo asombroso es que hace muy poco se debatiera en la prensa privada surgida en Cuba durante la época en que Barack Obama volaba a bordo del Air Force One la conveniencia para la Isla de adherirse a mecanismos como los del Banco Mundial y sobre todo a su pariente de peor reputación: El Fondo Monetario Internacional. El ahora coyunturalmente visible “archipiélago de despotismos” (Boaventura de Sousa), en el que las organizaciones globales de la economía y la comunicación no cesan de votar en elecciones nacionales y locales desnuda aquellas ¿ingenuas? ilusiones.
En pleno auge del encantamiento obamista hacia Cuba, uno los teóricos de del “aterrizaje suave” de la Isla en el capitalismo planteaba que el mayor conocimiento de los cubanos sobre los procesos electorales en América Latina, produciría el abandono de la forma en que se eligen las autoridades cubanas para asumir el modelo de democracia liberal que los Estados Unidos han impuesto en la región.
Pero la impunidad de los golpes parlamentarios que hemos visto suceder en los últimos años en Paraguay y Brasil, el fraude escandaloso en Honduras, como también los que reiteradamente han ocurrido en México, el pacto en Perú entre gobierno y oposición a favor de intercambiar la protección mutua de un Presidente acusado de corrupción y un ex Presidente convicto, el transfuguismo de un gobernante que en Ecuador abandona el programa que lo llevó al poder ejecutivo, entre otros muchos otros ejemplos que se pudieran citar, parecen no ser muy adecuados para convencer a los cubanos, mientras gobiernos respaldados por el voto popular como los de Venezuela y Bolivia apenas han logrado sobrevivir los ataques de una oligarquía que utiliza dinero extranjero en las redes sociales de internet y el poder de los grandes los medios de comunicación para una guerra sin cuartel que, aunque no los ha podido sacar de la dirección de sus países, no respeta las propias reglas del modelo que sus partidarios dicen defender.
La altísima abstención, las promesas de campaña que rara vez se cumplen, la aplicación de la violencia policial contra la ciudadanía y ahora el reconocido uso politizado de la economía, ya no solo contra gobiernos de izquierda sino no contra aquellos que no son suficientemente neoliberales, como acaba de conocerse en Chile, muestran un panorama que dista de ser muy seductor a pesar del dinero empleado en hacerlo aparecer como tal.
El sistema electoral cubano no es perfecto y por supuesto que necesita seguir cambiando pero precisamente en la misma dirección que ha marcado hasta hoy: lo más lejos de abrir las urnas a la mano cada vez más visible del mercado.
Iroel Sánchez
Al Mayadeen
Los últimos cien años han sido testigos del empleo numeroso de ese recurso contra gobiernos que no han sido del agrado de los mercaderes de la nueva Roma, pero lo que nadie imaginaría es que incluso en el Chile actual, donde no hay hoy la menor posibilidad de que un proyecto con una agenda antiimperialista gane el poder ejecutivo esa intervención fuera posible.
La información, revelada a nada menos que a ese órgano oficial del capitalismo global que es The Wall Street Journal por el economista jefe del Banco Mundial, Paul Romer, de que se alteraron con fines políticos los indicadores de competitividad que publica esa institución y provocaron que durante el mandato de la Presidenta chilena Michel Bachelet esa “competitividad” se desplomara del lugar 33 en 2015 al 120 en el 2016 sin nada que ver con las medidas adoptadas por el gobierno chileno sino por la manera políticamente motivada de medirla hizo que la inversión extranjera en Chile cayera un 40% durante el 2017, lo que fue una de las principales banderas en la campaña electoral del ahora Presidente electo Sebastián Piñera.
Si eso es contra el Chile de Bachelet, cabe preguntarse cómo habrán operado y operan estos organismos en el caso de la Venezuela de Nicolás Maduro, la Bolivia de Evo, la Argentina de los Kirchner, o peor la “Cuba de los Castro”, y cuánto ha servido ese voto de la “mano invisible del mercado” para que llegue al poder alguien como Maricio Marci, o Enrique Peña Nieto.
Lo asombroso es que hace muy poco se debatiera en la prensa privada surgida en Cuba durante la época en que Barack Obama volaba a bordo del Air Force One la conveniencia para la Isla de adherirse a mecanismos como los del Banco Mundial y sobre todo a su pariente de peor reputación: El Fondo Monetario Internacional. El ahora coyunturalmente visible “archipiélago de despotismos” (Boaventura de Sousa), en el que las organizaciones globales de la economía y la comunicación no cesan de votar en elecciones nacionales y locales desnuda aquellas ¿ingenuas? ilusiones.
En pleno auge del encantamiento obamista hacia Cuba, uno los teóricos de del “aterrizaje suave” de la Isla en el capitalismo planteaba que el mayor conocimiento de los cubanos sobre los procesos electorales en América Latina, produciría el abandono de la forma en que se eligen las autoridades cubanas para asumir el modelo de democracia liberal que los Estados Unidos han impuesto en la región.
Pero la impunidad de los golpes parlamentarios que hemos visto suceder en los últimos años en Paraguay y Brasil, el fraude escandaloso en Honduras, como también los que reiteradamente han ocurrido en México, el pacto en Perú entre gobierno y oposición a favor de intercambiar la protección mutua de un Presidente acusado de corrupción y un ex Presidente convicto, el transfuguismo de un gobernante que en Ecuador abandona el programa que lo llevó al poder ejecutivo, entre otros muchos otros ejemplos que se pudieran citar, parecen no ser muy adecuados para convencer a los cubanos, mientras gobiernos respaldados por el voto popular como los de Venezuela y Bolivia apenas han logrado sobrevivir los ataques de una oligarquía que utiliza dinero extranjero en las redes sociales de internet y el poder de los grandes los medios de comunicación para una guerra sin cuartel que, aunque no los ha podido sacar de la dirección de sus países, no respeta las propias reglas del modelo que sus partidarios dicen defender.
La altísima abstención, las promesas de campaña que rara vez se cumplen, la aplicación de la violencia policial contra la ciudadanía y ahora el reconocido uso politizado de la economía, ya no solo contra gobiernos de izquierda sino no contra aquellos que no son suficientemente neoliberales, como acaba de conocerse en Chile, muestran un panorama que dista de ser muy seductor a pesar del dinero empleado en hacerlo aparecer como tal.
El sistema electoral cubano no es perfecto y por supuesto que necesita seguir cambiando pero precisamente en la misma dirección que ha marcado hasta hoy: lo más lejos de abrir las urnas a la mano cada vez más visible del mercado.
Iroel Sánchez
Al Mayadeen
lunes, 15 de enero de 2018
Faustino Pérez: Ser revolucionario, razón de su vida
El Che lo calificaba de compañero honesto a carta cabal y arriesgado hasta el extremo, mientras que para Fidel era la conducta de la Revolución
En el año de su muerte (1992), unos periodistas colombianos de visita en Cuba quisieron entrevistarlo. No lo hallaron en una oficina de La Habana con aire acondicionado y todas las demás comodidades, sino en un paraje agreste de la Ciénaga de Zapata, en plena labor rodeado de lugareños y vistiendo como ellos.
