domingo, 31 de julio de 2016
Elsa Claro en Mesa Redonda: ¿Por qué falló el Golpe de Estado en Turquía?
Intervención de la analista de temas internacionales de la Mesa Redonda, Elsa Claro, ante pregunta de panelista Oliver Zamora Ori
sábado, 30 de julio de 2016
Frank, Fidel, Guiteras: La imaginación hacia un punto.
Había algo en las fotografías de Frank País que me recordaba a Antonio Guiteras. No hay en ellas signo de ansiedad, es la mirada impresionantemente serena, tranquila, en un hombre que sabe en lo que hace le va la vida. Es lo que Pablo de la Torriente llama en Guiteras “aquella decisión callada” y que también está en la imagen de Fidel ante el cuadro de Martí en los días en que organizaba el asalto al Moncada.
Después supe que por la misma fecha en que Fidel preparaba el asalto al Moncada, en mayo de 1953, Frank, junto a varios de quienes lo acompañaron en la lucha revolucionaria y con apenas 18 años, fundó una organización para combatir contra la dictadura batistiana llamada precisamente “Decisión Guiteras”.
Frank País no había cumplido 22 años cuando levantó en armas la segunda ciudad más importante de Cuba para apoyar el desembarco de los rebeldes de Fidel Castro en el Oriente de Cuba. Menos de dos años después lo asesinaban en plena calle junto a su compañero de lucha Raúl Pujol sin que mediara detención, juicio ni interrogatorio. Fidel escribe entonces a Celia Sánchez:
“¡Qué monstruos! No saben la inteligencia, el carácter, la integridad que han asesinado. No sospecha siquiera el pueblo de Cuba quien era Frank País, lo que había en él de grande y prometedor”.
Este joven cristiano que gustaba de escribir versos, tocar el piano y leer a Jean Paul Sartre había tejido la eficaz red clandestina que en las ciudades se enfrentaba a la dictadura batistiana y suministraba todo tipo de apoyos a los combatientes de la Sierra Maestra. Era el Jefe Nacional de Acción del Movimiento 26 de Julio. Tanto le temían los esbirros, que convirtieron la ciudad de Santiago de Cuba en el escenario de una cacería contra su vida pero al día siguiente de su muerte esa urbe marchó casi completa en su homenaje, desafiando ejército y policía.
Una tradición que llega hasta hoy. A las 12 de la noche de cada 29 de julio se detienen las fiestas en Cuba y al día siguiente una nutrida peregrinación recorre las calles de la ciudad más cimarrona de la Isla, esa donde Waldo Leyva dice es imposible encontrar una “piedra que no haya sido lanzada contra el enemigo” ni “una calle por donde no haya pasado nunca un héroe” y que Federico García Lorca prometió visitar en “un coche de agua negra”. El pueblo más bullanguero, irreverente y bailador -“¡Oh cintura caliente y gota de madera”, escribió Lorca- camina entonces en silencio hasta el cementerio donde están enterrados sus hijos más queridos.
De sus asesinos pocos saben cómo se llamaban pero escuelas, bibliotecas y hospitales gritan en la geografía cubana los nombres de aquellos a quienes persiguieron. Por decisión del Consejo de Ministros tomada el 26 de julio de 1959, en sesión extraordinaria, cada 30 de julio de 1959 se conmemora en Cuba el Día de los Mártires de la Revolución.
En Santiago de Cuba hay un museo de la clandestinidad. Es una antigua estación de policía que tuvo que ser reconstruida de las cenizas después que el 30 de noviembre de 1956 la ciudad viviera aquel alzamiento organizado por Frank que estremeció el país. Allí está su foto junto a Fidel en la Sierra, ambos sonríen. Fidel mira a Frank y Frank mira a la cámara, ninguno de los dos sabe que es la última vez que se verán, se ven optimistas, como dice Pablo de Guiteras:
“Y tenía el secreto de la fe en la victoria final. Irradiaba calor. Era como un imán de hombres y los hombres sentían atracción por él. Les era misteriosa, pero irresistible, aquella decisión callada, aquella imaginación rígida hacia un solo punto: la revolución.”
Iroel Sánchez
Cuba en el debate político en Estados Unidos
Los debates sobre el tema Cuba en el Congreso de Estados Unidos, su presencia en las plataformas políticas llevadas a las Convenciones de los dos principales partidos de ese país y los movimientos contra el blo
viernes, 29 de julio de 2016
Algunas lecciones del nacimiento de la Revolución Cubana
Hoy, los progresistas de un extremo al otro del globo podrían extraer múltiples lecciones del Ataque al Moncada encabezado por Fidel Castro el 26 de julio de 1953.
En 1953, época en la cual prácticamente todas las fuerzas progresistas y revolucionarias de Cuba no aportaban ninguna solución viable para oponerse a la dictadura de Batista apoyado por los Estados Unidos, Fidel Castro y sus camaradas definitivamente dieron con la salida. De esta ruta, caracterizada por declaraciones innovadoras a los cuales se asociaron hechos excepcionalmente valerosos, surgió el Movimiento 26 de Julio. Este movimiento, apoyado por aliados que más tarde se unieron a la causa, condujo al Triunfo de la Revolución el 1 de enero de 1959. Lo demás, como suele decirse, pertenece a la historia. No empero, la historia continúa escribiéndose, máxime cuando Cuba afronta retos considerables en la actualidad.
Hoy, los progresistas de un extremo al otro del globo podrían extraer múltiples lecciones de 1953. Vale la pena describir una enseñanza en particular. ¿A qué se debe que la semilla plantada en 1953 aflorara con rapidez en el Movimiento 26 de Julio, de la cual brotó el plan que llegaría a sacudir los fundamentos de la dictadura? ¿Cómo pudo romper esta causa el arcón donde se encontraba confinada como efectivamente estaba? Antes del 26 de julio, no había nada que pudiera alterar la vida de la vasta mayoría del pueblo cubano.
Es difícil analizar la situación sin concretarla en la persona de Fidel. Inútil tratar, sobre todo cuando el 26 de julio entrante coincide con el nonagésimo aniversario de Fidel, cumpleaños este que no solo la inmensa mayoría del pueblo cubano celebrará, sino también la población de amantes de la justicia del mundo entero.
En 1953, Fidel ya conocía a fondo la vida y obra de José Martí y la de otros combatientes que participaron en las guerras contra el colonialismo español gestadas en el siglo XIX en favor de la independencia y de principios de justicia social e igualdad. Asimismo, paralelamente bebía de la fuente teórica de Marx, Engels y Lenin. A pesar de ello, para Fidel acción y pensamiento político se interrelacionaban en un mismo fenómeno. Diez años antes del 26 de julio de 1953 ya estaba muy comprometido políticamente.
Por consiguiente, sobre la base de su pensamiento y experiencia acumulada desde mediados de los años cuarenta, Fidel y sus camaradas llevaron a cabo el plan de ataque al Cuartel Moncada y al Carlos Manuel Céspedes elaborado a partir de teorías políticas nacionales e internacionales diversas y de prácticas de participación variable. Fidel, en particular, como líder indiscutible de este movimiento, pudo combinar una variedad de tendencias diferentes del pensamiento político y de prácticas en una misma visión. Venció donde muchos fallaron porque logró unir principios de pensamiento como factor orientador hacia la acción. Ni por un instante abandonó la teoría revolucionaria doméstica e internacional por motivos políticos del momento. Asimismo se negó a que el pensamiento obstaculizara la acción revolucionaria.
Fidel es, en las palabras de Gabriel García Márquez, “el anti-dogmatista por excelencia”. En las filas revolucionarias, el dogmatismo se manifiesta con frecuencia por una interpretación rígida y estéril de lo que se percibe como “teoría”, la cual se torna improductiva debido a este tipo de apreciación. También se revela por la incapacidad de extraer conocimientos de la experiencia —ni malos ni buenos— para analizar condiciones concretas que tomen en cuenta las exigencias futuras necesarias al avance de la sociedad. Probablemente este problema redujo a la impotencia a la mayoría de los revolucionarios de los años cincuenta, hasta que una nueva visión de pensamiento y práctica llegara a abrirles nuevos horizontes. Es por ello que al recapacitar cada año sobre el 26 de julio, las palabras del Che Guevara parecen siempre allanar el proceso del pensamiento. El 26 de julio de 1967, el Che escribió en Bolivia sobre la importancia de ese día como “una rebelión contra las oligarquías y los dogmas revolucionarios”. La alusión referida a gran parte de la izquierda cubana de ese entonces se basaba no solo sobre su experiencia concreta sino también en los muchos años que dedicó a la evaluación del movimiento comunista en el plano internacional.
Los ataques del 26 de julio de 1953 no resultaron en una victoria ese día en que muchos fueron asesinados, heridos o arrestados, incluido Fidel. Sin embargo, los ataques dieron lugar a que Fidel, quien se vio obligado a comparecer en juicio tras su captura, se defendiera a sí mismo. Para ello, había redactado notas durante su encarcelamiento, pero se vio forzado a realizar su defensa de memoria durante dos horas porque las autoridades habían confiscado sus notas. Más adelante, su alegato épico llegó a convertirse en lo que hoy se conoce como “La historia me absolverá”, fruto este también de la reconstitución de memoria de su defensa durante ese período de confinamiento solitario. Este documento, fue y sigue siendo por excelencia una obra maestra de anti-dogmatismo realizada por alguien que supo combinar la teoría con la evolución práctica de la sociedad cubana de aquella época. Ya para 1954 se habían distribuido miles de copias en toda Cuba. Así, con la colaboración del pueblo, la defensa se convirtió en la ofensiva que condujera a la victoria de 1959. Ha sabido resistir el paso del tiempo por haber gestado el proyecto actual cubano antiimperialista socialista. Julio 26 y su repercusión “La historia me absolverá” desencadenó la Revolución Cubana.
En la actualidad, Cuba está atravesando por uno de sus períodos más difíciles desde 1959. Su situación económica es endeble y se le está poniendo a prueba nuevamente, tal como lo declaró el Presidente Raúl Castro el 8 de Julio de 2016. Además, muchos revolucionarios cubanos ven con cautela las intenciones verdaderas de la política de los Estados Unidos en torno a Cuba y están muy atentos a sus consecuencias nefastas en el consenso socialista cubano. De hecho, el propio Fidel ha escrito algunas reflexiones sobre las nuevas relaciones controvertidas entre los dos vecinos.
De manera que, en 2016, el enfoque dialéctico que combina un pensamiento dictado por principios y los aspectos prácticos inherentes a la lucha como lo ha ilustrado Fidel Castro desde 1953 se destaca como modelo vigente. ¿Cómo se aplican hoy los esfuerzos constantes para descentralizar el Estado y dar mayor cabida a las pequeñas empresas? ¿En qué medida la apertura de Cuba a los Estados Unidos en sus ámbitos económico y cultural afecta el socialismo cubano, su cultura política y soberanía? Aún cuando no es fácil abordar estas cuestiones, la Revolución Cubana ha estado intentando hacerlo. De hecho, una vez más, tal como ocurriera en 1953 y desde 1959, los revolucionarios cubanos se adentran en aguas bastante tormentosas que solo podrán navegar guiados por su tradición de combinar principios y tácticas.»
Arnold August
Telesur
La contrarrevolución (anti) cubana en la Riviera Maya
Así como lo ha leído, estimado lector, no hablamos de fantasmas. La historia se repite, ahora como farsa, o más bien como vodevil. A unas cinco décadas de que la Revolución Cubana desmantelara las bases de sustentación económica, social y política de la contrarrevolución, que siempre fue dirigida por Estados Unidos, la resaca de aquella ha escogido a México como lugar predilecto de reunión por lo menos desde 2014.
Siempre bajo los auspicios y el financiamiento de la Fundación Konrad Adenauer (FKA), entidad de la gobernante democracia cristiana de Alemania, así como de la Organización Demócrata Cristiana de América Latina (ODCA), de la que el Partido Acción Nacional (PAN) es uno de sus miembros más prominentes. Existe estrecha cooperación de la FKA con la National Endowment for Democracy (NED) -pantalla de la CIA- en diversos programas subversivos contra gobiernos populares y progresistas de América Latina y el Caribe. La FKA y la ODCA pertenecen al Movimiento Mundial para la Democracia, entidad creada por la NED, de la que reciben financiamiento.
La resaca que mencionaba se domicilió en Miami, donde quedan alguno de sus girones, veteranos agentes de la CIA de frustradas acciones violentas contra Cuba y de actos terroristas constitutivos de crímenes de lesa humanidad como la voladura de un avión comercial cubano con 73 personas a bordo en aguas de Barbados, que costaron mucha sangre y dolor al pueblo cubano. El monstruo responsable de ese crimen y de otros, Luis Posada Carriles, vive plácidamente en Miami en plena guerra contra el terrorismo.
Mientras, en la isla, al paso de los años fueron formándose grupitos de vividores, desclasados, muchos sin hábitos laborales, personajes llenos de resentimiento, algunos con graves desajustes de personalidad y, con frecuencia, muy ignorantes, pero con infinito afán de lucro y de sobresalir, atraída por los privilegios que les ofrecían diplomáticos de la entonces Sección de Intereses de Estados Unidos (SINA) en La Habana y colegas de otros países aliados del imperio, listos para ocupar un lugar junto a los estadounidenses en ese esperpento subversivo y anexionista llamado transición democrática en Cuba. Se supone que los cabecillas alentados por la SINA son sus héroes y heroínas. Varios de ellos, por cierto, en sus continuos viajes de la isla a Miami visitan y se toman sin empacho amistosas fotos con el terrorista Posada Carriles puesto que abierta o sutilmente su único fin es derrocar a la Revolución.
