domingo, 1 de diciembre de 2013

Controversias y diálogos en América Latina




En Latinoamércia, las elecciones generales del pasado domingo en Honduras, que dan como ganador al candidato del gobernante Partido Nacional, Juan Orlando Hernández, focalizan una de las tensiones más intensas que se viven en la región. A más de 72 horas de que el Tribunal Supremo Electoral (TSE) emitiera el controversial veredicto, siguen los choques frontales entre los defensores a ultranza de la derecha y los que concentraban en el Partido Libertad y Refundación (Libre) de Honduras, que tenía como candidata a Xiomara Castro, sus mayores esperanzas de cambio en esa nación.
Tegucigalpa es el centro de estas manifestaciones que reclaman el conteo voto a voto, porque se arguye que hubo fraude electoral. “El Tribunal Supremo Electoral está secuestrado por los partidos tradicionales de Honduras, que han dirigido el país durante más de 120 años”, dicen los jóvenes a las cámaras televisivas que pulsan el sentir popular en ese país.
El experto Oliver Zamora consideró en la Mesa Redonda de este martes que el TSE dice que es irreversible, pero han ocurrido grandes irregularidades. “Ha sido un proceso que ha generado una gran crisis, porque hasta las propias instituciones del Estado están en crisis de legitimidad. El Gobierno de Lobo arrastró un gran problema de credibilidad, y este nuevo Gobierno va a comenzar marcado también por una circunstancia similar”.
Por qué ocurren estos problemas en las elecciones, razonó el analista, pues porque estamos hablando del segundo país más pobre después de Haití en América Latina, y la necesidad y la conciencia no van de la mano, y hay quien puede pensar que Libre es la mejor opción, pero cuando les ofrecieron dinero fueron susceptibles de votar en contra a cambio de una suma. “Es una población muy pobre, y esa maquinaria es la que utilizan los partidos tradicionales. Hasta en las primarias del Partido Liberal se dieron credenciales para que la gente votara por Hernández, y se le llegó a ocupar en una de sus casas electorales miles de credenciales, lo que denota que incluso hubo fraude a lo interno del Partido. Pero por mucho que se proteste desde la oposición, yo no creo que el TSE de marcha atrás, de hecho ya se está cocinando la transición de poderes”, expresó.
La Doctora Ana Teresa Badía por su parte, destacó un elemento significativo: el Tribunal dice que Juan Orlando Hernández ganó, pero Xiomara Castro obtuvo la victoria en las calles, mas no hay marcha atrás, la situación quedará así, a pesar de las protestas.
En su opinión, la jugada estaba prácticamente cantada: el domingo hubo denuncias de irregularidades y se ha confirmado que al menos un 20 por ciento de las actas fueron seleccionadas para escrutarse y no fueron incluidas en la transmisión. A su vez se percibieron indicios que daban la idea de lo que iba a pasar: llamaba mucho la atención la tranquilidad de los Estados Unidos cuando conocemos sus intereses. Juan Orlando Hernández, además, como presidente del Congreso de Honduras, días previos al proceso electoral aprobó un decreto para militarizar la seguridad ciudadana, para que la policía pudiera reprimir con mayor fuerza, que es lo que está pasando hoy contra los estudiantes universitarios.
Para Ana Teresa Badía, estamos hablando del mismo TSE de cuando el Golpe de Estado, integrado por la élite derechista hondureña, y esto también signa el escenario. Obviamente Estados Unidos se apresuró en reconocer a este virtual ganador. “Llama la atención, dijo, que si esto hubiera pasado en países como Venezuela, Ecuador… las reacciones no hubieran sido las mismas, de hecho, yo no hubiera descartado una intervención militar”.
Oliver Zamora apostilló que no se puede olvidar que la embajadora norteamericana en Honduras, que es la misma que participó activamente en el Golpe de Estado, y planifica la más grande base militar de EE.UU. en América Latina en este país, no dejará que se le arruinen sus propósitos.
Alegó que todo parece indicar que Juan Orlando Hernández será un gobierno de derecha, por lo que la fuerza del Partido Libre, que se estrena en estas elecciones, tiene que perfilar la estrategia para mantener la homogeneidad, la unidad, y hacer una buena oposición en vistas a las nuevas elecciones.
El Partido Libre rompió el bipartidismo en Honduras, lo que Ana Teresa evaluó como un importante paso, porque no se puede olvidar que hasta el 2009 se votaba por solo dos partidos tradicionales. Y en lo adelante, subrayó que “deben lograr más unidad, deben madurar más y creo que hay que preguntarse hasta qué punto esa sociedad estaría preparada para afrontar cambios”.
Con miras a la integración, Juan Orlando Hernández ha dicho que afianzaría sus relaciones con Estados Unidos y no con el resto de América Latina.