Ante la extrañeza de los visitantes, Faustino respondió: “Ciertamente, yo podría estar en La Habana, pero me siento más cómodo en este medio donde puedo hacer más de manera más directa, aunque sea modestamente, algo por los que necesitan que se haga algo. Esa es la razón… Esta no es de una responsabilidad tan alta, pero nos sentimos bien; es útil y con eso basta. Lo importante es que seguimos teniendo el espíritu de pelea de cuando vinimos en el Granma, aunque por cuestiones de edad no las mismas fuerzas ni las mismas energías”.
Esa conducta, aclaraba a los periodistas, se identificaba con los principios que predicaba el Che. “Yo diría que nosotros nos sentimos felices y reconciliados con el ser humano, cuando constatamos que estamos siguiendo el camino de hombres como el Che, Martí, Bolívar. Es decir, sabemos que estamos en el buen camino cuando nos vemos transitando en esa dirección”.
No es de extrañar que a Faustino el Guerrillero Heroico lo calificara de “compañero honesto a carta cabal y arriesgado hasta el extremo. De su arrojo tengo pruebas presenciales”; y solía contar cómo en la Sierra, bajo la metralla, “quemó un avión que nos había traído armas desde Miami, descubierto por la aviación enemiga… para evitar que cayera en manos del Ejército (batistiano)”.
Entretanto, su compañero de luchas en la clandestinidad, Arnol Rodríguez, gustaba hablar de su integridad, firmeza, mucha honestidad y confianza en el futuro. Era extraordinariamente responsable ante cada una de las tareas que tenía por delante, agrega; y prefería entonces citar una afirmación de Fidel: “Faustino Pérez encarna la conducta de la Revolución”.
Para Pedro Miret, descolló “como trabajador y cuadro ejemplar, disciplinado y creador, austero y exigente, sobre todo consigo mismo […] ser útil a la Patria y a la Revolución fue en todo minuto la razón de su vida”.
Faustino Pérez Hernández nació el 15 de febrero de 1920 en un hogar numeroso de campesinos consagrados a la tierra, en la actual provincia de Sancti Spíritus. Conoció de pequeño la explotación. Siempre tuvo la pasión de instruirse. Matriculó por la libre el bachillerato y alternaba el estudio con las labores de la escogida de tabaco. Se fue a La Habana en 1943, a hacerse médico y para pagar la carrera, trabajaba como aprendiz ayudante en un laboratorio de la calle Salud. Su sueño era dedicarse a la Pediatría. Pero Cuba estaba desgobernada entonces por la tiranía batistiana y tuvo que convertirse en combatiente (terminó de graduarse en 1959).
Integrante del Movimiento Nacional Revolucionario (MNR) de García Bárcenas, cayó preso con una sanción de más de tres años. Salió de la cárcel con la amnistía de 1955; ese año Fidel creó el Movimiento 26 de Julio y Faustino estuvo entre sus fundadores. Expedicionario del Granma, permaneció junto con Fidel en la dispersión de Alegría de Pío. Después del reagrupamiento de Cinco Palmas, el Comandante en Jefe lo seleccionó como delegado del M-26-7 en La Habana.
Una vez le preguntaron qué significaba para él la figura de Fidel: “La posibilidad de haber conocido a un prócer, a un líder extraordinario… Tiene la capacidad de hacerse sentir compañero y al mismo tiempo maestro, jefe, líder; porque esa es una de las características de Fidel: se siente hermano, se siente compañero. Eso es para nosotros. Los cubanos tenemos el privilegio de tener a Fidel como guía, como líder de esta Revolución y como forjador de una nueva generación de revolucionarios. Es decir, significa tanto para nosotros, él es la Revolución”.
Faustino reorganizó el Movimiento en la capital. Según Arnol Rodríguez, “con él alcanzan un gran desarrollo e impulso integral todos los frentes (de la clandestinidad) y la Resistencia Cívica. No hay un solo mes que no ocurra una acción importante en La Habana”, y para fundamentarlo, menciona la Huelga del 5 de agosto (1957), la noche de las 100 bombas, el secuestro de Fangio…
Tras el revés de la huelga del 9 de abril, Fidel ordenó a Faustino marchar a la Sierra. A propuesta del Jefe de la Revolución, instituyó la administración civil del territorio libre, creó escuelas y hospitales en intrincados parajes, fomentó organizaciones campesinas, organizó la recaudación de fondos para la Revolución.
Después del triunfo, fungió como titular del Ministerio de Recuperación de Bienes Malversados y luego se fue de nuevo a la Sierra Maestra, al frente del Servicio Médico Social, un viejo sueño que compartía con el también comandante René Vallejo desde la etapa insurreccional, como puede verse en la correspondencia de la época entre ellos.
Se le vio siempre dispuesto a asumir la tarea que le encomendaran Fidel y la Revolución. Así, organizó el Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos, dirigió el Partido en su Sancti Spíritus natal, trabajó con el Poder Popular, representó diplomáticamente a Cuba en Bulgaria, puso todo su corazón y energía en el desarrollo integral de la Ciénaga de Zapata. En esta tarea le sorprendió la muerte, el 24 de diciembre de 1992
En el encuentro con periodistas venezolanos anteriormente mencionado, el cual se publicó en forma de entrevista en la revista venezolana Superguía Dominical, Faustino expresó: “Para muchos ya desapareció el socialismo, para nosotros los cubanos no. Creemos que todavía el futuro tiene mucho que ver con el socialismo y el socialismo con el futuro y me parece que Cuba está demostrándolo y lo va a demostrar mucho más hacia delante”.
Pedro Antonio García
Bohemia
Fuentes consultadas
Testimonios y datos ofrecidos en el año 2000 al autor de este trabajo por la familia de Faustino Pérez, Arnol Rodríguez y Pepe Díaz. Los textos periodísticos La última entrevista del comandante Faustino (Superguía Dominical, marzo de 1993) y Siempre soldado de primera línea, de Pedro A. García (Granma. 15 de febrero de 2000).
Nanotecnología en Cuba para “soberanía tecnológica”
El gobierno cubano comenzará en 2018 a desarrollar el Programa Nacional de Nanociencia y Nanotecnologías para modernizar su industria, sobre todo la farmacéutica y la biotecnológica, en busca de “plena soberanía tecnológica”.
El proyecto cuenta con once líneas de investigación y será gestionado por la Agencia de Energía Nuclear y Tecnologías Avanzadas del ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente (Citma) de la isla.
Su aplicación comenzará “de manera gradual” durante 2018, dentro del Plan Nacional de Desarrollo Económico y Social del país caribeño hasta el 2030, especifica el diario estatal Granma.
“Ningún sector de la economía cubana podrá sustraerse del impacto de ambas disciplinas debido a su naturaleza horizontal y abarcadora, y las enormes potencialidades (…) para modernizar la industria y los servicios en las próximas décadas”, dijo el coordinador del grupo líder del proyecto, Luis Felipe Desdín.
Desdín reconoció que se trata de una “práctica científica de primer mundo en extremo cara”, por el elevado costo del equipamiento requerido, pero aseguró que si el país no invierte en ella, corre el riesgo de “quedar atrás en la aspiración de contar con productos nacionales de alto valor agregado”.
Insistió en que este programa no parte de cero y recordó las investigaciones que realizan las instituciones científicas cubanas desde hace más de 20 años, para asimilar y desarrollar la nanotecnología en la isla.
