sábado, 5 de abril de 2014
Ernesto “Che” Guevara, Palacios y el socialismo criollo
La influencia política de los padres del Ernesto y el de su ámbito familiar, fueron un factor muy importante en la formación política, de quien años después se convertiría en el Che.
Los distintos biógrafos o personas que conocieron al Che, dan diferentes interpretaciones - todas ellas complementarias- sobre las influencias políticas que recibió Ernesto Guevara durante su juventud, para luego convertirse en el Che. Distintos fueron los acontecimientos que lo marcaron en su etapa juvenil: la guerra entre Bolivia y el Paraguay, la guerra civil española, la segunda guerra mundial y la lucha antifascista etc. Los historiadores coinciden que Ernesto recibió una fuerte influencia política de sus padres y de su entorno familiar. En el hogar y entre las amistades de la familia de Ernesto, confluían las dos tradiciones más importantes de la izquierda argentina: la comunista y la socialista. La comunista derivaba de la influencia que tenía su tío Córdova Iturburu, destacado intelectual del Partido Comunista argentino. Córdova había sido enviado por el diario “Critica” como corresponsal durante la guerra civil española. Sus crónicas de los trágicos sucesos habían marcado al aun niño Ernestito, que vivía aquellos acontecimientos con gran pasión. Luego será la influencia de su amiga Tita Infante, quien lo acercara al mundo político de la Fede y a ser un simpatizante del Movimiento Reformista, en la Facultad de Medicina. Los padres de Ernesto provenían de las clases altas de la sociedad argentina. A pesar de ello Don Guevara Linch, desde muy joven simpatizo con los ideales socialistas. El mismo nos cuenta su historia política: “Mi primer voto en el año 1918 lo di al partido Socialista y al doctor Alfredo Palacios. Sin estar afiliado a ese partido, voté siempre por ellos hasta el año 1962, en que lo hice por última vez, haciéndolo también por los socialistas con el doctor Alfredo Palacios al frente”. La clara definición de Don Guevara por los ideales de Alfredo Palacios y los acontecimientos internacionales marcados por la revolución rusa y posteriormente por la guerra civil española fueron politizando a una familia, que de conjunto asumieron las ideas del socialismo. Su propia mujer Celia que provenía de una formación conservadora y católica, fue trasformando su pensamiento, para convertirse en una activa militante socialista. “Mi formación desde niño fue socialista, - nos continua contando Guevara Linch - y no pretendí presionar a mi mujer, pero ella, poco a poco, se fue colocando en el carril de esta nueva manera de ver el mundo, y en muy poco tiempo me dejo atrás. Impetuosa y avasalladora, no tomaba las cosas a medias y cuando se enrolaba en una causa no cejaba en la lucha. Nos entendíamos, y juntos nos defendíamos de los ataques de la gente de nuestra clase social, para las cuales ahora nosotros nos habíamos convertido en los “diablos rojos comunistas”. Sobre mi cargaban la responsabilidad de haber sacado del seno de la iglesia Católica a esta criatura para convertirla en una descreída socialista. En aquella época tanto nuestra tierra como en la mayor parte de América, la iglesia Católica marchaba de la mano del gran capitalismo; y el capitalismo, a su vez, se apoyaba como siempre en los gendarmes del capital internacional. El Capitalismo colonialista de la Republica Argentina veía con muy malos ojos a aquellos que se apartaban de la línea de sumisión impuesta por el imperialismo ingles y yanqui. Yo estaba marcado de antemano y a Celia la marcaron después. Mientras tanto sus pareientes hicieron lo posible por atraer de nuevo a la “ovejita” a su grey, pero la ovejita salto la valla y se les convirtió, con el tiempo, en una decidida dirigente social, que junto a mí, tuvo una decisiva influencia en la educación del que más adelante sería el Che Guevara.”
El Movimiento 26 de julio en la Argentina.
