domingo, 5 de mayo de 2024

España: Sánchez maniobra para reforzar su juego electoral


Detrás de sus argumentos ‘amorosos’ se erige la profunda debilidad de su gobierno y el intento de recuperar para el PSOE los votos que pierden Sumar y Podemos. El presidente pretende establecer su papel como único dique de contención frente a los trabajadores en la perspectiva de la financiación de la guerra y una consolidación fiscal para reducir el déficit público. 
 La aceptación judicial de una querella presentada por el ‘sindicato’ de ultraderecha Manos Limpias contra Begoña Gómez, la esposa de Pedro Sánchez, fue respondida con una carta a la ciudadanía del presidente en la que anunció el miércoles 24 de abril que cancelaba su agenda y reflexionaría sobre su permanencia en el gobierno hasta el lunes 29 de abril. Abrió de esta forma una crisis artificial en la gobernanza del país en una operación sin riesgo real. La respuesta a una querella sin fundamento, que a todas luces se presentó como una provocación, ha sido utilizada por Pedro Sánchez para un intento de reforzamiento bajo el pretexto de ser un hombre enamorado de su esposa, afirmando que se ha llegado demasiado lejos y que debía meditar si valía la pena continuar en la política. Los dirigentes y ministros de su partido dijeron desconocer qué haría el presidente, pero organizaron para el sábado 27 de abril una reunión abierta a los medios de su Comité Federal en la que hicieron público su apoyo a Sánchez. 
 El lunes 29 el presidente anunció que permanecería en su cargo atendiendo al apoyo popular y de su partido, que incluyó una concentración de conmilitones arreados en autobuses de toda España a las puertas de la sede partidaria el mismo día de la reunión abierta del Comité Federal. La amenaza de dimisión del presidente de gobierno Pedro Sánchez no fue un relámpago en cielo sereno. Respondió a un intento de reforzar su posición y autoridad frente a las bases de su partido y frente a la sociedad sobre la espalda de las manifestaciones de apoyo. Sánchez ha decidido sacar fuerzas de la debilidad. Preside un ejecutivo que se las tiene que ver con un escándalo de corrupción surgido bajo el manto protector del que fuera ministro de Fomento, José Luis Ábalos, muy próximo a Sánchez hasta que en 2021 le pidiera la dimisión obviamente al tanto de que habría un proceso judicial contra un asesor del ex ministro y persona de confianza del mismo, Koldo García Izaguirre. 
 El ala izquierda de su coalición, el partido Sumar encabezado por la ministra de Trabajo Susana Díaz, se hunde a ojos vistas tras un rotundo fracaso en las elecciones vascas en las que el PSOE salió bien parado. La agrupación está sumida en una crisis que ha enfrentado a Izquierda Unida con el resto de las fuerzas del partido, en especial su líder Díaz y Más País. Otro aliado potencial para cualquier operación parlamentaria, Podemos, se aproxima a su desaparición política total mientras su principal ideólogo y ex vice presidente de Gobierno dedica su tiempo a la agitación mediática y a una taberna a la que califica del último espacio de independencia del proletariado. Esto ha dejado en el tendido a muchos miles de votantes decepcionados por la política social del gobierno y la descomposición de los partidos a la izquierda del PSOE. 
 La maniobra de Sánchez se hace en vísperas de las elecciones en Cataluña, en las cuales el Partido Socialista será la formación más votada. Y, en perspectiva, las elecciones europeas de junio en las que las formaciones a la izquierda del PSOE van a sufrir un claro retroceso. La movilización socialista pretende arrastrar el voto decepcionado de Podemos, Sumar e Izquierda Unida, en lo que se denominaría ‘voto útil’ contra “el avance de la derecha”. Es decir que hemos asistido a un sainete electorero del cual Sánchez espera salir reforzado en nombre de la defensa de unas presuntas conquistas sociales que han sido hasta ahora ajustes disimulados contra los pensionistas y reformas laborales que han sido pactadas con las organizaciones patronales reforzando el peso de la burocracia y debilitando la defensa jurídica de los trabajadores.
 El acto del Primer de Mayo convocado por UGT y CCOO fue la culminación de esta operación. Los aparatos partidarios del PSOE y de los miembros de la coalición de gobierno por una vez en lugar de irse de puente convocaron a la manifestación. Acudieron todos los ministros del gobierno y los discursos de los líderes de ambos sindicatos se dedicaron a ratificar su apoyo a Sánchez y al gobierno sin fisuras. Algunos extraviados de la izquierda extraparlamentaria acudieron a ese acto y alabaron los signos de combatividad de los trabajadores convocados. Pero se olvidaron de criticar al gobierno y la maniobra de Sánchez y los objetivos antiobreros del gobierno. Esto pone sobre el tapete una arista más de la operación reforzamiento.