Hete aquí que varios de ellos y algunos más de su calaña residentes en otros países, fueron de nuevo convocados a México a fines de junio por la FKA y por la ODCA, como siempre a instalaciones hoteleras lujosas, dentro del programa Caminos Democráticos para Cuba edición III, que auspician ambas organizaciones. A juzgar por las fotos de la reunión, acogidos, apapachados y arbitrados por Stefan Jost, director de la FKA en México, en esta ocasión nada menos que en el hotel 5 estrellas Blue Bay Grand Esmeralda, ubicado en la paradisíaca Rivera Maya. Totalmente desprestigiados en Cuba y pese a la rimbombancia con que nombran a sus organizaciones, la membresía no pasa de sus familiares más cercanos y de algunos vivos en busca de dólares fáciles, adoradores del agonizante American way of life.
Estados Unidos lleva años tratando de crear una oposición en Cuba pero sus propios diplomáticos, como podemos leer en los cables de Wikyleaks, se quejan del interés desmedido de dinero de sus reclutas, su falta de proyecto de futuro y su pobre influencia en la población. Sin embargo, su objetivo se mantiene, aunque parezca masoquista, en el supuesto de que junto a muchas otras acciones esos grupos ayudarán a acabar algún día con la Revolución Cubana. Eso sí, hay que reconocer sus esfuerzos por buscar caras jóvenes con discurso renovado. El único problema es que más temprano que tarde reproducen la codicia de las anteriores por los dólares.
Pero volviendo a la Riviera Maya, lo que parece haber sido el plato fuerte en esta ocasión fue la elección de la nueva directiva de la Mesa de la Unidad de Acción Democrática (MUAD), una especie de remedo de la pestilente MUD de Venezuela. De la MUAD se esperaba que uniera a los grupos presentes en México. Misión imposible, pues no había concluido el circo de la Rivera Maya y ya estallaban graves conflictos entre ellos.
¿Reportará la FKA a la Secretaría de Hacienda los fondos que desde territorio mexicano dedica a la subversión en Cuba?
Ángel Guerra Cabrera
Siempre bajo los auspicios y el financiamiento de la Fundación Konrad Adenauer (FKA), entidad de la gobernante democracia cristiana de Alemania, así como de la Organización Demócrata Cristiana de América Latina (ODCA), de la que el Partido Acción Nacional (PAN) es uno de sus miembros más prominentes. Existe estrecha cooperación de la FKA con la National Endowment for Democracy (NED) -pantalla de la CIA- en diversos programas subversivos contra gobiernos populares y progresistas de América Latina y el Caribe. La FKA y la ODCA pertenecen al Movimiento Mundial para la Democracia, entidad creada por la NED, de la que reciben financiamiento.
La resaca que mencionaba se domicilió en Miami, donde quedan alguno de sus girones, veteranos agentes de la CIA de frustradas acciones violentas contra Cuba y de actos terroristas constitutivos de crímenes de lesa humanidad como la voladura de un avión comercial cubano con 73 personas a bordo en aguas de Barbados, que costaron mucha sangre y dolor al pueblo cubano. El monstruo responsable de ese crimen y de otros, Luis Posada Carriles, vive plácidamente en Miami en plena guerra contra el terrorismo.
Mientras, en la isla, al paso de los años fueron formándose grupitos de vividores, desclasados, muchos sin hábitos laborales, personajes llenos de resentimiento, algunos con graves desajustes de personalidad y, con frecuencia, muy ignorantes, pero con infinito afán de lucro y de sobresalir, atraída por los privilegios que les ofrecían diplomáticos de la entonces Sección de Intereses de Estados Unidos (SINA) en La Habana y colegas de otros países aliados del imperio, listos para ocupar un lugar junto a los estadounidenses en ese esperpento subversivo y anexionista llamado transición democrática en Cuba. Se supone que los cabecillas alentados por la SINA son sus héroes y heroínas. Varios de ellos, por cierto, en sus continuos viajes de la isla a Miami visitan y se toman sin empacho amistosas fotos con el terrorista Posada Carriles puesto que abierta o sutilmente su único fin es derrocar a la Revolución.
Hete aquí que varios de ellos y algunos más de su calaña residentes en otros países, fueron de nuevo convocados a México a fines de junio por la FKA y por la ODCA, como siempre a instalaciones hoteleras lujosas, dentro del programa Caminos Democráticos para Cuba edición III, que auspician ambas organizaciones. A juzgar por las fotos de la reunión, acogidos, apapachados y arbitrados por Stefan Jost, director de la FKA en México, en esta ocasión nada menos que en el hotel 5 estrellas Blue Bay Grand Esmeralda, ubicado en la paradisíaca Rivera Maya. Totalmente desprestigiados en Cuba y pese a la rimbombancia con que nombran a sus organizaciones, la membresía no pasa de sus familiares más cercanos y de algunos vivos en busca de dólares fáciles, adoradores del agonizante American way of life.
Estados Unidos lleva años tratando de crear una oposición en Cuba pero sus propios diplomáticos, como podemos leer en los cables de Wikyleaks, se quejan del interés desmedido de dinero de sus reclutas, su falta de proyecto de futuro y su pobre influencia en la población. Sin embargo, su objetivo se mantiene, aunque parezca masoquista, en el supuesto de que junto a muchas otras acciones esos grupos ayudarán a acabar algún día con la Revolución Cubana. Eso sí, hay que reconocer sus esfuerzos por buscar caras jóvenes con discurso renovado. El único problema es que más temprano que tarde reproducen la codicia de las anteriores por los dólares.
Pero volviendo a la Riviera Maya, lo que parece haber sido el plato fuerte en esta ocasión fue la elección de la nueva directiva de la Mesa de la Unidad de Acción Democrática (MUAD), una especie de remedo de la pestilente MUD de Venezuela. De la MUAD se esperaba que uniera a los grupos presentes en México. Misión imposible, pues no había concluido el circo de la Rivera Maya y ya estallaban graves conflictos entre ellos.
¿Reportará la FKA a la Secretaría de Hacienda los fondos que desde territorio mexicano dedica a la subversión en Cuba?
Ángel Guerra Cabrera
miércoles, 27 de julio de 2016
Boca de sama
El 12 de octubre de 1971 el poblado de Boca de Samá, situado al Norte de la provincia de Holguín fue víctima de un ataque terrorista ordenado por la CIA y ejecutado por la organización terrorista Alpha 66 radicada en Miami.
Fidel habla del Moncada
La Mesa Redonda retransmite las valoraciones que el Comandante en Jefe Fidel Castro hiciera para este programa el 24 de julio de 2000, sobre los acontecimientos vinculados al Asalto a los Cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes, en 1953.
Fidel es 26
Hacía algunos años que no tenía la oportunidad de amanecer en la hermosa Cuba un 26 de julio, Día de la Rebeldía Nacional, en esta ocasión muy especial y emocionante por haberse dedicado al 90 cumpleaños de Fidel Castro, líder histórico de la Revolución en la mayor de las Antillas.
En el acto por el 63 aniversario de los históricos asaltos a los cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes, celebrado este martes en la central provincia de Sancti Spiritus, escuché afirmar a representantes de las nuevas generaciones que “somos felices aquí”, y “si de la sangre de los jóvenes depende la soberanía del pueblo cubano, cuenten con la nuestra”, dos mensajes altos y claros para ilusos y descolocados.
Los miles de espirituanos y habitantes de la isla caribeña presentes en la actividad político-cultural, encabezada por el presidente Raúl Castro, resaltaron el liderazgo y ejemplo de Fidel en la gesta heroica del Moncada aquel 26 de julio de 1953, que reinició las luchas por la verdadera independencia de esta nación latinoamericana, conquistada el 1 de enero de 1959.
“Sentimos la presencia entre nosotros del Comandante en Jefe, quien es la voz de la libertad y el hombre más grande que ha dado el mundo”, exclamaron sus compatriotas.
Los cubanos reiteraron que continuarán apostado por un Socialismo próspero y sostenible, a pesar del bloqueo económico, comercial y financiero que aun le impone Estados Unidos, pese a que ambos países vecinos restablecieron sus relaciones diplomáticas hace precisamente un año.
El Vicepresidente y Segundo Secretario del Partido Comunista (PCC), José Ramón Machado Ventura, reiteró en el discurso central del acto que Washington mantiene intacta esa fracasada política de cerco aplicada desde hace casi 60 años al decano archipiélago caribeño, aunque algunos por ahí digan otra cosa.
Machado Ventura subrayó seguidamente que los cubanos tendrán siempre la fe en la victoria que les inculcó Fidel con su ejemplo, y serán eternamente fieles a las ideas de su auténtico guía, quien el venidero 13 de agosto cumplirá 90 años de vida y lucha intensas.
La nación caribeña es escenario desde hace semanas de numerosas actividades por el nuevo onomástico de su Comandante en Jefe, considerado por su pueblo el mejor de todos los cubanos.
Y así es porque Fidel es un cubano de verdad que ha dado la vida por su tierra, ha vivido de frente y derecho, preparado para el combate y a su bandera se ha aferrado, como entona una canción muy de moda en la Isla.
Patricio Montesinos
martes, 26 de julio de 2016
La batalla de Girón contada en 10 minutos
La batalla de Girón contada en 10 minutos. Un video en 3D hecho por egresados de la CUJAE. Te enteras al detalle de todo lo que ocurrió.
lunes, 25 de julio de 2016
Objetivo: Fidel
Fidel Castro en 1961.
Fidel Castro ha sido el líder político más perseguido en la historia contemporánea y probablemente en la universal. Varias centenas de complots homicidas han sido planeados en su contra, algo probado en documentos oficiales desclasificados por el gobierno de Estados Unidos. Sin embargo, como para restar importancia a la gravedad de estas acciones, políticos de ese país han afirmado que los atentados planeados fueron solo unos pocos, como si uno no bastara para hacer de ello algo deleznable.
La CIA norteamericana no solo fue responsable de estos complots, sino también contrató al “sindicato del crimen organizado” (la mafia), para iguales fines, algo inaudito y sin precedentes históricos.
También desplegó intensas campañas de “guerra sicológica” para la consecución del crimen, lo que trajo como resultado que cientos de contrarrevolucionarios de origen cubano, una veces con los medios entregados por ellos y otras influidos por las campañas realizadas, se propusieran asesinar al dirigente cubano.
Un ejemplo de lo anterior fue la “operación botín” desencadenada por Estados Unidos a través de su emisora oficial La voz de las Américas, en la cual en una programación [1] dirigida a Cuba, puso precio a las cabezas de los dirigentes cubanos, especialmente a la de Fidel.
En ocasiones se ha pretendido remitir el éxito de tales resultados a la labor de los organismos de seguridad cubanos, sin embargo, en honor a la verdad, la participación popular en su desmantelamiento fue vital, sin detrimento de la eficiencia del Servicio, a lo cual habría que sumar, la intuición de Fidel para descubrir las emboscadas, que no pocas veces lo libró del crimen planificado.
Las investigaciones realizadas han permitido documentar que, en total, fueron conocidos por los servicios de seguridad cubanos 634 complots homicidas durante el periodo 1958-2000¸ en diferentes estadios de planificación; sin mencionar los que no fueron descubiertos y abortaron por cuestiones ajenas a la intención de sus planificadores.
De ese conjunto, 167 fueron proyectos homicidas que se encontraban en fase de ejecución al momento de ser desmantelados y que contaron con los medios, oportunidad y ejecutores determinados a ello y que fracasaron por la acción de los servicios de seguridad o por la cobardía de los autores y que fueron descubiertos posteriormente.
Profundizando en el estudio de ellos, hoy los podemos analizar desde otra perspectiva y vincularlos a la trayectoria política y revolucionaria de Fidel y a las posibilidades del enemigo para cometer el crimen. Para tales fines hemos tomado como punto de partida el 26 de julio de 1953.
Así, los complots homicidas se podrán caracterizar por el momento histórico que transita el proceso cubano, es decir los escenarios socio-político-económicos existentes, que definirán además los enemigos enfrentar.
El periodo que comienza con el asalto al cuartel Moncada, el exilio en México y más tarde la lucha en la Sierra Maestra y el derrocamiento de la dictadura de Batista, agrupa los intentos de envenenamiento mientras estaba preso en Boniato, luego, la cacería iniciada tras la libertad obtenida en 1955, seguida del exilio en México, donde agentes de la CIA como John Maples Spiritto vigilaban sus movimientos, y finalmente los fallidos intentos en la Sierra, donde primero Eutimio Guerra y posteriormente a finales de 1958 el norteamericano Alan Robert Nye, actuando por orientaciones del FBI y la policía batistiana, intentarían su asesinato para frustrar la revolución en curso.
Un segundo corte, se inicia con el triunfo de la Revolución y se extiende hasta abril de 1961 y se corresponde con el proceso de implementación del programa del Moncada.
