jueves, 26 de junio de 2025

Ted Cruz: odia el comunismo porque su padre fue torturado... ¡por Batista!


Trump-Netanyahu: “Hagamos la guerra para conseguir ‘la paz’”


Un “cese del fuego” para preparar nuevas guerras. 

 El así llamado “cese del fuego” se ha transformado en el Medio Oriente en el recurso preferido del Estado sionista para rubricar una rendición incondicional de sus adversarios, aunque no lleve ese nombre ni sea completamente tal, sino una tregua de duración indeterminada en detrimento del bando derrotado, en una guerra que tiene un alcance más amplio que el que están dispuestos a reconocer, en este caso Israel y el imperialismo norteamericano. La tregua alcanzada, luego de doce días de una guerra no provocada del Estado sionista contra Irán, tiene además un sello no habitual: el mediador es nada menos que el gobierno de Trump, que desató un bombardeo sin precedentes contra las tres instalaciones nucleares de Irán en las 48 horas antes de anunciar una propuesta de armisticio. 
El cese del fuego compromete, si se puede llamar así, a Israel y a Irán, pero no a Estados Unidos, que guarda las manos libres para cualquier clase de acción, sea abierta y especialmente clandestina. Una de las descontadas tareas que Irán ha anunciado para la etapa posterior a la tregua es una “limpieza” exhaustiva del aparato de infiltración de los servicios de espionaje de Israel en Irán, que le han permitido a Netanyahu ejecutar una cadena de asesinatos de científicos iraníes y de altos funcionarios militares, así como el transporte de artefactos para el armado de drones que han servido para inhabilitar a un número desconocido de arsenales del gobierno de Teherán. El cese del fuego que ha impuesto Trump se encuentra desnivelado por la enorme destrucción de activos militares de Irán a manos del Estado sionista; es un cese del fuego fuertemente condicionado. Como ha ocurrido en Gaza y luego en Líbano y Siria, Israel ha violado todos los ceses del fuego que ha firmado, con el pretexto de que sus enemigos se hallaban complotando una amenaza ‘inminente’ contra sus fuerzas armadas. Bajo el cese del fuego en Líbano, Israel ha bombardeado decenas de veces Beirut. No dejó de asesinar gazatíes en el caso del cese del fuego con Hamas, que finalmente canceló. Cuando se tiene presente el trabajo de engaño y desinformación practicado por Trump, para ocultar el inminente ataque no provocado de Israel, el 13 de junio, mientras fingía negociar un acuerdo nuclear con Irán, no cabe esperar de la tregua más que un espacio de tiempo para nuevas hostilidades. Lo mismo ocurrió cuando anunció que se tomaría dos semanas de tiempo antes de tomar cualquier decisión de intervención en la guerra, para no demorar más de 24 horas en descargar la furia de bombardeos ultrapesados del sábado 21 pasado. 
 En las horas siguientes al ataque norteamericano a Irán y el ‘cese del fuego’ subsiguiente, Trump reivindicó la importancia de la disuasión militar como medio para alcanzar la “paz”; de paso advirtió al resto del mundo que el Pentágono tenía el monopolio de la disuasión militar a nivel internacional. Bien mirado, no expuso un objetivo pacifista, sino de guerra permanente, por lo menos hasta alcanzar una paz imperialista de cementerios. Como ha ocurrido en todas las guerras mundiales precedentes, una legión de pacifistas se ha tragado sin masticar las promesas de Trump. 
 El cese del fuego viene acompañado de condiciones no escritas, ‘sopladas’ por los servicios a los medios de comunicación. Las tres más importantes son: no reanudar los trabajos nucleares; no recomponer los activos militares destruidos por los bombardeos; no movilizar a las fuerzas proiraníes en la región (un llamado a la rendición de Hamas). Israel no ha sido objeto de ningún condicionamiento. Un cese del fuego que exige el abandono de la resistencia a las matanzas en Gaza y al cese de la expulsión de palestinos de Cisjordania es, simplemente, una charada. La sola intención de reconstruir sus medios de defensa nacional, por parte de Irán, sería considerada causal para un nuevo ataque no provocado. En una declaración que pasará a la historia de la diplomacia y el derecho internacional como una vergūenza y una infamia, Alemania, Francia, Gran Bretańa e Italia han proclamado que el bombardeo norteamericano del infame fin de semana pasado “no viola la ley internacional”. Este es el principio fundamental de los imperialismos que prometen la paz duradera por medio de la guerra devastadora. 
 La prensa sionista de Israel discute ahora cómo traducir al largo plazo las victorias que habría obtenido Netanyahu a corto plazo. Mientras tanto, admite que el progreso nuclear de Irán ha sido retrasado sólo por algunos meses y que, otra admisión fundamental, los misiles iraníes han causado enormes daños a la infraestructura civil y militar de Israel. Sobre el final de los ataques contra Irán, la defensa antimisiles de Israel se habría debilitado seriamente –tanto la Cúpula de Hierro como el sistema Arrow (que debe detener los misiles que ingresan desde la atmósfera exterior)-. De acuerdo al diario Haaretz, la resistencia de Hamas, en Gaza, ha recobrado fuerzas, como lo muestran numerosas bajas israelíes. Trump y Netanyahu recurrieron al cese al fuego para ganar un espacio de tiempo; Trump enfrenta una crisis fundamental debido a la rebelión que ha desatado su política de expulsión ilegal de migrantes, que tiene el apoyo de la Corte Suprema. En este escenario, la consigna de una parte del ‘establishment’, tanto sionista como norteamericano, es aprovechar la destrucción propinada a Irán para que el régimen iraní colabore en alcanzar una ‘paz’ en Gaza. Luego del asesinato indiscriminado de casi cien mil gazatíes y del acorralamiento de la población en el sur de la Franja para facilitar su expulsión del territorio, la ‘paz’ señalada suena siniestra. Probablemente también se vuelva a un cese del fuego, pero solamente después de una liberación incondicional de los rehenes aun retenidos. La anexión de Cisjordania se encuentra totalmente fuera de la agenda. Para avanzar en la fuerza disuasoria militar que llevará al mundo a la “paz’, la OTAN se ha comprometido a gastar el 5 % del PBI de los Estados que la integran en el “rearme’ colectivo. Que la perspectiva es la guerra y no la paz obedece a que el control total del Medio Oriente, por parte del imperialismo, es una plataforma necesaria para la preparación de la guerra contra China, calificada por la OTAN como “el enemigo fundamental”. 
 Sea que fuere para mostrar una megalomanía, que sólo se apodera de los mediocres, o por otros dislates, la corporación Trump ha anunciado la intención de construir una megatorre en Tel Aviv. Así como se ha enriquecido con un u$smeme Trump, el magnate se propone estafar a quienes inviertan “en el pozo”. 

 Jorge Altamira 
 25/06/2025

miércoles, 25 de junio de 2025

Escalada de violencia política en EE.UU.


En las ciudades de Champlin y Brooklyn Park, al norte de Minneapolis, en el estado de Minnesota, un hombre disfrazado de policía y con máscara de látex atacó, con precisión militar, a dos matrimonios en sus casas, distantes 13 kilómetros una de otra. El hecho ocurrió en las últimas horas del viernes 15 o primeras del sábado 16 de junio. El sospechoso, que ya fue detenido, se llama August Vance Luther Boelter, tiene 57 años, y aparentemente utilizó un fusil de asalto tipo AK. En cuanto a las víctimas, Melisa Hortman y su esposo, Mark, perdieron la vida, en tanto John Hoffman y su esposa, Yvette, quedaron gravemente heridos. Dos hijos en el primer caso, una hija en el segundo, resultaron ilesos. Hortman y Hoffman revistan como legisladores en el Partido Demócrata. 
 En cuanto se confirmó la muerte de la legisladora, el gobernador Tim Walz salió a decir que se trató de “un asesinato político”. Ambos congresistas representaban al norte de Minnesota. Hortman, de 55 años, era la principal líder demócrata en la Legislatura estatal y colaboró en la aprobación de varias políticas sobre el derecho al aborto y la marihuana, entre 2023 y 2024. En tanto Hoffman, de 60 años, es senador por el Partido Demócrata y siempre se ha desempeñado en temas relacionados con los servicios para personas con discapacidad y las necesidades de niños y familias. 
 Vance Boelter, por su parte, el hombre detenido por los atentados, es un exfuncionario público de Minnesota, primero en la administración del gobernador Mark Dayton desde 2016, reelegido en 2019 por el gobernador Tim Walz, ambos demócratas. Su mandato terminó en enero de 2023. Está asociado con una empresa de seguridad, Praetorian Guard Security Services, donde su esposa, Jenny Boelter, figura como Directora Ejecutiva. A pesar del nombre rimbombante de la compañía y del alto cargo que opstenta la esposa de Boelter, a la agencia no se le conocen clientes y está registrada en el domicilio familiar. 
 Pero Boelter es, además, un exmilitar y pastor evangélico asociado al movimiento de Christian Nationalism y la New Apostolic Reformation. Fundó Revoformation Ministries y predicaba consignas antiaborto y anti LGTBQ, enmarcadas en una visión de “guerra espiritual”. Tras su huida, August Vance fue buscado por más de 40 horas en una cacería policial y del FBI. Lo capturaron en una zona rural de Sibley County, vestido con atuendo militar, tras ser identificado por vecinos. En el vehículo que usó para los atentados -camuflado como vehículo policial- se encontró una libreta con setenta nombres, que incluía políticos demócratas y figuras proderechos reproductivos. 
 Lejos de ser un lobo solitario, Boelter expresa un síntoma de un proceso de radicalización de la derecha político-religiosa en EE. UU., donde el nacionalismo cristiano articula odio ideológico, violencia política y utopía teocrática. El nacionalismo cristiano (Christian Nationalism) es una corriente político-religiosa que sostiene que Estados Unidos debe ser una nación explícitamente cristiana, donde las leyes, instituciones y autoridades se rijan por preceptos bíblicos. Rechaza el secularismo y propugna un “retorno” a los valores cristianos tradicionales. Es la base que utiliza la escritora canadiense Margaret Atwood para su conocida obra de ciencia ficción social, The Handmaid’s Tale (“El cuento de la criada”), trasformada en serie de televisión. Revoformation Ministries, por otra parte, el movimiento religioso fundado por Boelter, deja ver en la denominación una mixtura entre “revolución” y “reforma” para su idea religiosa en clave política (o viceversa), que deja atrás por varias vueltas a un Lutero aminorado. 
 El tiroteo tuvo lugar en medio de profundas divisiones políticas en Estados Unidos y grandes protestas contra las políticas de Trump. El trumpismo (no nos referimos solamente al movimiento político que propugna el magnate, sino a la dinámica social, en sentido amplio, que impulsa) es un crisol donde arde una miríada de episodios de violencia política. No aludimos, por caso, a confrontaciones en las calles, entre trabajadores y fuerzas policiales o la Guardia Nacional, ni siquiera a la explotación y los abusos del poder que llevaron a estas confrontaciones, como las que hemos visto en California en estos días. Hablamos, en cambio, de episodios puntuales, donde atacantes individuales o grupales -pero por fuera de la clase obrera movilizada por la agresión contra sus condiciones de vida- atacan a individuos, grupos, comunidades enteras y también infraestructura simbólica o funcional como edificios públicos, religiosos o de servicios como salud, transporte, comunicación, etcétera. Desde Lincoln, probablemente, ha habido en la historia norteamericana una cantidad considerable de este tipo de ataques, pero ciertos estudios arrojan que han aumentado en cantidad con el ascenso político de Donald Trump, donde 2017, el año de su primera asunción como presidente, parece ser un año distintivo.
 Por supuesto ha habido violencia política antes de la llegada de Trump a la Casa Blanca, incluso extrema, pero era menos frecuente, más marginal y menos centrada en la política partidaria inmediata que la que se registra a partir de enero de 2017, con antecedentes en 2016 (otros estudios registran el inicio del alza de atentados en ese año), y las amenazas contra funcionarios electos eran mucho menos intensas y más fáciles de controlar. Veamos algunos datos:

