sábado, 29 de marzo de 2014
Julio Antonio Mella y la Argentina
El estallido estudiantil de la reforma universitaria de Córdoba en 1918, rápidamente se propago por toda América latina. Uno año antes se había producido la revolución rusa y este acontecimiento conmueve al mundo.
Ambos fenómenos tiene una importante repercusión en Cuba, tanto en la clase obrera y campesina, como en el estudiantado universitario.
Por aquel entonces son varios los universitarios que se entusiasman con esta nueva situación internacional, entre ellos Julio Antonio Mella, Gustavo Aldereguia Lima, Felio Marinello, Carlos Manuel Gutiérrez entre otros.
El periodista argentino Isidoro Gilber en su libro “La Fede” señala aspectos de este acontecimiento: “Los estudiantes universitarios comunistas veían entonces el estallido reformista como un movimiento pequeñoburgués, base de apoyo para Yrigoyen. Las críticas más virulentas se dieron en la Argentina. En el exterior, particularmente, sus ecos se expandieron con gran aceptación en los ámbitos revolucionarios. También se instalo en cuba, bajo la mano de julio Antonio Mella, aunque con eco critico.”
A fines de noviembre de 1922 llega a La Habana el doctor José Arce, quien era Rector de la Universidad de Buenos Aires. Arce que era un activo defensor de la Reforma Universitaria Argentina, había sido invitado a participar del 6º Congreso Medico Latinoamericano. El prestigioso catedrático, participó también de la conmemoración del 27 de noviembre, aniversario del fusilamiento en 1871 de los estudiantes de Medicina, por el colonialismo español. Unos días después el 4 de diciembre Arce dio una conferencia sobre la evolución de la Reforma Universitaria, siendo presentado por el dirigente reformista Gustavo Aldereguia Lima.
El historiador cubano Erasmo Dumpierre señala en su biografía de Julio Antonio Mella: “Arce explico a los estudiantes y profesores todo el proceso de la insurrección estudiantil de la Universidad de Córdoba, en la Republica Argentina; de qué modo los estudiantes se organizaron en Federación, como declararon una huelga general estudiantil que culmino en la clausura de la Universidad, y en qué forma se lucho por todos los medios para llegar al derrumbe de la vieja institución por medio de las reformas de progreso en el orden moral y material, logradas al fin, el 7 de mayo de 1918, día en que el presidente Yrigoyen aprobó una ley que transformaba la universidad arcaica y reaccionaria en una nueva universidad, moderna y democrática. El disertante fue, después, el primer traidor a la causa reformista”
El día después de esta conferencia, una delegación de universitarios encabezados por Mella se reúne con Arce en el Hotel Inglaterra. En aquella reunión, el médico argentino les relata a los universitarios como se había dado el proceso de luchas por la Reforma Universitaria. Julio Antonio sale entusiasmado del encuentro, señalando a su compañeros que en Cuba también era posible hacer la Reforma Universitaria y que la misma era impostergable. La repercusión de aquel encuentro no se hizo esperar, el 20 de diciembre quedo fundada la Federación de Estudiantes Universitarios (FUE). El directorio quedo encabezado en sus inicios por el estudiante de arquitectura Felio Marinello como presidente y por el estudiante de Farmacia Carlos Manuel Gutiérrez como secretario. Pocos días después Mella relevo a Gutiérrez como secretario.
Julio Antonio Mella por aquellos años estaba muy influenciado por el pensamiento humanista de José Martí y también de los filósofos Enrique José Varona y José Ingenieros. Este último fue un prolifero ensayista, autor de Las fuerzas morales, Ciencia y educación, El hombre mediocre, La simulación en la lucha por la vida y de un libro dedicado a la triunfante Revolución de Octubre en Rusia. Durante la Reforma Universitaria fue elegido Vicedecano de la Facultad de Filosofía y Letras, con amplio apoyo del movimiento estudiantil. En sus escritos también Mella resalta su admiración por el escritor y político socialista, el argentino, Manuel Ugarte.