Dentro del Programa Nacional los científicos cubanos diseñarán métodos de simulación matemática de las propiedades y el comportamiento de nanoestructuras y generarán nanosensores para la detección de biomoléculas de aplicaciones médicas, la detección de contaminantes y el control de la calidad del agua.
También tratarán de crear nanoestructuras que puedan servir como principios activos y agentes terapéuticos en el tratamiento de enfermedades como el cáncer, el alzheimer, el parkinson y otros males relacionados con el envejecimiento.
El programa gubernamental busca impulsar la creación de nanomateriales capaces de propiciar el almacenamiento eficiente de energía eléctrica e hidrógeno, y de nanoestructuras para el diseño de celdas fotovoltaicas.
El Programa Nacional de Nanociencia y Nanotecnologías es el número 32 del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente del país caribeño.
OnCuba
El proyecto cuenta con once líneas de investigación y será gestionado por la Agencia de Energía Nuclear y Tecnologías Avanzadas del ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente (Citma) de la isla.
Su aplicación comenzará “de manera gradual” durante 2018, dentro del Plan Nacional de Desarrollo Económico y Social del país caribeño hasta el 2030, especifica el diario estatal Granma.
“Ningún sector de la economía cubana podrá sustraerse del impacto de ambas disciplinas debido a su naturaleza horizontal y abarcadora, y las enormes potencialidades (…) para modernizar la industria y los servicios en las próximas décadas”, dijo el coordinador del grupo líder del proyecto, Luis Felipe Desdín.
Desdín reconoció que se trata de una “práctica científica de primer mundo en extremo cara”, por el elevado costo del equipamiento requerido, pero aseguró que si el país no invierte en ella, corre el riesgo de “quedar atrás en la aspiración de contar con productos nacionales de alto valor agregado”.
Insistió en que este programa no parte de cero y recordó las investigaciones que realizan las instituciones científicas cubanas desde hace más de 20 años, para asimilar y desarrollar la nanotecnología en la isla.
Dentro del Programa Nacional los científicos cubanos diseñarán métodos de simulación matemática de las propiedades y el comportamiento de nanoestructuras y generarán nanosensores para la detección de biomoléculas de aplicaciones médicas, la detección de contaminantes y el control de la calidad del agua.
También tratarán de crear nanoestructuras que puedan servir como principios activos y agentes terapéuticos en el tratamiento de enfermedades como el cáncer, el alzheimer, el parkinson y otros males relacionados con el envejecimiento.
El programa gubernamental busca impulsar la creación de nanomateriales capaces de propiciar el almacenamiento eficiente de energía eléctrica e hidrógeno, y de nanoestructuras para el diseño de celdas fotovoltaicas.
El Programa Nacional de Nanociencia y Nanotecnologías es el número 32 del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente del país caribeño.
OnCuba
domingo, 14 de enero de 2018
viernes, 12 de enero de 2018
Comunicado ante la situación de Ana Belén Montes
Las organizaciones abajo firmantes denunciamos la situación de maltrato físico y psicológico en que el gobierno de Estados Unidos mantiene a la ciudadana de Puerto Rico Ana Belén Montes. Se trata de una empleada pública de la administración estadounidense que, con fines totalmente pacíficos y para proteger al pueblo cubano de agresiones imperialistas, informó a las autoridades revolucionarias cubanas de los planes terroristas que se proyectaban desde territorio norteamericano.
Al ser funcionaria de EEUU cuando ejercía esta labor humanitaria ha sido condenada a 25 años de prisión en las cárceles de ese país en condiciones de flagrante y brutal violación de los derechos humanos más elementales. Ana Belén Montes lleva ya 16 años de cárcel en prácticamente total aislamiento y reclusión, ya que sólo puede recibir visitas de los familiares y amigos que la conocieron antes de ser condenada.
Recientemente ha sido operada de un pecho y sometida a sesiones de quimioterapia por habérsele diagnosticado un cáncer de mama. Esta situación, durísima por si misma, ha tenido que pasarla en completa soledad y aislamiento, sin poder recibir la solidaridad de sus seres queridos, aunque sus compañeras de prisión si se han volcado con ella. Para mayor gravedad, durante el transporte hasta el hospital y regreso a la prisión ha sido encadenada con un grueso grillete en la cintura conectado también mediante una gruesa cadena a los pies.
Entendemos que tan injustificables medidas y situación de ensañamiento carcelario se debe a que Ana Belén ha demostrado su conciencia humana para con el pueblo cubano que ha sido brutalmente agredido desde que, con su revolución, se atrevió a coger su destino en sus propias manos contraviniendo por completo los intereses de las multinacionales norteamericanas, ejerciendo de ejemplo a seguir para todos los pueblos del mundo.
Este gesto de humanidad para con la Revolución Cubana le resulta insoportable al imperialismo, sobre todo tratándose de una funcionaría pública norteamericana, porque es un ejemplo de humanidad para todas las personas del mundo. Con ello, Ana Belén Montes ha demostrado qué Cuba es la agredida por los planes terroristas fraguados desde Estados Unidos y que la Revolución Cubana, pese a todas las mentiras que se vierten contra ella a diario en los medios del capital, es un sistema político que merece toda la solidaridad y respeto.
Por es mismo, nosotros también mostramos nuestra firme solidaridad para con la Revolución Cubana y Ana Belén Montes. Para está heroína solidaria con la humanidad, exigimos el cese de los maltratos físicos y psicológicos y le deseamos su más pronta liberación.
¡Basta de maltrato físico y psíquico contra Belén Ana Belén Montes!
¡Viva la revolución cubana!
¡Fidel vive la lucha sigue!
Colectivo 26 de Julio
Coordinadora Estatal de Solidaridad con Cuba de Madrid
Al ser funcionaria de EEUU cuando ejercía esta labor humanitaria ha sido condenada a 25 años de prisión en las cárceles de ese país en condiciones de flagrante y brutal violación de los derechos humanos más elementales. Ana Belén Montes lleva ya 16 años de cárcel en prácticamente total aislamiento y reclusión, ya que sólo puede recibir visitas de los familiares y amigos que la conocieron antes de ser condenada.
Recientemente ha sido operada de un pecho y sometida a sesiones de quimioterapia por habérsele diagnosticado un cáncer de mama. Esta situación, durísima por si misma, ha tenido que pasarla en completa soledad y aislamiento, sin poder recibir la solidaridad de sus seres queridos, aunque sus compañeras de prisión si se han volcado con ella. Para mayor gravedad, durante el transporte hasta el hospital y regreso a la prisión ha sido encadenada con un grueso grillete en la cintura conectado también mediante una gruesa cadena a los pies.
Entendemos que tan injustificables medidas y situación de ensañamiento carcelario se debe a que Ana Belén ha demostrado su conciencia humana para con el pueblo cubano que ha sido brutalmente agredido desde que, con su revolución, se atrevió a coger su destino en sus propias manos contraviniendo por completo los intereses de las multinacionales norteamericanas, ejerciendo de ejemplo a seguir para todos los pueblos del mundo.
