sábado, 28 de junio de 2014

Me traje la Revolución cubana




Estoy aquí en Chile muy ansioso porque lleguen las 9 para irme a Ojalá a seguir mezclando y poniendo voces a Amoríos (no es el Ojalá de La Habana, es otro Ojalá que tengo aquí, con la misma gente que el de allá).
No sólo me traje Ojalá. Me traje a mi familia, mi casa, mis tres perros, mi gato y mi cotorra. Me traje mis calles y mis árboles, mis pájaros, mis vecinos, las cabras que pastan en el solar de enfrente, las gallinas que comen de lo que pica el pollo por los alrededores.
Me traje La Habana, San Antonio, Jibacoa, Holguín, Nicaro (sé que si agarro la central llego allá). Me traje a los 5, a la preocupación de Tony por un nido de palomas que sólo ve en el instante en que pasa por cierto lugar. Me traje la Revolución cubana.
Prepárate Chile, que vamos a empezar de abajo hacia arriba, con una canción dedicada a Miguel Enriquez y otra al Che Guevara. Por ahí nos pasaremos a la otra Patagonia y rumbo norte. Hasta la Bahía de Hudson no paramos. Cuando menos lo esperen los convido a comer arroz frito en en Nuevayol.

Silvio Rodríguez
(Comentario de Silvio en su blog a propósito de inventos noticiosos que lo situaban pidiendo asilo en Chile)

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