El 1 de enero de 1923 la FUE inicio su campaña por la Reforma de la Universidad. El día 10, la dirección universitaria convoca a una huelga, que tiene un gran acatamiento entre el estudiantado. La FUE decreto el 13 de marzo la Universidad Libre y nombra como rector interino a Julio Antonio Mella. En Junio el líder estudiantil revolucionario es nombrado Presidente de la FUE.
Julio Antonio Mella sabe que solo el movimiento estudiantil, es incapaz de hacer la revolución socialista en Cuba. Por ello sus convicciones marxistas lo llevan a ingresar en 1924 en la Agrupación Comunista de La Habana, desde donde despliega un trabajo muy activo entre el proletariado.
CORRESPONDENCIA CON EL MEDICO ARGENTINO GREGORIO ARAOZ ALFARO.
A pesar de su juventud Julio Antonio comienza a ser un importante referente político e intelectual de Cuba. La Habana por aquellos años también gozaba de proyección internacional. Su puerto era parada obligatoria, para los barcos de pasajeros que se trasladaban a los EEUU o a México. Las rutas navieras de Europa y de Suramérica tenían como destino la llamada “Perla del Caribe”, donde los barcos recalaban por lo menos un día, para descargar pasajeros o abastecerse de alimentos. Los pasajeros aprovechan el tiempo de amarre en el puerto, para visitar la ciudad o encontrase con familiares o amigos.
Uno de aquellos ilustres visitantes a La Habana, con quien Mella pudo conocer y hacer una amistad, fue con el médico argentino Gregorio Araoz Alfaro. Por aquellos tiempos era una figura descollante en la medicina, en las artes y en las letras, destacándose no sólo en la medicina interna, sino también en la pediatría, la historia de la medicina y la función pública. Era un semiólogo sagaz. Su obra profesional le dio fama en todo el continente.
Con el médico argentino mantiene durante una temporada correspondencia, en una de aquellas cartas fechada en Camagüey, el 3 de enero de 1924, le emite su opinión sobre la reforma Universitaria:
“Creo que la Reforma Universitaria no podrá ser definitiva con este régimen social, ni que los estudiantes podrán, ellos solos, obtener todos los fines. Creo (…) desde luego, que la Reforma Universitaria es parte de una gran cuestión social, por esta causa, hasta que la gran cuestión social no quede completamente resuelta no podrá haber Nueva Universidad”.
1925 Mella crea la sección cubana de la Liga Antiimperialista de Las Américas y fue uno de los primeros fundadores del primer partido marxista-leninista cubano junto a Carlos Baliño y José Miguel Pérez.
En 1925 se constituyeron las dos principales organizaciones antiimperialistas en el continente: La Liga Antiimperialista de las Américas (México, 1925) y La Unión Latino Americana, conformada el 21 de marzo de 1925 en Buenos Aires, bajo el liderazgo de José Ingenieros, Alfredo L. Palacios, Julio R. Barcos y Aníbal Ponce.
EL ENCUENTRO CON JOSÉ INGENIEROS Y EL DESCUBRIMIENTO DE LUIS FRANCO
José Ingenieros, era conocido en las primeras décadas del siglo XX en todo el continente americano, como el “Maestro de Juventudes”. En 1925, realiza una visita a México para reunirse con el gobernador socialista de Yucatán. En su escala en La Habana del 4 de agosto, conoce a Julio Antonio Mella. El joven universitario junto a otros estudiantes le sirve de anfitriones.
Relata su discípulo el psiquiatra argentino Gregorio Bermann, quien fuera también dirigente del movimiento reformista del 18, que este encuentro: “fue la sensación de su viaje. No cesó de hablarme de aquel gran muchacho cubano, tan bien plantado, osado, con visión de águila, una de las esperanzas del continente”.
Mella en su corta pero prolifera vida realiza una intensa labor como periodista, escribió en Alma Mater, Juventud, Lucha de Clases, Cuba Libre para los Trabajadores, Tren Blindado, El Machete y otros (incluyendo, cuando fue posible, órganos de la prensa burguesa como El Heraldo y la revista Carteles). Tanto escribía un artículo denunciando al imperialismo, como redactaba un manifiesto o realizaba una crítica literaria. Sus escritos siempre tenían una coherencia ideológica, su formación marxista y su análisis de clase eran visibles en todos sus análisis. Por su formación cultural y política era un autentico intelectual, que comenzaban a ser reconocido en los círculos de la izquierda latinoamericanista.