Este gesto de humanidad para con la Revolución Cubana le resulta insoportable al imperialismo, sobre todo tratándose de una funcionaría pública norteamericana, porque es un ejemplo de humanidad para todas las personas del mundo. Con ello, Ana Belén Montes ha demostrado qué Cuba es la agredida por los planes terroristas fraguados desde Estados Unidos y que la Revolución Cubana, pese a todas las mentiras que se vierten contra ella a diario en los medios del capital, es un sistema político que merece toda la solidaridad y respeto.
Por es mismo, nosotros también mostramos nuestra firme solidaridad para con la Revolución Cubana y Ana Belén Montes. Para está heroína solidaria con la humanidad, exigimos el cese de los maltratos físicos y psicológicos y le deseamos su más pronta liberación.
¡Basta de maltrato físico y psíquico contra Belén Ana Belén Montes!
¡Viva la revolución cubana!
¡Fidel vive la lucha sigue!
Colectivo 26 de Julio
Coordinadora Estatal de Solidaridad con Cuba de Madrid
jueves, 11 de enero de 2018
El "alma" viva de los universitarios
La Universidad de La Habana, centro fundacional de la Educación Superior en Cuba, cumple 290 años
La vista se posa tranquila en su esbeltez y expresión simbólica, que coquetea con el paso de la juventud a la madurez. En la amplia escalinata, la escultura en bronce del Alma Mater invita sutil a sus predios, en un centro que resume con brillantez la arquitectura cubana de la primera mitad de siglo xx.
Casi tricentenaria, la Universidad de La Habana (UH), institución de altos estudios más antigua de Cuba, resulta expresión de sabiduría. Es, como diría el Historiador de La Habana, Eusebio Leal Spengler, la madre maestra, el sitio donde trazamos el camino de la vida.
Y lo fue desde que se creara el 5 de enero de 1728 en las instalaciones del Convento San Juan de Letrán, que alberga hoy al Colegio San Gerónimo de La Habana, facultad de la UH donde se imparte la Licenciatura en Preservación y Gestión del Patrimonio Histórico Cultural. Lo fue también cuando la introducción de reformas educacionales a fines del siglo XIX y principios del XX, así como las demandas de crecimiento de la capital, hicieron inminente su traslado en mayo de 1902 a la nueva sede en la Loma de Aróstegui o de la Pirotecnia, sitio donde se erige actualmente la Colina Universitaria.
Por su historia se cuenta buena parte del devenir de la nación, toda vez que sus aulas abrigaron a los protagonistas de las luchas por la independencia, el enfrentamiento a los regímenes que vejaban al país durante la primera mitad del siglo pasado, y la construcción del proyecto revolucionario nacido en 1959, como cuenta el doctor Gustavo Cobreiro, rector de la institución, en la presentación del libro El Patrimonio Cultural de la Universidad de La Habana.
Ha sido, a la vez, basamento y pilar de la memoria científica, arquitectónica, documental y cultural de la nación, expandida más allá de sus muros. Por esa razón, ha abierto sus puertas a algunas de las figuras más prominentes de Latinoamérica y el orbe, entre ellas a Fidel, su alumno mejor, cultor del diálogo con los jóvenes, quien allí se hizo revolucionario, y a quien están dedicados los festejos por el aniversario.
LA UNIVERSIDAD DEL PRESENTE
Formar con calidad a los graduados universitarios constituye el compromiso mayor del centro de altos estudios. De ello son testigos los miles de jóvenes que en pregrado y posgrado se forman en sus aulas, así como su claustro de profesores, que al decir del rector del centro, en el programa televisivo Mesa Redonda, del 4 de enero último, son «los principales artífices» y «el soporte fundamental».
Cualidades revolucionarias, nivel científico y pedagógico los caracterizan, apuntó Cobreiro, y a ello habría que agregar el profundo compromiso y sentido de pertenencia, si tenemos en cuenta que, de los profesores, sobrepasan la mitad los que llevan más de 20 años en la universidad, y más del 20 % superan las cuatro décadas en el centro.
Fueron ellos en buena medida, junto a sus estudiantes, los que en el proceso de evaluación llevado a cabo por la Junta de Acreditación Nacional la condujeron a alcanzar la categoría de institución de Excelencia en el 2016, con lo cual la UH se convirtió en el primer centro del país con esta condición.
«Hoy poseen acreditación de excelencia el 73 % de las carreras, el 72 % de los programas de maestría y el 75 % de los de doctorados», agregó.
En la era de la información y las comunicaciones, alcanzar y mantener esos resultados pasa por contar con una infraestructura tecnológica, que en la UH se concreta con la conexión del centro por fibra óptica, la elevación cien veces del ancho de banda y la conexión de 10 000 usuarios a la red.
El 100 % de los estudiantes y profesores tiene acceso a internet. Más de mil docentes poseen acceso remoto desde sus casas. Asimismo, contamos con más de cien puntos de transmisión inalámbrica, y un canal de televisión universitaria estrenado con motivo de este aniversario, sostuvo el también miembro del Comité Central del Partido.
En ese ánimo de perfeccionamiento, la UH, centro rector de 35 carreras en el país, trabaja en la elaboración y aplicación del plan de estudios «E», apuntó la doctora Normas Barrios, vicerrectora docente y de calidad, y agregó que el propósito de la universidad es que en septiembre del 2018 todas las carreras estén funcionando con el nuevo programa».
CIENCIA E INNOVACIÓN: CAMINO AL DESARROLLO
En temprana fecha dijo Fidel que Cuba debía convertirse en un país de hombres de ciencia y pensamiento, y cumplir cabalmente ese derrotero ha sido para la universidad de Varela, Céspedes, Agramonte, Mella, Guiteras, José Antonio Echeverría, Juan Marinello y Carlos Rafael Rodríguez, entre otros, propósito insoslayable.
Una amplia agenda de investigación, que abarca en la actualidad el desarrollo local, envejecimiento poblacional, administración pública y sostenibilidad ambiental, entre otros temas, coadyuva a cumplimentar esa misión, desde la mirada multidisciplinaria de diversas áreas del conocimiento.
Así lo constató a la Mesa Redonda Vilma Hidalgo, vicerrectora de investigaciones y posgrado, quien agregó además que ha sido significativa la participación de profesores e investigadores en la actualización del modelo económico cubano.
Otros resultados se evidencian en los cien proyectos de investigación vinculados a programas nacionales de la ciencia, en temas como las relaciones internacionales, educación, salud, diversidad biológica, biomedicina, protección de los recursos naturales y energía renovable, por solo mencionar algunos ejemplos.
Muestra de ese caudal de conocimiento se evidencia en la obra científica universitaria: la publicación de libros y de artículos en revistas científicas de alto impacto, el posicionamiento de casi 1 400 artículos en bases de datos internacionales, y el desarrollo de conferencias, talleres y seminarios de alta convocatoria, según explicó Hidalgo.
Además, argumentó que la UH tiene una cartera de 14 productos de la ciencia, varios servicios científico-técnicos, 33 patentes, de ellas cinco internacionales, de conjunto con BioCubaFarma, entidad con la cual se establece la alianza más importante.
UNA MIRADA AL FUTURO
Un nuevo aniversario siempre es momento oportuno para delinear nuevas hojas de ruta, en función de superar materias pendientes y consolidar conquistas. El de un centro universitario no es la excepción, de ahí que para su rector, la UH tiene entre sus retos mantener su condición de Excelencia, caracterizarse por la calidad de la formación integral de sus graduados, por la ciencia de alto impacto, y por participar en el desarrollo sostenible de la sociedad socialista cubana.