  Sánchez, entregado a sacar fuerzas de su debilidad, da a entender a la burguesía entre su amenaza de dimisión y el acto del Primero de Mayo que el árbitro válido entre los trabajadores y la burguesía es él, y no la derecha. Es él quien puede por la vía pacífica llevar, gracias a la burocracia sindical, a los trabajadores a convenios retrógrados y mantener la “paz social” en España. Si el cae se pueden ir preparando para el caos. El reforzamiento que Sánchez pretende es por otro lado inseparable de la situación internacional. 
Mientras que juega de ala izquierda ante la guerra en Ucrania y en Gaza, apoya con toda la determinación posible a ambas. España está participando esta semana en las maniobras de la OTAN a 14 millas de Creta, es decir el Mediterráneo oriental, con 1700 hombres, buques entre ellos un portaaviones, un buque de asalto anfibio y la fragata Reina Sofía. Mientras tanto, como secuela del amago de dimisión presidencial nos topamos con una supuesta determinación de romper la paralización de la renovación del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), bloqueada desde hace cinco años por el Partido Popular. La designación de esos jueces se hace por votación en el Congreso en la cual se exige una mayoría reforzada de tres quintos. Pero para que esa votación se haga realidad es necesario que los partidos mayoritarios lleguen a un acuerdo sobre la lista y eso se ha hecho siempre en forma proporcional a la representación política de los partidos. Este mecanismo hace que la supuesta separación de poderes en España sea una ficción en la medida que los magistrados que nombran al resto de los jueces del sistema son el fruto de un pacto político.
 Pero el sainete es también expresión de la incapacidad, y falta de determinación, por dar una forma más elegante de separación de poderes entre el ejecutivo y el poder judicial por parte de la burguesía española. El burdo manejo de la designación política de los miembros del Consejo General del Poder Judicial y el control de los aparatos políticos de la judicatura según sople el viento electoral. Bajo el estado burgués la independencia judicial es una farsa puesto que el aparato legislativo define en favor de los dueños de los medios de producción las leyes a las que deben hacer frente los trabajadores. Pero en general los regímenes parlamentarios guardan las formas en cuanto a la designación de los jueces y montan una fachada de independencia entre poderes. 
 No es el caso de España. No se guardan siquiera las formas. El partido Popular viene bloqueando la renovación del CGPJ desde hace años para mantener la mayoría conservadora que capitanea en la actualidad. Contra esta valla el Gobierno de turno moviliza a la fiscalía del estado en un intento de defender sus intereses. España se caracteriza por una legislación represiva contra la independencia política de los trabajadores. La famosa Ley Mordaza facilita la condena de los trabajadores y los activistas obreros cuando se movilizan por sus derechos. “El gobierno más progresista de la historia de España” se ha olvidado de derogar esa ley hasta el día de hoy… y la ha usado para condenar a trabajadores como la compañera Raquel Rodríguez en Cádiz procesada tras enfrentar a las tanquetas enviadas por este gobierno para reprimir a los trabajadores del metal en huelga en Cádiz. 
 La estrategia de Sánchez esconde detrás de sus declaraciones de amor hacia su esposa un intento de reforzamiento en un escenario de debilidad de sus aliados de coalición y ante un proceso electoral de muy corto plazo. Su intento de dar a entender que él es el árbitro en la lucha de clases en España no es más que una engañifa. La crisis internacional y las necesidades de la guerra en curso que se expresa en Ucrania y Gaza no le dejan margen. El gobierno prepara la ofensiva contra los trabajadores para financiar el aumento del gasto militar al que se ha comprometido el gobierno y para sanear el déficit fiscal al que se ve obligado por la Unión Europea (UE).
 Los trabajadores deben construir su independencia de clase. Su reorganización para el combate contra los objetivos del capital es decisiva. Una alternativa de clase es necesaria para superar a la burocracia sindical y organizar un movimiento de base para una huelga general contra la ofensiva del capital.