 Incremento de amenazas a miembros del Congreso

 En 2017 se registraron 3.939 casos investigados por la Policía del Capitolio. Para 2021, esta cifra había ascendido a 9.625 -un aumento de más del doble– y se mantuvo alta en 2022 (7.500) y 2023 (8.000) (counterterrorismgroup.com, tampabay.com).

 Más ataques terroristas motivados por razones partidarias

 Entre 2016 y abril de 2024 ocurrieron alrededor de 21 ataques o planes violentos dirigidos a funcionarios o lugares gubernamentales por motivos partidarios, frente a solo dos incidentes en los 20 años previos (csis.org). Otra fuente eleva esa cifra a 25 casos entre 2016 y 2025, con una marcada mayoría de origen extremista de derechas.

 Creciente normalización del discurso violento 

 Encuestas indican que, aunque una minoría apoya directamente la violencia política, el porcentaje subió del 7 % al 20 % desde 2017, reflejando una erosión de las normas pacíficas (reddit.com, theguardian.com). El número de amenazas procesadas por los tribunales federales pasó de un promedio de 38 por año (2013-16) a 62 por año entre 2017 y 2022 (nolabels.org). 

 Atentados de alto perfil 

 Entre 2022 y 2023 hubo múltiples episodios: intentos de asesinato contra Trump (en julio de 2024; en septiembre, un segundo intento fue abortado en un campo de golf del multimillonario, cuando un francotirador escondido entre arbustos fue interceptado sin disparar, y en julio del año siguiente fue desbaratado otro plan para matarlo, sin que llegara a la fase de intento) y Pelosi (2022); ataque incendiario a la casa del gobernador Josh Shapiro (2022); intento de toma y violencia en oficinas de campaña demócrata (Arizona 2022) (npr.org). 
 Es necesario aclarar que la gran mayoría de los ataques que estamos comentando entran en lo que el FBI y el Departamento de Justicia consideran “terrorismo doméstico”. Ahora bien, también hay que aclarar que la definición no hace hincapié en la nacionalidad del atacante, sino en la de quien lo dirige; vale decir que si un norteamericano cometiera un atentado bajo las órdenes o los planes de una organización foránea, sería considerado un acto de terrorismo internacional. Sin embargo, lo relevante en el análisis presente es que en el 95 % de los casos se trata de ataques de nativos contra nativos, en razón de violentas discrepancias políticas: supremacistas blancos contra afroamericanos, judíos, latinos o el Estado; milicias antigobierno contra funcionarios electos; antiabortistas contra clínicas; grupos de izquierda radical contra instalaciones policiales o símbolos de derecha (casos mucho menos frecuentes); etcétera. 
 Por otro lado, dejamos aparte la ocupación del Capitolio del 6 de enero de 2021, porque representó un fuerte salto cualitativo en la crisis política. Fue la primera vez en la historia moderna de EE. UU. que una turba (más de 1.200 personas fueron arrestadas: una cifra inusitada en la “democracia” norteamericana), en gran medida armada, motivada políticamente y alentada por el propio presidente en ejercicio, irrumpió en el Congreso con la intención explícita de frenar una transición democrática. Vale decir: un golpe de Estado. Trump, que no aceptaba la derrota electoral y que había incitado directamente a la sedición, no sólo no condenó el ataque en tiempo real, sino que lo minimizó después, consolidando un precedente de validación presidencial de la violencia y/o la asunción de parte de mucha gente con opinión heterogénea respecto de que la violencia explícita es un recurso legítimo, cuando no el único, para salir de contradicciones. 

 Ceferino Cruz
 23/06/2025

martes, 24 de junio de 2025

El ataque a Irán no fue sólo obra de Israel con la “ayuda” de Estados Unidos


Cómplices europeos y árabes de la escalada imperialista en Medio Oriente. 

 Hay varios indicios que dan cuenta de que el ataque israelí contra Irán contó con un armado internacional de mayor alcance. 
 En primer lugar está el claro papel de los Estados Unidos quien en los días previos le dio falsas garantías a Irán de que las negociaciones por el desarme nuclear iraní transcurrirían sin acciones bélicas por parte de Israel. Hoy muchos medios dan como un hecho que Trump, no solo no fue sorprendido por los ataques, tal como él mismo terminó admitiendo, sino que dio las ubicaciones de los negociadores para que fueran ejecutados igual que los científicos y los altos mandos iraníes. 
 Más allá de los supuestos deseos de Trump de quitarle a Estados Unidos su papel de gendarme mundial -tal como prometió en campaña- las internas al interior del gobierno y la dinámica de la crisis imperialista mundial determinan sus acciones. 
 Un papel semejante pero que no tuvo tanto protagonismo cumplieron los países árabes al establecer reuniones de supuesto acercamiento con Irán.
 Días antes de la ofensiva israelí el responsable de la Defensa saudí, Khalid bin Salman se reunió con el líder de la República Islámica de Irán, Seyed Ali Jamenei, para discutir un supuesto acuerdo bilateral de defensa, lo cual resulta inverosímil sabiendo que tanto Emiratos árabes como Arabia saudi tienen acuerdos con Israel en su conflicto con los hutíes en Yemen -conflicto proxy con Irán-. 
 Son todas maniobras que apuntaron a bajar la guardia del gobierno iraní, pero son armas de una sola bala que mellan la credibilidad de los implicados.
 A pesar de haber firmado una declaración junto con todos los países árabes “condenando el ataque israeli a una nación islámica” Jordania colabora desde el primer día directamente con el régimen genocida derribando los drones y los misiles iraníes que vuelan por su espacio aéreo.
 Por su parte, Arabia Saudita proporciona datos de radar y tolera el acceso israelí a su espacio aéreo, especialmente en la parte norte del país. 
 Bastó que Irán ejerciera su derecho a defensa atacando las bases militares norteamericanas para que se corriera aún más el velo entre los países árabes. Respaldándose en que una de esas bases está en Qatar, Jordania y Arabia Saudí repudiaron el ataque y declararon “el despliegue de todos los medios para apoyar a Qatar en todas las medidas que adopte”, en una demostración de que están impacientes de encontrar una excusa para entrar en el conflicto. Otros países árabes también repudiaron el ataque, aunque sin tanta efervescencia. Uno de los casos más lamentables es el de la Autoridad Palestina que condena el ataque a las bases militares del país que pertrecha al genocida de su propio pueblo. No se puede esperar otra cosa del guardiacárcel del gueto en que se está convirtiendo Cisjordania. 
 A todos ellos en el pasado los tuvo sin cuidado que Qatar infringiera su propia soberanía y pusiera en riesgo a la región al aceptar bases militares yanquis y británicas en su territorio, de la misma manera que también lo hicieron Emiratos árabes y Arabia Saudí. 
 Por el contrario, el que le bajó el precio al ataque fue el mismo Donald Trump quien declaró que no hubo víctimas yanquis debido a que el mismo Irán le había dado aviso previo. 

 La OIEA

 A criterio del régimen iraní, el que también cumplió su función fue el argentino Rafael Grossi, el director general del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA). 
 El régimen de Teherán consideró que la reciente publicación de un informe del OIEA, en el que se detallan aspectos sensibles de su programa nuclear, fue funcional para que la comunidad internacional apoye la ofensiva israelí. Según el informe, Irán contaba con suficiente uranio enriquecido como para crear, luego de un proceso, una bomba nuclear. Ahora Grossi está de gira por los medios alertando que todo el Tratado de No Proliferación Nuclear está en peligro y aclarando que Irán no tiene armas nucleares, pero la guerra ya estalló. 

 Reino Unido

 Otro actor que tiene una actuación velada es Reino Unido. 
 La semana pasada la Armada iraní interceptó a un destructor de Reino Unido que navegada en el mar de Omán hacia el Golfo Pérsico, para apoyar a Israel, y le obligó a cambiar de rumbo con drones.
 Los aviones israelíes se abastecen y refugian en las bases militares que Reino Unido tiene en Chipre, y, para algunos analistas, el ataque de drones israelíes que salieron desde el propio territorio iraní en camiones es muy semejante al ataque que sufrieron las cuatro bases aéreas rusas desde dentro de su propio territorio, también desde camiones, -por drones que se suponen de fabricación ucraniana pero que el gobierno ruso denuncia que contaron con apoyo y planeación británicos-. 
 Por lo tanto, toda la pantomima británica previa sobre sanciones a instituciones y personas vinculadas a grupos de colonos, la suspensión de las relaciones comerciales con Israel y el llamado al embajador por una supuesta condena al genocidio palestino, solo tuvo como objetivo levantar una cohartada para llevar adelante, solapadamente, el apoyo militar pleno a Israel. 
 Escalado el conflicto, Reino Unido reforzó su presencia militar en Chipre con el envío de aviones de combate Typhoon y aviones cisterna Voyager. 
 Esta confabulación internacional contra Irán es solo un eslabón de la guerra imperialista que tuvo como escalones necesarios el cambio de régimen en Siria, el genocidio palestino y los ataques terroristas contra Hezbolla. De momento, el anhelo imperialista de cambio de régimen en Irán está siendo detenido por el rechazo popular que genera el ataque sionista y que se expresa en movilizaciones multitudinarias en Teherán a pesar de la crisis económica y el recrudecimiento de la represión interna del régimen de los ayatolá. 