Como señalamos mantuvo una estrecha relación con otros intelectuales de su tiempo, uno de ellos fue el médico Gregorio Aráoz Alfaro a quien conoció en Cuba en una gira profesional. En aquella oportunidad el médico tucumano le regalo un libro del poeta Luis Franco, que después de leerlo le realizo una excelente crítica literaria, para la Revista Juventud en su Numero 11. En una carta que le envía a Aráoz Alfaro le dice en 1924.
“El día que ofrecí despedirte no fui al muelle, como hubiera sido mi deseo. Tampoco te escribí para decirte muchas cosas que deseaba tú supieras. De lo primero el culpable has sido tú mismo, o mejor los libros que me diste. ¿Cómo podrías suponer que pudiese conciliar el sueño sin leerme todo el libro de Gay Vivir?”
El libro de Luis A. Franco del “Gay vivir” editado en 1923 (edición de Babel) que dirigía Samuel Glusberg, le causo una singular admiración, por aquel poeta todavía desconocido. En el articulo “Un poeta de la vida” Mella señala:
“Presentamos a nuestros lectores jóvenes y puros a un nuevo poeta, y a una nueva poesía. Sí, lo que ese cantor viril de la naturaleza hace con sus versos es para consagrarlo como poeta; y a su obra como un nuevo tipo en su género. No queremos decir que será un Pontífice creador de escuela, que es un revolucionario del léxico... No indagamos estos puntos, pero adivinamos, con absoluta certeza, que en sus obras es original y sincero, sencillo y salvaje y natural. Como él dice, es su propio discípulo y maestro y sus versos «volubles, imperiosos y libres» están hechos con sol de lágrimas y hierro de sangre impetuosa. Si en esta época se conocieran a los hombres por un sobrenombre, que diese idea de su carácter o el hecho glorioso de su vida, como en la antigüedad, a nuestro poeta se le adjuntaría el título de El Franco. La casualidad hizo de su apellido su carácter. Franqueza, fuerza, grandeza, son los elementos de su obra. El primero sobresale y es el continente de todas sus otras bellezas.
Poeta bucólico, desarrolla su genio en un género cultivado muy pobremente por la mayoría, debido a la falta de comunión, de identidad absoluta entre la Naturaleza y el Yo. No así Luis L. Franco. Canta lo que vive y vive lo que canta. Ya hemos dicho que no debemos buscar antecesores a la poesía del autor del Libro del Gay Vivir.
El vate argentino es un helénico, que hubiese leído y asimilado a Nietzsche. Está más allá del «bien y del mal», y rogamos no lo lean los niños cloróticos de salón, ni los jóvenes enfermizos de los burdeles; pues podrían sentir al conocer sus versos, el mismo malestar que siente la carne débil, enfermiza, sin sol, cubierta de trapos antihigiénicos en las ciudades, al recibir la bendición santa del agua cristalina y tibia de los arroyuelos de los campos libres. Se le erizaría el espíritu, como al contacto de algo desagradable. Para comprender a esta poesía hay que traer corazón de hombre libre en torso de hombre fuerte, como quería Rodó hay que haber gozado rememorando las grandes fiestas del espíritu y del cuerpo de los helenos en sus Juegos Olímpicos Píticos y Nemeos. Hay que haber asistido en el Yo al intenso combate de Cristo con Nietzsche, y gozar con el triunfo de este, y la derrota posterior del victorioso hasta triunfar el Yo, interno, libre y soberano. Hay que estremecerse de placer de Guyau. Hay en n, que no ser «civilizado» y tener horrora la ciudad asfixiante y amor al campo puro y sano. Solo entonces se amará a esta poesía; porque solo entonces se comprenderá...No será, como decía Darío de sí mismo, un poeta popular. El pobre pueblo no sabe de aire, de luz, de carne celeste; la «civilización», lo ha matado. Pero, será, Luis L. Franco, un poeta para los hombres y jóvenes que hagan verdad el divino mens sana in corpore sano.