Tiene el compromiso de seguir acompañando al pueblo de Cuba, y que Cuba la siga acompañando como lo ha hecho en estos 290 años de su historia, agregó Cobreiro.
Para Norma Barrios, en tanto, los derroteros se encuentran en aprovechar el desarrollo de las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones, y dotar a los materiales digitales de valor de uso en función de la enseñanza; darle una mayor participación a los estudiantes en el proceso de construcción del conocimiento; y desarrollar estrategias educativas que contribuyan a formar más eficazmente ese sentido de responsabilidad y compromiso de nuestros estudiantes con el país y la Revolución.
Es que la UH es la gran casa de todos los que llegan arrobados por sus encantos, del que la mira desde la distancia, del que pasa y no puede evitar adentrarse, del que nunca más la abandona, y hasta de los que, aun yéndose, vuelven a ella con el recuerdo nostálgico. Tiene el misterio de ser la señora fiel de 290 años, que cada día rejuvenece con el tránsito de sus jóvenes, esos hijos que mañana verá construyendo el porvenir de la nación.
Lissy Rodríguez Guerrero
Granma
miércoles, 10 de enero de 2018
Grandes medios y webs pagadas por EEUU: estrategia coordinada contra Cuba
El gobierno de EEUU destina cuantiosos fondos para la desestabilización política y social de Cuba. Los canaliza hacia grupos de la llamada “disidencia” interna cubana, del llamado “exilio” de Miami y hacia otros actores políticos ubicados dentro y fuera de la Isla.
España y tortura, oposición venezolana y Odebrecht: misteriosos ataques de amnesia informativa
¿Se acuerdan cuando la exfiscal general de Venezuela, en agosto pasado, acusaba a Nicolás Maduro de recibir dinero de la constructora brasileña Odebrecht? Fue noticia en los grandes medios, la mayoría de los cuales, días después, se olvidaron de reportar el desmentido de la citada empresa. Pues bien. Marcelo Odebrecht, expresidente de la constructora, acaba de declarar que a quien financió en Venezuela fue… a la oposición. Y la prensa mundial acaba de tener otro misterioso ataque… de amnesia informativa.
lunes, 8 de enero de 2018
Trump solitario con su política agresiva hacia Cuba
Mientras el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, optó por retomar la conducta agresiva hacia Cuba de la mayoría de sus predecesores, la Unión Europea (UE) y congresistas de Washington, incluso republicanos, continúan apostando por normalizar y elevar las relaciones con la mayor de las Antillas.
En su tercera y recién concluida visita oficial a La Habana, Federica Mogherini, Alta Representante de la UE para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, y vicepresidenta de la Comisión Europea, insistió en que el llamado Viejo Continente ha llevado sus vínculos con Cuba a un nuevo nivel.
La diplomática de nacionalidad italiana recordó que el Grupo de los 28 países comunitarios puso fin a la denominada “Posición Común” que se le aplicó injustamente a la nación caribeña desde 1996, tras lograrse el pasado año el Acuerdo de Dialogo Político y Cooperación que rige actualmente los nexos entre las partes.
Destacó además que la “UE es ya el primer socio comercial, el primer inversor y el primer socio de cooperación para el desarrollo de Cuba”.
De otro lado, Mogherini reiteró la postura de Europa de que Estados Unidos debe levantar el bloqueo que le ha impuesto a la mayor de las Antillas durante más de 55 años, al que calificó de obsoleto e ilegal.
Definitivamente la organización regional el Viejo Continente ha asumido una posición independiente de Washington con respecto a Cuba, y esperemos siga haciendo así, además de que lo haga de la misma manera con Latinoamérica y el Caribe, y otras regiones del mundo, concordaron analistas en la Patria Grande.
Los expertos coinciden en que esa conducta de la UE es otra prueba del cada vez mayor aislamiento internacional de Trump, quien mal asesorado por un pequeño grupo de mafiosos y terroristas anticubanos en la Florida decidió volver a los tiempos de confrontación y recrudecimiento de la guerra económica, financiera y comercial con el decano archipiélago caribeño.
Con el retorno a la política agresiva hacia Cuba, el ahora inquilino de la Casa Blanca se ha quedado prácticamente solo, incluso en territorio norteamericano, donde un creciente grupo bipartidista de miembros del Congreso lideran varias propuestas legislativas para impulsar un acercamiento y mejores vínculos entre los dos países vecinos.
Precisamente, el Ministro de Relaciones Exteriores cubano, Bruno Rodríguez, recibió este viernes 5 de enero en La Habana al senador republicano por el estado de Arizona, Jeff Flake, quien ha sido el principal promotor de un proyecto de ley que propone la eliminación de las restricciones a los viajes de los estadounidenses a la Isla, el cual cuenta en la actualidad con el apoyo de otros 54 senadores, o sea, más de la mitad de los miembros de ese órgano legislativo.
A juzgar por estos últimos acontecimientos relacionados con la nación caribeña, entre tantos calificativos y sobrenombres que se le han dado al multimillonario mandatario de Estados Unidos habrá que sumarle otro entonces: “Trump el solitario”.
Patricio Montesinos
En su tercera y recién concluida visita oficial a La Habana, Federica Mogherini, Alta Representante de la UE para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, y vicepresidenta de la Comisión Europea, insistió en que el llamado Viejo Continente ha llevado sus vínculos con Cuba a un nuevo nivel.
La diplomática de nacionalidad italiana recordó que el Grupo de los 28 países comunitarios puso fin a la denominada “Posición Común” que se le aplicó injustamente a la nación caribeña desde 1996, tras lograrse el pasado año el Acuerdo de Dialogo Político y Cooperación que rige actualmente los nexos entre las partes.
Destacó además que la “UE es ya el primer socio comercial, el primer inversor y el primer socio de cooperación para el desarrollo de Cuba”.
De otro lado, Mogherini reiteró la postura de Europa de que Estados Unidos debe levantar el bloqueo que le ha impuesto a la mayor de las Antillas durante más de 55 años, al que calificó de obsoleto e ilegal.
Definitivamente la organización regional el Viejo Continente ha asumido una posición independiente de Washington con respecto a Cuba, y esperemos siga haciendo así, además de que lo haga de la misma manera con Latinoamérica y el Caribe, y otras regiones del mundo, concordaron analistas en la Patria Grande.
Los expertos coinciden en que esa conducta de la UE es otra prueba del cada vez mayor aislamiento internacional de Trump, quien mal asesorado por un pequeño grupo de mafiosos y terroristas anticubanos en la Florida decidió volver a los tiempos de confrontación y recrudecimiento de la guerra económica, financiera y comercial con el decano archipiélago caribeño.
Con el retorno a la política agresiva hacia Cuba, el ahora inquilino de la Casa Blanca se ha quedado prácticamente solo, incluso en territorio norteamericano, donde un creciente grupo bipartidista de miembros del Congreso lideran varias propuestas legislativas para impulsar un acercamiento y mejores vínculos entre los dos países vecinos.