 Aldana González 
 24/06/2025

Tras el ataque de Trump a las centrales iraníes


Abajo la agresión sionista e imperialista contra Irán, Palestina, Siria, Líbano y Yemen
 Estados Unidos atacó tres instalaciones del programa nuclear iraní 

El ataque de las fuerzas norteamericanas contra las instalaciones nucleares de Natanz, Fordo e Isfahan marcó un involucramiento directo de la Casa Blanca en la agresión contra Irán y agudiza el riesgo de una guerra de características regionales. Teherán respondió con una andanada de misiles sobre Israel, que había iniciado la agresión sobre territorio persa el viernes 13, y este lunes 23 atacó la estratégica base militar yanqui en Al Udeid, ubicada en Qatar. Hace apenas un mes, Trump se había llevado el compromiso de las autoridades qataríes de invertir 38 mil millones de dólares para mejorar la infraestructura de este lugar donde hay 8 mil soldados estadounidenses desplegados. 
 Tras el ataque, Trump planteó en sus redes sociales: “No es políticamente correcto utilizar el término ‘cambio de régimen’, pero si el actual régimen iraní es incapaz de hacer a Irán grande de nuevo, ¿por qué no habría un cambio de régimen?”. Pero avanzar en esa dirección podría implicar la apertura de un largo conflicto, como en Irak a comienzos de siglo. ¿Cuál sería la diferencia esta vez? El vicepresidente J.V. Vance no dejó muy tranquila a la prensa con su respuesta. “La diferencia es que entonces teníamos presidentes tontos y ahora tenemos un presidente que realmente sabe cómo cumplir los objetivos de seguridad nacional de Estados Unidos”. 
 En Estados Unidos se ha disparado otra polémica, que gira en torno a si Trump tiene facultades constitucionales para lanzar unilateralmente la guerra contra Irán, o si debería pedir autorización al Congreso. Pero fuera de esta objeción, no se conoce ninguna crítica de fondo de los popes del Partido Demócrata al ataque a las instalaciones nucleares iraníes. El líder de los demócratas en el Senado, Chuck Shumer, había respaldado públicamente los ataques israelíes del viernes 13 contra Irán. Además, recordemos, el expresidente Joe Biden fue uno de los principales soportes de la ofensiva genocida del sionismo contra el pueblo palestino. 
 El ataque estadounidense contra las centrales iraníes involucró a 125 aviones y bombas GBU-57, las llamadas “anti-búnker”, con capacidad para destruir instalaciones subterráneas, una característica con la que no cuenta la aviación israelí. Aún no es claro el daño que pudieron producir estos ataques. Las autoridades yanquis aseguran que fue demoledor, y el titular del Organismo Internacional de Argentina Atómica (OIEA), el argentino Rafael Grossi, lo calificó como “muy significativo”, aunque no faltan fuentes que relativicen esas afirmaciones. Hasta aquí, Irán había logrado enriquecer uranio al 60%.
 La Casa Blanca exige una capitulación total de Teherán: desmantelamiento completo del programa nuclear, de su plan misilístico y el cese del apoyo a Hezbollah y otros grupos armados de la región. Por ahora, el gobierno iraní dice que no se sentará a negociar si no cesan primero los ataques armados. Entre las cartas con que cuenta Teherán, más allá de los ataques militares, figura un potencial cierre del estrecho de Ormuz -una importancia vía comercial-, que según las agencias informativas podría llevar el precio del barril de petróleo por encima de los 100 dólares. 
 Los ataques contra Irán han vuelto a dejar en un segundo plano la situación en Gaza, donde decenas de personas siguen siendo asesinadas cada día a manos del ejército israelí, muchas de ellas ejecutadas a quemarropa en el intento de adquirir asistencia alimentaria, que no ingresa al territorio costero debido al bloqueo israelí iniciado en marzo.
 El ataque en curso contra Irán se inscribe en una agresión de carácter general que incluye también a Palestina, Siria, Líbano y Yemen. El sionismo y el imperialismo buscan remodelar el Medio Oriente a su conveniencia. Como en ocasión de la guerra de Irak, en 2003, necesitamos repetir las movilizaciones masivas que repudiaron la guerra imperialista. En Argentina ya se están preparando movilizaciones.

 Gustavo Montenegro

domingo, 22 de junio de 2025

Cristina Kirchner, “rigurosamente vigilada”


La guerra imperialista llega a las calles del barrio de Montserrat. 

 La cuestión de las condiciones de detención de Cristina Kirchner ha vuelto a levantar temperatura en las últimas horas. Los fiscales de la causa Vialidad, Diego Luciani y Sergio Mola, denunciaron como “improcedente” una visita de la intendenta quilmeña Mayra Mendoza a la expresidenta y apelaron el permiso otorgado por el juez Jorge Gorini para que la expresidenta se asome al balcón. El Tribunal Oral (tres jueces) ha determinado que, con excepción de algunos familiares, abogados o médicos personales, las visitas deberán contar con un permiso judicial. Es una exigencia que supera las condiciones generales de la prisión domiciliaria -los genocidas de la dictadura gozan de visitas irrestrictas e incluso de salidas-. Es una medida de incomunicación política, a despecho de una larga tradición histórica de agitación y propaganda política ejercidas desde la cárcel. Este ensañamiento fue precedido por la colocación de la tobillera electrónica a la detenida. Hay una presencia permanente de fuerzas federales en las inmediaciones del edificio de la calle San José. 

 En la picota 

Sobre la expresidenta penden varias causas judiciales; algunas en conexión directa con la de Vialidad. Es el caso de la causa Hotesur-Los Sauces, donde se pretende probar ‘retornos’ pagados por Lázaro Báez, el designado como “testaferro” de la familia Kirchner para las obras viales, a través de la contratación de servicios de los hoteles de Calafate. La otra causa, “Cuadernos”, apunta a una red de “retornos” por obras públicas realizadas por la gran “patria contratista” de la burguesía. Aquí, Cristina Kirchner se encuentra imputada como presunta jefa de una asociación ilícita. El sobreseimiento o la conversión de varios de los empresarios imputados a la condición de “colaboradores de la causa” “arrepentidos” -como Ángelo Calcaterra, el primo ‘del alma’ de Mauricio Macri-, anticipa hacia dónde se dirigirá el dedo acusador. 
 Con menos prensa, pero muy superiores implicancias políticas, se encuentra la causa que se le sigue a Cristina por la firma del “Memorándum con Irán”. Es el acta que suscribió el gobierno de CFK en 2013 con aquel país para interrogar, en Teherán, a personeros del régimen iraní presuntamente involucrados en el atentado a la AMIA. El memorándum fue aprobado por el Congreso argentino, pero nunca lo refrendó el parlamento iraní. La acusación fundamental reposa en que el Memorándum implicaría el cese de las órdenes de detención –“alertas rojas”- de Interpol contra los iraníes acusados. Pero Interpol lo desmintió y señaló que tales “alertas” nunca fueron suspendidas. La acusación de “traición a la patria” contra Cristina, que Milei refrendó en el reportaje que brindó anoche a LN, viene cruzada con la causa de la muerte del fiscal Nisman. 
 Milei ha reflotado la cuestión del memorándum en medio del agravamiento de la guerra internacional y de la escalada de Netanyahu contra Irán, con la complicidad de Trump y de la “democrática” Unión Europea. En el reportaje, el presidente argentino presentó al criminal de guerra Netanyahu como un “hidalgo”, en abierta apología del genocidio. Días antes, y a través de un comunicado oficial, el gobierno argentino respaldaba las incursiones militares de Israel contra Irán y denunciaba que uno de los oficiales iraníes mencionados en la causa AMIA acababa de ser ascendido al alto mando de la Guardia Revolucionaria iraní. El gobierno liberticida ha metido a fondo la cuestión de la guerra internacional en la crisis política interna, desmintiendo a todos aquellos para quienes la guerra es un asunto ‘exterior’, sin conexión con la guerra social y política que se libra contra las masas en Argentina. Asociando al kirchnerismo con el “eje internacional del mal”, Milei apunta a librar una lucha política abierta para crear un polo fascista en la clase media, que no tiene hoy.

 Prisión perpetua 

La seguidilla de causas, y en particular la que se relaciona con el Memorándum, puede terminar en una sumatoria de condenas que equivalga a una prisión a perpetuidad. Ese horizonte está presente en la camarilla de fiscales y jueces que le dictó la condena y que hoy administra su detención. El régimen legal vigente sobre condiciones carcelarias -desde la selección de las visitas hasta las eventuales salidas- las relaciona con el tipo de condena recibida. En ese sentido, la tobillera y las restricciones descuentan un agravamiento de las penas por venir. Con el desarrollo de la guerra internacional, una condena a Cristina por el Memorándum nunca ejecutado con Irán sería funcional a la guerra de Netanyahu y Trump, después de tres décadas de encubrimiento del Estado argentino tanto al atentado a la AMIA como al perpetrado contra la embajada de Israel. En este último caso, la intervención y responsabilidad de la Corte ha terminado archivada.
 La anunciada visita de Lula a CFK probablemente tenga que ver con este cuadro político –una extensión de la pena hasta equivaler para Cristina a una perpetua-; el brasileño, por su parte, pelea por una condena contra Bolsonaro por tentativa de golpe de estado. Pero Trump quiere la cabeza del juez Alexandre de Morais, que dirige la causa contra el golpista brasileño.
 La expresidenta no pronunció una sola palabra de condena del genocidio palestino ni de la guerra contra Irán, probablemente por los temores a un agravamiento de su situación judicial, pero ello no excusa el silencio del conjunto del kirchnerismo y del peronismo; “la tercera posición” ni se hizo ver. La cuestión judicial, en uno y otro país, así como en varias otras regiones, desde Estados Unidos a Tierra del Fuego, son una expresión de una crisis de conjunto que amenaza con explotar. Las violaciones judiciales y constitucionales en el país de Trump tienen un carácter masivo. 
 A la luz de este cuadro, es muy claro que las tobilleras, los permisos y las condiciones carcelarias no son una anécdota. Los límites del kirchnerismo y de su jefa para abordar esta crisis general son insuperables; en su discurso del miércoles, solo atinó a crear la expectativa de un estallido de la política económica, con la esperanza de que “ya me van a venir a buscar”. 