ECUADOR Y COLOMBIA: UNA NUEVA ERA

Por su relevancia, los analistas también pusieron su mirada sobre los resultados del segundo gabinete binacional que desarrollaron Juan Manuel Santos y Rafael Correa en la ciudad colombiana de Ipiales, en la zona fronteriza, en el que afianzaron sus vínculos políticos, con un apoyo incondicional de Quito al proceso de paz con las FARC y acuerdos de integración.
Correa y Santos protagonizaron en 2008 la peor crisis política entre los dos países, que incluso amenazó con desatar una guerra en la región. En marzo de ese año y siendo ministro de Defensa, Santos ordenó un ataque militar contra la guerrilla de las FARC en Ecuador, por lo que Quito rompió los nexos diplomáticos. El suceso, que dejó 25 muertos, entre ellos a Raúl Reyes, el número dos de las FARC, fue considerado por la OEA como una violación a la soberanía ecuatoriana. Tras esa incursión los dos gobiernos restablecieron plenamente las relaciones en 2011, ya con Santos como presidente colombiano.
Correa se mostró complacido con las nuevas relaciones, recordó que vivieron tensiones y vicisitudes, y una historia no excenta de ocasionales desencuentros que le parecen injustificables. Al tiempo que reconoció sentirse feliz de superar lo vivido. Mientras Juan Manuel Santos agradeció el apoyo que siempre se ha recibido de Ecuador.
Para la Doctora Ana Teresa Badía, este suceso tiene como principal lectura que sobre la base de los disensos se puede construir una relación entre naciones vecinas. Es muy simbólico además que se haya inaugurado un puente que une a Ecuador con Colombia, algo que había estado en disputa en los últimos 40 años, lo que a la vez representa mucho de lo que ambos dignatarios hablaron.
Le llamó mucho la atención el plan para la reducción de la pobreza en la frontera hacia el año 2021, y todo lo hablado sobre los procesos culturales. A lo que Oliver Zamora sumó que estamos hablando de dos países que deben tener una relación natural. Tanto Ecuador como la propia Venezuela son importantes. Juan Manuel Santos ha dado un giro no despreciable en la política exterior colombiana si lo comparamos con Álvaro Uribe, y además de los diálogos de paz, ha tratado de subsanar heridas tremendas que abrió Uribe.
“Ha sido inteligente como para advertir que la integración Latinoamericana era una corriente muy fuerte como para ir en su contra. Ha sido un país que ha colaborado con esa integración, en la que ha tenido varios capítulos significativos: restableció las relaciones con Venezuela, lo que está haciendo hoy con Ecuador (el contrapunteo fue algo muy fuerte) y fue muy interesante su manejo del tema Cuba de cara a la Cumbre de las Américas, al punto de que el presidente vino a Cuba a pedir disculpas por esa situación. Es un ejemplo, dijo, de que las diferencias se puende hechar a un lado, pero hasta el punto necesario”.

Yailin Orta Rivera, especial para la Mesa Redonda

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