Precisamente, el Ministro de Relaciones Exteriores cubano, Bruno Rodríguez, recibió este viernes 5 de enero en La Habana al senador republicano por el estado de Arizona, Jeff Flake, quien ha sido el principal promotor de un proyecto de ley que propone la eliminación de las restricciones a los viajes de los estadounidenses a la Isla, el cual cuenta en la actualidad con el apoyo de otros 54 senadores, o sea, más de la mitad de los miembros de ese órgano legislativo.
A juzgar por estos últimos acontecimientos relacionados con la nación caribeña, entre tantos calificativos y sobrenombres que se le han dado al multimillonario mandatario de Estados Unidos habrá que sumarle otro entonces: “Trump el solitario”.
Patricio Montesinos
Y la revolución entró en La Habana
Fue un 8 de enero de 1959, cuando el Comandante Fidel Castro hizo su entrada triunfal en La Habana, al frente de la Caravana de la libertad, consolidando el triunfo militar de la Revolución. Ya en la madrugada del 1 de enero, Castro había llegado a Santiago de Cuba al frente de sus tropas. Desde un balcón del ayuntamiento de Santiago, anunció el triunfo de los rebeldes sobre las tropas del gobierno tiránico. Esa misma noche, Batista renunció a la presidencia de Cuba y huyó hacia República Dominicana.
Horas antes de la entrada en La Habana, el dictador Fulgencio Batista, un oscuro y sangriento personaje que había gobernado Cuba desde marzo de 1952 huyó, como bien queda retratada en la película El Padrino II. Era el fin de una larga lucha de Castro: el fallido intento de la toma del Cuartel de Moncada en 1953; el encarcelamiento junto a los integrantes del movimiento; su exilio en México y el regreso a Cuba en el Granma en 1956; y la larga campaña de guerrillas en la sierra. «Creo que es este un momento decisivo de nuestra historia: la tiranía ha sido derrocada. La alegría es inmensa. Y sin embargo, queda mucho por hacer todavía. No nos engañamos creyendo que en lo adelante todo será fácil; quizás en lo adelante todo sea más difícil. Decir la verdad es el primer deber de todo revolucionario» diría Castro frente a un pueblo enfervorecido.
Cumpliendo una orden de Fidel, Camilo Cienfuegos entró en el campamento militar de Columbia en La Habana y ocupó el bastión militar sin disparar un tiro. Un periodista del periódico La Tarde, contó que Camilo dio un paseo por los jardines de la residencia que fuera de Batista y se dirigió a una jaula donde había varios pájaros, abrió de par en par sus puertas, y dijo: «Desde este momento hasta los pájaros tienen libertad en Cuba». El 8 de enero Camilo se incorporó a la Caravana de la Libertad con Fidel y permaneció junto al líder de la Revolución. El testimonio más significativo, es aquel en el que en la tribuna, mientras Fidel se dirigía al pueblo, y tres palomas blancas, una de ellas sobre el hombro de Fidel, éste se inclina hacia Camilo y le susurra: ¿Voy bien?
Con un contingente de ochenta y dos hombres, el «Grupo 26 de julio», a bordo del yate Gramma, Fidel Castro desembarcó clandestinamente en Cuba a finales de 1956, diezmadas sus fuerzas en un enfrentamiento con el ejército de Batista: sólo doce guerrilleros sobrevivieron. Dos años después, sus bases en la Sierra Maestra eran lo suficientemente sólidas y sus efectivos lo bastante nutridos como para llevar a cabo con éxito la ocupación de Santiago. Desde allí Fidel Castro lanzó la ofensiva que recorrió la isla de este a oeste, secundado por sus colaboradores más cercanos: Camilo Cienfuegos, su hermano Raúl y un argentino destinado a convertirse en uno de los grandes mitos revolucionarios del siglo XX: Ernesto Che Guevara en mi recuerdo.
Cincuenta y nueve años después, Cuba sigue siendo actualidad. Raúl Castro Ruz, que entró en La Habana con Fidel, anunció que cuando la nueva Asamblea Nacional se constituya «habrá concluido mi segundo y último mandato al frente del Estado y el Gobierno y Cuba tendrá un nuevo presidente». El Consejo de Estado propuso a la Asamblea Nacional del Poder Popular aplazar el mandato de las asambleas provinciales hasta el 25 de marzo, y de la legislatura hasta el 19 de abril («día de la gran victoria del socialismo sobre el imperialismo»). En esa fecha serán elegidos su presidente y vicepresidente, así como los miembros del Consejo de Estado. El aplazamiento se debe a la situación que vive la isla tras los huracanes que han afectó a amplias zonas del norte y noreste del país. Pero en todo caso la decisión se enmarca en la nueva congelación de las relaciones bilaterales con EEUU, después de que el gobierno Trump decidiera retirar a la mitad del personal diplomático por unos «supuestos ataques acústicos»; además de haberse suspendido la emisión de visas a cubanos desde La Habana.
Las próximas elecciones generales cubanas suscitan un gran interés, ya que será la primera ocasión en seis décadas que la presidencia de Cuba no estará ocupada por un Castro. El proceso electoral, que incluye la celebración sucesiva de comicios municipales, regionales y generales, comenzó el 26 de noviembre con la elección de los delegados municipales del Poder Popular (concejales), en la que participaron 7,6 millones de personas. No está confirmado, pero el relevo de Raúl Castro, podría ser el actual primer vicepresidente, Miguel Díaz-Canel. En su anuncio, Raúl Castro ratificó el carácter socialista de la isla: «Aquí estamos y estaremos… libres, soberanos e independientes», aunque el futuro de Cuba está abierto y el de la Revolución en el alero, por los cambios que previsiblemente se produzcan.
Como decía, Cuba sigue siendo actualidad, por las relaciones con la Unión Europea, que contradice a EEUU: el embargo de EEUU a Cuba no es una solución. La UE prosigue su política de expansión diplomática y comercial para intentar llenar el hueco que deja la actitud aislacionista del presidente norteamericano.
Federica Mogherini, jefa de la diplomacia europea, en su visita a Cuba aboga por el diálogo en contraposición a quienes «levantan muros y cierran puertas», en un claro reto a la política de Trump. Lamenta y rechaza el deterioro de las relaciones entre la isla caribeña y Estados Unidos, señalando que la Unión Europea impulsará el diálogo entre La Habana y Bruselas. «Los cubanos no se han quedado ni se quedarán solos frente a los que levantan muros y cierran puertas», refiriéndose a las sanciones norteamericanas contra Cuba. Profundizar las inversiones comerciales, acompañar la actualización económica y social de Cuba así como afianzar el diálogo político incluyendo aquellos temas donde existen diferencias ha sido el saldo de esta tercera visita a la Isla de la jefa de la diplomacia europea. El ministro de exteriores cubano Bruno Rodríguez describió la situación: Cuba «tiene toda la disposición para avanzar en el marco contractual que hemos establecido de común acuerdo y la voluntad de avanzar en su implementación».
Volvamos a aquel 8 de enero de 1959, cuando Castro hace su entrada triunfal en La Habana acompañado de su hermano Raúl, Camilo y el Che Guevara. El inicio moderado y conciliador de la Revolución, no pareció importunar a las clases altas y a los Estados Unidos, hasta que comenzó a importarles por los efectos del brusco giro político. Los procesos contra los colaboradores de Batista y la marginación del poder de los sectores liberales, que culminaría con la renuncia del presidente Urrutia (julio de 1959), marcaron el principio de un cambio de línea en el proyecto revolucionario. Fidel Castro se había puesto en febrero al frente del gobierno cubano, acumulando los cargos de primer ministro y comandante en jefe de las Fuerzas Armadas.