 Marcelo Ramal
 20/06/2025

miércoles, 18 de junio de 2025

martes, 17 de junio de 2025

Trump y Netanyahu lanzan una guerra para acabar con Irán y rediseñar el mapa político del Medio Oriente


El peligro de un ataque atómico ‘selectivo’. 

 El ataque salvaje, demoledor e ininterrumpido desatado por las Fuerzas Armadas de Israel contra la República Islámica de Irán no tiene el propósito exclusivo de destruir las instalaciones donde se procesa el enriquecimiento de uranio y evitar la producción de un artefacto nuclear. El bombardeo con misiles a estos refugios subterráneos ha sido hasta ahora un fracaso y conlleva el peligro de producir un contagio radioactivo generalizado. La prensa coincide en que Israel no tiene los recursos tecnológicos militares para alcanzar ese objetivo, o sea las cargas explosivas y los medios de transporte. Para eso necesitaría el concurso de los Estados Unidos, que posee esas cargas de más de 13 toneladas y los B-2 con capacidad para evitar su detección. Es precisamente esta una de las razones por las que Netanyahu ha reclamado a Trump una participación directa conjunta en el ataque. El propósito excluyente de la guerra iniciada contra Irán tiene el objetivo estratégico de imponer una rendición política y militar incondicional del régimen de los Ayatollah, y la instalación de un gobierno obediente a los objetivos del imperialismo mundial. Numerosos observadores han destacado, con absoluto realismo, que el ataque obedece a la oportunidad estratégica abierta para Israel, que ha diezmado a las direcciones de Hizbollah y Hamas; avanzado, con total impunidad, con la “limpieza étnica” en Gaza y las expulsiones de palestinos en Cisjordania; derrocado al régimen de Bashar al Assad y ocupado el sur del Líbano y la mitad de Siria; y haber destruido buena parte de la defensa aérea de Irán en los ataques ‘ensayo’ de abril y octubre del año pasado. Inversamente, el objetivo estratégico de esta escalada militar ha sido preparar las condiciones para ir por el régimen de Irán. La reducción de Irán a una impotencia política completa culminaría el objetivo estratégico perseguido por el régimen sionista. El Medio Oriente, sin embargo, no se convertirá por ello en un espacio geopolítico de estabilidad, sino de guerras más allá de las fronteras de guerra actuales. 
 La agresión de Israel ha sido combinada con el Pentágono, que ha dado el salvoconducto para esta agresión, así como el conjunto del imperialismo mundial. Las declaraciones previas al estallido de las hostilidades, a favor de negociaciones que eviten una guerra, no fueron más que parte de un operativo de decepción que cuenta con contados antecedentes en la historia. Las potencias imperialistas que lideran la Otan conocían muy bien, como lo revela ahora el diario Haaretz, que “los preparativos de esta operación duraron más de una año. Los agentes del Mossad infiltraron Irán y crearon una red de agentes, asistentes, casas seguras, talleres, vehículos, falsificaron documentos, además de tecnologías avanzadas. También metieron de contrabando componentes para drones en Irán, para luego ensamblarlos y ocultarlos en el terreno”. En la operación engaño intervino la Unión Europea: todas las naciones que se declararon en contra de una guerra, la han apoyado después de desencadenada; las amenazas de interrumpir acuerdos comerciales, como prometió Gran Bretaña, fueron encajonadas. Haaretz añade que “no menos importante ha sido el hecho de que la Inteligencia israelí diseñó una maniobra que engañó a la dirigencia militar de Irán. Irán fue llevado a creer que el ataque de Israel tendría lugar una semana más tarde, después de otra ronda de negociaciones, acerca de la cuestión nuclear, entre enviados iraníes y norteamericanos, agendada para el domingo (siguiente) en la capital del emirato de Omán”. Los éxitos de estas operaciones de engaño y el nivel de infiltración de la inteligencia israelí, ponen de manifiesto la credulidad política insuperable del liderazgo teocrático. La expectativa de una salida ‘pacífica’ a la guerra de exterminio iniciada por el Estado sionista desde hace año y media, muestra el impasse de un régimen que no tiene otra opción que la búsqueda de una autonomía relativa dentro de un sistema imperialista mundial. El autoengaño se extiende a los acuerdos diplomáticos de Arabia Saudita con Irán, mediados por China, el año pasado, o al pacto de seguridad firmado con Rusia, en enero último, que se presentaron como una valla de contención de la guerra – que se venía preparando, en realidad, con un método meticuloso. El acuerdo comercial de Trump con Bin Salman, en marzo, firmado con la expectativa de iniciar “una era de oro”, según palabras del norteamericano, aunque en realidad muy vago en sus disposiciones, ha entrado en aguas de borraja. 
 El asesinato de líderes políticos y militares, y de numerosos científicos, ha ido creciendo de día en día; entre ellos, el de Abbas Alí Shamkani, el jefe del equipo negociador de Irán con Estados Unidos. Israel ya había hecho lo mismo con el jefe negociador de Hamas, en la misma Teherán. Trump había anunciado estar “comprometido con una resolución diplomática de la cuestión nuclear”, mientras autorizaba el asesinato de la contraparte de esa salida “diplomática”. Netanyahu, por el contrario, advertía, como una amenaza, “que un acuerdo nuclear no detendría la fabricación de una bomba por parte de Irán”. La participación decisiva del imperialismo estadounidense en el desencadenamiento de la guerra contra Irán, crecerá indefinidamente. Los misiles de Estados Unidos han asistido a la “Cúpula de Hierro” de Israel a interceptar los misiles balísticos lanzados por Irán como represalia, con todos los recursos de la información satelital encriptada. También ha trasladado al Mediterráneo al portaviones Nimitz, mientras el Pentágono y la Bundeswehr (Alemania) han advertido que intervendrán junto a Israel en la destrucción operativa de Irán, en función del grado de resistencia que presente Irán. Con una claridad absoluta, Netanyahu ha declarado que la guerra continuará todo el tiempo necesario hasta que Irán ‘deponga las armas’. Las Fuerzas Armadas de Israel han anunciado que “operan libremente” en el espacio aéreo iraní “desde el oeste hasta Teherán” y que “Teherán arderá”. Prosiguen los ataques contra funcionarios de gobierno, científicos, sedes gubernamentales, bases aéreas, refinerías. El propósito es obtener la rendición oficial de Irán, mientras Irán ha respondido con la amenaza de disparar 2.000 misiles contra Israel (La Nación, 15/6). “León Ascendente o en ascenso” -el nombre del operativo de Israel- revela con claridad que la cuestión de los límites al enriquecimiento de uranio han quedado en el archivo. Una votación, en la Agencia Internacional de Energía, sobre el cumplimiento de las obligaciones contraídas por Irán en materia nuclear, reveló que 14 países sobre 33 aprobaron la conducta de Irán – un número elevado de votos en un escenario dominado por gobiernos hostiles a Teherán. El gobierno y el alto mando militar del sionismo no han bajado, entretanto, los objetivos de guerra en Gaza, Cisjordania, Siria, incluso Yemen. El objetivo asignado a la guerra, por parte del imperialismo e Israel, es decapitar al estado iraní, colonizar el territorio histórico de Palestina, someter a Libano y desmembrar a Siria, y crear una retaguardia para la guerra contra Rusia y China en cuanto a mercados, y por la esclavización del proletariado mundial. Netanyahu hizo público este objetivo contrarrevolucionario en un video en que llamó a los iraníes a “un levantamiento popular”. De nuestra parte, llamamos al proletariado de Irán a organizarse en comités de base a lo largo y ancho del país para luchar contra el imperialismo y el sionismo, y para enfrentar la impotencia del régimen nacional opresor y su tendencia a una capitulación, mediante un gobierno de obreros y soldados armados. 
 El imperialismo, sin embargo, no tiene, al menos en apariencia, un gobierno de recambio para Irán. La guerra para acabar con el régimen iraní se ejecuta cuando en Irán gobierna el ala ‘reformista’ de la República islámica, durante mucho tiempo señalada por el imperialismo como una alternativa de recambio o como detonante de una crisis política terminal. El programa del ‘reformismo’ señala el objetivo de revivir el acuerdo nuclear firmado bajo el gobierno de Obama, con el apoyo y la supervisión de la Unión Europea, Rusia y China, a cambio de un levantamiento de las sanciones económicas. Estas condiciones internacionales serían el marco para ejecutar un programa de ‘ajuste’, que la burguesía local reclama con fuerza. Trump, sin embargo, aunque habría vetado el asesinato del jefe del Estado, el ayatollah Khamenei, planificada por Netanyahu, ha saboteado un acuerdo con el gobierno ‘reformista’ en funciones (incluso autorizando el asesinato, como está dicho, del jefe de la delegación negociadora iraní, Shamkani). 
 China ha vuelto a ofrecerse como mediador, pero esta vez de un cese del fuego, no en Gaza, donde sigue la masacre, sino con Irán. El acuerdo, de acuerdo a las informaciones, contemplaría también una tregua y la liberación de rehenes en Gaza, y la salida política de “dos Estados” – vetusta, agotada e inviable. Otras informaciones dicen otra cosa: ante la destrucción de los acuerdos con Irán en Medio Oriente, China replicaría con la ocupación de Taiwán. Las operaciones de infiltración de drones en Irán, como recientemente en Rusia, hasta Siberia, deben estar siendo vistas por China como una poderosa advertencia. En cuanto a Putin, una derrota en Irán, luego de haber perdido todo peso en Siria, lo deja entre la espada y la pared, en su guerra contra la Otan en Ucrania. La expansión agresiva de Israel, incluso imperialista, al menos como subrogante del imperialismo mundial, la lleva a una confrontación, si no con Turquía al menos con Erdogan y su área de control en el Cáucaso, que sigue estando siempre al sur de Ucrania, en el Mar Negro y en los estrechos navales a Europa. 
 La ocupación militar de Irak, en marzo de 2003, llevó al derrocamiento de Saddam Hussein, a la disolución del ejército iraquí y del partido Baath, al surgimiento de ISIS, a la división de facto del país y a las guerras del ejército norteamericano en Fallujah y en las regiones turcómanas. La variante de un gobierno militar extranjero en Irán luce completamente inviable. La Otan e Israel no han aclarado que clase de “cambio de régimen” están impulsando. El agudo desequilibrio político internacional desatado por la crisis capitalista mundial, la profundización de las guerras comerciales y financieras, el vuelco de Ucrania al campo de la Otan y la ocupación de Ucrania por Rusia, ha pegado un salto mayúsculo con la guerra imperialista contra Irán subrogada por el estado sionista.
 Lo que de ningún modo se puede excluir es un ataque atómico selectivo o ‘ejemplificador’ de Israel contra Irán, en caso de que la resistencia iraní haga colapsar lo que el ‘establishment’ militar sionista llama “el frente interno”, un vocablo de uso corriente en los tiempos del fascismo europeo y el falangismo español. Es lo que tenía en carpeta Margaret Thatcher contra una localidad de la provincia de Chubut para el caso de que la Fuerza Aérea de Argentina hiciera naufragar a una parte de la flota británica en el Atlántico sur en la guerra de Malvinas. El peligro nuclear ha cambiado de campo: no lo representa Irán sino el estado sionista. 
 Los partidos revolucionarios deben esmerarse en mostrar a las masas los hilos y redes que ligan y atan a los gobiernos de sus países con el imperialismo en cada una de las guerras que éste ha desatado y en la guerra mundial en su conjunto. La tarea del internacionalismo proletario es unificar la lucha contra la guerra en su dimensión concreta por medio de la propaganda, la agitación y la acción en la clase obrera. Quienes no destacan el hilo imperialista internacional de cada una de estas guerras, no tienen otra alternativa que rumiar un propagandismo abstracto. Ese hilo unificador es la Organización del Tratado del Atlántico Norte y las grandes potencias que orbitan en la geopolítica y compiten por nuevos arrebatos y nuevos mercados. 

