sábado, 4 de agosto de 2012
Leonardo Padura: “Trotsky es un personaje fundamental en cualquier estudio y praxis social”
La organización revolucionaria argentina Movimiento Socialista de los Trabajadores (MST) se entrevistó con Leonardo Padura, el autor de la impresionante novela "El hombre que amaba los perros"...
La organización revolucionaria argentina Movimiento Socialista de los Trabajadores (MST) se entrevistó con Leonardo Padura, el autor de la impresionante novela "El hombre que amaba los perros", novela cuya trama trata la vida y muerte de León Trotsky. La novela comienza en el exilio del revolucionario ruso, pero en paralelo desarrolla también la del asesino de esté, el español Ramón Mercader, hasta que las dos se cruzan mortalmente. Los perros, la relación de Trotsky y de Mercader con los mismos, son el hilo conductor de la novela. Padura ha conseguido, no sin un duro debate en el seno de la asociación de autores cubanos, editarlo en Cuba (l precio de un euro gracias al acuerdo del autor con la editorial barcelonesa Tusquets). Hay un interés creciente por la figura del revolucionario ruso en la isla como lo demuestra también el éxito que tienen las presentaciones de libros de Trotsky en las ferias del libro de La Habana. Padura contesta a algunas preguntas al MST para explicar algunos detalles fundamentales de una de las mejores novelas históricas de estos últimos años. Una obra abierta y poliédrica que plantea numerosos problemas de interpretación, aunque su línea general queda bastante precisada en las palabras de Padura que siguen.
El 13 de julio visitamos en La Habana, a Leonardo Padura, el autor de la novela sobre el asesinato de Trotsky “El hombre que amaba los perros”. A continuación reproducimos extractos de una extensa entrevista
¿Qué es lo que te motivó a escribir esta novela?
Mira, yo creo que muchas veces cuando te impiden el conocimiento, el acceso a la información, eso de alguna manera va creando una curiosidad, una expectativa, una necesidad. Trotsky fue durante muchos años, y todavía lo sigue siendo en Cuba, un personaje desconocido.
La Primera vez que estuve en México, fue en Octubre del año 1989 y le pedí a un amigo que me llevara a la casa de Trotsky…, estaba bastante abandonada…, pero allí había algo en la atmosfera que a mí me conmovió profundamente. El hecho de que este hombre que había dirigido a la gente durante la Revolución de Octubre, que había dirigido un ejército, que había firmado la paz con Alemania hubiera terminado en un lugar tan apartado y que hasta allí hubiera llegado Stalin para matarlo fue algo que me conmovió. Y creo que ahí está el origen de esta novela.
Y sobre todo me enteré… que Ramón Mercader, el asesino de Trotsky, había vivido en Cuba durante 4 años y había muerto en Cuba en 1978.
¿Cómo fue la investigación?
En total trabaje cinco años en el libro…, hay varios elementos en la investigación. Por ejemplo la Guerra Civil Española. Existe toda una bibliografía sobre la Guerra Civil Española a partir de la apertura de los archivos de Moscú, cuando se sabe realmente muchas de las actuaciones de los agentes soviéticos en la Guerra Civil Española que no existían antes de los años 90 y que cambiaron la visión de la Guerra Civil Española…
Aparecieron algunas biografías sobre Trotsky, que no cambiaban demasiado la percepción que existía en las viejas y buenas biografías de Trotsky , sobre todo la de Deustcher, que me parece que sigue siendo insuperable.
Estaba un libro escrito por su hermano Luis Mercader y un periodista, sobre Ramón, que es un libro bastante intencionado… Tuve que ir profundizando en cada uno de estos elementos o procesos históricos o momentos específicos: que paso en los proceso de Moscú, como había sido el proceso de colectivización en la Unión Soviética.
La famosa operación que montó la NKVD para asesinar a Trotsky en México fue dirigida directamente por Stalin. Había una línea de mando que partía de Stalin y llegaba por supuesto al personaje histórico real que aparece en la novela como Eitingon, o Kotov, o Tom…Y toda esa línea de mando subía y bajaba información y cuando llegaba a Stalin, periódicamente Stalin la quemaba.
¿Qué opinión te has ido formando sobre los personajes?
Yo creo que en la historia de lo que se monta alrededor del asesinato de Trotsky estamos viendo las consecuencias… Es un proceso que tiene que ver con el acceso de Stalin al poder y la creación de una forma de gobierno e incluso de una sociedad en la que ya desde el principio, desde el año 1929, se empezaron a pervertir los principios del socialismo teórico, del socialismo que los Bolcheviques habían propugnado…
Trotsky deja una obra filosófica, periodística e incluso una correspondencia personal, que revelan un conocimiento y un enjuiciamiento de los que estaba ocurriendo en la Unión Soviética y de lo que ocurría con el ideario, la filosofía socialista que me resultan indispensables tenerlos en cuenta para entender que fue lo que ocurrió en esos momentos y sobre todo, lo más curioso, lo que ocurrió después.
Hace unos análisis de las relaciones entre Moscú y los Partidos Comunistas europeos, específicamente el Partido Comunista Alemán en el momento del ascenso de Hitler al poder. Creo que nadie tuvo la percepción de hasta qué punto la política stalinista había sido culpable prácticamente directo del ascenso del fascismo.
Trotsky dejó una mirada sobre el fenómeno que estaba ocurriendo en aquel momento en el movimiento revolucionario internacional que de alguna manera nos explica porque se produce después el desastre del Socialismo Real en Europa del Este y la desaparición de la Unión Soviética. Por lo tanto creo que Trotsky es un personaje fundamental en cualquier estudio y en cualquier praxis social que se quiera tener en cuenta en estos momentos.
¿Hay quienes dicen: Padura escribió una novela sobre Trotsky y Stalin para hablar de Cuba?
Esta es una novela que parte de Cuba y llega a Cuba. Hay un personaje cubano, que realmente es el hombre que recibe la historia y la entrega al lector, pero no es protagonista de la historia. Es de alguna manera una víctima de la historia, una persona a quien la historia le cae encima, no solamente la historia que esta narrando, sino la historia con mayúscula y al final le cae el techo de la casa que es un techo de carácter simbólico, aunque es también en el caso cubano, un techo real, un techo posible que le cae encima. Y yo trate de entender desde la perspectiva de mi generación, que se educó ya dentro del proceso revolucionario, que participó del trabajo revolucionario, que estuvo en la guerra de Angola, que vivió después los años terribles del llamado Periodo especial, que fue una crisis profundísima que todavía estamos viviendo en Cuba.
Pepe Gutiérrez-Álvarez
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