 Grupo Independencia Obrera
 04/05/2024

sábado, 4 de mayo de 2024

Marta Arjona: moldear un tiempo


CON FILO | Universidades estadounidenses: campo de batalla


El paquete militar de Estados Unidos y las tendencias a una nueva guerra mundial


El Congreso aprobó un desembolso multimillonario de fondos para Ucrania, Taiwán e Israel

 Finalmente, el Congreso de Estados Unidos aprobó un paquete de ayuda militar para Ucrania, luego de meses de bloqueo de los republicanos trumpistas. El propio Trump ya había allanado el terreno al virar su planteo de que cesen las donaciones a Ucrania y se le otorguen préstamos. Un “paga dios” similar a la donación. 
 El paquete finalmente votado se conforma de “61.000 millones de dólares en ayuda militar para Ucrania, otros 26.400 para Israel y 8.100 para Taiwán” (France 24, 24/4). En el caso de Israel, en teoría, una parte del desembolso es para “ayuda humanitaria” hacia Gaza; se trata de una pantalla para cubrir el apoyo al genocidio contra el pueblo palestino, que ha desatado campamentos estudiantiles de protesta por todo Estados Unidos. En el caso de Taiwán, el objetivo evidente del desembolso es seguir tejiendo un cerco contra China. 
 La ley vino con otra para autorizar la confiscación de activos rusos en Estados Unidos, otro apriete yanqui contra Europa, dado que la mayoría de los 300 mil millones de dólares de activos rusos congelados se encuentra allí y, porque, de contraponer Rusia medidas asimétricas, la mayoría de los 280 mil millones de dólares en activos confiscables en Rusia, son de Europa. 

 El paquete 

 Sin dudas, se trata de un paquete de envergadura, pero, en contraste a los dos años y monedas de guerra, donde Ucrania recibió de Estados Unidos más de $100mil millones de dólares al año (una suma equivalente, también, a la que Estados Unidos destinó para cada año de ocupación en Afganistán), el monto esta vez resulta un 40% más bajo cuando se prorratean los meses de retraso.
 Jake Sullivan, vocero de Defensa de Estados Unidos, declaró que hace unas semanas, en secreto, el Pentágono transfirió una partida de misiles ATACAMS a Ucrania. El anuncio viene a linkearse con un reciente ataque ucraniano a Crimea, sobre una base área, que se cargó helicópteros y un sistema de defensa antiáerea (S-300 según los rusos, y S-400 según los ucranianos). Estados Unidos está preparando también un paquete por valor de 6 mil millones de dólares que incluirá sistemas de defensa aérea/misiles Patriot, proyectiles de artillería, drones, vehículos aéreos no tripulados y misiles aire-aire, que se instalarán en aviones de combate (Político, 25/4).
 Como se ve, y más allá de que al diseccionar el paquete de ayuda militar se aprecia que solo una parte menor del paquete llegaría a Ucrania (gran parte sería para reponer material ya enviado), lo cierto es que hay una clara dirección de la Otan en pos de estirar la guerra y salvar las papas calientes de un ejército ucraniano que está acumulando un colapso táctico tras otro. 
 En efecto, la burguesía de Estados Unidos ha cerrado filas con un compromiso inestable de apoyo militar a Ucrania, Israel y Taiwán. Se trata de un intento de Ucrania y la Otan para ganar tiempo en función de evitar un colapso ucraniano por lo menos hasta noviembre, cuando se realicen las elecciones norteamericanas. Biden no quiere llegar a las elecciones con un colapso ucraniano, del mismo modo que inició su mandato con un colapso en Afganistán. 