Ese periodo, estará caracterizado por dos importantes complots contrarrevolucionarios: la conspiración Trujillista y la de Huber Matos, ambas con los mismos fines y apoyo norteamericano, pero con inspiraciones diferentes. La primera, integrada por batistianos exilados, casquitos, oligarcas nativos y renegados, dirigidos por el dictador dominicano Rafael Leonidas Trujillo, con el fin de reinstalar el régimen anterior en Cuba, mientras que la otra, organizada por disidentes de la Revolución que aun ostentando los cargos y atributos otorgados, pretendían mediante una asonada militar presionar a Fidel para desembarazarse de los “izquierdistas” del Ejército rebelde. Esta etapa está descrita en una interesante conclusión del Departamento de Estado norteamericano que caracterizaba así el periodo transcurrido:
“(…) el período de enero a marzo (1959) puede ser caracterizado como la luna de miel con el gobierno de Castro. En abril se hizo evidente un giro descendente en las relaciones… En junio habíamos tomado la decisión de que no era posible alcanzar nuestros objetivos con Castro en el poder y acordamos acometer el programa referido por Mr. Marchant (Subsecretario Livingston Marchant) . En julio y agosto habíamos estado delineando un programa para reemplazar a Castro. No obstante, algunas compañías en Estados Unidos nos informaron durante ese tiempo que estaban alcanzando algunos progresos en las negociaciones, un factor que nos causó atraso en la implementación de nuestro programa. Las esperanzas expresadas por estas compañías no se materializaron. Octubre fue un período de clarificación. El 31 de octubre, de acuerdo con la CIA, el Departamento sugirió al Presidente la aprobación de un programa en correspondencia con lo referido por Mr. Marchant. El programa aprobado nos autorizó a apoyar a los elementos que en Cuba se oponían al gobierno de Castro, mientras se hacía que la caída de Castro fuera vista como resultado de sus propios errores…” [2]
En los comienzos de 1960, la CIA, hasta entonces envuelta en conspiraciones de rosablanqueros y renegados, decide formar una Fuerza de Tarea para derrocar al gobierno cubano, integrada por sus mejores expertos provenientes del golpe contra Jacobo Arbenz en Guatemala, al tiempo que el coronel JC. King, jefe de la División para A. Latina, recomendaba:
“En Cuba existe una dictadura de extrema izquierda que si se le permite mantenerse, estimularía actividades similares contra posesiones norteamericanas en otros países latinoamericanos… Se debe analizar a fondo la eliminación de Fidel Castro. Ninguno de los que están cerca de él, como su hermano Raúl o su compañero Che Guevara, atraen a las masas de manera tan hipnótica. Muchos conocedores piensan que la desaparición de Fidel aceleraría considerablemente la caída del actual gobierno…”
En este período, la Agencia contratará a la Mafia norteamericana, para que al mejor estilo hollywoodense asesine al líder cubano. Para tales fines, oficiales de la CIA contratar{an a la mafia de Chicago y Florida, una encabezada por Sam Giancana y John Rosselli y la otra por Santos Traficante Jr[3], además pondrán sus modernos laboratorios a inventar venenos, tabacos explosivos, polvos depilatorios, etc, para facilitar la misión a sus nuevos aliados.
En 1961, después de la victoria de Girón y con el Socialismo proclamado, la CIA incrementará los recursos y medios para esta misión, creando en enero de ese año, un departamento, denominado ZR/Rifle exclusivamente con el propósito de asesinar a Fidel, con lo que se inicia una nueva fase.
Entre las operaciones más importantes de entonces, estuvieron las proyectadas en julio de 1961 para asesinar a Fidel y a Raúl, en la capital y Santiago respetivamente, en el marco de una operación de auto provocación en la Base Norteamericana de Guantánamo; luego el conocido complot de la Terraza Norte del Palacio Presidencial, donde proyectaban disparar con una bazooka al líder revolucionario; después, en 1963, el intento de envenenamiento en el Hotel Habana Libre y finalmente el organizado por la CIA por mediación del ex comandante Rolando Cubela Secades, quien debía asesinar a Fidel por medio de un poderoso veneno y propiciar simultáneamente,un golpe militar en el país.
En 1966 la contrarrevolución interna fue derrotada definitivamente, con la desaparición de sus bases de sustentación, sin embargo los complots, las conspiraciones y los planes de atentado aumentaron. Miles de horas radiales, propaganda escrita, rumores y todo medio de difusión fueron utilizados para estimular la eliminación física de Fidel Castro. Sólo la vigilancia popular, la solidaridad, el instinto del jefe revolucionario, además de la moderna y confiable protección de las Fuerzas Armadas Revolucionarias y el Ministerio del Interior, impidieron tales pretensiones.
En la cuarta etapa que se inicia en los comienzos de los setenta hasta finales de siglo, va a encontrar a la Seguridad cubana en condiciones de penetrar los centros terroristas de la CIA y así poder neutralizar varios de los complots homicidas. Entre los más destacados de entonces se encontraron el de Chile, cuando en 1971 Fidel visitó aquel país y luego más tarde, cuando en 1976 la CIA supuso que el dirigente cubano viajaría a la proclamación de independencia de la República Popular de Angola, donde se pretendía derribar el avión donde viajaría, hecho que fue denunciado por Fidel en ocasión del acto popular realizado en la despedida de duelo de las victimas del avión cubano dinamitado en pleno vuelo al despegar de la Isla de Barbados.
A partir de entonces la CIA y sus aliados, comenzaron una cacería internacional, para aprovechar los viajes del líder cubano para ejecutar el crimen. Probablemente el más sobresaliente de los complot de entonces y que caracteriza aquella etapa ocurrió en noviembre de 2000, durante la X Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno de Iberoamérica que se desarrolló en Panamá, en el cual se planeó colocar una potente bomba en el paraninfo de la Universidad de ese país donde el dirigente cubano haría uso de la palabra.
Resumiendo, en el transcurso de 40 años se planearon más de seiscientos complots homicidas contra Fidel Castro de los cuales más de un centenar al momento de su desarticulación contaban con los medios, recursos y la oportunidad para ejecutarlos. En otras cifras, durante 40 años, cada 82 días se intentó asesinar al líder cubano. Si no es record es un buen average.
Y hoy, víspera de su 90 cumpleaños de luchas y victorias, sirvan éstas líneas para rendir homenaje a este, nuestro Fidel, gladiador invicto de la historia contemporánea americana y mundial.
Fabián Escalante
Notas
[1] “Cita con Cuba”
[2] Roy Rubotton, asistente del Secretario de Estado.
[3] Santos Traficante Jr fue el representante de las familias mafiosas norteamericanas en Cuba hasta 1959.
domingo, 24 de julio de 2016
Cuba y los interesados presagios: ¿Por qué la situación de hoy no es la de los 90?
La tempestad en La Habana.
Por estos días. El Nuevo Herald y otras auras mediáticas, se regodean pintando un oscuro escenario cubano de retorno a los días más difíciles del Período Especial. Se trata de sembrar entre los nuestros la incertidumbre, la zozobra y la desconfianza; de cara al mundo, se busca ensombrecer expectativas y admiración por Cuba.
Como reconocía el General de Ejército Raúl Castro en la reciente sesión de la Asamblea Nacional, el país está enfrentando dificultades temporales derivadas de restricciones financieras externas, por una baja en los ingresos provenientes de las exportaciones y limitaciones que enfrentan varios de los principales socios comerciales de Cuba por la caída de los precios del petróleo.
A ello se añade una contracción en los suministros de combustibles acordados con Venezuela.
En ese contexto, señaló el Presidente cubano,
“… comienzan a aparecer especulaciones y augurios de un inminente colapso de nuestra economía con el retorno a la fase aguda del período especial que nos enfrentamos a inicios de la década del 90 del pasado siglo y que supimos superar gracias a la capacidad de resistencia del pueblo cubano y su confianza ilimitada en Fidel y el Partido. No negamos que puedan presentarse afectaciones, incluso mayores que las actuales, pero estamos preparados y en mejores condiciones que entonces para revertirlas”.
¿Qué diferencia a la economía cubana de hoy de la de 1990, que la pone en circunstancias más ventajosas para enfrentar las dificultades? Apunto algunos elementos que me parecen significativos:
En 1990 el comercio exterior cubano se concentraba en más de un 80% en el intercambio con la URSS y los países de Europa del Este, dada las restricciones que el bloqueo norteamericano imponía al resto de los posibles mercados – lo que provocó una estrepitosa caída de nuestras exportaciones e importaciones tras el colapso del socialismo por aquellos lares– (1); hoy este está algo más diversificado por países y regiones, pese a los obstáculos que aún enfrenta y la necesidad de seguir ampliándose. Venezuela tiene un peso relevante, pero hay significativos intercambios con Canadá, China, Rusia, España, Brasil, Angola y otros países.
En el 90 Cuba se quedó sin fuentes de crédito – por la ruptura de los socios tradicionales, el no pago de los servicios de la deuda desde 1986 y el recrudecimiento del bloqueo-; hoy se ha logrado renegociar las deudas con el Club de París y otros acreedores, en términos que permiten acceder a nuevos financiamientos proporcionales a los pagos de débito que se hagan.
Si la Inversión Extranjera era entonces apenas camino iniciado (simbolizada en la inauguración del Hotel Sol Palmeras el 10 de mayo de 1990) y no nos dotamos de una Ley de Inversión Extranjera hasta 1995; llegamos a la etapa actual con una legislación actualizada en el 2014 (más atractiva y flexible), con la definición conceptual de que la Inversión Extranjera es componente imprescindible de nuestro desarrollo, con una Cartera de Oportunidades que va creciendo y estableciendo prioridades nacionales claras para la inversión y con una promisoria Zona de Desarrollo Especial del Mariel, que empieza a poblar sus espacios y multiplicar la actividad de su puerto.
Si en 1990 el turismo, que empezaba a definirse como esfera económica promisoria, apenas contaba en el año con 340 mil visitantes extranjeros y 243 millones de dólares de ingreso, hoy es la segunda rama generadora de divisas del país y cerró el 2015 con 3 millones 524 mil 779 visitantes del mundo e ingresos brutos por 2 818.6 millones de CUC. Las perspectivas de continuar creciendo en esta rama son claras.
La exportación cubana de servicios apenas hacía pininos a inicios de los 90; hoy constituye la mayor fuente de divisas del país (2), gracias a la labor de médicos, maestros y otros profesionales en decenas de naciones del mundo. Como Fidel había predicho en los días de la Batalla de Ideas, el país comienza a vivir de su inteligencia cultivada.
Si en el 90, la Biotecnología y la Industria Farmacéutica, impulsadas en la década pasada por Fidel, mostraban los primeros indicios de su prometedor camino con productos de avanzada para Cuba y el mundo; al finalizar el 2015, esta rama científico productiva es una de las mayores exportadoras del país, halada por el empuje de centros emblemáticos como el CIGB y otros nacidos en pleno Período Especial como el Centro de Inmunología Molecular. Lo producido por el Grupo BioCubaFarma en el 2015, le ahorró a Cuba en importaciones más de 1 940 millones de dólares, según se informó en la más reciente sesión de la Asamblea Nacional (3). Se trabaja en unos 450 productos que responden al programa de investigación–desarrollo de esta entidad científico–empresarial.
Si en 1990 Cuba apenas produjo 670 000 toneladas de petróleo en el año e importó el 98% del combustible que necesitaba; ahora tiene una capacidad productiva de unos 4 millones de toneladas anuales de petróleo equivalente (4) e importa el 59% de las necesidades.
En el 90, la generación eléctrica era a base totalmente de combustible importado y casi únicamente producida por termoeléctricas (lo que nos llevó a los largos apagones generalizados cuando dejamos de recibir el combustible soviético); el panorama actual (cimentado en la Revolución Energética impulsada por Fidel), muestra un sistema electroenergético basado en buena medida en el combustible nacional para mover las termoeléctricas y las modernas plantas generadoras a partir del gas acompañante. Además de la incorporación desde principios de este siglo de baterías de grupos electrógenos en todos los territorios y unidades individuales en centros priorizados, que generaron en el 2015 4 398,8 gigawatts hora, una quinta parte de la generación anual del país. A ello se suma el creciente uso de fuentes renovables de energía, contando ya con 4 parques eólicos, varios parques fotovoltaicos y pequeñas minihidroeléctricas. Se comienza la ejecución de plantas bioeléctricas en varias provincias y el país aspira a tener en el 2030 un 24% de generación a partir de las fuentes renovables (5)
Si a principios de los 90 se paralizaron total y/o parcialmente numerosas inversiones, sin posibilidades para su completamiento y puesta en marcha; ahora el país cuenta con la capacidad de preservar el financiamiento de las inversiones planeadas en los sectores estratégicos para el desarrollo nacional como el turismo, el níquel, la construcción y las energías renovables, en montos que superan los 6 mil millones de pesos en ambas monedas.
El empleo sufrió un duro golpe en los 90, cuando la casi totalidad de los trabajadores eran estatales y miles se quedaron sin contenido de trabajo, recibiendo una parte del salario, y otros tantos tuvieron que ser reubicados. Hoy la composición del empleo en el país es diferente, con el impulso del trabajo por cuenta propia y cooperativo. Al cierre del 2015, el 29% de los trabajadores laboraban en el sector no estatal de la economía.
No hay dudas de que tenemos y tendremos dificultades en los próximos meses. Una economía abierta como la cubana, con importante dependencia de sus intercambios extrafrontera, está expuesta a los avatares poco halagüeños de la economía y el comercio internacionales y a las dificultades de sus principales socios. Sumémosle que el bloqueo estadounidense sigue ahí en sus esencias y continúa provocando daños.
Pero de eso al nerviosismo, la parálisis y el desasosiego con que fuentes interesadas cuentan nuestros días, va un buen trecho. Que no cunda el pánico ni dejemos que los que nos quieren enterrados nos siembren el desaliento. No permitamos que imperen oportunistas, aprovechados, especuladores y manipuladores de oficio. El país tiene hoy elementos ventajosos respecto a los 90 para enfrentar las dificultades. Las alternativas buscadas por Fidel, Raúl (recordar el “Sí se puede”) y la dirección de la Revolución a los problemas enfrentados durante los más peliagudos momentos del Período Especial – cuando en el mundo no creían que la Revolución sobreviviría -, y la actualización paulatina de nuestro modelo económico en los últimos años, nos han abierto caminos labrados con nuestro propio esfuerzo. Tenemos además la experiencia táctica y estratégica de todos estos años y el aprender de los errores cometidos.
Trabajo, esfuerzo, ahorro, inteligencia, unidad, confianza en nuestras capacidades son las claves del momento para transitar el rumbo adecuado. Que una oscuridad momentánea no desvía nuestra vista de la luz que se enciende por allá en el futuro. De eso hablamos los cubanos en estos días en diversos debates sobre el modelo de sociedad al que mayoritariamente aspiramos.