En Cuba se empezaron a hacer realidad los proyectos de cambio necesarios. El más importante de todos, la reforma agraria, que expropiaba las grandes haciendas extranjeras para dar medios de vida a los campesinos pobres. A partir de mayo de 1959, la aplicación de la Ley de Reforma Agraria supuso la nacionalización de los inmensos latifundios de las compañías extranjeras y con ello el enfrentamiento con Washington, que decreta el bloqueo, que marcará la vida de los cubanos y llevará al castrismo a fortalecer sus vínculos con la URSS. De ahí en adelante, diferentes acontecimientos, asientan el poder de Castro. La fallida invasión de Bahía de Cochinos por parte de exiliados cubanos apoyados por EEUU y la crisis de los misiles permiten a Fidel mantener el poder sobre la isla. Mientras que Washington seguirá buscando su derrocamiento, Moscú se convierte en socio estratégico.
La visita de Barack Obama a Cuba estaba enmarcada en el proceso de acercamiento, iniciado el 17 de diciembre de 2014, momento en el que el Presidente norteamericano reconoció el fracaso de la política hostil de la Casa Blanca contra el pueblo cubano: «el aislamiento no ha funcionado»; pero los halcones de Washington siguen presionando para que nada sea posible. Que el presidente Obama visitara Cuba no era suficiente para dar una respuesta positiva y poner fin al embargo, que es bloqueo, desde 1960. No han sido suficientes las resoluciones de Naciones Unidas ni los llamamientos humanitarios ni el fin de la Guerra Fría. El bloqueo sigue siendo una coacción y agresión económica, que entraña una conducta genocida y significa el aislamiento, la asfixia y la inmovilidad de Cuba, todo para doblegar al pueblo cubano. Y Donald Trump está por endurecerlo.
Los cubanos celebraron la entrada de Fidel Castro a La Habana, acompañado por mil luchadores y miembros de la Columna Uno José Martí de la Sierra Maestra. «Este es un momento decisivo de nuestra historia. La tiranía ha sido derrocada. La alegría es inmensa. Sin embargo, queda mucho por hacer todavía. No nos engañemos creyendo que en lo adelante todo será fácil, quizás en lo adelante todo será más difícil», dijo el Comandante en su primer discurso. «A bordo de tanques y camiones, los guerrilleros recibieron un baño de multitud que los aclamaba y dejaba escuchar gritos de ¡Viva Fidel!", relató la periodista Marta Rojas testigo del acontecimiento.
Castro era un trabajador incansable, capaz de reunir a sus colaboradores a altas horas de la noche. Conversar y debatir eran dos de sus pasiones, decía su amigo García Márquez. Para Ignacio Ramonet, la historia lo ha absuelto. Cuando oímos a Barack Obama decir que «cincuenta años de bloqueo no habían servido para nada y que los Estados Unidos tenían que sacar la lección y cambiar la política», venía a decir que Cuba tuvo razón de resistir. Ahora, sin los Castro, seguramente se van a producir cambios de ajuste necesarios. Cuba es respetada en toda América Latina y esto se debe a que lo que Cuba ha defendido ha sido una cuestión de dignidad y de identidad latinoamericana frente a la agresividad de EEUU durante mucho tiempo y eso no debe desaparecer.
En La Habana, el 8 de enero de 1959, Fidel terminó su largo discurso con estas palabras: «Sé, que nunca más en nuestras vidas volveremos a presenciar una muchedumbre semejante, excepto en otra ocasión −en que estoy seguro de que se van a volver a reunir las muchedumbres−. Es el día en que muramos, porque cuando nos tengan que llevar a la tumba, ese día, se volverá a reunir tanta gente como hoy, porque nosotros ¡jamás defraudaremos a nuestro pueblo!». Ese día, entre otros muchos, fue el 25 de noviembre de 2016.
¡Viva Fidel! ¡Viva Cuba Libre! ¡Viva la Revolución!
Víctor Arrogante
Horas antes de la entrada en La Habana, el dictador Fulgencio Batista, un oscuro y sangriento personaje que había gobernado Cuba desde marzo de 1952 huyó, como bien queda retratada en la película El Padrino II. Era el fin de una larga lucha de Castro: el fallido intento de la toma del Cuartel de Moncada en 1953; el encarcelamiento junto a los integrantes del movimiento; su exilio en México y el regreso a Cuba en el Granma en 1956; y la larga campaña de guerrillas en la sierra. «Creo que es este un momento decisivo de nuestra historia: la tiranía ha sido derrocada. La alegría es inmensa. Y sin embargo, queda mucho por hacer todavía. No nos engañamos creyendo que en lo adelante todo será fácil; quizás en lo adelante todo sea más difícil. Decir la verdad es el primer deber de todo revolucionario» diría Castro frente a un pueblo enfervorecido.
Cumpliendo una orden de Fidel, Camilo Cienfuegos entró en el campamento militar de Columbia en La Habana y ocupó el bastión militar sin disparar un tiro. Un periodista del periódico La Tarde, contó que Camilo dio un paseo por los jardines de la residencia que fuera de Batista y se dirigió a una jaula donde había varios pájaros, abrió de par en par sus puertas, y dijo: «Desde este momento hasta los pájaros tienen libertad en Cuba». El 8 de enero Camilo se incorporó a la Caravana de la Libertad con Fidel y permaneció junto al líder de la Revolución. El testimonio más significativo, es aquel en el que en la tribuna, mientras Fidel se dirigía al pueblo, y tres palomas blancas, una de ellas sobre el hombro de Fidel, éste se inclina hacia Camilo y le susurra: ¿Voy bien?
Con un contingente de ochenta y dos hombres, el «Grupo 26 de julio», a bordo del yate Gramma, Fidel Castro desembarcó clandestinamente en Cuba a finales de 1956, diezmadas sus fuerzas en un enfrentamiento con el ejército de Batista: sólo doce guerrilleros sobrevivieron. Dos años después, sus bases en la Sierra Maestra eran lo suficientemente sólidas y sus efectivos lo bastante nutridos como para llevar a cabo con éxito la ocupación de Santiago. Desde allí Fidel Castro lanzó la ofensiva que recorrió la isla de este a oeste, secundado por sus colaboradores más cercanos: Camilo Cienfuegos, su hermano Raúl y un argentino destinado a convertirse en uno de los grandes mitos revolucionarios del siglo XX: Ernesto Che Guevara en mi recuerdo.