En 1957 se instalaron en la argentina varios exiliados cubanos. Algunos de ellos eran intelectuales vinculados al Partido Ortodoxo. Mientras que el grupo más comprometido con la guerrilla, funda el Comité del Movimiento 26 de julio. Los comités del 26 se habían formado en otros lugares del continente, especialmente en los EEUU. En Buenos Aires la delegación del 26 J. funcionaba en el despacho de Ernesto Guevara Linch, padre del Che. Cuando se trataba de reuniones más grandes se realizaban en el local del Centro Orensano. Aquel local también era refugio de los nacionalistas gallegos, que por aquellos años seguían luchando contra la dictadura franquista. El Comité del 26 J. tenía como principales animadores a los exiliados cubanos Santiago Riera y Disys Guira. También participaban del Comité entre otros: Benjamín De Yurre, encargado de las finanzas; el Dr. Jorge Valdés Miranda, responsable de la propaganda; el arquitecto cubano Rafael Granados; Jorge Beruff Jiménez, un exiliado cubano de sobrenombre Napoleón, Anisia Miranda, contando con el apoyo de Neira Vilas y Carolina Aguilar compañera de Riera. La labor de este Comité contaba con el apoyo del padre del “Che” Ernesto Guevara Linch. También estaba plenamente integrado a esta causa Jorge Masetti, el periodista argentino que había entrevistado al Che en Sierra Maestra. El libro que edito Masetti después de estar en Sierra Maestra “Los que luchan y los que lloran” fue uno de los disparadores de la solidaridad con la lucha martiana en la Argentina. Otros activos militantes de la causa fueron Abel Alexis Latendorf y Juan Carlos Coral, del Partido Socialista Argentino; inclusive del destacado dirigente socialista Alfredo Palacios. De las actividades de solidaridad, también participaba activamente el tío de Fidel, Gonzalo Castro, emigrante gallego que estaba radicado en la argentina.
Huida de Batista
El 1 de enero los miembros del Comité enterados de la huida de Batista convocan a concentrase en la puerta de edificio del diario Critica. El diario La Nación, el viernes 2 de enero de 1959 relata aquella jornada de júbilo popular: “En la Avenida de Mayo al 1300, frente al vespertino “Crítica”, se reunió denso gentío que, con declamaciones de adhesión a Fidel Casto y al “Che” Guevara, al movimiento libertador cubano, y simplemente a la libertad, ocuparon la calzada y obligaron a la desviación del tránsito automotor por las calles adyacentes.
Desde el balcón del primero piso del vespertino, ornado con banderas argentinas y una enseña cubana, hablaron el doctor Valdés Miranda y Disys Guira, del movimiento 26 de Julio; el nuevo embajador cubano en nuestro país, Sr. Jorge Beruff Jiménez; el Señor Benjamín De Yure, también del movimiento; el padre del combatiente Ernesto Guevara Lynch; el director de “Crítica”, doctor Santiago Nudelman, y el diputado nacional por la Unión Cívica Radical del Pueblo, Manuel Belnicoff.” Luego en manifestación centenares de personas se dirigen hasta la Embajada Cubana, donde desde los balcones continúan los oradores hablando del triunfo de los martianos. Uno días después de la victoria revolucionaria, el mítico dirigente socialista Alfredo Palacios le envía un mensaje al Comandante Fidel Castro:
“A Fidel Castro. – Buenos Aires, 5 de enero de 1959.
Envió a usted mi mensaje por intermedio del joven y talentoso amigo Dr. Abel Alexis Latendorf.
Entra usted en la historia de América con sus pasos resonantes, como libertador del noble y generoso pueblo de Cubano.
Los argentinos hemos seguido con ansiedad y admiración la hazaña de un hombre de 30 años, que después de duro batallar baja de la montaña, amiga de los hombres libres, y derriba al tirano.. Todas las naciones del continente aplauden al héroe de leyenda, que ahora deberá ayudar a los hermanos que se debaten trágicamente contra tiranuelos despreciables.
Llega usted al poder con todos los prestigios del heroísmo y de la fama. Es usted glorioso. Desprecie la adulación de los cortesanos y póngase del lado de los trabajadores víctimas de la injusticia social. Es este mi mensaje, el mensaje de un hombre que lucha por la libertad.”
Después de la revolución la solidaridad.