Los atletas con cerebro, que son algunos, y los cerebros con cuerpo de atleta, podrán amar esa poesía, y todos los hombres sanos, y todos los hombres puros, y todos los hombres fuertes, y todos los hombres grandes, y todos los hombres castos... Sí, los hombres castos; porque la castidad no es la locura antinatural de los religiosos, la castidad es la divinización del placer, y no se derrocha, ni se bestializa, sino que se depura y se eleva, haciendo natural, necesario, y motivo de belleza. Un cubano que conozca los cañaverales, no puede dejar de emocionarse al ver la realidad y belleza con que canta a la planta reina de Cuba. El que ame el sol, el agua, el verdor, los frutos maduros, la leche blanca y espesa, la oveja mansa, el buey triste, las montañas solitarias, las estrellas luminosas, la soledad de los campos, las aves, los besos, ese, ha de leer el Libro del Gay Vivir, como su Biblia. Juzgue el lector:
(A continuación Mella transcribe 8 poemas del referido autor)
Luis Franco había escrito dos libros de poesía antes de Gay Vivir: La flauta de caña - Ediciones América, Bs. As. 1920 y Coplas - Bs. As. 1921. Es sorprendente la intuición literaria -que tiene Mella- para poder presagiar que estaba ante un poeta de gran trascendencia, y así fue que Luis Franco, con el transcurrir de los años se convirtió en un prolifero y destacado escritor y militante argentino.
EL ENCUENTRO CON MANUEL UGARTE Y CODOVILLA
Por su labor antiimperialista Mella participa del congreso fundador de la Liga contra el Imperialismo y la Opresión Colonial, que se realizó en el palacio de Egmont en Bruselas, el 10 de febrero de 1927. Este congreso estuvo representado por 175 delegados, de los que 107 eran de 37 países coloniales. Julio Antonio Mella participa en representación de la Liga Campesina Nacional de México. Durante el Congreso el dirigente Cubano leyó su ensayo “Cuba, factoría yanqui”
La iniciativa emana oficialmente de formaciones y personalidades diversas: el African National Consens (A.N.C.) de África del Sur, l'Étoile nord-africaine, Albert Einstein, Henri Barbusse, Jawaharlal Nehru, de pacifistas como Gabrielle Duchêne, de socialistas de izquierda como el inglés Fenner Brockway, de miembros de la Liga francesa para la defensa de los derechos del hombre y del ciudadano como Víctor Basch, etc. Estaba impulsada por un hombre de confianza del Komintern, el alemán Willi Münzenberg. El congreso, tenía por propósito la organización de un movimiento antiimperialista de masas a nivel mundial, se inscribe en el marco de la estrategia de la Tercera Internacional.
Tres puntos dominan los debates en Bruselas: la lucha de emancipación en China, las intervenciones de los Estados Unidos en América latina y las reivindicaciones "negras". Finalmente se dirige un "Manifiesto" a todos los pueblos coloniales y a los trabajadores y campesinos del mundo llamándoles a organizarse para luchar contra imperialista el imperialismo.
Este histórico congreso sirvió también para desenmascarar las posiciones reformistas y claudicantes del peruano Haya de la Torre. Sera Mella uno de los que más polemizo con el líder del APRA, desenmascarando el contenido ideológico de ese movimiento político, que tenia pretensiones latinoamericanistas.
Al poco tiempo del encuentro de Bruselas escribió un folleto ¿Que es el APRA? Publicado en México en abril de 1928, donde señala:
“Si solamente fuésemos a contestar al APRA no hubiéramos escrito este trabajo. Pero lo importante es que el APRA representa los intentos de organización del «oportunismo» y del «reformismo» latinoamericanos. Contestar al APRA es un medio de contestar a todos los oportunistas y reformistas traidores que sustentan iguales o similares ideologías, aun que nieguen tener vinculación con el APRA, o se digan enemigos de ella.