 Ley de movilización ucraniana 

Junto al paquete de ayuda de Estados Unidos (que se suma a los 51 mil millones de euros ya votados por la Unión Europea para entregar en los próximos tres años), Ucrania finalmente votó en la Rada Suprema la nueva ley de movilización general. La medida, que coloca al conjunto de la población mayor de edad como susceptible de ser reclutada, vino acompañado con la negativa a extender las visas a los hombres en edad militar (de 18 a 60) refugiados en Europa. 
 Se registraron movilizaciones masivas de refugiados ucranianos en los consulados de Polonia y otros países. Asimismo, se informa que Polonia está dispuesta a ayudar a Ucrania a devolver a los hombres en edad militar. “Cualquier apoyo es posible”, dijo Kosiniak-Kamysh, ministro de Defensa sobre cómo reaccionaría Varsovia si Kiev pidiera ayuda para traer a casa a quienes puedan perder el derecho a permanecer en Polonia después de que expiren sus pasaportes. (Reuters, 24/4). 
 En idéntico sentido a Polonia se han pronunciado otros gobiernos de Europa. ¿Cuál sería la moral de tropas de refugiados deportados y movilizados compulsivamente? Es algo que no pareciera importar para el gobierno de Zelensky y la Otan, ya que la consigna es “hasta el último ucraniano”. 

 Una vez más, la realidad del frente 

El frente de Advivka está claramente en un colapso táctico. Las Fuerzas Armadas de Ucrania se encuentran en una “situación desesperada”; en la región de Ocheretino los rusos han roto las defensas y están trayendo refuerzos, en esta zona tienen hasta 10.000 militares (Forbes, 26/4). “Es evidente que los ucranianos perderán varias aldeas en la dirección Ocheretinsky”. El grupo de las Fuerzas Armadas de Ucrania Tavria no tendrá más remedio que retirarse unos kilómetros al oeste y detenerse a lo largo de la nueva línea de defensa al suroeste de Ocheretino. 
 Pero la retirada “predeterminada” conlleva riesgos para las Fuerzas Armadas de Ucrania, ya que “podría llevar a la rendición de decenas de kilómetros cuadrados de territorio”. 
 “Peor aún, la retirada, si se hace mal, brindará a los rusos la oportunidad de redoblar sus ataques locales y lograr un segundo, tercer o cuarto avance que podría, como una reacción en cadena, desencadenar un colapso ucraniano más amplio”, escribe Forbes. Esta situación “es objeto de acalorados debates en Kiev”. Algunos creen que la culpa de esto la tiene la 115.ª Brigada, que no pudo resistir el ataque de las Fuerzas Armadas rusas. Otros dicen que el problema es que el equipo no tiene suficiente personal debido a una pausa en los suministros desde Estados Unidos.
 En otra nota anterior, del 25 de abril, Forbes analiza que el problema de la 115.ª es sistémico. La primera en sufrir tal fracaso fue la 67.ª brigada, que defendió Chasiv Yar, pero abandonó algunas posiciones. En la formación comenzó la “discordia interna dentro del estado mayor”, agrega. 
 Para colmo de males, reportan fuentes ucranianas que zapadores rusos han estado desminando la frontera norte de Sumy y Kharkiv desde Belgorod. Asimismo, se comunica que en esa dirección está apostado un nuevo grupo de ejércitos rusos, el “Grupo N” (Norte), que tiene unas 120 mil tropas de armas combinadas. 

 Perspectiva belicista 

Más allá de que Rusia conquistó más de 20 ciudades y poblados en su ofensiva táctica de invierno, lo cual es importante y está abriendo perspectivas operacionales para los de Putin, no hay que perder de vista que lo gravitante en una guerra de desgaste como la presente, no es la ganancia territorial sino la destrucción del enemigo, lo cual, dadas las bajas, la tasa negativa de reposición de tropas y la deserción ucraniana, está acercando la situación a un punto de inflexión. 
 Como se ve, el paquete de asistencia militar de Estados Unidos no le garantiza el triunfo en sus distintas aventuras militares por el mundo, pero seguramente viabilizará un mayor derramamiento de sangre de los pueblos, acentuando las tendencias a una nueva conflagración mundial, con el peligro cierto de una conflagración nuclear. 