Randy Alonso Falcón
Notas
1)Entre 1990 y 1993 las importaciones de Cuba se redujeron en un 70% (Ver “La Economía Cubana en el Período Especial 1990 – 2000”, Banco Central de Cuba)
2)En el 2014, el Gobierno informaba que los servicios contratados en el exterior del personal de salud cubano generaba anualmente unos 8 mil millones de dólares de ingresos.
3)Ver en Cubadebate: “BioCubaFarma ahorró a Cuba mil 900 millones de dólares”, 6 de julio de 2016
4)La producción de petróleo equivalente tuvo una leve caída en el 2015 al extraerse 3 891 000 toneladas
5)Para el 2030 el país prevé contar con 19 bioeléctricas, 13 parques de energía eólica, 74 pequeñas hidroeléctricas y 700 MW producidos en parques de energía solar, en emplazamientos distribuidos en todo el país.
***Todos los datos de los 90 son tomados del informe “La Economía Cubana en el Período Especial 1990 – 2000”, del Banco Central de Cuba. Los datos de 2015 son tomados del Anuario Estadístico de 2015 de la ONEI.
Advertirnos desde dentro.
La Unión de Periodistas de Cuba nació hace 53 años, y hoy continúa renaciendo bajo el mismo signo: como resultado de la voluntad de nuestros periodistas de unirse en defensa de la Revolución, iluminada por el ideario martiano y fidelista, y leal al Partido Comunista de Cuba.
Tenemos el privilegio histórico de haber compartido nuestra suerte con Fidel, y de que él, nuestro más emblemático Premio Nacional de Periodismo, se haya reconocido como uno de nosotros; así como que Raúl haya sido siempre un activo colaborador de la prensa.
En estos 53 años, hemos sido depositarios del Código de ética y de los Estatutos de la organización, consecuentes con el principio fundacional de contribuir a la formación y superación de nuestros profesionales en claustros y tribunales universitarios. Y como si fuera poco, gestamos el Instituto Internacional de Periodismo José Martí, como un centro de estudios de posgrado que irradia destrezas y saberes también al seno del periodismo latinoamericano y caribeño.
La huella de la Upec transita por generaciones de periodistas y permanece vívida en las redacciones a lo largo y ancho del país, promoviendo un mejor y más digno periodismo, y bregando por el derecho ciudadano a la información.
El IX Congreso de la Upec constituyó un punto de giro trascendental en la porfía por que nuestro periodismo revolucionario deje atrás atávicos moldes, y satisfaga la sed de información y de análisis de los cubanos. Fue un acelerón y un despertar imprescindibles, en correspondencia con las complejidades que se viven hoy, en medio de los peligros que se corren, a partir de la guerra mediática de los poderosos medios, enfilada hacia la subversión interna de procesos populares en América Latina.
Y hacia Cuba, los enemigos de la Revolución nos tratan de imponer lo que no se permiten ellos mismos en sus respectivos centros de poder: sembrar en nuestro espacio público, y mediante medios privados, el desmontaje mediático del mensaje revolucionario. Intentan remover intrusamente nuestras redacciones, utilizando señuelos con periodistas de los propios medios públicos de la Revolución.
Con distintas intensidades y signos más directos o sugerentes, esos medios privados intentan desalentar a nuestros destinatarios, para alejarlos de la obra de la Revolución con no pocos recursos materiales y comunicológicos, y fabricando campañas para dar la apariencia de fisuras entre el Partido y los periodistas cubanos.
La ironía es que en esa labor de zapa han tratado de aprovechar los honestos y valientes debates profesionales que alienta la Upec, y manipularlos con sus fines subversivos.
Desde el ideario de Martí y después de Fidel, se nos viene advirtiendo sobre la necesidad de prepararnos para una guerra de pensamiento, y de estar informados para no ser confundidos.
Apuestan a la desmovilización interna. A partir del tsunami de la derecha que vive la región, quieren borrar el ejemplo de Cuba, que no ha claudicado. Y el acercamiento de Cuba y Estados Unidos, tras décadas de hostilidad, transita y transitará por caminos difíciles y complejos. Si el Gobierno de Estados Unidos reconoció que por más de 50 años el estrangulamiento feroz no resultó en Cuba, en las condiciones de hoy, más sutiles y complejas, tenemos que estar alertas y preparados para las batallas de la inteligencia y los argumentos.
No se trata de esquizofrenia política, es un natural sentido de dignidad nacional. Los problemas del periodismo cubano los discutimos entre nosotros mismos. Ningún observador distante y a veces mal intencionado podrá brindarnos la solución a nuestros problemas, que los conocemos y enfrentamos.
Luchamos a brazo partido venciendo resistencias burocráticas por un cambio para elevar la eficacia de nuestro periodismo. Porque con un mejor periodismo sí hacemos más Revolución.
Quien está liderando los cambios en la sociedad cubana, y de hecho en el periodismo, es el Partido junto al pueblo, y el conjunto de todas las organizaciones sociales y profesionales. Estamos tensando las fuerzas, los recursos expresivos y la imaginación creadora, para que nuestro pueblo reciba la información y el análisis con la calidad y la belleza que reclama.
El periodista cubano puede citar con orgullo a Martí, y decir: “Odio la pluma que no vale para clavar la verdad en los corazones y sirve para que los hombres defiendan lo contrario de lo que les manda la verdadera conciencia, que está en el honor, y nunca fuera de él”.
Antonio Moltó Martorell
Instituto Internacional de Periodismo José Martí
Tenemos el privilegio histórico de haber compartido nuestra suerte con Fidel, y de que él, nuestro más emblemático Premio Nacional de Periodismo, se haya reconocido como uno de nosotros; así como que Raúl haya sido siempre un activo colaborador de la prensa.
En estos 53 años, hemos sido depositarios del Código de ética y de los Estatutos de la organización, consecuentes con el principio fundacional de contribuir a la formación y superación de nuestros profesionales en claustros y tribunales universitarios. Y como si fuera poco, gestamos el Instituto Internacional de Periodismo José Martí, como un centro de estudios de posgrado que irradia destrezas y saberes también al seno del periodismo latinoamericano y caribeño.
La huella de la Upec transita por generaciones de periodistas y permanece vívida en las redacciones a lo largo y ancho del país, promoviendo un mejor y más digno periodismo, y bregando por el derecho ciudadano a la información.
El IX Congreso de la Upec constituyó un punto de giro trascendental en la porfía por que nuestro periodismo revolucionario deje atrás atávicos moldes, y satisfaga la sed de información y de análisis de los cubanos. Fue un acelerón y un despertar imprescindibles, en correspondencia con las complejidades que se viven hoy, en medio de los peligros que se corren, a partir de la guerra mediática de los poderosos medios, enfilada hacia la subversión interna de procesos populares en América Latina.
Y hacia Cuba, los enemigos de la Revolución nos tratan de imponer lo que no se permiten ellos mismos en sus respectivos centros de poder: sembrar en nuestro espacio público, y mediante medios privados, el desmontaje mediático del mensaje revolucionario. Intentan remover intrusamente nuestras redacciones, utilizando señuelos con periodistas de los propios medios públicos de la Revolución.
Con distintas intensidades y signos más directos o sugerentes, esos medios privados intentan desalentar a nuestros destinatarios, para alejarlos de la obra de la Revolución con no pocos recursos materiales y comunicológicos, y fabricando campañas para dar la apariencia de fisuras entre el Partido y los periodistas cubanos.
La ironía es que en esa labor de zapa han tratado de aprovechar los honestos y valientes debates profesionales que alienta la Upec, y manipularlos con sus fines subversivos.
Desde el ideario de Martí y después de Fidel, se nos viene advirtiendo sobre la necesidad de prepararnos para una guerra de pensamiento, y de estar informados para no ser confundidos.
Apuestan a la desmovilización interna. A partir del tsunami de la derecha que vive la región, quieren borrar el ejemplo de Cuba, que no ha claudicado. Y el acercamiento de Cuba y Estados Unidos, tras décadas de hostilidad, transita y transitará por caminos difíciles y complejos. Si el Gobierno de Estados Unidos reconoció que por más de 50 años el estrangulamiento feroz no resultó en Cuba, en las condiciones de hoy, más sutiles y complejas, tenemos que estar alertas y preparados para las batallas de la inteligencia y los argumentos.
No se trata de esquizofrenia política, es un natural sentido de dignidad nacional. Los problemas del periodismo cubano los discutimos entre nosotros mismos. Ningún observador distante y a veces mal intencionado podrá brindarnos la solución a nuestros problemas, que los conocemos y enfrentamos.
Luchamos a brazo partido venciendo resistencias burocráticas por un cambio para elevar la eficacia de nuestro periodismo. Porque con un mejor periodismo sí hacemos más Revolución.
Quien está liderando los cambios en la sociedad cubana, y de hecho en el periodismo, es el Partido junto al pueblo, y el conjunto de todas las organizaciones sociales y profesionales. Estamos tensando las fuerzas, los recursos expresivos y la imaginación creadora, para que nuestro pueblo reciba la información y el análisis con la calidad y la belleza que reclama.
El periodista cubano puede citar con orgullo a Martí, y decir: “Odio la pluma que no vale para clavar la verdad en los corazones y sirve para que los hombres defiendan lo contrario de lo que les manda la verdadera conciencia, que está en el honor, y nunca fuera de él”.
Antonio Moltó Martorell
Instituto Internacional de Periodismo José Martí
¿Alemania y México en la estrategia de EEUU vs Cuba?
Un artículo del blog Miradas encontradas llama la atención sobre un evento que a un costo de más de 150 000 dólares reunió en un hotel de la Rivera Maya de México, del 2o al 25 de junio, a un grupo de organizaciones de extrema derecha vinculadas con el gobierno norteamericano con el propósito de derrocar el gobierno cubano. Se señala que el evento estuvo “nuevamente” financiado por la Konrad Adenauer Stifftung (KAS) de la gubernamental Unión Cristiano Demócrata de Alemania (CDU) y la Organización Demócrata Cristiana de América (ODCA).
El artículo termina con la siguiente reflexión:
“Cuba y México fortalecen sus lazos de amistad en beneficio de ambas naciones. Entonces ¿por qué México se ha convertido en una plataforma para el accionar contra Cuba de grupos desestabilizadores que organizan planes contra el pueblo cubano desde su territorio?”
Pero llama la atención que un día después de lo ocurrido en la Rivera Maya, en Nueva York un representante de la Fundación Friedrich Ebert, vinculada al Partido Socialdemócrata Alemán (SPD), parte de la gran coalición que junto a la CDU gobierna en el país germano, inauguraba otro evento organizado por el “laboratorio de ideas” Cuba Posible en la sede de la Open Society Foundations de George Soros. Allí el representante de la Friedrich Ebert Stifftung hizo las preguntas a los panelistas, otorgó la palabra y también opinó, destacando, y ofreciendo para Cuba, su experiencia asistiendo a algunas sociedades en transición al capitalismo según su propia expresión.
El agente de la CIA Carlos Alberto Montaner escribía a sus empleados en la Isla en una carta fechada en Madrid el 29 de julio de 1991 y citada en el libro El Camaján, de Arleen Rodríguez y Lázaro Barredo, indicándoles dividirse entre “liberales, democristianos y socialdemócratas”. Él les explicaba:
“Estas tres tendencias pertenecen a un arco democrático común, y conviven más o menos armoniosamente dentro del mismo sistema de economía de mercado, pluralismo político y defensa de las libertades. Si hubiera que marcar diferencias, que siempre son de matices, habría que decir que los democristianos subrayan cierto orden, los socialdemócratas la justicia y los liberales las libertades individuales.”
Parece ser que Washington pretende que Alemania y México, que últimamente intercambian frecuentes visitas gubernamentales con La Habana y -como el Presidente Obama- condenan el bloqueo norteamericano a la Isla, le refresquen el viejo proyecto que la CIA lleva más de un cuarto de siglo intentando en Cuba.
Iroel Sánchez
El artículo termina con la siguiente reflexión:
“Cuba y México fortalecen sus lazos de amistad en beneficio de ambas naciones. Entonces ¿por qué México se ha convertido en una plataforma para el accionar contra Cuba de grupos desestabilizadores que organizan planes contra el pueblo cubano desde su territorio?”
Pero llama la atención que un día después de lo ocurrido en la Rivera Maya, en Nueva York un representante de la Fundación Friedrich Ebert, vinculada al Partido Socialdemócrata Alemán (SPD), parte de la gran coalición que junto a la CDU gobierna en el país germano, inauguraba otro evento organizado por el “laboratorio de ideas” Cuba Posible en la sede de la Open Society Foundations de George Soros. Allí el representante de la Friedrich Ebert Stifftung hizo las preguntas a los panelistas, otorgó la palabra y también opinó, destacando, y ofreciendo para Cuba, su experiencia asistiendo a algunas sociedades en transición al capitalismo según su propia expresión.
El agente de la CIA Carlos Alberto Montaner escribía a sus empleados en la Isla en una carta fechada en Madrid el 29 de julio de 1991 y citada en el libro El Camaján, de Arleen Rodríguez y Lázaro Barredo, indicándoles dividirse entre “liberales, democristianos y socialdemócratas”. Él les explicaba:
“Estas tres tendencias pertenecen a un arco democrático común, y conviven más o menos armoniosamente dentro del mismo sistema de economía de mercado, pluralismo político y defensa de las libertades. Si hubiera que marcar diferencias, que siempre son de matices, habría que decir que los democristianos subrayan cierto orden, los socialdemócratas la justicia y los liberales las libertades individuales.”
Parece ser que Washington pretende que Alemania y México, que últimamente intercambian frecuentes visitas gubernamentales con La Habana y -como el Presidente Obama- condenan el bloqueo norteamericano a la Isla, le refresquen el viejo proyecto que la CIA lleva más de un cuarto de siglo intentando en Cuba.