 Jorge Altamira 
 15/06/2025

Antonio Maceo: Un titán en el pasado y el presente del pueblo cubano


Jorge Ricardo Masetti, la voz de un reportero revolucionario


lunes, 16 de junio de 2025

La ruptura Trump-Musk abre una grieta en el gobierno y pone en cuestión el "MAGA"


Trump y Musk quedaron enfrentados 

Elon Musk pasó de ser el principal aliado y financista de la campaña de Donald Trump a criticar su programa de gobierno y sostener una oposición activa para impedir que se vote el presupuesto en el Congreso, en medio de fuertes disputas de negocios y divergencias sobre la orientación oficial. 
 Luego de su salida del gobierno, además, Musk realizó una denuncia y críticas al proyecto de “ley de impuestos y gastos” del presidente, que lo afecta personalmente, y pidió a los estadounidenses que le digan a sus representantes en Washington que "maten el proyecto de ley". El enfrentamiento llegó a escalar hasta las críticas personales a Trump al vincularlo con los archivos del pedófilo G. Epstein, lo que hará difícil un retorno a la relación entre ambos. Por ahora el final de la alianza de Elon Musk con el gobierno de Trump se ha transformado en una usina de oposición frontal a las políticas del gobierno.
 Las actuales críticas de Musk se iniciaron con la oposición a los aranceles anunciados en abril, cuyo anuncio llevó al derrumbe de los mercados y las críticas de destacados voceros de Wall Street, como el ejecutivo del J. P. Morgan. Trump retrocedió en la aplicación de los aranceles a los niveles anteriores a excepción de los aplicados a China. 
 La suspensión de los aranceles y la oposición que enfrentó Musk a los recortes y despidos que impulsó al frente de la agencia DOGE, comenzaron a revelar el fracaso en reducir el déficit, lo mismo que el aumento notable del gasto militar y las exenciones impositivas al gran capital establecidas en el proyecto de presupuesto. Musk, al frente de una agencia encargada de reducir el gasto público, quedó desautorizado frente al incremento del gasto para sostener la maquinaria de guerra.
 El anuncio del aumento de los aranceles inició una salida masiva de capitales de Wall Street, de bonos de deuda y del dólar, lo que obligó a Trump a suspender por 90 días su aplicación. Las protestas en varias ciudades y el boicot a Tesla pusieron a Musk en el ojo de la tormenta de la oposición a las políticas del gobierno y contribuyeron también al anuncio de su salida del gobierno para encargarse de sus empresas. 
 Desde el inicio del gobierno de Trump, Tesla retrocedió en ventas en China, Europa y Estados Unidos. Y la acción se hundió hasta generar pérdidas que superan los 100 mil millones de dólares. La caída en las ventas anuales en 2024 resultó en una caída del 71% en los ingresos netos del primer trimestre. 
 La “ley de impuestos y gastos" que cuestiona Musk elimina subsidios a energía limpia; elimina los subsidios a los vehículos eléctricos (VE) que consisten en un crédito fiscal de $7,500 dólares por cada vehículo eléctrico. “No hay cambios en los incentivos fiscales para el petróleo y el gas, solo para los vehículos eléctricos y la energía solar”, se quejó Musk. Las petroleras reciben anualmente incentivos financieros directos y exenciones fiscales por 760 mil millones de dolares (CNN, 5/6). El sostenimiento de los subsidios a los combustibles fósiles y retiro a la producción de energía limpia, es un cambio de 180 grados con las políticas ambientales vigentes. El proyecto de ley pone fin de inmediato a los subsidios para las empresas de alquiler de energía solar que ayudan a que los sistemas de techo sean asequibles para los propietarios de viviendas, lo que probablemente conduciría a una caída masiva en el ritmo de las instalaciones, según representantes de la industria.
 La ruptura de Musk con el gobierno pone en riesgo, además, todos los planes aeroespaciales del gobierno, de comunicación satelital y lanzamientos de satélites. Trump amenazó con recortar o anular los contratos de las empresas de Musk con el gobierno, donde sobresalen los que tienen sus empresas en el área aeroespacial, de comunicaciones y defensa. SpaceX se ha convertido en uno de los mayores contratistas del gobierno de EE.UU., especialmente en el sector aeroespacial y de defensa, gracias a sus contratos con la NASA y el Departamento de Defensa. SpaceX transporta a los astronautas a la Estacion Espacial Internacional; recientemente trajo de regreso a dos astronautas varados durante meses al fallar la nave de Boeing. También realiza múltiples servicios de carga espacial con la nave Dragon. Tiene contratos con el Departamento de Defensa para lanzamientos de satélites militares (Programa GPS III). El Pentágono usa los lanzamientos de SpaceX para satélites militares, en 2023 realizó el 60 por ciento de todos los lanzamientos. Además SpaceX tiene el contrato para el programa Artemis, que tiene como propósito llevar astronautas a la Luna. El programa Starshield, diseñado para defensa y seguridad nacional, está basado en el sistema satelital de Starlink que es usado por el gobierno de Estados Unidos y aliados. Ucrania usó este sistema de comunicaciones pagado por Estados Unidos. Es un sistema diseñado optimizado para requisitos militares con mayor resistencia a las interferencias.
 Space X y Starlink tienen contratos de defensa y seguridad que no tienen reemplazos posibles. Starlink tiene en órbita 5.600 satélites, la mayor cantidad para internet satelital y con un plan de alcanzar 12.000. La competencia en EEUU es de Amazon, el proyecto Kuiper que comenzó a lanzar satélites en 2024. Space X en poco tiempo se ha convertido en uno de los principales contratistas del gobierno al reducir costos y dominado el sistema de lanzamientos, lo que llevó a la NASA a no realizar cohetes ni lanzamientos ya que son más costosos. Las consecuencias potenciales de cancelar contratos de SpaceX, implicarían depender de Boeing que ha tenido fallas en la construcción de los cohetes a la Estacion Espacial Internacional y dos accidentes mortales de los 737 MAX, que a todas luces es una alternativa poco confiable. 

 Un enfrentamiento que abre nuevos frente 

 La oposición a la ley de impuestos y gastos de Trump ha encontrado eco en el senador Rand Paul (republicano de Kentucky) quien apoyaría el proyecto con la condición que se eliminara el aumento del techo de la deuda. Y agregó que "Creo que en este momento somos cuatro y me sorprendería mucho si al menos el proyecto de ley no se modificara en una buena dirección (...) no quiero elevar el techo de la deuda a cinco billones" (Fox News, 1/6). 
 La represión masiva usando la Guardia Nacional contra los hispanos considerados masivamente inmigrantes “ilegales” desató los mayores enfrentamientos y represión desde el levantamiento de la población de Los Angeles cuando la policía produjo el asesinato de Rodney King (1992) y los tribunales los dejaron en libertad. Ahora se ha abierto otro frente de conflicto del gobierno. Los aranceles y la “ley de impuestos y gastos” están llevando a un prematuro desgaste del gobierno de Trump y a quebrar el frente que impulsaba sus proyectos. Los aranceles han generado un golpe severo a las grandes empresas que dependen de una cadena de suministros global y paralizado sus planes de inversión al estar pendientes la conclusión de acuerdos con los diversos países. Los recientes aumentos de aranceles al aluminio y al acero al 50% y automóviles y autopartes han producido un enfrentamiento con los vecinos Canadá y México. Canadá ya ha implementado medidas de represalia subiendo las tarifas de electricidad que suministra a varias ciudades de Estados Unidos. China ha suspendido la provision de tierras raras indispensables para armamento de defensa, comunicaciones, baterías de automóviles, etc. de la que es el principal proveedor (produce el 90 por ciento), abriendo otro frente como represalia a los aranceles. 

 Nacionalizar SpaceX? 

 La ruptura de Musk con Trump es mucho más que un enfrentamiento de descalificación personal y está centrada en los prematuros fracasos del gobierno, donde Musk es parte del aparato espacial, militar y de comunicaciones del Estado. Steve Banon, asesor trumpista, ha propuesto nacionalizar SpaceX debido al profundo vínculo con los sectores más sensibles de la defensa y seguridad del Estado (satélites, internet satelital, etc), algo que llevaría el enfrentamiento a otro nivel con el grupo empresario de Musk y produciría una mayor grieta con Wall Street. Y ahondar en la fractura Musk-Trump es abrir una grieta en el Estado que proyectaría una parálisis en su aparato militar y de defensa. 

 Sergio Rivero 
10 de junio

lunes, 9 de junio de 2025

Israel secuestró la Flotilla de la Libertad con ayuda humanitaria a Gaza


La activista Greta Thunberg y otros 11 integrantes buscaban quebrar el bloqueo criminal del Estado Sionista contra Palestina. 