 Facundo Miño

CGT colaboracionista: “la patria no se vende”, los derechos laborales y las conquistas sociales, sí


Para que no pase el paquete anti-obrero es necesaria una huelga general. 

 La burocracia sindical ha asistido con una pasividad excepcional a cuatro meses de confiscación histórica de salarios y jubilaciones. Se ha refugiado, como lo hizo bajo el gobierno de Fernández, detrás de paritarias, en su inmensa mayoría a la baja. Asistió con una impotencia calculada a una explosión inflacionaria inducida por el gobierno liberticida, que derribó el nivel de vida de millones de trabajadores. Lo vuelve a hacer ahora con el inicio de una ola de despidos, que sólo hasta febrero último, ha alcanzado 40 mil obreros. Lo desmienta Héctor Daer, el secretario general de la CGT, o no, es un hecho que pactó con los dos Caputo y con Nicolás Posse, el jefe de Gabinete, el uso discrecional de la homologación de los convenios, para neutralizar la posibilidad de una huelga de Camioneros. En estas condiciones, la patronal de Techint, que tiene a uno de los suyos como secretario de Trabajo, viene boicoteando la paritaria de la UOM, rama 21 de la siderurgia, cuyos obreros siguen cobrando los salarios de noviembre pasado.
 Con cara de piedra, el mismo Daer anunció que la concentración que convocó ayer, 1° de Mayo, le empató en concurrencia a la Marcha Universitaria, pero ni Página/12 se atrevió a ratificar que haya sido de 300 mil personas. Fue el 10 o 15% de ese número, perfectamente encuadrado, con transporte a granel, que no fue obstaculizado por el infame protocolo de Bullrich. Es cierto, por el contrario, que no defeccionó ninguna directiva de los sindicatos. De nuevo, con cara de piedra, negó cualquier pacto con el gobierno, pero no movió a un sólo activista para sitiar al Congreso dispuesto a aprobar la Ley Bases y el paquete fiscal – incluido el impuesto al salario. Incluso en este escenario, la burocracia cegetista se negó a levantar una tribuna, para evitar cualquier forma de agitación política que, incluso con un auditorio favorable, suscitara reclamos que la CGT no está dispuesta a cumplir, precisamente por su pacto con el gobierno. Héctor Daer es el máximo dirigente del sindicato de la Sanidad, por lo tanto, un ducho colaborador con los Bellocopit y la cámara de las prepagas y la medicina privada. En la pandemia ´logró´ que no hubiera ningún aumento de salarios y que se contratara personal sanitario en forma precaria, precisamente como lo ordena el capítulo laboral de la Ley de Bases. 
 La burocracia de la CGT, encerrada en su despacho, utilizó el 1° de Mayo para hacer ostentación de su condición de colateral del Partido Justicialista y de la Unión Patriótica, y partera de la candidatura de Kicillof para las eventuales elecciones de 2027. Sentó en su mesa al gobernador bonaerense, a Espinoza de la Matanza, a Ferraresi de Avellaneda y a nadie de la camarilla de Máximo Kirchner. Desde el punto de vista de los intereses de los trabajadores, centrar la jornada del 1° de Mayo en la interna peronista es una provocación. Lo reforzó Pablo Moyano al señalar que los abanderados de Evita y de Perón estarán siempre contra la Reforma Laboral, luego de los cuatro años de gobierno de los Fernández, que llevaron la flexibilidad laboral y la precarización a niveles históricos record – con el apoyo de él mismo. Con la bandera de Evita y de Perón, Carlos Menem debutó con una reforma laboral y con la privatización del sistema previsional, que la burocracia y hasta el Partido Comunista aprovecharon para armar o integrarse a las AFJP. 