Cincuenta y nueve años después, Cuba sigue siendo actualidad. Raúl Castro Ruz, que entró en La Habana con Fidel, anunció que cuando la nueva Asamblea Nacional se constituya «habrá concluido mi segundo y último mandato al frente del Estado y el Gobierno y Cuba tendrá un nuevo presidente». El Consejo de Estado propuso a la Asamblea Nacional del Poder Popular aplazar el mandato de las asambleas provinciales hasta el 25 de marzo, y de la legislatura hasta el 19 de abril («día de la gran victoria del socialismo sobre el imperialismo»). En esa fecha serán elegidos su presidente y vicepresidente, así como los miembros del Consejo de Estado. El aplazamiento se debe a la situación que vive la isla tras los huracanes que han afectó a amplias zonas del norte y noreste del país. Pero en todo caso la decisión se enmarca en la nueva congelación de las relaciones bilaterales con EEUU, después de que el gobierno Trump decidiera retirar a la mitad del personal diplomático por unos «supuestos ataques acústicos»; además de haberse suspendido la emisión de visas a cubanos desde La Habana.
Las próximas elecciones generales cubanas suscitan un gran interés, ya que será la primera ocasión en seis décadas que la presidencia de Cuba no estará ocupada por un Castro. El proceso electoral, que incluye la celebración sucesiva de comicios municipales, regionales y generales, comenzó el 26 de noviembre con la elección de los delegados municipales del Poder Popular (concejales), en la que participaron 7,6 millones de personas. No está confirmado, pero el relevo de Raúl Castro, podría ser el actual primer vicepresidente, Miguel Díaz-Canel. En su anuncio, Raúl Castro ratificó el carácter socialista de la isla: «Aquí estamos y estaremos… libres, soberanos e independientes», aunque el futuro de Cuba está abierto y el de la Revolución en el alero, por los cambios que previsiblemente se produzcan.
Como decía, Cuba sigue siendo actualidad, por las relaciones con la Unión Europea, que contradice a EEUU: el embargo de EEUU a Cuba no es una solución. La UE prosigue su política de expansión diplomática y comercial para intentar llenar el hueco que deja la actitud aislacionista del presidente norteamericano.
Federica Mogherini, jefa de la diplomacia europea, en su visita a Cuba aboga por el diálogo en contraposición a quienes «levantan muros y cierran puertas», en un claro reto a la política de Trump. Lamenta y rechaza el deterioro de las relaciones entre la isla caribeña y Estados Unidos, señalando que la Unión Europea impulsará el diálogo entre La Habana y Bruselas. «Los cubanos no se han quedado ni se quedarán solos frente a los que levantan muros y cierran puertas», refiriéndose a las sanciones norteamericanas contra Cuba. Profundizar las inversiones comerciales, acompañar la actualización económica y social de Cuba así como afianzar el diálogo político incluyendo aquellos temas donde existen diferencias ha sido el saldo de esta tercera visita a la Isla de la jefa de la diplomacia europea. El ministro de exteriores cubano Bruno Rodríguez describió la situación: Cuba «tiene toda la disposición para avanzar en el marco contractual que hemos establecido de común acuerdo y la voluntad de avanzar en su implementación».
Volvamos a aquel 8 de enero de 1959, cuando Castro hace su entrada triunfal en La Habana acompañado de su hermano Raúl, Camilo y el Che Guevara. El inicio moderado y conciliador de la Revolución, no pareció importunar a las clases altas y a los Estados Unidos, hasta que comenzó a importarles por los efectos del brusco giro político. Los procesos contra los colaboradores de Batista y la marginación del poder de los sectores liberales, que culminaría con la renuncia del presidente Urrutia (julio de 1959), marcaron el principio de un cambio de línea en el proyecto revolucionario. Fidel Castro se había puesto en febrero al frente del gobierno cubano, acumulando los cargos de primer ministro y comandante en jefe de las Fuerzas Armadas.
En Cuba se empezaron a hacer realidad los proyectos de cambio necesarios. El más importante de todos, la reforma agraria, que expropiaba las grandes haciendas extranjeras para dar medios de vida a los campesinos pobres. A partir de mayo de 1959, la aplicación de la Ley de Reforma Agraria supuso la nacionalización de los inmensos latifundios de las compañías extranjeras y con ello el enfrentamiento con Washington, que decreta el bloqueo, que marcará la vida de los cubanos y llevará al castrismo a fortalecer sus vínculos con la URSS. De ahí en adelante, diferentes acontecimientos, asientan el poder de Castro. La fallida invasión de Bahía de Cochinos por parte de exiliados cubanos apoyados por EEUU y la crisis de los misiles permiten a Fidel mantener el poder sobre la isla. Mientras que Washington seguirá buscando su derrocamiento, Moscú se convierte en socio estratégico.
La visita de Barack Obama a Cuba estaba enmarcada en el proceso de acercamiento, iniciado el 17 de diciembre de 2014, momento en el que el Presidente norteamericano reconoció el fracaso de la política hostil de la Casa Blanca contra el pueblo cubano: «el aislamiento no ha funcionado»; pero los halcones de Washington siguen presionando para que nada sea posible. Que el presidente Obama visitara Cuba no era suficiente para dar una respuesta positiva y poner fin al embargo, que es bloqueo, desde 1960. No han sido suficientes las resoluciones de Naciones Unidas ni los llamamientos humanitarios ni el fin de la Guerra Fría. El bloqueo sigue siendo una coacción y agresión económica, que entraña una conducta genocida y significa el aislamiento, la asfixia y la inmovilidad de Cuba, todo para doblegar al pueblo cubano. Y Donald Trump está por endurecerlo.
Los cubanos celebraron la entrada de Fidel Castro a La Habana, acompañado por mil luchadores y miembros de la Columna Uno José Martí de la Sierra Maestra. «Este es un momento decisivo de nuestra historia. La tiranía ha sido derrocada. La alegría es inmensa. Sin embargo, queda mucho por hacer todavía. No nos engañemos creyendo que en lo adelante todo será fácil, quizás en lo adelante todo será más difícil», dijo el Comandante en su primer discurso. «A bordo de tanques y camiones, los guerrilleros recibieron un baño de multitud que los aclamaba y dejaba escuchar gritos de ¡Viva Fidel!", relató la periodista Marta Rojas testigo del acontecimiento.
Castro era un trabajador incansable, capaz de reunir a sus colaboradores a altas horas de la noche. Conversar y debatir eran dos de sus pasiones, decía su amigo García Márquez. Para Ignacio Ramonet, la historia lo ha absuelto. Cuando oímos a Barack Obama decir que «cincuenta años de bloqueo no habían servido para nada y que los Estados Unidos tenían que sacar la lección y cambiar la política», venía a decir que Cuba tuvo razón de resistir. Ahora, sin los Castro, seguramente se van a producir cambios de ajuste necesarios. Cuba es respetada en toda América Latina y esto se debe a que lo que Cuba ha defendido ha sido una cuestión de dignidad y de identidad latinoamericana frente a la agresividad de EEUU durante mucho tiempo y eso no debe desaparecer.
En La Habana, el 8 de enero de 1959, Fidel terminó su largo discurso con estas palabras: «Sé, que nunca más en nuestras vidas volveremos a presenciar una muchedumbre semejante, excepto en otra ocasión −en que estoy seguro de que se van a volver a reunir las muchedumbres−. Es el día en que muramos, porque cuando nos tengan que llevar a la tumba, ese día, se volverá a reunir tanta gente como hoy, porque nosotros ¡jamás defraudaremos a nuestro pueblo!». Ese día, entre otros muchos, fue el 25 de noviembre de 2016.
¡Viva Fidel! ¡Viva Cuba Libre! ¡Viva la Revolución!
Víctor Arrogante
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