 El ejército sionista de Israel secuestró este lunes 9 la Flotilla de la Libertad, con sus 12 tripulantes a bordo –entre ellos la activista Greta Thunberg- que se dirigía a la Franja de Gaza con ayuda humanitaria, en medio del bloqueo criminal y genocida del Estado de Israel que impide el ingreso de alimentos, provisiones, medicamentos y médicos para asistir a la población palestina. 
 El Estado de Israel está perpetrando un genocidio contra la población palestina, con una invasión y asedio permanente de la población, intensificados desde octubre del 2023, y con un bloqueo a la ayuda humanitaria a la población de Gaza que expone a la muerte a cientos de miles de personas, entre ellos niños y sus familias. 
 La interceptación y el secuestro del barco Madleen, de la Flotilla de la Libertad, representa otro capítulo de esta política criminal del sionismo, que no solo bloquea el acceso a la ayuda humanitaria sino que bombardea y asesina a la población que se congrega ante los escasos camiones con alimentos y la ayuda que llega a la población gazatí.
 Cabe agregar que la flotilla transitaba por aguas internacionales, dirigiéndose a aguas territoriales del Estado de Palestina, sin atravesar en ningún momento territorio israelí, en lo que se trata de un ataque del gobierno de Benjamín Netanyahu contra los 2,1 millones de habitantes de Gaza. 
 En medio de esta ofensiva criminal y el genocidio perpetrado contra el pueblo palestino, Javier Milei anunció su gira internacional que culminará con su visita al Estado de Israel, para posar junto al primer ministro genocida Benjamín Netanyahu: una política de complicidad con el sionismo y sus plan de anexión de la Franja de Gaza. 
 Basta de la barbarie genocida en Gaza. Movilicemos por la libertad a los activistas humanitarios y por el cese inmediato del genocidio en Gaza. 

 Marcelo Mache

viernes, 6 de junio de 2025

“Las placas tectónicas” de la economía mundial


La guerra financiera “será el conflicto más feroz que se haya librado nunca, salvo las guerras mundiales”. 

 Los mercados financieros internacionales no han superado el ‘shock’ del 2 de abril pasado, cuando Trump anunció una suba catastrófica de los aranceles a la importaciones internacionales a Estados Unidos, bautizada como el Día de la Liberación. El mandamás de Estados Unidos se vio obligado a suspender la medida por 90 días, o sea hasta dentro de un mes. En el entretanto comenzó negociaciones con diversos países, que no han prosperado en la solución de los conflictos comerciales, aunque sí para crear otros mayores. En el día de ayer anunció un aumento del 50% de los aranceles a la importación de acero, con un grave perjuicio para Canadá, Brasil y México. La guerra comercial ha producido una desarticulación de las cadenas de producción que se desarrollaron en el período de la llamada “globalización". El reclamo de Trump a Apple para que reconvierta su cadena internacional a Estados Unidos es considerada poco menos que un despropósito, pero ilustra el extremo que ha alcanzado la disputa capitalista por un nuevo reparto de mercados. Numerosos observadores coinciden en que se trata de la preparación económica para una guerra mundial que ya se encuentra en desarrollo, y que exige una ruptura completa de la dependencia de los suministros de los países rivales. Es evidente, sin embargo, que una remodelación del comercio y las finanzas mundiales de esta magnitud, no podría imponerse sin la eclosión de una crisis financiera de dimensiones enormes. “Ustedes verán un crack”, declaró Jamie Dimon, el presidente del JP Morgan-Chase – una cita recogida por toda la prensa internacional. 
 Es lo que ha demostrado, precisamente, el fracaso de dos licitaciones recientes de deuda pública, una en EEUU, la otra en Japón. Ámbito Financiero señaló las “Tensiones en el mercado de bonos: EEUU colocó deuda a 20 años con baja demanda”, debido, dice, a “la creciente desconfianza del mercado hacia la sostenibilidad de la deuda estadounidense”. Es otra versión más de la “desconfianza” que obligó a Trump a recular temporalmente de sus anuncios arancelarios. La deuda en cuestión ha alcanzado los 36 billones de dólares, un 125% del PBI, y cuyo mercado oficia de referencia para todos los mercados internacionales. Esta hipoteca era de 5 billones antes de la crisis financiera de 2008 y rendía un interés del 1.5% anual; es un pasivo que ha subido un 600% en poco más de 15 años y cuya tasa de interés de los bonos a 30 años llegó, la semana pasada, al 5,01 por ciento. Esta suba extraordinaria de la tasa de interés obliga al Tesoro a pagar una suma equivalente al 7% del PBI – cerca de dos billones de dólares al año con pronóstico de crecimiento. Pero, por otro lado, implica una desvalorización muy significativa de la deuda que se encuentra en circulación, que ha sido adquirida a valores relativos mayores y por lo tanto a tasas inferiores. Esto explica el retiro del mercado de deuda norteamericana de parte de varios acreedores internacionales, como China, Japón o Gran Bretaña, y que debe ser ocupado por compras locales y de la Reserva Federal. 
 Una mayor importancia tuvo probablemente el fracaso de una licitación de deuda a 40 años en Japón – una menor demanda de bonos. La deuda pública japonesa, de 8 billones de dólares, es equivalente al 270% del PBI. Los inversores reclaman una mayor tasa de interés, que es excepcionalmente baja en Japón con el propósito (infructuoso) de revitalizar una economía largamente estancada. El Banco de Japón tiene en su cartera el 60% de la deuda pública local en circulación. El capital nipón ha ido a buscar tasas mayores a otros mercados, en primer lugar al de Estados Unidos. Por esta razón, el sistema monetario japonés representa una piedra angular del sistema de represión de tasas (contención de la suba) en el mercado internacional. Los grandes inversores institucionales de Japón (compañías de seguro, fondos de pensiones) han sostenido la demanda global de bonos soberanos, en particular del Tesoro norteamericano. Un aumento de la tasa de interés en Japón, como viene ocurriendo a tientas, como reclaman los inversores, desarticularía este esquema de represión y llevaría las tasas internacionales a valores más altos – lo suficiente como para asestar un golpe al sistema financiero internacional. Dada la magnitud sin precedentes de la deuda contraída por un elevado número de empresas privadas, la suba de la tasa de interés de referencia, provocaría su definitivo “”knock out”. Por eso la Reserva Federal se abstiene de elevar esa tasa, a pesar de los pronósticos inflacionarios que acompañan la decisión de emprender una guerra arancelaria, de parte de Trump. Las autoridades japonesas, advertidas de la necesidad de EEUU de evitar un retiro extranjero de los bonos del Tesoro, buscan servirse de esta Espada de Damocles, para obtener una excepción a la suba indiscriminada de aranceles de parte de Trump. Japón ha reclamado a Trump, por de pronto, el levantamiento de la prohibición a una adquisición de la United Steel estadounidense por la Nippon Steel, ahora afectada por la suba de aranceles al acero de Brasil, desde donde la nipona exporta a Estados Unidos. Trump ha presentado la cesión de la US como “una asociación”. 
 La centralidad de los mercados de deuda en la economía mundial convierten a la guerra comercial o arancelaria en una guerra financiera. La guerra financiera (monedas y mercados de capitales) “será el conflicto más feroz jamás librado, con excepción de una guerra mundial”, sostiene un banquero en el Financial Times. Un caso explosivo, precisamente, se plantea con Taiwán, el cuarto acreedor extranjero del Tesoro norteamericano y una cuenta corriente exterior ampliamente positiva. Las reservas de la Isla, de 583 mil millones, se encuentran invertidas, en un 92%, en bonos de Estados Unidos. Las compañías de seguro taiwanesas, por otro lado tienen un hoja de balance de 1.1 billón de dólares, sin protección cambiaria, colocadas en su mayor parte en deuda norteamericana. La presión de EEUU para que Taiwán revalorice su moneda, para inclinar en su favor el comercio bilateral, resultaría en una desvalorización del activo de las compañías de seguro, que han asumido el pago de los riesgos de sus clientes pagar en moneda local, que sería más cara. Una media de prevención debería llevar a estas compañías a retirar sus dólares en bonos del Tesoro norteamericano. 
 Los dardos envenenados de la crisis se han intensificado como consecuencia del voto favorable de la Cámara de Representantes de EEUU a un proyecto fiscal enviado por Trump, que contiene una masiva reducción de impuestos a las compañías capitalistas. Trump bautizó a esa iniciativa como “grande y bella”, en mayúsculas. Aunque contempla, por sobre todo, la aplicación de una ‘grande y fea’ motosierra a gastos sociales, en especial, en Salud, los observadores auguran que incrementará la necesidad de financiamiento público mediante una creciente emisión de deuda. La situación del Tesoro y del dólar se convertiría en muy peligrosa. Trump no lo niega, pero asegura que el bache financiero sería cubierto por los aranceles a la importación, que se convertirían en un masivo impuesto al consumo. La implantación de aranceles con propósitos fiscales, además de un arma de guerra contra los trabajadores, implicaría una enorme distorsión del comercio y la inversión. Que se recurra a este tipo de herramientas, sólo se explica por la envergadura que han alcanzado las contradicciones del conjunto de la economía mundial. No se debería excluir la posibilidad de que la inviabilidad de estas maniobras se manifieste a corto plazo, como ocurrió en el Reino Unido, en septiembre de 2022, cuando un proyecto fiscal similar detonó un estallido bursátil y la caída del gobierno que había asumido seis semanas antes. Las operaciones de deuda se hacen a crédito, que se autofinancian con la suba de los bonos y que quedan sin cobertura en las bajas. Según diversos estudios, el apalancamiento (crediticio) de las compras de títulos públicos y de arbitrajes entre operaciones de futuros e inmediatas, alcanza en promedio 50 puntos (un punto de inversión compra activos cincuenta veces superiores), pero puede llegar a 100. Son el terreno de especulación de los excedentes de la oligarquía financiera.
 En cuanto al Mercado de Valores de Estados Unidos (acciones, obligaciones negociables, operaciones de crédito) se infla cada vez más. Las cotizaciones se encuentran por las nubes; el propósito del plan fiscal de Trump es que se infle varias veces más. Estados Unidos atrae cada vez más capital y también supera la atracción de los mercados rivales (“outperformance”). En 2024, inversores extranjeros metieron 1 billón dólares. Atrae el 70% del flujo de los 13 billones del mercado global de inversiones privadas. En un mundo que se pretende multipolar, el mercado de capitales es definidamente “unipolar’. De acuerdo a un observador: “Estados Unidos está sobreconcentrado, sobrevaluado y sobreacelerado, como no se ha visto nunca antes”. Un estudio que firman Thomas Ferguson y Servaas Storm, señala lo siguiente: “el sector financiero se ha expandido exponencialmente. Los activos de las instituciones financieras no bancarias (“bancos en las sombras”), que consisten en préstamos e inversiones financieras, igualaban a alrededor del 93% del PBI de Estados Unidos durante los años 2006-2023, mientras que los activos de los bancos comerciales añadían otro 81% (en promedio); la escala total de la intermediación financiera es de alrededor del 174% del PBI, mientras que la inversión fija no residencial se elevaba a sólo el 13% del PBI”. La euforia de los negocios ha sido siempre, sin embargo, el síntoma más seguro de un derrumbe – como la melodía del canario en la boca de una mina a punto de explotar. 
 Las correlaciones de la crisis, por otra parte han cambiado. En el pasado, una contracción o derrumbe en el mercado de valores producía una fuga hacia el mercado de deuda en dólares, que cuenta con el respaldo del Tesoro más poderoso del mundo. En la actualidad, una crisis en el mercado de deuda, como por ejemplo en el caso de que se revierta el carry trade Japón-Estados Unidos, sería un golpe fatal para el mercado de acciones y de crédito, y una crisis en este último podría no encontrar refugio en el mercado del Tesoro. Por eso se dispara el precio del oro – también influido por los vaivenes militares de la guerra y por la compra preventiva de los bancos centrales. La centralidad del dólar se vería fuertemente cuestionada, sin que hubiera emergido una divisa sustituta. La economía mundial se encuentra afectada por “placas tectónicas”, vuelve a advertir el catastrofista del JP Morgan-Chase; “el riesgo”, prosigue, “es que la suba de las tasas de largo plazo eleven el costo de capital”. 
 Los mercados han reaccionado a la suba de tarifas de Trump con un aumento del dólar. Es que la guerra arancelaria ha debilitado al yuan, la moneda china, y ha producido una salida de capitales de China, a pesar del control cambiario. China ha inflado su deuda pública, un 250% del PBI, como consecuencia, no solamente de estímulos fiscales sino por las operaciones de rescate debido al derrumbe del sobre expandido mercado inmobiliario, y también a la deflación. El ciclo de la economía real y de la financiera – la última se infla para levantar a la primera, creando un fuerte impasse. Algo similar ocurre en Europa, donde inversores norteamericanos se quedan con compañías devaluadas, en un marco de demanda interna insuficiente. La globalización financiera se expande, en medio de un mercado comercial internacional que se deprime. Mientras fracasan las licitaciones de deuda del Tesoro, crecen las cotizaciones en el mercado accionario, así como las fusiones y adquisiciones. Recogen los excedentes de las grandes empresas con elevadas ganancias. Los especialistas en estos asuntos las denominan inversiones oportunistas o tácticas Son movimientos contradictorios en una crisis de alcance general que ‘busca’ (si se puede decir así) su desenlace. En este marco, las grandes potencias reclaman financiamiento para militarizar sus economías. 
 Es claro que la lucha de clases se desarrolla en un marco estratégico; no apto para reformas progresistas, ni para concesiones parciales que no sean forzadas por amenazas revolucionarias. Es el marco en que está haciendo su experiencia la nueva generación de trabajadores. 