De aquí la utilidad de tratar de dar nuestros puntos de vista frente a la propaganda de los traidores conscientes al proletariado y a los pseudo-reformistas de las tendencias revolucionarias. Veamos cuáles son los postulados del programa tan «genialmente» concebido: Antes que nada, hagamos constar que estas cinco generalidades son más o menos repetidas desde hace mucho tiempo por todos los que luchan contra el imperialismo. No solamente carecen del valor de la originalidad que ellos vociferan como programa salvador y «genial» sino que los que hasta ahora han tratado el problema del imperialismo en América han dado soluciones más concretas y prácticas que estos cinco «postulados». Ingenieros, Ugarte —entre los intelectuales— han sabido estudiar el imperialismo mucho antes de que el ARPA sonara. La Unión Latinoamericana tiene un programa similar desde 1923, y los libros de Ugarte y los escritos de Ingenieros, a pesar de los ataques de «intelectualismo», ataques lanzados por los «arpistas» para aparecer ellos como los únicos salvadores, han sido más útiles que todos los discursos retóricos, actitudes teatrales y manifiestos solemnes de los jóvenes mesías apristas.”
Sera en este Congreso que Mella conocerá personalmente a dos argentinos que tendrán una importante significación en su vida. Por un lado Manuel Ugarte, del que Mella tenía una fuerte admiración intelectual y política. El otro argentino será Victorio Codovilla que estaba en representación del Socorro Obrero Internacional (Sección Sudamericana).
Ugarte gozaba en Cuba de un gran prestigio, entre la intelectualidad revolucionaria. Su paso por aquel país, en octubre de 1911 en su ya mítica gira por América latina, había dejado muchos seguidores.
Ya en 1907, Ugarte había participado del Congreso de la Segunda Internacional, que se realizo en Stuttgart, que contó con la presencia de Lenin, Rosa Luxemburgo, Jean Jaurés, Karl Kautsky y Jorge Plejánov, entre otros.
Luego del Congreso de Stuttgart, Ugarte profundizará el tema de la cuestión nacional y ampliará sus diferencias con la conducción del partido Socialista de la Argentina. En sus artículos diferencia claramente el patriotismo de un país imperialista o colonialista y el patriotismo de los países oprimidos por el imperialismo, como ocurría con los países latinoamericanos. Para Ugarte el socialismo en Latinoamérica debía tener un carácter nacional que opusiera resistencia al imperialismo anglosajón.
Antes de conocer a Mella había escrito varios libros que tenían una difusión muy importante, en los movimientos antiimperialistas de América latina, entre ellos: La evolución política y social de Hispanoamérica (1910); El porvenir de América Española (1910); Mi campaña hispanoamericana (1922); La Patria Grande (1924); El destino de un continente (1923) etc.
Mientras tanto Victorio Codovilla por aquellos años gozaba de la confianza del PCUS, era su hombre para América latina. El encuentro de Mella y Codovilla no fue lo fraternal que esperaba el líder comunista cubano. Según los prestigiosos historiadores cubanos Adys Cupull y Froilán González, señalaron que:
“El argentino Victorio Codovilla mostro públicamente su disgusto por la admiración que Mella produjo en los delegados: Lo critico con exageración y lo acuso de ser demasiado visceral, individualista, indisciplinado, de divisionismo ideológico, de carecer de experiencia y tener tendencias pequeño burguesas.”
Codovilla era el dirigente del Secretariado Sudamericano de la Internacional Comunista y sus opiniones tenían mucho peso en el PCUS. Unas semanas después del Congreso de Bruselas, se traslada a Moscú, donde Mella sufrirá nuevamente el acoso político de Codovilla. Esta vez el máximo dirigente de la Internacional Sindical Roja, Alejandro Lossowesky solicita a los delegados latinoamericanos que designaran a un compañero para se quedara en Moscú, para trabajar con él, en la dirección de los asuntos latinoamericanos. Mientras la delegación cubana y mexicana propuso a Mella, Codovilla propuso al delegado del Uruguay.