Iroel Sánchez
Sancti Spíritus en 26
Los principales resultados económicos y sociales de Sancti Spíritus, que le permitieron a esa provincia ser la sede del Acto Central Nacional por el 63 Aniversario de los Asaltos a los Cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes, el próximo 26 de Julio, Día de la Rebeldía Nacional, son valorados en esta Mesa Redonda por la Presidenta de la Asamblea Provincial del Poder Popular y otras autoridades de ese territorio.
Fidel habla del Che
Larga entrevista en la que Fidel narra momentos importantes de su vida al lado del Che. El testimonio, no del jefe, no del Comandante, sino del amigo.
viernes, 22 de julio de 2016
Entrevista a Enrique Ubieta "Se declaró emergencia internacional con el ébola porque parecía que podía llegar, y crear, una epidemia en el primer mundo"
Enrique Ubieta es ensayista y periodista cubano. Es el fundador de la revista de debates culturales "La calle del medio".
En el 2014 se fue a África a ver de primera mano el trabajo que realizaban los médicos cubanos contra la epidemia del ébola. De esa experiencia surgió el libro "Zona Roja, la experiencia cubana del ébola", donde reflexiona sobre el virus (su origen y las posibles razones socioculturales y políticas de su difusión).
Su conocimiento nos sirve para analizar uno de los casos de epidemia internacional que más difusión mediática tuvo en su momento, no por su dimensión, sino por el temor de crear un problema al primer mundo: el ébola.
En la entrevista podremos reflexionar sobre esta epidemia, su tratamiento sociológico, África, y también sobre el internacionalismo solidario practicado por Cuba. Analicemos pues, a través de esta entrevista, qué nos hace conscientes y quién nos transforma en inconscientes.
martes, 19 de julio de 2016
Fidel Castro: 50 ideas para el 90 aniversario
Los bienes materiales no me motivan… Creo que me motivan las ideas… A veces yo me pregunto, ¿qué me gustaría ser si no fuera revolucionario, y aun siendo revolucionario?
Fidel
El 90 aniversario del natalicio de Fidel (Birán, 13 de agosto de 1926) está concitando análisis, reflexiones, investigaciones, relatos, crónicas, poesías, anécdotas y afirmaciones en todo el mundo, en los que no faltan aspectos de la vida, obra e ideario de un dirigente que ha sido, sin dudas, figura descollante y decisiva en múltiples acontecimientos ocurridos durante el siglo XX y XXI en Cuba, América Latina y el Caribe y el resto del mundo.
Como personaje histórico ha dominado el escenario político con una relevancia universal, sin que haya sido derrotado en ningún terreno, a pesar que sobre él y su país el imperialismo yanki desató los planes más agresivos y criminales para su eliminación física; las agresiones armadas directas contra su país, como la invasión mercenaria de Girón; las agresiones subversivas y terroristas dentro y fuera del país; la guerra mediática a nivel mundial, para su demonización y descrédito; la amenaza de ataque nuclear; el acoso diplomático, comercial, financiero y económico, expresado en un férreo bloqueo que todavía permanece, aunque algo flexibilizado en algunos aspectos después del establecimiento de las relaciones entre Cuba y Estados Unidos. Fidel siempre ha permanecido firme e íntegro, desempeñando su papel de rebelde de las causas buenas y ejemplo moral de revolucionario consecuente, sin jamás renunciar a los principios.
Su gesto de solidaridad y ayuda desinteresadas para la liberación y el desarrollo de otros pueblos, sin condicionamiento alguno, no tiene parangón en el terreno político del mundo contemporáneo.
Fidel ha confesado que siente una motivación especial por las ideas, de ahí que hemos concebido, para homenajearle en su 90 aniversario, la selección de este conjunto de 50 núcleos de ideas que han sido pronunciadas o escritas en distintos momentos de su vida, como fueron los del asalto al cuartel Moncada, la prisión, el exilio, la lucha en la Sierra Maestra, y en diversas ocasiones después del triunfo de la revolución, y, por último, en su intervención en la Asamblea Nacional, el 19 de abril de 2016.
Pasemos, pues, a la lectura y análisis de estas Ideas esenciales para presidir el 90 aniversario de Fidel Castro:
Creo haber justificado suficientemente mi punto de vista: son más razones que las que esgrimió el señor fiscal para pedir que se me condene a ventiséis años de cárcel; todas asisten a los hombres que luchan por la libertad y la felicidad de un pueblo, ninguna a los que lo oprimen, envilecen y saquean despiadadamente.
¿Con qué derecho enviar a la cárcel a ciudadanos que vinieron a dar por el decoro de su patria su sangre y su vida? ¡Eso es monstruoso ante los ojos de la nación y los principios de la verdadera justicia!
Pero hay una razón que nos asiste más poderosa que todas las demás: somos cubanos, y ser cubano implica un deber, no cumplirlo es un crimen y es traición. Vivimos orgullosos de la historia de nuestra patria; la aprendimos en la escuela y hemos crecido oyendo hablar de libertad, de justicia y de derechos… y primero se hundirá la Isla en el mar antes que consistamos en ser esclavos de nadie.
Parecía que el Apóstol ibas a morir en el año de su centenario … Pero vive, no ha muerto, su pueblo es rebelde, su pueblo es digno, su pueblo es fiel a su recuerdo… ¡Cuba, qué sería de ti si hubieras dejado morir a tu Apóstol.
Termino mi defensa, pero no haré como hacen siempre todos los letrados, pidiendo la libertad del defendido; no puedo pedirla cuando mis compañeros están sufriendo ya en Isla de Pinos ignominiosa prisión. Enviadme junto a ellos a compartir su suerte, es concebible que los hombres honrados estén muertos o presos en una república donde está de presidente un criminal y un ladrón.
En cuanbto a mí, sé que la cárcel será dura como no ha sido nunca para nadie, preñada de amenazas, de ruin y cobarde ensañamiento, pero no la temo, como no temo la furia del tirano miserable que arrancó la vida a setenta hermanos míos. Condenadme, no importa. La historia me absolverá.
En cuanto a comodidades de orden material si no fuera imperativo vivir con un mínimo de decencia material –créeme que yo sería feliz viviendo en un solar y durmiendo en un catre con un cajón para guardar la ropa…Valdré menos cada vez que me vaya acostumbrando a necesitar más cosas para vivir, cuando olvide que es posible estar privado de todo sin sentirme infeliz. Así he aprendido a vivir y eso me hace tanto más temible como apasionado defensor de un ideal que se ha reafirmado y fortalecido en el sacrificio. Podré predicar con el ejemplo que es la mejor elocuencia. Más independiente seré, más útil, cuanto menos me aten las exigencias de la vida material.
Hace cuatro meses y una semana que me tienen encerrado en esta celda solitaria. Sólo tengo compañía cuando en la pequeña funeraria que está delante de mi celda tienden algún preso muerto que en ocasiones son ahorcados misteriosos, asesinatos extraños en hombres cuya salud fue aniquilada a fuerza de golpes y torturas. Pero no puedo verlos porque hay perennemente una mampara de seis pie de alto frente a la única entrada de mi celda para que no pueda ver ningún ser humano, ni vivo ni muerto. Sería demasiada magnanimidad permitirme la compañía de un cadáver.
No desanimarse por nada ni por nadie como hicimos en los más difíciles momentos. Un último consejo: Cuídense de la envidia; cuando se tiene la gloria y el prestigio de ustedes, los mediocres encuentran fácilmente motivos o pretextos para susceptibilidades.
Mucho me conmueve el afán de brindarnos el mayor número de pequeñas alegrías. ¡Pero si eso se logra tan cumplidamente sin sacrificios materiales! ¿Quieres un ejemplo? El deseo de que mis libros estén arreglados y en orden para cuando yo llegue, me conforta, me alegra y me hace más feliz que todas las demás cosas, y no me entristece ni me apena, ni me apesadumbra. Yo no puedo tener debilidades, si las tuviera hoy, por pequeñas que fueran, mañana no podría esperarse nada de mí.
Al enfrentarme de nuevo con todos los pequeños problemas cotidianos, tal vez eche de menos a la tranquilidad de la prisión. Nunca está uno conforme en ningún lado…¡Ojalá no se cumpla mi presentimiento de que en la calle añoraré algo la cárcel.
Reuniremos a nuestros compatriotas detrás de una idea de dignidad plena para el pueblo de Cuba y de justicia para los hambrientos y olvidados y de castigo para los grandes culpables. A las puertas de los malversadores tocaremos después de la Revolución.
El pueblo cubano desea algo más que un simple cambio de mandos. Cuba ansía un cambio radical en todos los campos de la vida pública y social. Hay que darle al pueblo algo más que libertad y democracia en términos abstractos, hay que proporcionarle una existencia decorosa.
Al ver los cohetes que tiraron en casa de Mario, me he jurado que los americanos van a pagar bien caro lo que están haciendo. Cuando esta guerra se acabe, empezará para mí una guerra más larga y grande: la guerra que voy a echar contra ellos: me doy cuenta que ese va a ser mi destino verdadero.
Por eso el peor enemigo de la Revolución sería la cobardía, el peor enemigo de la Revolución sería la debilidad. Pero a un pueblo valiente, a un pueblo firme, a un pueblo que tiene dignidad, a un pueblo que tiene vergüenza, hay que respetarlo. No solo porque tiene derecho a su libertad y tiene derecho a su soberanía, ¡sino porque sabe defenderla! ¡Tiene el derecho porque tiene el valor y tiene la dignidad y tiene la vergüenza y tiene la fuerza necesaria para defenderla!
Esta es una jornada larga y una lucha larga… Porque es una lucha contra los traidores de adentro, una lucha contra los ineptos, los incompetentes, los seudorrevolucionarios y los traidores de fuera y los enemigos de fuera. Es una lucha dura, que requiere por parte de todos nosotros la conciencia de lo que es una revolución y de lo que es una verdadera revolución. Y que una verdadera revolución no es un paseo, y que una verdadera revolución no es un juego, y que una verdadera revolución no es un cambio de hombres: que es una lucha dura, una lucha amarga, una lucha en que tenemos que ir sin descuidarnos nunca, sin bajar nunca la guardia, luchando constantemente contra todos los obstáculos, porque es una tarea casi sobrehumana, la tarea de una revolución.
Los bienes materiales no me motivan, el dinero no me motiva en absoluto. No me motiva un afán de gloria, fama, prestigio. Creo que me motivan las ideas.
Realmente, a mí nadie me inculcó mis ideas políticas, yo fui llegando a ellas; aunque recibiendo distintas influencias, desde luego, de ideas que existían, criterios, concepciones, pero la opción fue una opción completamente mía, el resultado de meditaciones, de reflexiones, de observaciones de las realidades y del análisis de lo que otros muchos hombres hicieron y pensaron. Fueron realmente mis ideas, a las cuales yo llegué por conclusiones determinadas, a una convicción por encima del medio social, del origen de clase, de la educación recibida en la escuela, de todo lo que leía y veía en la prensa, en el cine, en todas partes. Creo que eso tiene una importancia grande en la motivación del hombre, porque llega a determinadas conclusiones, a determinadas ideas que lo motivan a luchar, porque está realmente convencido de lo que está haciendo.
Hay un pensamiento, una idea, una frase de Martí que produjo en mí profunda e inolvidable impresión. Me enseñó, me agradó y desde entonces siempre la he tenido presente: “Toda la gloria del mundo cabe en un grano de maíz”.
Creo que mi contribución a la Revolución Cubana consiste en haber realizado una síntesis de las ideas de Martí y del marxismo-leninismo, y haberla aplicado consecuentemente en nuestra lucha.
Precisamente por ser la revolución un cambio completo, profundo, en la vida de un país, en todos los órdenes, el primer gran problema de la revolución es cómo se combate y cómo se vence la influencia de las viejas ideas, de las viejas tradiciones, de los viejos prejuicios, y cómo las ideas de la revolución van ganando terreno y van convirtiéndose en cuestiones de conocimiento común y de clara comprensión para todo el pueblo
Nosotros creemos que la Revolución tiene todavía muchas batallas que librar, y nosotros creemos que nuestro primer pensamiento y nuestra primera preocupación debe ser qué hacemos para que la Revolución salga victoriosa. Porque lo primero es eso: lo primero es la Revolución misma. Y después, entonces, preocuparnos por las demás cuestiones.
Permítanme decirles en primer lugar que la Revolución defiende la libertad, que la Revolución ha traído al país una suma muy grande de libertades, que la Revolución no puede ser por esencia enemiga de las libertades.
Si a los revolucionarios nos preguntan qué es lo que más nos importa, nosotros diremos: el pueblo. Y siempre diremos: el pueblo. El pueblo en su sentido real, es decir, esa mayoría del pueblo que ha tenido que vivir en la explotación y en el olvido más cruel. Nuestra preocupación fundamental siempre serán las grandes mayorías del pueblo, es decir, las clases oprimidas y explotadas del pueblo. El prisma a través del cual nosotros lo miramos todo es ese: para nosotros será bueno lo que sea bueno para ellos; para nosotros será noble, será bello y será útil todo lo que sea noble, sea útil y sea bello para ellos… El pueblo es la meta principal. En el pueblo hay que pensar primero que en nosotros mismos. Y esa es la única actitud que puede definirse como una actitud verdaderamente revolucionaria.
La Revolución debe tratar de ganar para sus ideas a la mayor parte del pueblo; la Revolución nunca debe renunciar a contar con la mayoría del pueblo, a contar no solo con los revolucionarios, sino con todos los ciudadanos honestos, que aunque no sean revolucionarios —es decir, que no tengan una actitud revolucionaria ante la vida—, estén con ella. La Revolución solo debe renunciar a aquellos que sean incorregiblemente reaccionarios, que sean incorregiblemente contrarrevolucionarios.