 Jorge Altamira 
 04/06/2025

miércoles, 4 de junio de 2025

La Corte Suprema al rescate de Donald Trump


Habilita cientos de miles de deportaciones por vía rápida. 

 Las medidas ilegales e inconstitucionales que viene implementando el gobierno de Trump, han chocado con fallos de los tribunales federales, que en ocasiones las han dejado en suspenso. Estos fallos -casi siempre ignorados o trampeados- han provocado una furiosa respuesta de parte del presidente estadounidense, que ha atacado a los jueces (“radicales de izquierda”, según su retórica) y a la propia Suprema Corte -demandándole que viabilice la expulsión de millones de indocumentados sin darles posibilidad a la más mínima defensa. 
 Más allá de alguna protesta aislada del presidente de la Corte ante estos ataques maccarthistas, la Suprema Corte -de mayoría trumpista- no ha defendido a los jueces. 
 El 30 de mayo, la Corte Suprema falló a favor del gobierno en cuanto a dejar en suspenso la orden judicial de un tribunal que impedía la finalización del programa llamado “parole humanitaria” (un régimen que autoriza la permanencia temporaria en el país a personas que lo soliciten por razones humanitarias urgentes o por un beneficio público significativo”) para migrantes provenientes de Cuba, Haití, Nicaragua y Venezuela (este programa específico se denominaba por ello CHNV). Las personas actualmente acogidas a este programa son más de 500.000: cerca de 87.000 provenientes de Cuba, 211.000 de Haití, 73.000 de Nicaragua y 160.000 de Venezuela. Todos ellos quedan ahora sin estatus legal y pueden ser deportados por una vía rápida.
 El “parole humanitario” CHNV fue una ampliación de otros regímenes establecidos por Biden, como el llamado “Estatus de Protección Temporal” que habilitaba a permanecer en el país y trabajar a ciudadanos venezolanos. Este otro régimen ya había sido dejado sin efecto por el gobierno trumpista, y había generado otra controversia en los tribunales. Hace varias semanas la Corte Suprema falló también a favor del gobierno, dejando sin efecto la suspensión ordenada por un tribunal de San Francisco que ordenaba mantener el TPS para 350.000 venezolanos que quedarían expuestos a la deportación. Entre los inmigrantes que estaban cubiertos por el TPS y los de CHNV, son unos 885.000 personas las que quedan al borde de la deportación inmediata. 
 Ambos fallos de la Suprema Corte habrían sido por una mayoría de 7 a 2 -al menos solamente dos jueces explicitaron sus razones para no acompañar la decisión del tribunal superior.
 La caída del CHNV busca acelerar las deportaciones masivas. “Algunos inmigrantes afectados por los fallos llevan menos de dos años en el país, lo que significa que podrían ser deportados utilizando un sistema acelerado que elude el proceso judicial normal de inmigración” (NYT, 31/5). El sistema de detención acelerado usualmente se utilizaba para los recién ingresados por las fronteras, “como una forma de devolverlas rápidamente sin procedimientos judiciales. Pero Trump lo amplió significativamente para que los agentes de ICE puedan utilizar el proceso para cualquiera que haya estado en Estados Unidos menos de dos años” (NYT, 31/5), es decir, se aplicaría a personas que estaban amparadas por un estatus legal transitorio y que incluso tienen trabajo en el país. “A diferencia de los largos procedimientos judiciales de inmigración que pueden llevar años, la expulsión acelerada se puede realizar en cuestión de horas” (NYT, 21/1). La carga de la prueba de que estas personas han permanecido en el país durante más de dos años (o tengan en trámite una solicitud de asilo) recae sobre los propios indocumentados, y si no logran probarlo serán deportados automáticamente. 
 Según la ex funcionaria de inmigración Andrea Flores (en el gobierno de Biden), la “justificación [del gobierno] para poner fin a este estatus legal ahora es poder ponerlos en deportación acelerada, ya que la mayoría llegó hace menos de dos años”. “La decisión de la Corte Suprema es cruel y animará a esta administración a ir más allá al señalar a venezolanos, nicaragüenses, haitianos y cubanos, penalizándolos por cumplir con nuestras leyes de inmigración y devolviéndolos a graves daños” (NYT, 31/5). 
 Otra razón es que los acogidos en estos programas tiene la obligación de declarar su domicilio, y facilitar la identificación a través de registro de huellas digitales y datos biométricos, lo que los hace más fácilmente ubicables para su detención y expulsión del país.
 El gobierno ha adoptado todo tipo de maniobras para acelerar las detenciones, y para deportar a los inmigrantes sin darles posibilidad de la más mínima defensa, al extremo de reconocer “errores administrativos” por los cuales expulsaron personas que tenían cobertura legal para permanecer en los Estados Unidos. 
 “Muchos inmigrantes viven bajo el radar o se han mudado de su última dirección conocida hace mucho tiempo. Es por eso que ICE (el servicio de migraciones) está tomando nuevas medidas agresivas, entre ellas la detención de personas en tribunales de inmigración cuando se presentan a las audiencias. La táctica supone una ruptura significativa con la práctica anterior, cuando los funcionarios de inmigración evitaban en gran medida los arrestos en los tribunales por temor a que disuadieran a la gente de cumplir las órdenes” (NYT, 31/5). 
 “Las cortes se han convertido recientemente en un foco para las protestas. Decenas de personas se reunieron en San Francisco el miércoles ante un tribunal federal para repudiar el arresto de cuatro solicitantes de asilo ocurrido la víspera. Los manifestantes aparecieron con pancartas que condenaban al ICE y en las que exigían al Gobierno ‘no tocar a los inmigrantes’ (El País, 1/6). 
 Los jueces y abogados consideran que estas detenciones aprovechando que un inmigrante está citado por la justicia son un abuso de poder y provocarán que los citados falten a sus citas por temor. Por ejemplo, si solicitaron asilo y son convocados por un juez podrían faltar a la audiencia, con lo cual perderían sin duda el derecho a ser asilados y quedarían en condición de expulsables, y por otra parte si se presentan pueden ser detenidos y deportados rápidamente.
 Estas emboscadas en los tribunales a la salida de las audiencias, ha provocado otro caso judicial, esta vez contra una jueza que ha sido acusada de facilitar la fuga de un inmigrante que pretendía ser detenido por el ICE en el juzgado. Se trata de la jueza de Wisconsin Hanna Dugan, que fue arrestada por el FBI por supuestamente ayudar a un ciudadano mexicano a evitar ser arrestado en el propio tribunal donde tenía una audiencia. El proceso contra Hanna Dugan parece se convertirá en un tema fundamental respecto a la autoridad e inmunidad de los jueces frente al accionar dictatorial del gobierno. Unos 130 ex jueces han presentado un escrito ante el tribunal que trata el caso de la jueza Dugan, reclamando se retiren los cargos, argumentando que los jueces tienen inmunidad respecto a sus tareas y que su arresto socava “siglos de precedentes sobre inmunidad judicial” (CBS, 30/5). El escrito afirma que estas detenciones en los juzgados constituyen una “extralimitación atroz por parte del poder ejecutivo” que “amenaza la confianza pública en el sistema judicial y la capacidad del público de recurrir a los juzgados sin temor a represalias” (ídem). Los ex jueces señalan además que la persecución contra Dugan es un apriete contra los tribunales: “Permitir el procesamiento del juez Dugan por las presuntas acciones crearía un efecto paralizador en los jueces que sofocaría la toma de decisiones independiente y pondría en duda el reconocimiento universal de que los jueces están a cargo de mantener el orden y el decoro en sus salas y juzgados”. Es en este contexto de ataque a los jueces, que ya no se limita a las redes sociales o las declaraciones presidenciales sino que ha pasado a las detenciones y los juicios, que la Suprema Corte da carta blanca al régimen trumpista para avasallar la legalidad. 