Adys Cupull y Froilán González nos relatan este acontecimiento: “Según algunos testimonio, Codovillas se empeño en una batalla campal para impedir que Mella se quedara en Moscú. Realizó todo género de acusaciones y ataques. Visito a los delegados latinoamericanos para persuadirlos de que no votaran por Mella; le imputo calificativos de: intelectual pequeño burgués, caudillista, semidiós del Caribe, y dijo que toda su actividad estaba corroída de oportunismo y carecía de disciplina revolucionaria.”
Como no podía ser de otra manera el delegado argentino logro su objetivo: Julio Antonio Mella termino su gira por Europa bajo sospecha de ser un comunista pequeño burgués.
El dirigente comunista peruano Eudosio Ravines que participo del congreso de Bruselas en sus memorias señalo: Codovilla savia que Mella era inteligente, enérgico, dueño de una alta combatividad y de una aguda perspicacia y la voluntad de los dioses del Olimpo comunista, convirtiéndose en una de las grandes figuras del comunismo latinoamericano”
En Moscú Mella se entrevisto con el catalán Andreu Nin que era miembro del secretariado de la Internacional Sindical Roja. Por aquellos años formaba parte del grupo denominado Oposición de Izquierda, que se oponía a la política de conciliación de clases que impulsaba Stalin.
Condovilla durante aquella etapa impulsa la expulsión de Nin intentando que Mella secundara esta decisión. La negativa del cubano y de otros dirigentes comunistas hizo fracasar esta propuesta, que nuevamente vuelve a distanciar a los dos dirigentes latinoamericanos. Años después Victorio Codovilla es el representante de la III Internacional durante la Guerra Civil española, mientras que Andreu Nin, que por aquellos años era el secretario general del Partido Obrero de Unificación Marxista (POUM) es detenido y asesinado asesinado por orden de Stalin el 22 de junio de 1937.
TINA MODOTTI Y MELLA PLANEAN VIVIR EN LA ARGENTINA
En junio de 1928 Mella conoce en las oficinas de periódico El Machete a la fotógrafa comunista de origen italiana Tina Modotti. Ambos al conocerse quedaron impactados mutuamente. Tras ser presentados oficialmente por Rosendo Gómez, se fueron los tres a tomar un café y hablar, como era costumbre entre militantes, de los acontecimientos políticos de la actualidad. El tema candente en aquellos momentos era la lucha de Sandino en Nicaragua.
Tina por aquellos años estaba en pareja con el dirigente comunista mexicano y pintor, Xavier Guerrero y Mella tenía a su mujer e hijos en Cuba.
Tres meses después de aquel encuentro se fueron a vivir juntos. La repentina relación sentimental no fue muy buen vista por los círculos comunistas más ortodoxos, causándoles a los dos enamorados, un sinfín de incomprensiones.
Tanto Tina como Julio Antonio tenían una situación muy difícil. Los dos eran extranjeros en un país donde el gobierno de turno aplicaba medidas represivas contras los exiliados. Los dos amantes temían ser deportados por el gobierno Mexicano a través del artículo 33 que perseguía distintos delitos de índole política. Por otro lado su apasionado amor seguía siendo mal visto por las concepciones ortodoxas y prejuiciosas de la época. En el momento de conocerse Mella era parte de un plan revolucionario que se estaba preparando para liberar por la vía armada a Cuba. Ambos sabían que esta decisión política le podía costar la separación y la vida de Julio Antonio.
“Ambos compartían los sueños e ideales y sus amores no fueron comprendidos por algunos de sus compañeros, quienes los criticaban de varias formas, La belleza física de ambos fue objeto de envidias y comentarios. Tambien el hecho de dejar a Guerrero, miembro del Comité Central del Partdio Comunista Mexicano, por el joven cubano, le proporcionaron no pocos enemigos y crticas severas. Algunos mexicanos sintieron como ofensa propia que abandoranar al pintor mexicano por el joven cubano” Agregan Adys Cupull y Froilán González.
Ante esta situación de inseguridad, de intrigas y de celos Tina y Julio Antonio planean dejar México y radicarse en otro país. Antes Mella tenía que hacer el intento revolucionario, junto a otros jóvenes exiliados, de encender la llamarada revolucionaria del antiimperialismo en Cuba.