Esto significa que dentro de la Revolución, todo; contra la Revolución, nada. Contra la Revolución nada, porque la Revolución tiene también sus derechos; y el primer derecho de la Revolución es el derecho a existir. Y frente al derecho de la Revolución de ser y de existir, nadie —por cuanto la Revolución comprende los intereses del pueblo, por cuanto la Revolución significa los intereses de la nación entera—, nadie puede alegar con razón un derecho contra ella. Creo que esto es bien claro… Dentro de la Revolución, todo; contra la Revolución, ningún derecho… Los contrarrevolucionarios, es decir, los enemigos de la Revolución, no tienen ningún derecho contra la Revolución, porque la Revolución tiene un derecho: el derecho de existir, el derecho a desarrollarse y el derecho a vencer.
Y al igual que nosotros hemos querido para el pueblo una vida mejor en el orden material, queremos para el pueblo una vida mejor también en el orden espiritual, queremos para el pueblo una vida mejor en el orden cultural.
Nosotros no estamos haciendo una Revolución para las generaciones venideras; nosotros estamos haciendo una Revolución con esta generación y por esta generación, independientemente de que los beneficios de esta obra beneficien a las generaciones venideras y se convierta en un acontecimiento histórico. Nosotros no estamos haciendo una revolución para la posteridad; esta Revolución pasará a la posteridad porque es una revolución para ahora y para los hombres y las mujeres de ahora.
Nosotros hemos sido siempre muy optimistas. Creo que sin ser optimista no se puede ser revolucionario, porque las dificultades que una Revolución tiene que vencer son muy serias. ¡Y hay que ser optimistas! Un pesimista nunca podría ser revolucionario.
… Porque en definitiva el pueblo es el gran creador. No debemos olvidarnos de eso, y no debemos olvidarnos tampoco de los miles y miles de talentos que se habrán perdido en nuestros campos y en nuestras ciudades por falta de condiciones y de oportunidades para desarrollarse, que son como aquellos genios ocultos, los genios dormidos que estaban esperando la mano de seda …, que vinieran a despertarlos, a formarlos.
Alguien habló de que fue formado por la sociedad burguesa. Yo puedo decir que fui formado por algo peor todavía: que fui formado por lo peor de la reacción, y donde una buena parte de los años de mi vida se perdieron en el oscurantismo, en la superstición y en la mentira, en la época aquella en que no lo enseñaban a uno a pensar, sino que lo obligaban a creer. Creo que cuando al hombre se le pretende truncar la capacidad de pensar y razonar lo convierten, de un ser humano, en un animal domesticado.
Pero en fin, lo que iba a decir —y después les puedo decir en qué otra cosa somos privilegiados— es que eso demuestra la cantidad enorme de inteligencias que se han perdido sencillamente por la falta de oportunidad. Vamos a llevar la oportunidad a todas esas inteligencias, vamos a crear las condiciones que permitan que todo talento artístico o literario o científico o de cualquier orden pueda desarrollarse. Y piensen lo que significa la Revolución que tal cosa permita…
Señores, no vale la pena pensar en el futuro? ¿Que nuestras flores se marchiten cuando estamos sembrando flores por todas partes, cuando estamos forjando esos espíritus creadores del futuro? ¿Y quién no cambiaría el presente —¡quién no cambiaría incluso su propio presente!— por ese futuro? ¿Quién no sacrificaría lo suyo por ese futuro y quién que tenga sensibilidad artística no está dispuesto, igual que el combatiente que muere en una batalla sabiendo que él muere, que él deja de existir físicamente para abonar con su sangre el camino del triunfo de sus semejantes, de su pueblo? Piensen en el combatiente que muere peleando: sacrifica todo lo que tiene, sacrifica su vida, sacrifica su familia, sacrifica su esposa, sacrifica sus hijos. ¿Para qué? Para que podamos hacer todas estas cosas. ¿,Y quién que tenga sensibilidad humana, sensibilidad artística no piensa que por hacer eso vale la pena hacer los sacrificios que sean necesarios?
La generación venidera será mejor que nosotros, pero nosotros seremos los que habremos hecho posible esa generación mejor.
Y no nos apresuremos en juzgar la obra nuestra, que ya tendremos jueces de sobra. Y a lo que hay que temerle no es a ese supuesto juez autoritario, verdugo de la cultura, imaginario, que hemos elaborado aquí. Teman a otros jueces mucho más temibles: ¡Teman a los jueces de la posteridad, teman a las generaciones futuras que serán, al fin y al cabo, las encargadas de decir la última palabra!
Nos casaron con la mentira y nos han obligado a vivir con ella en vergonzoso contubernio; nos acostumbraron a la mentira, y nos asustamos de la verdad. Nos parece como que el mundo se hunde cuando una verdad se dice, ¡como si no valiera más la pena de que el mundo se hundiera, antes de que vivir en la mentira!
Los que enseñan la verdad preparan a los pueblos para comprenderla; los que enseñan la mentira condicionan a los pueblos para engañarlos.
Revolución…;es no mentir jamás ni violar principios éticos; es convicción profunda de que no existe fuerza en el mundo capaz de aplastar la fuerza de la verdad y las ideas.
¿Quién ha escuchado nunca una mentira en boca de un revolucionario? Porque son armas que no benefician a ningún revolucionario, y ningún revolucionario serio tiene necesidad de acudir a una mentira nunca; su arma es la razón, la moral, la verdad, la capacidad de defender una idea, un propósito, una posición.
Claro, yo puedo hacer una apreciación de mis ideas, desde que empecé a tener ideas políticas, ideas revolucionarias, hasta hoy, son ideas que se han ido desarrollando; los valores en que me inicié en esta lucha, creo que también se han ido desarrollando; el comprometimiento con esas ideas, también se han ido desarrollando; el interés por esas ideas, también se han ido desarrollando a lo largo de los años.
Yo pienso que la revolución es una obra que debe ser perfeccionada; algo más, es una obra de arte. Si a uno le dicen que hay una sola persona que (…) es discriminada, una sola, tiene que ser motivo de profunda preocupación, no estaría completa la obra de arte que es la revolución.
Es decir, no se entenderá el fenómeno de la Revolución Cubana si no se entiende que la Revolución se mantiene por el apoyo del pueblo y no por la fuerza. Cuando el pueblo mismo es la Revolución, cuando el pueblo es quien defiende decididamente la Revolución, tengan la completa seguridad de que no hace falta ninguna violencia, ninguna injusticia para defenderla.
Y cuando surge una revolución que les pone fin a todos esos problemas, Estados Unidos se empeñó en destruir la revolución en Cuba. Ese es el origen realmente de algunos problemas, y lo que da lugar desde los primeros momentos a todo tipo de medidas, desde las campañas más injuriosas y más calumniosas contra Cuba hasta planes de subversión, la organización de bandas armadas, sabotajes que costaron la vida de mucha gente, invasiones mercenarias, … bloqueo económico, política de aislamiento, planes de agresión, planes de asesinatos de los dirigentes de la revolución, es una lista interminable de acciones de Estados Unidos contra nuestro país; el mantenimiento de una base militar en contra de la voluntad de nuestro pueblo por la fuerza. Esos son los elementos que están en el fondo de estas divisiones.
Pienso, francamente, que Estados Unidos tendrá que adaptarse a esas realidades, tendrá que cambiar la concepción, y no tiene necesariamente que esperar a que haya cataclismos sociales y políticos para tratar con más respeto y menos menosprecio a los países latinoamericanos. Cuando ese día llegue, cuando se produzca ese cambio de concepción, empezarán a crearse las condiciones para las relaciones de comprensión y de respeto, incluso de amistad, independientemente de la diferencia ideológica y del sistema social existente entre Estados Unidos y Cuba.
Siento que creció cada día mi admiración por lo que es capaz el hombre, su enorme potencialidad para el sacrificio, la solidaridad y la nobleza, y mayor comprensión también de sus humanas limitaciones. Creo que largos años en el ejercicio de una importante responsabilidad y autoridad, pueden corromper a un hombre, pero creo también que pueden hacerlo mejor. He tratado de ser cada vez menos celoso de esas atribuciones, de compartirlas cada vez más con otros, de considerarme cada vez menos indispensable, de ver, cada año de mi vida, con más claridad el valor relativo de los individuos y el mérito inmenso de la legión de héroes anónimos que constituye el pueblo.
A veces yo me pregunto, ¿qué me gustaría ser si no fuera revolucionario, y aun siendo revolucionario?, ¿qué me gustaría ser?, me gustaría ser investigador. ¿Por qué? Porque se puede ir revolucionando la naturaleza, y en mínima parte creando una variedad nueva de plantas, de animales, cualquier cosa en el terreno de la agricultura…En todos los órdenes hay una eterna revolución que realizar y que el hombre tendrá que ir realizando.
Y así, cuando las épocas de las revoluciones sociales hayan pasado, cuando los problemas de hoy hayan pasado, ustedes tendrán la revolución de la naturaleza. Esa será la eterna revolución del hombre: revolucionar a la naturaleza. Ahí tienen una revolución que no se agotará nunca. Ahí tienen una revolución que no tendrá fin. Y la inquietud, la energía de los jóvenes tendrá en qué invertirse.
Porque se puede decir, en primer lugar, que todo científico es un revolucionario, lo que hay que tratar es de que todo revolucionario sea un científico… Y en realidad el hombre, la felicidad humana, deben ser el objetivo esencial de todos los revolucionarios.
La revolución no ha terminado, en el largo camino de la historia apenas comienza. El desarrollo de la ciencia y la técnica, la conquista plena de la naturaleza, el logro de una conciencia social y política superior, el cumplimiento del deber internacionalista, concluir la construcción del socialismo y avanzar hacia el comunismo, son los retos fundamentales que hoy se plantean ante la nueva generación. Ella estará a la altura de su tiempo, como los jóvenes de todas las épocas. Mejor preparada, en todos los sentidos, será digna heredera de los revolucionarios de hoy y multiplicará las glorias y victorias de nuestro pueblo.
Pronto deberé cumplir 90 años, nunca se me habría ocurrido tal idea y nunca fue fruto de un esfuerzo; fue capricho del azar. Pronto seré ya como todos los demás. A todos nos llegará nuestro turno, pero quedarán las ideas de los comunistas cubanos como prueba de que en este planeta, si se trabaja con fervor y dignidad, se pueden producir los bienes materiales y culturales que los seres humanos necesitan, y debemos luchar sin tregua para obtenerlos. A nuestros hermanos de América Latina y del mundo debemos transmitirles que el pueblo cubano vencerá.
¿Verdad que estas ideas son un resumen esencial de la vida de combate y de virtud del Comandante en Jefe de la Revolución Cubana?
Wilkie Delgado Correa
lunes, 18 de julio de 2016
SICKO - Michael Moore
Documental Sicko, de Michael Moore, que ofrece una visión crítica del sistema de salud de Estados Unidos, poniendo énfasis en la crítica a las grandes compañías de servicios de salud estadounidenses y en las difucultades, para millones de estadounidenses para acceder a un sistema de salud de calidad y universal.
domingo, 17 de julio de 2016
Testimonio de Héctor Rodríguez Llompart, sobre viaje de Fidel Castro a Vietnam
A 40 años de la primera visita del Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz a la República Popular de Vietnam, un integrante de aquella delegación cubana recuerda la presencia del líder histórico de la Revolución en ese país del sudeste asiático.
Fidel
Documental de la realizadora Estela Bravo. Inicia con imágenes, inéditas en aquel entonces, de Fidel nadando en una playa con parte de su escolta personal.
sábado, 16 de julio de 2016
Nuevas revelaciones sobre el asesinato de John F. Kennedy
En entrevista exclusiva el investigador y ex jefe de los Órganos de Seguridad del Estado cubanos, Fabián Escalante, analiza el asesinato del Presidente norteamericano John F. Kennedy y hace nuevas revelaciones que demuestran una conspiración entre la CIA, la mafia estadounidense y el exilio fundamentalista cubano en los EE.UU. detras el magnicidio. El programa contiene además las canciones de Silvio Rodríguez "Octubre" y "El hombre de Maisinicú"
viernes, 15 de julio de 2016
Los pioneros cubanos en su asamblea
Detalles de la Asamblea Nacional Pioneril que se inicia en la capital del país, los temas a debate y los retos actuales de la organización pioneril son brindados en esta Mesa Redonda, por la Presidenta Nacional de la Organización de Pioneros José Martí, su Presidenta Provincial de La Habana y pioneros destacados.
Puerto Rico: los desafíos de una colonia
La reciente resolución de Naciones Unidas a favor de la autodeterminación de Puerto Rico en contraste con la casi simultánea aprobación de la llamada Junta de Control Fiscal para la Isla por parte de la administración Obama, son temas de análisis en esta Mesa Redonda
jueves, 14 de julio de 2016
Fidel, bolivariano y martiano
Dentro de un mes y días Fidel Alejandro Castro Ruz (Birán, Holguín, Cuba, 13/8/ 1926) cumplirá 90 años. Imposible en este espacio ni siquiera enumerar la diversidad de disciplinas e importantes epopeyas revolucionarias en que ha descollado. Por eso, aunque lejos de agotar el tema, me centraré en su pensamiento latinoamericanista, su irreductible solidaridad con la liberación de América Latina y el Caribe y con el logro de su unidad e integración.
A los 21 años, Fidel, miembro del Comité Universitario pro Liberación de Santo Domingo, tomó parte en la frustrada expedición antitrujillista de Cayo Confites (1947). Un año después, en el bogotazo, se puso, arma en mano, al lado de los seguidores de Jorge Eliécer Gaitán. Estaba a la sazón en la capital colombiana entregado a la organización de un congreso estudiantil continental, que se pronunciaría por la independencia de Puerto Rico, la devolución a Panamá por Estados Unidos de la zona del canal, la reintegración de Las Malvinas a Argentina y contra las dictaduras militares al sur del río Bravo, especialmente contra la de Trujillo en República Dominicana. El joven cubano había ganado el liderazgo del comité organizador de la reunión estudiantil, contrapuesta a la IX Conferencia Panamericana, que crearía la nefasta OEA y adoptaría instrumentos de subordinación al vecino del norte para lo que contaría, entre otras, con la complicidad incondicional de los representantes de los gobiernos dictatoriales que había impuesto en la región.