Con el triunfo de la revolución en varios países latinoamericanos se organizan comités de solidaridad. Entre los primeros están los de Venezuela y la Argentina. En Buenos Aires fue creada la Comisión de Solidaridad con la Revolución Cubana presidida por Heber Bressano y teniendo como Secretario de Prensa al socialista Abel Alexis Latendorf. La entidad creada, edita el 22 de abril de 1960 su periódico “Cuba Revolucionaria” que según el primer editorial nace para: “Poner en manos del pueblo argentino la verdad de la Revolución cubana y poner en manos del pueblo cubano el verdadero sentir de los argentinos es el objeto de esta hoja periodística.” Por iniciativa del Comité Venezolano de Defensa de la Revolución Cubana se convoca en La Habana el Primer Encuentro Latinoamericano de Solidaridad con Cuba. Con el fin de divulgar esta iniciativa viaja una delegación del Movimiento 26 de Julio a la Argentina y a otros países de sur América. La misma estaba presidida por el doctor Carlos Olivares Secretario de Relaciones Exteriores del M. 26 de Julio y la integraban: Miguel Reyes, secretario General de la Federación Tabacalera de Cuba, Luis Martínez y Erasmo Terrero, dirigentes estudiantiles. El Presidente Osvaldo Dorticós por intermedio de la delegación invito a concurrir a este Encuentro a los doctores Risieri Frondizi, Alfredo Palacios y Lucas Ayarragaray. También estaba en la lista de invitados Abel Latendorf que ya había partido para Cuba. La visita de Palacios tuvo una importante repercusión, se trataba de una de las figuras más destacadas del socialismo latinoamericano. El gobierno Cubano le dispenso un protocolo de figura internacional. Ernesto Guevara conocedor de la importancia del ilustre visitante mantuvo varios encuentros con Palacios en presencia del propio Fidel Castro. La prensa cubana cubrió esta visita dedicándole espacios muy importantes en la prensa escrita. La Madre del Che al regresar de Cuba, después de ir con una nutrida delegación desde la argentina, comienza a realizar una intensa campaña de solidaridad con la revolución cubana. Su marido Ernesto Guevara Linch recuerda esta etapa de Celia: “En el año 1961, a su regreso de Cuba, publico en el periódico socialista “La Vanguardia una serie de artículos sobre Cuba, analizando los resultados de la revolución triunfante en lo económico, político y social.” Las estrechas relaciones del P.S.A. con la revolución se profundizaron aun más con la participación del partido en la histórica reunión de las OLAS, que se celebro en La Habana para organizar una nueva internacional de solidaridad activa, en América latina. Esta iniciativa fue parte de una resolución de la reunión de la Primera Conferencia de Solidaridad de los Pueblos de África, Asia y América Latina (Tricontinental) que se celebro en La Habana el 3 de enero de 1966. Participan 512 delegados y unos 150 invitados de 82 países y a su inauguración en el Hotel Habana Libre, de la capital cubana, asisten Fidel y Raúl. Finalizada, se crea el 15 de enero la Organización de Solidaridad con los Pueblos de Asia, África y América Latina (Ospaaal) cuya secretaría general recae en Cuba. Al día siguiente por iniciativa del Senador socialista Salvador Allende, propone crear OLAS. Es así como las 27 delegaciones participantes en la Conferencia fundan la Organización Latinoamericana de Solidaridad (OLAS) y acuerdan celebrar su primer evento en la capital cubana en 1967, para lo cual se conforma un comité preparatorio integrado por los movimientos de liberación nacional de Brasil, Colombia, Guyana, Guatemala, México, Perú, Uruguay, Venezuela y el Gobierno Revolucionario cubano. El delegado del PSA en OLAS fue el ex diputado nacional Juan Carlos Coral. El propio Coral nos relata este acontecimiento: “Recuerdo que fuimos invitados a participar de la Primera Conferencia de la Organización Latinoamericana de Solidaridad (OLAS) celebrada en el Hotel Habana Libre y en el Teatro "Chaplin" de La Habana entre el 31 de julio y el 10 de agosto de 1967. La