 Rafael Fernández
 02/06/2025

El bloqueo norteamericano a Cuba eleva los costos de la infraestructura tecnológica de Etecsa


CON FILO | Etecsa: ¿En línea con el mundo?


lunes, 2 de junio de 2025

El asesinato de Neruda


Un reciente informe forense detectó agentes tóxicos en el cuerpo de Pablo Neruda, lo que refuerza la hipótesis sostenida por la familia del poeta, el Partido Comunista de Chile y varios peritos internacionales que apuntan al régimen de Augusto Pinochet por la muerte por envenenamiento del Premio Nobel de Literatura 1971. 

 Se conoció un nuevo informe forense que da cuenta de la detección de agentes tóxicos en el cuerpo de Pablo Neruda, lo que refuerza la hipótesis sostenida durante varios años por la familia del poeta, el Partido Comunista de Chile (PCCh) y varios peritos internacionales que apuntan al régimen de Augusto Pinochet por el asesinato por envenenamiento del Premio Nobel de Literatura 1971, hecho que fue perpetrado a pocos días del golpe de Estado que derrocó al presidente Salvador Allende. 
 Cabe recordar que aunque el caso había sido cerrado, oportunamente la Corte de Apelaciones ordenó su reapertura, lo que habilitó que se lleven adelante diferentes pericias para las que se emplearon técnicas que aún no estaban disponibles durante las últimas décadas del siglo pasado. Así las cosas y en el contexto de las investigaciones ordenadas por el juzgado interviniente, quedó establecido que los restos mortales de Neruda presentan “una concentración inusual de agentes tóxicos”, algo que llevó a que el propio gobierno chileno, por medio de su ministro de Justicia Jaime Gajardo, reconociera que pese a que “todavía no se pueden esclarecer” las circunstancias exactas del fallecimiento del dirigente del PCCh, existe una posibilidad seria de que “no muriera por causas naturales”. Y, en este sentido, hizo hincapié en que resulta “fundamental que logremos saber realmente qué fue lo que pasó”. 
 Desde que en febrero de 2024 el Poder Judicial de Chile decidiera reabrir la investigación para determinar si Neruda murió por el cáncer de próstata que padecía o si fue asesinado por la dictadura, la Primera Sala de la Corte de Apelaciones de Santiago, ordenó que se reabra el caso y que se realicen siete diligencias que “podrían contribuir al esclarecimiento de los hechos”. Entre ellas aparece un peritaje caligráfico del certificado de defunción, la revisión de las conclusiones del panel internacional de expertos de las universidades de McMaster y Copenhague, y el interrogatorio al médico y ex oficial del Ejército, Eduardo Arriagada Rehren, que durante 2021 fue condenado por su responsabilidad penal en el asesinato del locutor y militante del PCCh Archivaldo Morales.

 Nuestra Propuesta, 1/05/2025

domingo, 1 de junio de 2025

La crisis de deuda de Japón, el mayor acreedor de Estados Unidos


La deuda del “primer mundo” no encuentra compradores. 
 Caída de los bonos y del mercado accionario.

 En Japón se encendieron todas las alertas cuando en la licitación de bonos a 40 años, este miércoles 28 de mayo, mostró menor demanda que el promedio de los últimos meses, lo que provocó una caída de todos los bonos y del mercado accionario. Todos recordaron el derrumbe de agosto 2024, cuando el Banco Central subió las tasas de interés y produjo una caída de todos los mercados. Un lunes negro originado en la bolsa de Tokio se expandió por todo el planeta. 
 Lo ocurrido en Japón tuvo su antecedente en Estados Unidos, cuando hace dos semanas la licitación de bonos de 20 años no tuvo compradores y el faltante de demanda elevó las tasas de interés. El rendimiento de los bonos se disparó y alcanzó 5,104%, un aumento significativo en comparación con el rendimiento promedio del 4,613% de subastas anteriores. 
 “La situación fiscal de nuestro país es sin duda extremadamente mala (...) peor que la de Grecia”, dijo el primer ministro de Japón, para advertir a los parlamentarios que el país no puede permitirse financiar recortes de impuestos mediante emisión de deuda. Es una respuesta ante la creciente demanda de estímulos fiscales de los candidatos a las elecciones de julio a la cámara alta. 
 La semana pasada se informó que el PIB se redujo en el último trimestre de 2024, y los analistas argumentan que una recesión es un riesgo real, en un cuadro de aumento de la inflación. 
 Luego de la escasa demanda en la venta de bonos, las tasas de los bonos a 40 años alcanzaron máximos no vistos en dos décadas. 

 Japón es el principal poseedor de deuda de Estados Unidos 

 Aunque es uno de los países del “primer mundo” que tiene el ratio deuda/PIB más alto, en torno al 250%, Japón a sido el mayor comprador extranjero de bonos del Tesoro de Estados Unidos y actualmente el que más bonos acumula.
 Aunque ya ese nivel de deuda ubica a Japón como el más endeudado del G7, el total de la deuda es superior. Según Ray Dalio, el administrador de uno de los fondos más importantes del mundo (Bridgewater Associates), la carga real de la deuda de Japón si se incluye la deuda privada rondaba el 449% en relación con su PIB . 
 Este nivel de deuda da crecientes señales de que es insostenible. Hace años que Japón no tiene suficientes inversores que demanden su deuda. Por eso fue suplantada por el banco central (Bank of Japan), que acumula más de la mitad de las emisiones del Estado y grandes cantidades de acciones compradas para sostener el mercado. 
 Japón posee 1,13 billones de dólares en bonos del Tesoro estadounidense y es el principal inversor del mundo, luego de desplazar al banco central de China -que hace años está reduciendo sus tenencias de deuda de Estados Unidos y pasó de 1,3 billones a 0,73 billones de dólares. 
 De allí que el Financial Times informa que, siendo el mayor tenedor de bonos del Tesoro, sus transacciones son vigiladas de cerca y se consideran un indicador de compra o venta de deuda del gobierno estadounidense. La reciente liquidación que realizaron los fondos de Japón en abril marca una de las mayores salidas de bonos de deuda desde 2005. 

 El fin de la bicicleta financiera también hunde a la industria exportadora 

El banco central de Japón mantuvo las tasas de interés en bajos niveles (en terreno negativo) y produjo una demanda artificial de bonos y acciones financiadas por endeudamiento del Estado. Esto facilitó una bicicleta financiera internacional (“carry trade”) que generó demanda de bonos y acciones en Estados Unidos. 
 Las operaciones de carry trade son una bicicleta internacional que realizan bancos y grandes inversores que tienen la capacidad de endeudarse en mercados de bajas tasas de interés como Japón -hasta ahora- para apostar en mercados con mayor rentabilidad, como Estados Unidos, con tasas de interés superiores y con un rendimiento de las acciones de Wall Street en suba. 
 Además, Japón llevó a una devaluación del yen que facilitó las exportaciones de la industria automotriz y electrónica, lo que fortaleció a las grandes empresas japonesas que durante años exportaron al mercado internacional. 
 Este circulo virtuoso de bajas tasas de interés, devaluación del yen y promoción de las exportaciones esta llegando a su etapa final. 
 El Banco de Japón redujo los tipos de interés a cero y comenzó a comprar bonos en masa luego del derrumbe de la bolsa de Tokio y la crisis inmobiliaria iniciada en 1989; una estrategia que luego imitó Estados Unidos durante la crisis de 2008. Japón inició el subsidio del capital financiero desde el Estado, luego fue imitada en Estados Unidos en planes de la Reserva Federal conocidas como QE (facilidades cualitativas), que consistieron en bajar la tasa de interés y comprar deuda del Estado y bonos hipotecarios, beneficiando a Wall Street y los operadores inmobiliarios. 
 Las subas de tasas de interés está produciendo el fin de esta bicicleta. Como revelan bancos japoneses que comienzan a vender sus tenencias de bonos del Tesoro ante la acumulación de pérdidas crecientes. Uno de los mayores inversores institucionales de Japón, Norinchukin Bank, vendió 63.000 millones de dólares, principalmente bonos gubernamentales estadounidenses y europeos, para mitigar los riesgos asociado a altas tasas de interés en Estados Unidos y Europa. 
 La íntima relación entre Tokio y Wall Street quedó en evidencia en agosto de 2024 cuando la caída de la bolsa de Tokio (más de 8% en una jornada) se expandió a todo el mundo, luego que el banco central japonés subiera las tasas de interés encareciendo el financiamiento de grandes operadores de “carry trade” que se vieron obligados a vender bonos y acciones en Wall Street y cubrir sus deudas. 

 Los aranceles de Trump complicaron aún más un escenario tormentoso 

La relación de Japón con Estados Unidos ahora entra en un terreno pedregoso debido a los aranceles que aplicó Trump a todo el mundo, y también a Japón. 
 Cuando fueron anunciados los aranceles a comienzos de abril, grandes inversores japoneses en bonos internacionales (empresas de seguros, fondos de pensión, etc) se deshicieron de más de 21.000 millones de dólares en bonos internacionales, que incluyen bonos de Estados Unidos. Fue cuando los aranceles del presidente estadounidense Donald Trump sacudieron los mercados internacionales en una señal de cómo la turbulencia de Wall Street se extendió por todo el mundo. 
 Los aranceles han contribuido a la contracción de la economía tanto Japón como Estados Unidos. La primera se redujo un 0,2% y la segunda un 0,3%. O sea que ambos países tendrán menor recaudación impositiva y dificultades para financiarlos con emisiones de deuda en un escenario de subas de tasas de interés. 
 El agotamiento de los subsidios al capital financiero tiene signos de agotamiento y un desenlace cercano. Los centros del capitalismo “desarrollado” son el origen de una nueva crisis financiera.

 Sergio Rivero