Hecho simbólico, la OEA, bajo enormes presiones y otras mañas de Washington, expulsó de su seno a la Cuba revolucionaria (Punta del Este, Uruguay, 1962) y, al paso de unas décadas, el clamor unánime de los gobiernos latino-caribeños (San Pedro Sula, Honduras, 2009), hizo revertir esa medida.
La Habana ha reiterado que no regresará a la OEA –sería un despropósito–, pero ello no niega la gran carga política de reconocimiento a la dignidad de Cuba, encabezada por Fidel, entrañada en aquella decisión.
Fue precisamente la exclusión de la isla del organismo la que dio pie a que el entonces primer ministro sometiera la Segunda Declaración de La Habana (1962) a la aprobación –clamorosa– de la Asamblea General Nacional del Pueblo de Cuba. Un documento esencial en la historia de nuestros pueblos, que da continuidad a la Carta de Jamaica (1815), de Simón Bolívar y al ensayo Nuestra América (1891), de José Martí.
Allí se postula: Ningún pueblo de América Latina es débil, porque forma parte de una familia de 200 millones de hermanos que padecen las mismas miserias, albergan los mismos sentimientos, tienen el mismo enemigo, sueñan todos un mismo mejor destino, y cuentan con la solidaridad de todos los hombres y mujeres honrados del mundo entero.
Discípulo dedicado y consecuente de Bolívar y Martí, ese concepto de fraternidad y unión nuestroamericana ha formado parte del núcleo principal del pensamiento político de Fidel desde aquellos tempranos días de Cayo Confites y el bogotazo.
La revolución cubana, cuya honda repercusión planetaria es indiscutible, desencadenó un ciclo de luchas populares, revolucionarias y por la unidad e integración de América Latina y el Caribe que no ha concluido, ni concluirá en el futuro previsible. Cuando hablamos de humanidad pensamos, en primer término, en nuestros hermanos latinoamericanos y caribeños, a los que no olvidamos nunca, y después, el resto de esa humanidad que habita nuestro planeta, ha dicho el comandante. Inspirada por él, Cuba ha sido siempre solidaria con las luchas de todos los pueblos de la Tierra y, en particular, con las de nuestra región.
En ella apoyó las luchas de masas y, cuando fue menester, dio, a quienes escogieron la vía armada, toda su solidaridad y la sangre de algunos de sus mejores hijos. Extendió su mano amiga a los militares patriotas, desde Turcios Lima en Guatemala, pasando por Caamaño en la resistencia dominicana contra la invasión yanqui, al gobierno nacionalista de Velasco Alvarado en Perú y a la lucha de los panameños, con Omar Torrijos al frente, por la devolución del canal.
Desafiando al descomunal plan de Washington para derrocarlo, Fidel y toda Cuba brindaron un respaldo extraordinario al gobierno de la Unidad Popular del presidente Salvador Allende, amigo entrañable, en el primer experimento de liberación nacional y socialista por vía política en nuestra América.
De aquella experiencia concluiría: ni pueblo sin armas, ni armas sin pueblo.
Primero el sabio escritor y político dominicano Juan Bosch nos dijo: América latina ha dado tres genios políticos: “Toussaint Louverture, Simón Bolívar y Fidel Castro; y debo decir que es mucho dar… Humboldt había previsto parte de eso cuando… después de un recorrido por América, comentó que los dos lugares más politizados eran Caracas y La Habana, es decir Venezuela y Cuba”.
Louverture, ninguneado o disminuido en su grandeza por la cultura hegemónica, que nos ofrece a Bolívar como un soñador cuyas ideas son muy hermosas pero inalcanzables. Fidel, a quien ya casi nadie se atreve a negarle un sitial en la historia con mayúscula, pero la misma izquierda, que lo ha reconocido explícitamente como el gran estratega de la Revolución Cubana y guía de pueblos, con frecuencia no se da cuenta de lo obvio: su condición de relevante teórico de la revolución y de la reforma social en los países de América Latina y el Tercer Mundo.
Separo revolución de reforma deliberadamente porque en el pensamiento de Fidel la reforma puede conducir a la revolución social en su momento, mediante la solución de importantes tareas anticoloniales relativas a la independencia, la soberanía, la liberación nacional, el desarrollo y la unidad e integración regionales, imprescindibles en América Latina y el Caribe y, en muchos países en África y Asia, sin que forzosamente haya que plantearse de entrada el asalto del cielo.
El hecho de que Cuba atravesara sin solución de continuidad de impulsar aquellas tareas al socialismo, no significa que en todos los casos deba ser así. No debemos perder nunca de vista el objetivo socialista pero tampoco desaprovechar toda posibilidad de avanzar hacia la liberación nacional y la descolonización.
Fidel, por solo poner otro ejemplo trascendental y muy vigente, aportó a la teoría revolucionaria universal, como lo expone al hacer la definición de pueblo en La historia me absolverá(1953), luego complementada en la Segunda Declaración de la Habana(1962), la concepción de un sujeto muy diverso de la revolución y el cambio social de resonancias martianas. Reconoce las cualidades revolucionarias de los minoritarios destacamentos obreros de nuestra región, pero al mismo tiempo otorga un papel fundamental a las luchas de indígenas, negros y campesinos. Como a los intelectuales revolucionarios y su papel orientador.
Ya no es solo el proletariado como lo concibieron Marx y Engels en la Europa del siglo XIX; se extiende a todas y todos los explotados y excluidos -incluyendo a los desempleados y, de modo enfático, a las mujeres-, así como a los militares patriotas, a sectores de las clases medias, que por razones patrióticas y morales pueden tornarse sujetos transformadores, en una región donde la explotación capitalista no puede liquidarse sin suprimir casi simultánea, o sucesivamente, el humillante yugo imperialista. En La historia… es donde por primera vez el líder cubano argumenta por qué Martí es el autor intelectual del ataque al Moncada.
Años después de la valoración sobre Fidel escrita por Juan Bosch, el gran latino-caribeño Hugo Chávez, auténtico Bolívar redivivo, cuya misma trayectoria, junto a otros importantes acontecimientos en nuestra América, estaban contribuyendo ya de modo superlativo a demostrar la certeza de muy tempranos vaticinios del guía de la Revolución Cubana, recordaría: ”Fidel decía -terminando los 80- que una nueva oleada revolucionaria, de cambios, una nueva oleada de pueblos, se desataría en el continente cuando parecía -como algunos ilusos lo señalaban- que habíamos llegado al fin de la historia, que la historia estaba petrificada y que ya no habría más caminos ni alternativas…
Unos meses después de la desaparición física de quien había pronunciado esas palabras, Fidel expresaría en frase para la historia: “Hoy guardo un especial recuerdo del mejor amigo que tuve en mis años de político activo -quien muy humilde y pobre se fraguó en el Ejército Bolivariano de Venezuela-, Hugo Chávez Frías”.
Fidel y Chávez multiplicaron, mediante insólitos programas sociales y de unidad e integración, las energías revolucionarias, los recursos humanos y materiales de sus dos pueblos y del gran movimiento de masas contra el neoliberalismo gestado en nuestra América, que sigue presente. Pero de eso hablaré en la próxima y última entrega de este texto.
Angel Guerra Cabrera
P.D.: Black lives matter; Washington cierra el cerco financiero contra Venezuela y el chavismo contraataca.
martes, 12 de julio de 2016
sábado, 9 de julio de 2016
Operación Peter Pan.
La Iglesia Católica y funcionarios de la CIA fueron cómplices del secuestro de mas de 14.000 niños cubanos.
Uno de los episodios más siniestros de la eterna guerra fría de EE.UU. en contra de Cuba.
El documental cuenta la historia del rapto de niños, con el curioso título de Peter Pan, que fue parte de una operación del Departamento de Estado de EE.UU. la cual utilizó el temor de que el gobierno cubano eliminaría la patria potestad. El Departamento de Estado utilizó a la Iglesia Católica como conducto en Miami, por medio de la cual los niños no acompañados fueron situados en campamentos, hogares sustitutos, orfelinatos y reformatorios.
Esta operación clandestina estaba basada en una mentira que fue calzada por una "ley" falsificada que eliminaba la patria potestad. La ley fue impresa y distribuida ampliamente en Cuba como parte de una conspiración para atemorizar a los padres y que enviaran a sus hijos en un viaje sin regreso a otro país. En uno de los mayores secuestros de niños del mundo y de la historia humana, entre 1951 y 1964 se secuestraron a mas de 14 000 niños y niñas en EE.UU.
Víctor Casaus y la búsqueda de la soberanía
Poeta, fundador de la revista El Caimán Barbudo, convencido activista del género testimonial, documentalista, director del Centro Pablo de la Torriente Brau —una de las pocas instituciones no gubernamentales dedicada a la cultura con éxito—, ha confesado a OnCuba que la producción de cine independiente le parece el logro más importante de los últimos años.
“De la misma manera que en 1959 la primera ley de la Revolución en el terreno cultural, la de la creación del ICAIC, decía en el primer punto: ‘Por cuanto: El cine es un arte’, y aquello fue lo más importante en aquel momento —y sigue, desde mi punto de vista, manteniendo su vigencia—, los mecanismos para seguir probando que el cine es un arte y luchar para que ese arte se renueve desde el punto de vista del lenguaje con el paso del tiempo, tienen hoy un énfasis mayor en esta producción que podemos llamar independiente”.
Conoció en su vida de cineasta a varios realizadores de otras latitudes que se dedicaban a la publicidad como método de búsqueda de fondos para filmar sus proyectos. Esa era una realidad difícil de comprender para un creador del ICAIC, institución que financiaba la totalidad de las obras.
“Ahora en situación de búsqueda de recursos está todo el mundo, y la figura del cineasta independiente ha surgido con una fuerza más importante incluso que la institucional. En la Muestra Joven del ICAIC, por ejemplo, vemos una producción donde se cuentan historias que no aparecen en otro lado”.
Víctor Casaus: seis guiones cinematográficos, dos largometrajes de ficción y quince documentales. Se ha dedicado por completo desde hace veinte años al Centro Pablo de la Torriente Brau.
¿Cómo logra ser a la vez artista y jefe de una institución?
Para los que estamos aquí está siempre la disyuntiva del tiempo que hay que dedicarle a un proyecto como este —que es casi todo, en mi caso— y la creación de la llamada obra personal. Porque la vida es, como decía el papá de Silvio Rodríguez, bella y en colores —y en cierta medida es así aunque tiene sus matices y sus sombras—, pero sobre todo es solo una. Y hay momentos en que uno llega a hacerse esa pregunta parecida a la que se hacía Rubén Martínez Villena: “¿Y qué hago yo aquí donde no hay nada grande que hacer?”; ¿y qué hago yo aquí enfrentado a una disminución de la ayuda inexplicable en un momento determinado? —aunque ha ocurrido también la ayuda sistemática a lo largo de los años de instituciones estatales y de amigos de Puerto Rico, de Suiza, España, o de Estados Unidos, aunque en silencio haya tenido que ser.
Lo que ha sucedido, no como mecanismo para resolver la contradicción, sino de manera natural, es que los que estamos aquí nos vemos realizados a través de los proyectos de otros. Todos en general lo sienten también, y en particular María Santucho, que es la coordinadora, que igualmente le dedica a esto un tiempo mucho mayor que el que le dedican el resto de los compañeros. Uno está en el Centro Pablo creyendo, confiado, en que esta es la obra de ese tiempo, o una parte de ella. Es parte de la creación de la obra personal. Como se diría más popularmente, uno no está puesto para la película, en todo caso hemos estado puestos para la película, sí, pero para que la haga alguien más aquí.
***
Víctor Casaus vivió en 1967 uno de los casos más célebres de la restricción cultural en la historia de la Revolución cubana: el fin de la primera etapa de El Caimán Barbudo.
Sin proceder de una familia con una especial formación cultural, fue llevado a la literatura “por la intuición, la vocación y las circunstancias”. Aprendió mecanografía, inglés, taquigrafía en el Havana Bussines College, integró el 112 Batallón de Infantería de las Milicias de Tropas Territoriales, alfabetizó en barrios marginales y trabajó en el semanario Mella antes de cambiar sus estudios de Periodismo por los de Letras y ser invitado a formar parte del grupo “Nos pronunciamos”.
¿Cómo vivió el rompimiento de la primera etapa de El Caimán Barbudo?
La salida de El Caimán… del grupo de sus primeros integrantes se produjo por una situación que fue polémica y después devino invitación a marcharse. Fue la publicación de una encuesta sobre una novela de Lisandro Otero, Pasión de Urbino, en la que se le pidió opiniones a tres escritores, uno de ellos Heberto Padilla. En su respuesta él criticaba muy duramente desde el punto de vista literario esa novela —que no es de las más destacadas de ese autor—, la llevaba muy despiadadamente. Decía que a los 35 años de edad —uno cuando dice esta frase a esta edad se estremece—, un escritor no puede permitirse hacer estas cosas, pero sobre todo —y ahí venía el problema—, lo comparaba con Guillermo Cabrera Infante, que ya estaba en Londres, e introdujo un tema extraño en el publicación, que no era de la encuesta propiamente pero que él quiso traer a colación. Y se decidió publicarlo.
Eso generó una respuesta de El Caimán…, firmada por la Redacción, que sería pronto “la redacción saliente” (a nosotros nos gustaba más que nos llamaran “la redacción caliente”) y luego una polémica que determinó la decisión de la UJC de cancelar la presencia de este equipo en la publicación. Y, como diría Roberto Fernández Retamar en su poema sobre la Crisis de Octubre: “Entonces vino lo que vino y lo que se fue”. Vino una especie de intervención completamente dirigida a tratar de borrar y destruir, si era posible, lo que ese período de El Caimán… había hecho.