Julio Antonio se traslada a la ciudad portuaria de Veracruz para coordinar la futura acción armada. Enterado el dictador Machado de los preparativos revolucionarios a través de un infiltrado, que tenía entre los grupos nacionalistas, Mella tiene que desistir de esta operación. En el Hotel México de esta ciudad le escribe una carta a Tina el 11 de septiembre de 1928. Le transmite todo su amor y le propone rehacer sus vidas en Cuba o en la Argentina.
Mía Cara Tinissima:
Puede ser que para ti fuera una imprudencia el telegrama, pues estás acostumbrada a llenarte de asombro por todo lo que hay entre nosotros. Como si fuera el crimen más grande el que cometemos al amarnos. Sin embargo, nada más justo, natural y necesario para nuestras vidas.
Tu figura no se me borrado en todo el trayecto.
Todavía te veo de luto, traje y espíritu, dándome el último saludo y como queriendo venir hacia mí. Tus palabras también las tengo acariciándome el oído. Y cuando llegué al trópico, y comenzó el festín del calor, con la selva y el cielo azul, ya sabes que me parecía ver en cada espesura su complemento: aquella espalda con aquel pelo negro, suelto como una bandera, que era mi consuelo al no poder verte. Bien, Tina, perdona que no sea largo, estoy agotado. Creo que voy a perder la razón.
He pensado con demasiado dolor en estos días y hoy tengo todavía abiertas las heridas que me ha producido esta separación, la más dolorosa de mi vida. Si ya te has serenado, escribe. Pon un poco de paz en mi espíritu. Cada vez que pienso en mi situación, me parece que estoy en la entrada de un cementerio. Te quiero, serio, tempestuosamente. Como algo definitivo. Tú dices que me quieres igual a mí. Si solucionamos esto, tengo la convicción de que nuestra vida va a ser algo fecundo y grande. Pero me repites lo de antes, que no estás dispuesta a soluciones. Por mi Tina, he tomado con mis propias manos mi vida y la he arrojado a tu balcón, cómplice de nuestros amores. Algunas veces he creído que soy un niño y me tienes lástima. Si no, explícame qué amor es este que me lleva a la desesperación. Dime cuál es la esperanza.
Si no deseas estar en México, nos vamos juntos a Cuba o a la Argentina. Tina, no está en mí suplicarte, pero a nombre de lo que nos amamos, dame algo cierto, algo que no sea humo. Conmigo no hay que temer, Allí va, no un beso, porque ya no tengo alma, pero sí un recuerdo muy cariñoso para mi madrecita. También esa lágrima que saltó sobre los tipos de la dactilografía que tú has socializado con tu arte.
Salud, camarada
Por aquellos días la suerte de Mella ya estaba echada, el dictador Machado preparaba un atentado para asesinar al líder revolucionario y este intuía que el peligro lo acechaba.
A los dos enamorados les quedaban solamente dos opciones, trasladarse a Cuba clandestinamente para organizar la resistencia armada o radicarse en la argentina un país más seguro que México donde evitaría la persecución de la dictadura cubana.
Mella sentía una gran admiración por la Argentina, durante sus últimos años había hecho grandes amistades en este país. Por otro lado el movimiento comunista y antiimperialista de la Argentina, era uno de los más poderosos de América latina.
Mientras tanto sus asesinos estaban al acecho. No pasarían muchos meses de esta carta, cuando la noche del 10 de enero de 1929 Julio Antonio Mella acompañado por Tina Modotti, es asesinado por los enviados del dictador Gerardo Machado, en la esquina de Abraham González con Morelos, de dos tiros de revólver calibre 38.
su muerte desapareció uno de los pensadores marxistas latinoamericanistas, más importante de nuestro continente.
La pensadora cubana Celia Hart señalara en un artículo “Y Mella lo fue todo al unísono. Fue el mejor nacionalista revolucionario, el mejor antiimperialista y el mejor comunista de Cuba en su tiempo.”
Julio Antonio Mella fue todo esto y hoy es parte del sueño y de la realidad de la Patria Grande.
Lois Pérez Leira
Escritor y documentalista
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