 En el Día Internacional de lucha de los Trabajadores, la ‘famosa’ CGT no se pronunció contra la guerra mundial imperialista en desarrollo, ni contra el estado sionista y la masacre que ejecuta, junto a la OTAN, contra la población palestina. Ni cuando tiene enfrente a un gobierno que apoya a muerte esa guerra imperialista y esa masacre. El objetivo último de toda guerra imperialista es reforzar la esclavización de la clase obrera por parte del capital. Es la única salida del capital a la decadencia histórica del capitalismo y sus contradicciones insuperables. 
 La CGT ‘que supimos conseguir’ se distingue de las centrales sindicales colaboracionistas del resto del mundo, en que tiene a la colaboración de clases como doctrina oficial. Por eso se encubrió ayer con el slogan “La Patria no se Vende”, luego de una historia de colaboracionismo con cualquiera de los gobiernos ‘vendepatrias’ del último medio siglo. ¿La Patria no se Vende, pero los derechos de los trabajadores frente al capital y al estado capitalista, SÍ? En manos de la burocracia y del peronismo patronal, ese slogan carece de contenido anti-imperialista, sólo busca poner a la clase obrera y a la patronal nativa en el mismo campo político. 
 Página/12 informa hoy que LLA, el grupejo liberticida, tiene la mayoría de votos para aprobar las Bases y el paquete fiscal en el Senado. Sólo una acción vigorosa, incluso histórica, de los trabajadores podría impedir que se conviertan definitivamente en ley. La burocracia, sin embargo, se aferra a otro procedimiento – a que ambos proyectos sufran alguna modificación que los devuelva a Diputados, donde la reafirmación de esos proyectos requeriría los dos tercios de los votos. El Sindicato del Aceite (SOEA) ha levantado la huelga indefinida contra la Reforma Laboral y el Impuesto a los salarios, a la espera de la fecha en que sean tratados en el Senado. Son numerosos los sindicatos afectados por el paquete fiscal – petroleros, gran parte de las ramas del transporte, bancarios o incluso la UOM. La posibilidad de que las patronales absorban el impuesto son inciertas, o más bien nulas, y también precarias. La Confederación Sindical del Transporte (uno de sus sectores), tiene previsto un paro parcial para el lunes 6 de mayo. Estas acciones vacilantes y dispersas, serán un acicate para que los bloques del Senado aceleren el tratamiento de los proyectos aprobados en Diputados, y poner fin a la crisis. 
 Daer ratificó ayer el paro nacional de 24 horas para el 9 de mayo, que la CGT anunciara hace un mes. Es un acto aislado, atado a la sesión del Senado, que incluso podría ser todavía levantado. El propósito de la burocracia es que sirva de otra cortina de humo. Su ‘éxito’ dependería en gran parte de la adhesión del transporte urbano. 
 Hace décadas que la CGT es una “gran organizadora de derrotas”. Es necesario que la nueva generación de activistas arribe a esta conclusión, como lo hizo la que lanzó el Cordobazo, que se extendió por dos años, a partir de 1969, con nuevos levantamientos populares. O como lo hicieron de nuevo cuando enfrentaron el Rodrigazo del gobierno peronista con una huelga general dirigida por las Coordinadoras Obreras, contra el colaboracionismo y la pasividad de la CGT de Lorenzo Miguel.