Ese momento lo vivimos intensamente. Fue algo que vino a romper un proyecto cultural nuestro, creado por nosotros —por Jesús Díaz como director y por los que lo acompañamos— y que en el área de la poesía arrancó con mucha fuerza, conmovió el corrillo de la cultura: de pronto un grupo de jóvenes proponía cómo debía ser la poesía, o cómo debía ser la relación del poeta con la realidad.
En cierta medida ese fue el anuncio, o el antecedente, de lo que iba a ocurrir en el 1971, cuando fuimos tratados de destruir por el equipo dogmático, oportunista, que se apoderó de los mecanismos de cultura e implantó lo que Ambrosio Fornet llamó “el quinquenio gris”.
¿Qué pasó con usted en ese momento?
Recuerdo que en la Facultad de Letras, Retamar, que era mi profesor, en algún momento usó esta frase que se me quedó grabada: “Sería bueno que ustedes no se convirtieran en las viudas de El Caimán…”, porque a la gente que estuvo en Lunes de Revolución se les llamaba en los corrillos culturales —a los que yo no pertenecía todavía— “las viudas de Lunes“, porque habían salido de allí y tenían una actitud plañidera. Y creo que en la mayoría de los casos, quizá pudiera decir que en todos, no sucedió eso sino lo contrario. Al menos yo lo sentí como uno de eso retos —esa palabra que está tan de moda, pero que hay que seguir usando— que te pone la vida por delante. Lo principal era seguir manteniendo lo que uno pensaba.
Aunque emocionalmente, las consecuencias de nuestra salida de El Caimán… no fueron tan fuertes como lo serían las del Primer Congreso Nacional de Educación y la Cultura del 71, porque sí hubo —no solo para nosotros o para mí, sino para muchos escritores— un apagón editorial. No publicamos hasta que se creó el Ministerio de Cultura, con Armando Hart como ministro. Fue una medida muy inteligente de la dirección del país para tratar de salvar un problema que había llegado a su límite, porque la dirección cultural en manos del aparato ideológico del Partido había creado una situación al estilo “revolución cultural”, que no era tal sino la exclusión de escritores por diversos motivos, afinidad o elección sexual. Pero también se excluía en una dirección de la que se habla menos: a los revolucionarios que trataban de impulsar el proyecto, no desde la óptica del dogmatismo, del servilismo, sino con opiniones propias.
¿Hay intenciones de que el Centro Pablo pase a ser parte del Ministerio de Cultura como ha ocurrido con instituciones similares?
En un período de seis u ocho años hacia acá, se está aplicando una política de racionalidad organizativa o, por así decirlo, estructural: una forma de institucionalización que busca, al menos, arreglar los entuertos de la desinstitucionalización que ha reinado en el país durante años, y que me parece muy importante. Pienso, por otro lado, que de manera imprescindible debe tener en cuenta las especificidades de cada situación, para que no se cometan errores que se han cometido en otros momentos, instancias, esferas… de aplicar mecánicamente un criterio.
El Centro Pablo no es una dependencia del Ministerio de Cultura ni de la Oficina del Historiador. Se define como una institución cultural independiente sin fines de lucro, con el objetivo de preservar la memoria de Pablo de la Torriente Brau y su generación, y de ofrecer espacio de creación alternativa para los creadores de diversas manifestaciones, especialmente los jóvenes.
Al Centro no se le planteó la posibilidad de pasar al Ministerio de Cultura, pero sí se conversó sobre eso en algún momento. Y nosotros no estuvimos de acuerdo, establecimos nuestro criterio y lo tratamos de trasladar a todas las instancias posibles, no a nivel del propio Ministerio de Cultura, sino más allá: a la vicepresidencia del país. Para existir, debemos seguir siendo el Centro Pablo, y no convertirnos en un departamento adjunto, por dos razones: una es el estilo de trabajo. Si pasamos a otra estructura está probado por las instituciones que están en esa situación que se crearía un marco de requisitos administrativos, por decirlo suavemente, y de visión diferente de las cosas por parte de una institucionalidad a otro nivel —que tiene que existir como rectora del país— que para un proyecto dinámico, diferente, no funcionarían.
La otra razón es un sentido de independencia, o como se llama ahora, de soberanía cultural. Una pequeña soberanía —dentro de la gran soberanía nacional con la que estamos de acuerdo— que vamos a defender mientas exista. El día que no haya posibilidad de tenerla, no tiene sentido continuar con el proyecto.
Paola Cabrera
“De la misma manera que en 1959 la primera ley de la Revolución en el terreno cultural, la de la creación del ICAIC, decía en el primer punto: ‘Por cuanto: El cine es un arte’, y aquello fue lo más importante en aquel momento —y sigue, desde mi punto de vista, manteniendo su vigencia—, los mecanismos para seguir probando que el cine es un arte y luchar para que ese arte se renueve desde el punto de vista del lenguaje con el paso del tiempo, tienen hoy un énfasis mayor en esta producción que podemos llamar independiente”.
Conoció en su vida de cineasta a varios realizadores de otras latitudes que se dedicaban a la publicidad como método de búsqueda de fondos para filmar sus proyectos. Esa era una realidad difícil de comprender para un creador del ICAIC, institución que financiaba la totalidad de las obras.
“Ahora en situación de búsqueda de recursos está todo el mundo, y la figura del cineasta independiente ha surgido con una fuerza más importante incluso que la institucional. En la Muestra Joven del ICAIC, por ejemplo, vemos una producción donde se cuentan historias que no aparecen en otro lado”.
Víctor Casaus: seis guiones cinematográficos, dos largometrajes de ficción y quince documentales. Se ha dedicado por completo desde hace veinte años al Centro Pablo de la Torriente Brau.
¿Cómo logra ser a la vez artista y jefe de una institución?
Para los que estamos aquí está siempre la disyuntiva del tiempo que hay que dedicarle a un proyecto como este —que es casi todo, en mi caso— y la creación de la llamada obra personal. Porque la vida es, como decía el papá de Silvio Rodríguez, bella y en colores —y en cierta medida es así aunque tiene sus matices y sus sombras—, pero sobre todo es solo una. Y hay momentos en que uno llega a hacerse esa pregunta parecida a la que se hacía Rubén Martínez Villena: “¿Y qué hago yo aquí donde no hay nada grande que hacer?”; ¿y qué hago yo aquí enfrentado a una disminución de la ayuda inexplicable en un momento determinado? —aunque ha ocurrido también la ayuda sistemática a lo largo de los años de instituciones estatales y de amigos de Puerto Rico, de Suiza, España, o de Estados Unidos, aunque en silencio haya tenido que ser.
Lo que ha sucedido, no como mecanismo para resolver la contradicción, sino de manera natural, es que los que estamos aquí nos vemos realizados a través de los proyectos de otros. Todos en general lo sienten también, y en particular María Santucho, que es la coordinadora, que igualmente le dedica a esto un tiempo mucho mayor que el que le dedican el resto de los compañeros. Uno está en el Centro Pablo creyendo, confiado, en que esta es la obra de ese tiempo, o una parte de ella. Es parte de la creación de la obra personal. Como se diría más popularmente, uno no está puesto para la película, en todo caso hemos estado puestos para la película, sí, pero para que la haga alguien más aquí.
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Víctor Casaus vivió en 1967 uno de los casos más célebres de la restricción cultural en la historia de la Revolución cubana: el fin de la primera etapa de El Caimán Barbudo.
Sin proceder de una familia con una especial formación cultural, fue llevado a la literatura “por la intuición, la vocación y las circunstancias”. Aprendió mecanografía, inglés, taquigrafía en el Havana Bussines College, integró el 112 Batallón de Infantería de las Milicias de Tropas Territoriales, alfabetizó en barrios marginales y trabajó en el semanario Mella antes de cambiar sus estudios de Periodismo por los de Letras y ser invitado a formar parte del grupo “Nos pronunciamos”.
¿Cómo vivió el rompimiento de la primera etapa de El Caimán Barbudo?
La salida de El Caimán… del grupo de sus primeros integrantes se produjo por una situación que fue polémica y después devino invitación a marcharse. Fue la publicación de una encuesta sobre una novela de Lisandro Otero, Pasión de Urbino, en la que se le pidió opiniones a tres escritores, uno de ellos Heberto Padilla. En su respuesta él criticaba muy duramente desde el punto de vista literario esa novela —que no es de las más destacadas de ese autor—, la llevaba muy despiadadamente. Decía que a los 35 años de edad —uno cuando dice esta frase a esta edad se estremece—, un escritor no puede permitirse hacer estas cosas, pero sobre todo —y ahí venía el problema—, lo comparaba con Guillermo Cabrera Infante, que ya estaba en Londres, e introdujo un tema extraño en el publicación, que no era de la encuesta propiamente pero que él quiso traer a colación. Y se decidió publicarlo.
Eso generó una respuesta de El Caimán…, firmada por la Redacción, que sería pronto “la redacción saliente” (a nosotros nos gustaba más que nos llamaran “la redacción caliente”) y luego una polémica que determinó la decisión de la UJC de cancelar la presencia de este equipo en la publicación. Y, como diría Roberto Fernández Retamar en su poema sobre la Crisis de Octubre: “Entonces vino lo que vino y lo que se fue”. Vino una especie de intervención completamente dirigida a tratar de borrar y destruir, si era posible, lo que ese período de El Caimán… había hecho.
Ese momento lo vivimos intensamente. Fue algo que vino a romper un proyecto cultural nuestro, creado por nosotros —por Jesús Díaz como director y por los que lo acompañamos— y que en el área de la poesía arrancó con mucha fuerza, conmovió el corrillo de la cultura: de pronto un grupo de jóvenes proponía cómo debía ser la poesía, o cómo debía ser la relación del poeta con la realidad.
En cierta medida ese fue el anuncio, o el antecedente, de lo que iba a ocurrir en el 1971, cuando fuimos tratados de destruir por el equipo dogmático, oportunista, que se apoderó de los mecanismos de cultura e implantó lo que Ambrosio Fornet llamó “el quinquenio gris”.
¿Qué pasó con usted en ese momento?
Recuerdo que en la Facultad de Letras, Retamar, que era mi profesor, en algún momento usó esta frase que se me quedó grabada: “Sería bueno que ustedes no se convirtieran en las viudas de El Caimán…”, porque a la gente que estuvo en Lunes de Revolución se les llamaba en los corrillos culturales —a los que yo no pertenecía todavía— “las viudas de Lunes“, porque habían salido de allí y tenían una actitud plañidera. Y creo que en la mayoría de los casos, quizá pudiera decir que en todos, no sucedió eso sino lo contrario. Al menos yo lo sentí como uno de eso retos —esa palabra que está tan de moda, pero que hay que seguir usando— que te pone la vida por delante. Lo principal era seguir manteniendo lo que uno pensaba.
Aunque emocionalmente, las consecuencias de nuestra salida de El Caimán… no fueron tan fuertes como lo serían las del Primer Congreso Nacional de Educación y la Cultura del 71, porque sí hubo —no solo para nosotros o para mí, sino para muchos escritores— un apagón editorial. No publicamos hasta que se creó el Ministerio de Cultura, con Armando Hart como ministro. Fue una medida muy inteligente de la dirección del país para tratar de salvar un problema que había llegado a su límite, porque la dirección cultural en manos del aparato ideológico del Partido había creado una situación al estilo “revolución cultural”, que no era tal sino la exclusión de escritores por diversos motivos, afinidad o elección sexual. Pero también se excluía en una dirección de la que se habla menos: a los revolucionarios que trataban de impulsar el proyecto, no desde la óptica del dogmatismo, del servilismo, sino con opiniones propias.
¿Hay intenciones de que el Centro Pablo pase a ser parte del Ministerio de Cultura como ha ocurrido con instituciones similares?
En un período de seis u ocho años hacia acá, se está aplicando una política de racionalidad organizativa o, por así decirlo, estructural: una forma de institucionalización que busca, al menos, arreglar los entuertos de la desinstitucionalización que ha reinado en el país durante años, y que me parece muy importante. Pienso, por otro lado, que de manera imprescindible debe tener en cuenta las especificidades de cada situación, para que no se cometan errores que se han cometido en otros momentos, instancias, esferas… de aplicar mecánicamente un criterio.
El Centro Pablo no es una dependencia del Ministerio de Cultura ni de la Oficina del Historiador. Se define como una institución cultural independiente sin fines de lucro, con el objetivo de preservar la memoria de Pablo de la Torriente Brau y su generación, y de ofrecer espacio de creación alternativa para los creadores de diversas manifestaciones, especialmente los jóvenes.
Al Centro no se le planteó la posibilidad de pasar al Ministerio de Cultura, pero sí se conversó sobre eso en algún momento. Y nosotros no estuvimos de acuerdo, establecimos nuestro criterio y lo tratamos de trasladar a todas las instancias posibles, no a nivel del propio Ministerio de Cultura, sino más allá: a la vicepresidencia del país. Para existir, debemos seguir siendo el Centro Pablo, y no convertirnos en un departamento adjunto, por dos razones: una es el estilo de trabajo. Si pasamos a otra estructura está probado por las instituciones que están en esa situación que se crearía un marco de requisitos administrativos, por decirlo suavemente, y de visión diferente de las cosas por parte de una institucionalidad a otro nivel —que tiene que existir como rectora del país— que para un proyecto dinámico, diferente, no funcionarían.
La otra razón es un sentido de independencia, o como se llama ahora, de soberanía cultural. Una pequeña soberanía —dentro de la gran soberanía nacional con la que estamos de acuerdo— que vamos a defender mientas exista. El día que no haya posibilidad de tenerla, no tiene sentido continuar con el proyecto.
Paola Cabrera
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