delegación estaba presidida por J. W. Cooke y formábamos la delegación argentina Ismael Viñas, García Elorrio y yo, el único socialista. El partido Comunista argentino había decidido no participar ya que no coincidía con la estrategia de lucha armada del guevarismo. Antes que empezara el encuentro internacionalista, pudimos participar el 26 de julio, del acto central conmemorando el asalto al Moncada, en Santiago de Cuba. Nos invitaron a la tribuna oficial desde donde hablo Fidel. Recuerdo que nos sacaron una foto para el diario Granma, que salió en la contratapa, la cual resaltaban las presencia argentina.” En aquella oportunidad en plena guerra fría, en aquel histórico acto, Fidel Castro en voz alta de daba un mensaje a los EEUU y jerarquizaba aun más el encuentro de OLAS:
“Vivimos en un mundo convulsionado por la lucha, y los imperialistas tratan de intimidarnos, los imperialistas nos amenazan. Y es por eso que nosotros, que vivimos en este mundo, no solo debemos trabajar y trabajar con ahínco, sino prepararnos cada vez más para defendernos, para combatir, si las circunstancias lo exigen. La OEA ha decidido aplazar su reunión hasta el mes de agosto, es decir para después de la conferencia de la OLAS; es decir que esperarán la conferencia de la OLAS. No hay dudas de que la Olás, o la OLAS, como la quieran llamar —creo que no se ha tomado todavía ningún acuerdo acerca de cuál de las dos sílabas van a acentuar, si la OLAS o la Olás... La OLAS es buena y la Olás también. No hay dudas de que la OLAS se ha vuelto muy importante, no hay dudas de que la solidaridad de los movimientos revolucionarios asusta a los imperialistas. Podría repetirse aquello que dijo Carlos Marx en El Manifiesto Comunista: “Un fantasma recorre el continente.” Es el fantasma de la OLAS, que tiene sin dormir a los reaccionarios, a los imperialistas, a los esbirros, a los “gorilas” y a los explotadores. ¿Y esperan la Conferencia de la OLAS para qué? ¿Pretendían acaso que este país iba a negar la sede de la OLAS? ¡Jamás! ¿Pretenden acaso que este país, intimidado por las amenazas, vaya a dejar de expresar su solidaridad al movimiento revolucionario? ¡Jamás! (APLAUSOS) Aquí está la OLAS, presidida por el prestigio de representar a los combatientes de este continente y la solidaridad de los combatientes de otros continentes. La OLAS, es decir, la primera conferencia de la OLAS, se desarrollará en medio del entusiasmo y la hospitalidad más cabal de nuestro pueblo. Y a nosotros no nos importa lo que haga la OEA, porque, al igual que esta es la asociación de los revolucionarios, aquella es la asociación de los reaccionarios, aquella es la asociación de los oligarcas, aquella es la asociación de los bandidos. Nosotros sentimos el más profundo desprecio por esta miserable institución, que ha servido para santificar los crímenes del imperialismo.”
La revolución Cubana y especialmente Ernesto Guevara, con la colaboración directa del “Gallego” Piñeiro, mantuvieron una estrecha relación con los sectores de la izquierda socialista de América latina. Es el caso de la amistad política con Salvador Allende o el socialista Leonel Brizola en el Brasil. La revolución cubana y las ideas del Che marcaron profundamente las ideas socialistas de América latina. Es tan así, que un nuevo socialismo, el de la Patria Grande, se refunda y se transforma en una nueva dinámica de combinar la lucha de clases, con la defensa de los derechos nacionales de los pueblos soberanos.
Lois Pérez Leira
Bibliografía.
Mi hijo el Che, Ernesto Guevara Linch. Editorial Arte y Cultura. Ciudad de La Habana, 1988.
Ernesto Guevara, también conocido como el Che. Paco Ignacio Taibo. Editorial Planeta. 2007.
Albún del Che, Julia Constenla. Editorial Edhasa, Mayo 2007 España.
Compañero, vida y muerte del Che Guevara, Jorge G. Castañeda. Vintage Español, Octubre 1997.
La Nación (diario)
Critica (diario)
La Vanguardia, órgano del Partido Socialista.
Granma (diario de Cuba)
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