 Jorge Altamira 
 02/05/2024

jueves, 2 de mayo de 2024

Chile: crimen y provocaciones en el sur


El sábado 27 de abril fueron encontrados muertos tres carabineros en la región de la Araucanía, en el sur de Chile. Habían sido baleados y luego quemados dentro de su patrullero. 
 La policía chilena detuvo a tres personas por no tener su documentación personal al momento de requerírseles en un control y les atribuyen el hecho. Medios políticos y policiales apuntaron de inmediato contra la comunidad mapuche Arauco Malleco, de fuerte presencia en la zona, aunque no hubo reivindicación del atentado. Boric calificó el hecho como un atentado terrorista. Pero los medios periodísticos informan también que se registra una presencia creciente de mafias dedicadas al contrabando de madera y drogas.
 La Araucanía, en el sur de Chile es una región de profundo conflicto que el régimen no puede resolver. Poderosos intereses forestales colisionan con la población mapuche que viene siendo ininterrumpidamente desplazada desde la colonización en 1850.
 Tendenciosamente se sugiere que el ataque sucede la misma semana en que la justicia declaró culpable de “usurpación violenta de predio”, hurto y “atentado contra la autoridad” a Héctor Llaitul, líder de la Coordinadora Arauco-Malleco, uno de los grupos que se atribuyó asaltos incendiarios en el pasado. Llaitul podría recibir hasta 25 años de cárcel en una sentencia que se dictará el 7 de mayo. 
 El presidente Boric decretó el toque de queda desde las 0 horas a las 7 en la región. El ex candidato derechista José Antonio Kast exigió la declaración de estado de sitio en todo el país, así como la renuncia de varios miembros del gabinete.
 En 2021 Piñera decretó el estado de emergencia de toda la zona de la Araucanía. Boric, cuando asumió el cargo de presidente en marzo del 2022, había prometido levantar ese estado de excepción. En su opinión, sólo escalaba el conflicto. En el inicio de su gestión, Boric retiró a los militares desplegados por Piñera, pero dos meses después ordenó su regreso. Desde entonces mantiene la región militarizada. 
 El conflicto mapuche con la industria forestal es de larga data. El Estado perpetúa el conflicto al apoyar a los empresarios forestales, lácteos y agrícolas y culpar a los mapuches por sus acciones de defensa de sus territorios. La Araucanía tiene el mayor índice de pobreza del país. 
 La ministra de Seguridad argentina Patricia Bullrich envió sus condolencias por las muertes de los tres carabineros a sus pares chilenos. Días antes había denunciado la presencia de células de Hezbollah en territorio chileno, mediante información que habría obtenido de la agencia de inteligencia israelí, el Mossad. 
 Bajo las órdenes de Bullrich, durante el gobierno de Macri, fueron asesinados Santiago Maldonado en Chubut y Rafael Nahuel en Villa Mascardi. Ahora, como integrante del gobierno de Milei impulsó la extradición Facundo Jones Huala que completará su condena dictada por la justicia chilena. También celebra las detenciones de Gonzalo Coña, herido en el desalojo de Villa Mascardi y Matías Santana, compañero de Santiago Maldonado . “Basta de terroristas disfrazados de mapuches” expresa. Hay una campaña de provocaciones a ambos lados de la Cordillera, en favor de intereses capitalistas poderosos. 

 Elena Florín
 01/05/2024

Estados Unidos: policía y bandas sionistas atacan a los piquetes universitarios


El gobierno de Joe Biden se ha puesto al frente de la ofensiva contra los estudiantes norteamericanos que defienden la causa palestina y denuncian la complicidad de su gobierno con el genocidio en Gaza y Cisjordania. Orillando el ridículo, Biden declaró mayo como “el mes del Patrimonio Judío Estadounidense” y afirmó “el antisemitismo no será la historia de nuestro tiempo”, mientras la policía detenía a unos 300 miembros de una organización antisionista, la Jewish Voice for Peace (Voz Judía por la Paz) que celebraban un seder de Pesaj frente a la casa del jefe del bloque demócrata en el Senado, Chuck Schumer. En la mayoría de las universidades, estudiantes y organizaciones judías codirigen la rebelión de los campus contra el genocidio sionista. No hay cómo imputarles antisemitismo.
 En la noche del lunes, la policía de Nueva York, entrenada por la policía israelí, del mismo modo que la de Buenos Aires, Santa Fe y tantas otras de la Argentina, desalojó brutalmente el Hamilton Hall del campus de Columbia, que los estudiantes habían ocupado y rebautizado Hind Rajab, un nene de seis años asesinada junto con su familia en Gaza. Durante medio siglo, los estudiantes se han atrincherado allí en sus grandes combates contra la guerra de Vietnam y el apartheid en Sudáfrica. Las autoridades habían cerrado el campus por completo, incluso para la prensa, y había anunciado que comenzaría la expulsión de quienes permanecieran allí. 
 Por otra parte, grupos sionistas presentaron una demanda colectiva contra los administradores de Columbia por no desmantelar el campamento y “negar así a los estudiantes judíos un entorno seguro para el aprendizaje”, hecho desmentido por infinidad de testimonios de alumnos judíos. 
 Los demócratas también pidieron el desalojo. El lunes, una delegación de demócratas del Congreso, que incluía al líder de la mayoría de la Cámara de Representantes Steny Hoyer y al líder de los juicios políticos contra Trump, Adam Schiff, envió una carta al Consejo Directivo de la Universidad de Columbia exigiendo que tomaran medidas contra los estudiantes o renunciaran: “El tiempo para las negociaciones ha terminado, el tiempo para la acción es ahora”, amenazaron. 
 Al desalojo de Columbia “siguieron refriegas, detenciones y se cancelaron clases en al menos 25 campus de 21 estados del país” (CNN 1/5). En Los Angeles el campamento de la UCLA fue atacado durante la noche con bombas incendiarias y a palazo limpio por una patota con banderas de Israel ante los ojos de la policía, que se limitó a filmar el ataque. Horas después, desalojaron a los estudiantes. La UCLA “prefiere vernos muertos a desinvertir” en las empresas israelíes, denunció después un comunicado el People's City Council, el colectivo de organizaciones que sostenía el campamento de solidaridad con Palestina de la UCLA. “Fuimos atacados con garrafas de gas, gas pimienta, ladrillos y bombas incendiarias durante toda la noche”, dicen. 
 En la Washington University de Sant Louis, entre los detenidos está la candidata presidencial del Partido Verde, Jill Stein, una judía de 75 años, que aunque tiene un par de costillas averiadas enfrenta cargos por golpear a la policía, del mismo modo que un centenar de estudiantes. La revuelta estudiantil es tan virulenta que las autoridades académicas, atenazadas por el gobierno y el lobby sionista por un lado y por las exigencias de que respeten la libertad de expresión, solo creen que la llegada de las vacaciones puede descomprimir la situación. 
 Las protestas en todo el país develan un giro histórico de la juventud y amplios sectores “progresistas” que habitualmente votan al partido Demócrata. Esos estadounidenses “que abrazan la causa palestina como nunca antes, conjurando presiones políticas que podrían desafiar el apoyo bipartidista a Israel, establecido desde hace mucho tiempo” (CNN 1/5).
 Las protestas, además, “están inyectando un nuevo elemento incendiario en un año electoral que ya amenaza con llevar la unidad nacional a un punto de ruptura” y se han convertido “en el último punto álgido del debate interno demócrata sobre la guerra”.
 Donald Trump no pierde oportunidad de criticar la ineficacia de Biden para aplastar al movimiento estudiantil: "Tenemos que detener el antisemitismo que está invadiendo nuestro país en estos momentos, y Biden tiene que hacer algo", dijo a la cadena Fox. Trump es apoyado por grupos supremacistas blancos que afirman que los judíos están tratando de apoderarse de Estados Unidos. 
 Los republicanos de la Cámara de Representantes, que impulsaron las requisitorias a las autoridades académicas de las universidades y precipitaron la renuncia de las presidentas de Harvard y Pennsylvania, ahora han iniciado una investigación so capa de la discriminación a estudiantes judíos con el objetivo de impedir que sigan recibiendo subvenciones federales. El presidente de la Cámara de Representantes, Mike Johnson, prometió utilizar «todas las herramientas disponibles» para presionar a las universidades. Johnson estuvo acompañado por los presidentes de seis comités con jurisdicción sobre una amplia gama de programas gubernamentales, incluidas las becas de la Fundación Nacional de Ciencias, las becas de investigación sanitaria, los visados para estudiantes internacionales y el código fiscal de las universidades sin ánimo de lucro. Ya están citados a declarar en mayo los administradores de Yale, UCLA y la Universidad de Michigan (AP 1/5).
 “La verdadera cuestión es si los demócratas pueden volver a presentarse como la mano firme al timón”, dijo Dan Sena, un veterano estratega demócrata. “Cosas que crean un caos nacional como ésta hacen que eso sea más difícil de hacer”. 
 Las escaramuzas electorales fueron dejadas de lado la semana pasada, cuando republicanos y demócratas votaron juntos un proyecto de ley con un presupuesto descomunal que Biden promulgó el fin de semana pasado para financiar la guerra entre Estados Unidos y la OTAN contra Rusia, el genocidio en Gaza y el conflicto en desarrollo con China. 
 El programa de la guerra imperialista, como todas las que la antecedieron, tiene como condición indispensable cancelar los derechos democráticos de quienes se oponen a ella. Pasa en Nueva York, en París, en Berlín, en Roma.

 Olga Cristóbal
 01/05/2024